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Congreso de los Diputados
La pinza Junts-PP frena la esperanza en vivienda y el Congreso agudiza su inestabilidad
Una diputada de uno de los partidos del Gobierno estaba muy engripada y necesitaba reposo. Viajó el martes desde su casa, en una provincia mediterránea, hasta la sede del Congreso a pesar del consejo médico porque su voto hacía falta para aprobar, por tan solo uno de diferencia, la admisión a trámite del proyecto sobre alquiler habitacional. La aritmética así lo indicaba porque hasta ese día Junts prometía su abstención ante periodistas y sus colegas diputados.
Otra anécdota que se comentaba en los pasillos de las Cortes esta semana. La diputada de Sumar que ya tenía preparado el posteo en sus redes sociales y hacía fotos al hemiciclo para celebrar la victoria (pequeña pero con los tiempos que corren resultaba milagrosa). Allí mismo supo del cambio repentino de los siete de Carles Puigdemont.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda La proposición de ley que limita los alquileres temporales fracasa por los votos de Junts
Solo dos de las tantas historias que relataban los diputados este miércoles, horas después de una noche de martes de sorpresas en el hemiciclo. Durante todo el día se especulaba con un triunfo pírrico del bloque progresista, que iba a poder colar en el trámite parlamentario una regulación en materia de alquileres impulsada por los sindicatos de inquilinos. La clave era el voto a favor del PNV y Coalición Canaria. Pero “cinco minutos antes” de alzar la mano, los partidos del Gobierno supieron de que se encaminaban a otra derrota.
El misterio llamado Junts
“Seguramente esto hubiera tenido menos repercusión si salía adelante que por no salir. Ahora toca seguir conversando y aprovechar que el tema está en boca de todos”, reflexionaba un miembro de la dirección del grupo confederal Sumar, el más interesado en que la votación llegara a buen puerto.
Por ello también el cabreo fue público y notorio con Junts. De hecho, en una entrevista en la Cadena SER tras la sesión, el portavoz Iñigo Errejón cuestionó en términos tan duros a los soberanistas catalanes que un diputado de ese bloque lo llamó por teléfono para quejarse y expresarle su molestia por la hostilidad.
Fuentes del Sindicato de Inquilinos trasmiten su sorpresa porque venían hablando con Junts desde febrero (también con el Partido Popular, solo se negaron al diálogo con Vox), incluso la semana anterior, hubo una charla informal entre Nogueras y negociadores del sindicato
Fuentes del Sindicato de Inquilinos también comentan en conversación con El Salto su sorpresa por lo ocurrido porque venían hablando con Junts desde febrero (también con el Partido Popular, solo se negaron al diálogo con Vox) y el lunes de la semana anterior había habido una charla informal entre la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, con negociadores del sindicato.
En eso también hay versiones encontradas. Desde el colectivo dejan trascender que Junts había expresado su desacuerdo con la proposición pero que había avanzado su abstención porque estaba a favor que se tramitase aunque no votaría a favor. Los independentistas dicen lo contrario: siempre dejaron en claro que no estaban de acuerdo. Todo un ejemplo del momento que se vive en la agitada política española: ni en algo tan simple hay una sola versión de los hechos.
“Aquí no se ha mentido a nadie, siempre hemos dicho lo mismo. No somos de ningún bloque y lo que menos nos importa es los motivos de los demás, no caeremos en la trampa del ‘que votamos con ellos’, explican desde Junts
Uno de los diputados que votaron en contra comentaba a El Salto que a su entender la proposición traería más problemas que soluciones y dice que la solución es la construcción de parque público de viviendas, y llevarlo del 1% del parque total de vivienda al 9%, que es la cifra de referencia en otros países europeos. Tampoco están a favor de cambiar la ley de arrendamiento y piden que todos los inmuebles de la SAREB pasen a disposición de los municipios e impulsar la cooperación público-privada.
“Aquí no se ha mentido a nadie, siempre hemos dicho lo mismo. No somos de ningún bloque y lo que menos nos importa es los motivos de los demás, no caeremos en la trampa del ‘para que no digan que votamos con ellos’. Se trataba de una proposición con cosas muy simples que no resuelven el problema grave que hay. Queremos huir del ‘pim pam pum’, del twitt futbolístico”, opinan desde el grupo parlamentario de Junts.
En Junts, con la confianza casi rota con el PSOE, echan de menos tener disponible a Jaume Asens (ahora eurodiputado), y dicen que con Aina Vidal, de los ‘comuns’, lo tienen “muy complicado”, por lo que prefieren a Errejón
Otro dirigente importante de JxCat, del grupo barcelonés de confianza de Jordi Turull, reflexiona fuera de micrófono sobre esta coyuntura tan peculiar del partido posconvergente: “Para empezar, el enfado socialista es gesticulación, hay un exceso de enfado poco entendible porque todos sabemos que el PSOE estaba en el ‘no’ a esa proposición pero se pasó al ‘sí’ porque confiaba en que no saldría adelante. Además si se hace el cálculo, han votado más veces en el Congreso y Senado con el PP que nosotros”.
La misma fuente lamenta que se haya “conseguido hacer quedar que con Junts es difícil hablar, cuando todos saben que si se negocia, es habitual que Junts llegue a acuerdos, pero no cuando todo es etéreo y no hay negociación real”. Tampoco lo tienen fácil con los interlocutores: con la confianza casi rota con el PSOE, echan de menos tener disponible a Jaume Asens (ahora eurodiputado), y dicen que con Aina Vidal, de los ‘comuns’, lo tienen “muy complicado”, por lo que prefieren a Errejón.
Más allá de esas anécdotas parlamentarias, sorprende escuchar una visión de sí mismos que dista mucho de lo que la narrativa del Madrid-sistema les depara: “Nosotros nunca hemos representado a la gente poderosa de Catalunya, estamos muy lejos de ellos y no somos de los suyos. La gran burguesía nunca fue de Pujol. Era la clase media y los pequeños empresarios, esa sigue siendo nuestra base. Las grandes fortunas pivotan entre el PP y el PSC. Ahora toda esta gente está con (Salvador) Illa porque él representa el orden. Nosotros no tenemos nada que ver con (la patronal) Foment del Treball”.
Justamente todo lo contrario piensan en Esquerra Republicana, que se ocupaba de hacer saber su opinión estos días sobre dos hechos: en todas las leyes de derechos sociales Junts está jugando a favor de los reclamos de Foment y las patronales catalanes, y segundo, el acercamiento con el PP es lento, gradual, pero constante. Rufián de hecho así lo dijo este miércoles nuevamente.
En Junts lo ilustran de este modo: “Aquí se ha roto algo por lo estético”. Es decir, que simbólicamente el voto con las derechas españolistas en un tema tan sensible en estos días ha engrandecido algo que en los hechos no es tan importante ni demuestra un nuevo campo de alianzas.
Sea como sea, la emergencia sobre la vivienda acucia cada vez más y encabeza las preocupaciones de los ciudadanos, aunque la hipérbole sobre migración cope más espacio mediático coyunturalmente. Los sindicatos de inquilinos han dicho a El Salto que este fin de semana tendrán un plenario en el que decidirán los próximos pasos y se vienen protestas: el miércoles por venir habrá movilización contra el evento The District en Barcelona (cumbre de especuladores del mercado inmobiliario) y el 13 de octubre habrá una manifestación en Madrid.
Marchitos antes de florecer
Los presupuestos generales del Estado no tienen buen pronóstico. Desde el Ministerio de Hacienda han informado estos días que se presentarán muy posiblemente fuera de término e incluso sabiendo que Junts pueda tumbarlos. También han dicho que si hace falta se diseñarán con el techo de gasto de 2023 (que rige también actualmente, porque están prorrogados).
De hecho, el techo de gasto se votará este jueves en el hemiciclo y el PSOE espera conseguir al menos una abstención por parte de Junts (con el voto a favor de todos los aliados, incluyendo Coalición Canaria y el aislado José Luis Abalos, alcanzaría con el no voto negativo), lo que daría un agónico resultado de 172 a 171.
Moncloa no ha abierto negociaciones formales por los PGE con Coalición Canaria ni con Podemos, aunque sí con EH Bildu y PNV. El acuerdo final con Sumar, que ha presentado estos días sus prioridades, tampoco está cerrado.
El Salto pudo confirmar que hasta esta semana Moncloa no había abierto negociaciones formales por los PGE con Coalición Canaria ni con Podemos, aunque sí con EH Bildu y PNV. El acuerdo final con Sumar, que ha presentado estos días sus prioridades, tampoco está cerrado. Se espera que los tiempos se aceleren tras la votación del techo de gasto.
Entre tanto, el lehendakari Imanol Pradales, tras reunirse con Pedro Sánchez este viernes en la primera jornada de la ronda de contactos por la reforma de la financiación autonómica, hizo declaraciones en las que abogó por apostar a la “estabilidad” del Gobierno y no ha descartado mediar con Junts para conseguir su abstención.
Los barones del PP ya han tenido que resignarse a no renegociar bilateralmente la financiación para oponerse al pacto PSC-ERC incluso aunque les convenga (especialmente la quita de deuda)
En lo del techo de gasto se juega otra disputa: Génova versus barones territoriales. Los diputados de Alberto Núñez Feijóo votarán sin duda lo que la dirección del grupo Popular indique pero es difícil de esperar que los presidentes autonómicos estén satisfechos con tumbar un techo de gasto que les restará a ellos, de forma agregada, 7.500 millones de euros, según cálculos de Hacienda (y 6.000 millones al Estado).
Este lunes se reunirá el Comité Ejecutivo Nacional del PP en un hotel importante del norte madrileño. Allí Feijóo busca dar su impronta al curso político, cohesionar el discurso y diseñar el argumentario para la oposición total. Los barones ya han tenido que resignarse a no renegociar bilateralmente la financiación para oponerse al pacto PSC-ERC incluso aunque les convenga (especialmente la quita de deuda). ¿Estarán dispuestos a seguir subsidiando las aspiraciones de Feijóo resignando miles de millones de euros para hacer política e ir en contra de sus intereses? Otra extravagancia de una dinámica política enardecida.
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De que esperanza me habla sr. Galvalizi?? Si el p€€e dice que la vivienda es un bien de mercado y no un derecho....del p€€e no se puede esperar nada realmente positivo para la clase trabajadora. El p€€e en lo esencial esta al 100% con el pp....lo demás es puro teatro.
Vist des de fora no sorprèn gens res de tot açò, la veritat. Illa i Collboni han dinamitat la governabilitat, i al PSOE ja li va bé.
Es evidente que, conforme los ciudadanos se van haciendo más conscientes de que nuestro sistema no garantiza el bienestar, sino el enriquecimiento de unos pocos, más se bunkerizan los partidos de centro, derecha y ultraderecha, para evitar que la ciudadanía gobierne y proteja sus intereses (contrarios a los de los ricos, una minoría con un poder inasequible a la mayoría). A partir de la crisis desatada por la quiebra de Lehman Brothers, el rey ha quedado desnudo, cada vez más desnudo, las vendas han ido cayendo de los ojos, y todos hemos ido comprobando que la presunta democracia occidental era solamente un espejismo diseñado para seguir enriqueciendo a los mismos de siempre, por otros medios.
Desde luego que si al PSOE le diera la gana se haría más vivienda pública en este país. Pero lo dicen ellos mismos, no consideran la vivienda un derecho, para ellos es un "bien de mercado".