Comunidad de Madrid
La comunidad universitaria rechaza la ampliación de presupuesto de Ayuso por “trilerismo político”
Cuando todas las facultades de las seis universidades públicas estaban cerradas o muy vacías, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunciaba una partida de 21,8 millones de euros para los presupuestos universitarios de 2026. El concepto que argumentaba el Gobierno regional durante los dos días de huelga, convocados para este 26 y 27 de noviembre, era de compensación para reducir las tasas universitarias. “Era una partida que en los presupuestos del año pasado aparecían con unos 40 millones de euros y que en el proyecto de presupuestos de este año han desaparecido”, explica Mario Rísquez Ramos, profesor de la Facultad de Económicas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y miembro de CGT, que asegura que “sospechamos que ese presupuesto se habría incluido en las asignaciones nominativas a las universidades y justo anuncia esto como si fuera una transferencia directa”. El propio Rísquez ha hecho un análisis de las partidas presupuestarias de los últimos 15 años y califica de ‘asfixia financiera’: “No solo han hecho trilerismo político con este concepto para desactivar la huelga, si no que si lo comparamos pasa de 40 a 22 millones”.
Este mismo profesor habla con El Salto desde el Pasacampus de la UCM, una de las actividades que durante los dos días de huelga se han hecho para informar de los motivos de la reivindicación. Desde allí informa que el seguimiento en la Ciudad Universitaria ha sido “prácticamente del 95% excepto en algunas facultades como Aeronáutica”. Además, en sus recorridos, informa a este medio, han acudido al rectorado de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y de la propia Complutense. “El seguimiento de hoy ha sido incluso mayor que ayer”, valora.
Por su parte, CCOO considera “un éxito abrumador” el seguimiento de la huelga en su segundo día y recuerda que los paros están legalizados por este sindicato junto a CGT, CNT y UGT e impulsado por la Coordinadora de las Plataformas en Defensa de las 6 Universidades Públicas Madrileñas. “La participación en la huelga ha sido altísima, con un promedio del 75% de seguimiento”, resaltando, al igual que el profesor, que el seguimiento en la UCM ha sido superior al resto.
“La huelga es una respuesta directa al estrangulamiento presupuestario que ejerce la Comunidad de Madrid hacia nuestras universidades", denuncian desde CCOO
Desde CCOO también recuerdan que la cita importante es esta tarde a las 18 horas en Atocha, donde comenzará una manifestación que esperan sea masiva contra la infrafinanciación que ahoga a la universidad pública en beneficio de las privadas y contra el proyecto de la ley autonómica de Universidades. “La huelga es una respuesta directa al estrangulamiento presupuestario que ejerce la Comunidad de Madrid hacia nuestras universidades, una situación que pone en riesgo la propia existencia de las universidades públicas madrileñas”, explican desde la Federación de Educación y Servicios Socioeducativos de CCOO de Madrid.
Darío Ángeles, un estudiante de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) declara a El Salto que el seguimiento ha sido mucho en todas pero especialmente en su universidad. “Ha sido el mayor desde el último ciclo movilizador contra el Plan Bolonia”, explica y resalta que su reivindicación pasa por una mayor inversión por estudiante: “Debe alcanzar el 1% del PIB acordado, también el final de los contratos precarios y la inestabilidad, un aumento de los salarios para las trabajadoras”. Ángeles también indica que la comunidad universitaria exige que “los intereses privados no determinen qué se investiga o qué se enseña” en la educación superior y que la “universidad pública tenga una verdadera libertad política, académica y económica”.
"Reclamamos que la universidad pública tenga una verdadera libertad política, académica y económica”, explica el estudiante de Biología de la UAM, Darío Ángeles
El origen de los ingresos de la universidad está detrás del enfrentamiento entre Ayuso y la comunidad universitaria, ya que la Ley de enseñanzas superiores de universidad y ciencia (LESUC) futura incluye “otras formas para generar más ingresos”. “Bajo el discurso de la libertad y contra la lucha de clases, el Gobierno de la Comunidad de Madrid sigue alimentando la lucha de clases desde arriba, a través de la progresiva elitización, mercantilización y privatización de la Universidad Pública madrileña”, denuncian desde CGT.
El análisis que han hecho de lo que se conoce del borrador de ley, que se espera sea aprobado en el primer semestre de 2026, pasa por tres bloques. El primero, el de la financiación, que según Luis Lloredo, profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid, supondría “una servidumbre de la universidad a poderes económicos, que van a determinar la agenda investigadora y la docente”. Además, la comunidad universitaria denuncia las posibles sanciones que incluye por movilizaciones como las que se viven estos días, por cualquier movimiento asociativo y hasta por poner una pegatina con consignas políticas.
“Otro bloque es el sistema de gobierno, ya que los consejos sociales, que tienen hoy día mucho peso en la vida cotidiana de las universidades y que están copados por el mundo empresarial, lo estarían aún más con la nueva ley”, resalta Lloredo, muy preocupado porque la independencia histórica de la Educación Superior se ponga en entredicho con esta norma autonómica.
Universidad pública
Madrid
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