República Democrática del Congo
Polémica en la RD del Congo por el acuerdo de patrocinio con el FC Barcelona

Un país sin apenas carreteras y sin capacidad de ofrecer un mínimo de bienestar o seguridad a su población será patrocinador del FC Barcelona durante las próximas cuatro temporadas. El Gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) acaba de firmar un contrato de unos 10 millones de euros anuales, a cambio de los cuales el club azulgrana llevará un logo en su camiseta de entrenamiento donde se leerá ‘Congo, Coeur de l’Afrique’ para promocionar el Congo como destino turístico. Con este, la República Democrática del Congo ya tendrá en marcha acuerdos de patrocinio con tres clubes europeos: el Mónaco francés (1,6 millones de euros por temporada hasta 2028), el AC Milan italiano (14 millones de euros por temporada desde 2026) y el conjunto catalán.
"El campeonato local de fútbol está prácticamente parado por falta de financiación. Antes que malgastar dinero en el extranjero, hay que invertir en nuestro propio deporte”
Tras el anuncio del acuerdo con el Barça en la prensa congoleña, una parte de la sociedad civil del país africano se ha manifestado en contra. Lucha (Lutte pour le Changement, ‘lucha por el cambio’ en francés) ha sido una de las organizaciones más activas y el pasado jueves 17 de julio lideró una manifestación ante el ministerio de Deportes en Kinshasa, la capital congoleña, para mostrar su desacuerdo con la decisión.
La marcha tenía un premisa: “El Congo necesita carreteras, escuelas, hospitales y empleos, no logos en las camisetas de clubes de fútbol europeos”. Jo Samba Kande, trabajador sanitario y miembro de Lucha, fue uno de los asistentes a la manifestación. “Hemos decidido convocarla para pedir la anulación de los contratos. El campeonato local de fútbol está prácticamente parado por falta de financiación. Antes que malgastar dinero en el extranjero, hay que invertir en nuestro propio deporte”, critica Kande, que vivió junto a otros manifestantes la represión por parte de fuerzas afines al Gobierno unas horas después. En total hubo ocho heridos, y algunos tuvieron que ser atendidos en el hospital tras ser golpeados.
Un conflicto en el corazón de África da el salto al fútbol europeo
El movimiento del gobierno congoleño mimetiza la estrategia de su país vecino y adversario, Ruanda, que desde hace años tiene acuerdos de patrocinio similares con clubes europeos como el Arsenal inglés, el Bayern alemán o el PSG francés. Hace pocas semanas, Ruanda anunció un acuerdo con otro equipo de la liga española, el Atlético de Madrid. Ambos países, auspiciados por Washington, han firmado un acuerdo de paz recientemente tras una guerra intermitente que ha lastrado especialmente al Congo durante los últimos 30 años. La visibilidad de los clubes europeos de fútbol es, para ambos gobiernos, una palanca para atraer turistas a la zona de los Grandes Lagos, algo que despierta dudas en el bando congoleño: “¿Cómo vamos a atraer a turistas o a inversores en un país con unas carreteras desastrosas y sin una infraestructura digna de ser reconocida como tal? No será poniendo nuestro logo en la camiseta del Barça, el Milan o el Mónaco que vamos a cambiar esto” afirma Kande.
Hace pocas semanas, Ruanda anunció un acuerdo con otro equipo de la liga española, el Atlético de Madrid
“No han dado ninguna explicación a la población”, dice Bienvenu Matumo. Matumo es uno de los miembros más visibles de la sociedad civil congoleña en las redes sociales. Estos días comparte con sus más de 90.000 seguidores en Twitter una serie de artículos y argumentos contra el acuerdo alcanzado con los clubes europeos. Matumo define el acuerdo como “un sinsentido”. “En el Congo no tenemos una infraestructura interna que pueda servir a los turistas o a los inversores extranjeros. Y hay mucha corrupción. Si un turista fuera agredido y quisiera denunciar, le resultaría muy complicado. También lo sería intentar utilizar la red de transporte: nada funciona”, lamenta Matumo.
Una carcasa vacía
Matumo enumera algunos de los principales problemas de la organización de los deportes en la República Democrática del Congo, que hasta cierto punto reflejan los problemas generales del país: trabajadores del Ministerio de Deportes en huelga porque cobran un salario de 21 dólares al mes y deben pagar el transporte hasta el trabajo; parte del presupuesto nacional dedicado a “la remuneración de las élites políticas, militares y a los altos funcionarios”; poca financiación para el fútbol, y nada para el resto de deportes, que están prácticamente “abandonados”, etcétera.
El Congo, un país africano cuya superficie es superior a todos los países de Europa occidental, apenas cuenta con menos de 5.000 kilómetros de carreteras asfaltadas
A pesar de ello, la selección congoleña de fútbol masculino está a cuatro partidos de clasificarse para el Mundial del año que viene, algo que podría servir para enmascarar los problemas: sería la primera clasificación para el Mundial desde 1974, cuando fue el primer equipo del África subsahariana en disputar la fase final de la competición: “Tenemos un buen entrenador, pero nuestra selección está formada por jugadores con doble nacionalidad. Todos juegan en el extranjero. La liga del Congo era una de las más fuertes de África Central, pero ahora apenas hay academias para formar a buenos jugadores. El equipo congoleño lo conforman jugadores que están en Europa, Asia, o en ligas como la de Turquía, Rusia o Arabia Saudí”, explica Matumo. Con todo, no duda que, si la selección se clasifica, el gobierno lo utilizará como una herramienta propagandística.
Matumo no considera que el Congo sea un país desconocido para el público o que necesite publicidad para darse a conocer. Por ello cree que el dinero destinado a patrocinar al Barça, al Mónaco o al AC Milan debería invertirse para resolver algunos de los problemas de su país, y no para patrocinar clubes extranjeros. En un momento de inseguridad en el este del Congo, a causa del avance del grupo armado M23, el activista recuerda el déficit de inversión en el ejército: “Deberíamos comprar más material para nuestro ejército, que hasta ahora se ha mostrado ineficaz para combatir al movimiento M23 apoyado por Ruanda”.
También recuerda que el Congo, un país africano cuya superficie es superior a todos los países de Europa occidental, apenas cuenta con menos de 5.000 kilómetros de carreteras asfaltadas: “Tenemos problemas para estar conectados entre nosotros: alguien de Kinshasa tiene muchos problemas para ir al norte del Kivu [a más de 2.800 km de distancia]”. Por ello hace una petición a los clubes europeos para que rechacen el dinero de su país: “Este dinero podría servir para construir escuelas, pagar mejor a los maestros o hacer hospitales”. Y anuncia que, pase lo que pase, la sociedad civil no va a dejar pasar este episodio: “Multiplicaremos nuestras acciones y peticiones. Ya estamos organizando otra manifestación para presionar al gobierno, a la primera ministra”, zanja.
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