Catalunya
Más de 206.000 euros en sanciones de ley mordaza por intentar parar desahucios en Catalunya

En el último año y medio, los Mossos d’Esquadra han denunciado por la vía administrativa a al menos 351 personas. El movimiento por el derecho a la vivienda lanza una campaña para la retirada de las multas, la no aplicación de la ley 4/2015 y para que la Brimo no intervenga en los lanzamientos.

Agentes de la unidad ARRP de antidisturbios de los Mossos d’Esquadra aprovechan que sale espantada una vecina menor de edad para empujar la puerta del número 5 de la calle Argemí de Manresa (Bages), se abalanzan sobre un grupo de activistas y las golpean. La escena se produjo el 25 de marzo de 2019, día en que los juzgados decidieron seguir adelante con el desahucio de Rachida, su marido y su hija de veinte años, que esperaban un piso de la mesa de emergencia desde hacía seis meses. Las activistas de la PAHC Bages que intentaron pararlo fueron identificadas pero, a diferencia de otras ocasiones, en diciembre recibieron sanciones en sus domicilios. Solo con las multas interpuestas a raíz de aquel desahucio, en aplicación de la Ley 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana, más conocida como ley mordaza, suman 20.000 euros.

Entre el desahucio de Rachida en Manresa y el 10 de octubre de este año ha transcurrido un año y siete meses, un periodo de tiempo en el cual los Mossos han impuesto, como mínimo, 351 multas por ley mordaza contra personas que participaron en acciones para frenar desahucios (364, si se suman los procedimientos abiertos en casos de okupaciones). Los procedimientos sancionadores suman un total de 206.141 euros, repartidos en las localidades de Manresa, Barcelona, Mataró, Sant Cugat y Salou, y afectan a diferentes plataformas, grupos y sindicatos de vivienda. 

Los procedimientos sancionadores suman un total de 206.141 euros, repartidos en las localidades de Manresa, Barcelona, Mataró, Sant Cugat y Salou
Catalunya
El precio por intentar frenar un desahucio en Barcelona: 18.030 euros en multas “mordaza”

Los Mossos d’Esquadra inician una nueva estrategia para intentar desarticular el fuerte movimiento por la vivienda de Catalunya a través de la aplicación masiva de la Ley de Seguridad Ciudadana.

Los datos se han conseguido recopilar gracias a la labor realizada por un grupo de trabajo del movimiento por el derecho a la vivienda y el apoyo de la organización antirrepresiva de la izquierda independentista Alerta Solidària, la cual se encarga del asesoramiento y los trámites para recurrir las multas. En una rueda de prensa delante del Departamento del Interior, reclamaron ayer la retirada de las multas, un compromiso por parte del Govern catalán de no aplicar más la ley mordaza —aprobada por el PP en 2015—, y la no intervención del Àrea de Brigada Mòbil de los Mossos d’Esquadra (Brimo) en los desahucios, una medida que forma parte del pacto de investidura de la CUP con ERC.

Desde que se constituyó el nuevo Gobierno en Catalunya, las sanciones tramitadas se han acelerado: 220 por un importe total inicial de 137.719 euros, entre los meses de junio, julio y septiembre. De hecho, ni 24 horas después de la toma de posesión de Pere Aragonès como presidente del Govern catalán, y aún con Miquel Sàmper como a consejero de Interior en funciones, se produjo el desahucio de un piso en el bloque Llavors, un edificio del bario de Poble-sec de Barcelona. Según transmitieron entonces Mossos d’Esquadra a la Directa, la operación se saldó con tres personas investigadas por atentado contra los agentes, nueve por desórdenes públicos y unas sesenta personas denunciadas administrativamente por desobediencia a los agentes de la autoridad. De estos sesenta, de momento, veinte han recibido la notificación y, por tanto, están contabilizadas en el recuento.

Desde que se constituyó el nuevo Gobierno, las sanciones tramitadas se han acelerado: 220 por un importe total inicial de 137.719 euros entre los meses de junio, julio y septiembre

Para la activista de la PAHC Baces, Lídia Soler, “si nos están multando es porque nuestra lucha funciona y les les gusta”. De algún modo, el nivel de represión hacia el movimiento por el derecho a la vivienda va relacionado con el nivel de movilización y precisamente la PAHC Bages es una plataforma en la cual participa mucha gente y ha conseguido recuperar ocho bloques para la Obra Social, es decir, dedicados a alojar a personas en situación de vulnerabilidad. La plataforma no solo ha recibido sanciones por el caso de Rachida, sino que también acumula 33 multas por “obstruir […] el cumplimiento o la ejecución de acuerdos o resoluciones administrativas o judiciales”. Se impusieron en el contexto del desahucio de Mohamed y su familia de una vivienda en la calle Roger de Flor de Manresa, propiedad de Sareb.

A raíz de la aplicación masiva de la ley mordaza, la PAHC Bages no se ha quedado de brazos cruzados. “No nos pararán y no nos harán retroceder mientras la vida y el techo de nuestras vecinas esté en peligro”, sentencia Soler, quien explica cómo organizaron un concierto solidario de Xavi Sarrià en la Sala Stroika para recaudar dinero para las primeras multas.

Para la activista de la PAHC Baces, Lídia Soler, “si nos están multando es porque nuestra lucha funciona y les les gusta”

Obstrucción, desobediencia y faltas de respeto

La primavera de 2019 fue el punto de partida de un goteo inacabable de notificaciones de sanciones a centenares de activistas por el derecho a la vivienda de trece grupos, PAH y sindicatos distintos de todo el territorio: 74 multas por el desahucio de la calle Còrsega en Barcelona; 33 más de la calle Roger de Flor en Manresa; 28 en Gran Via; 27 en el Bloc Gayarre (Barcelona), una veintena en la calle Aragó y otras veinte en el Bloc Llavors, entre otras.

La mayoría son sanciones de 601 euros, la parte baja del intervalo estipulado para infracciones graves, vinculadas a dos tipologías: “obstrucción a la justicia” (artículo 36.4) —más concentradas en los últimos meses de 2021— y “desobediencia” (36.6). Pero también hay algunas sanciones de cien euros por “faltas de respeto y consideración” (37.4), un delito que está clasificado como leve. Eva Pous, abogada de Alerta Solidària, explica que en los recursos que están presentando, además de “intentar evidenciar que lo que se persigue no es una acción individual sancionable, sino la acción colectiva”, señalan la dejadez de funciones de la administración: “A menudo, los expedientes sancionadores incluyen minutas abstractas y sin ningún detalle, que se tramitan sin hacer el ejercicio, que sería esperable, y que nos obliga la ley como garantes de derechos, de filtrar los procedimientos, de no actuar con automatismo”.

Desde el Departamento del Interior ponen énfasis en el hecho de que cuando se inicia el proceso incoador “hay una revisión de los hechos, se garantiza siempre la posibilidad de presentar alegaciones y se revisa la propuesta de sanción” y en que los casos que acaban en denuncias representan un porcentaje muy bajo del total. De los 57.207 desahucios que ha habido en Catalunya entre los años 2016 y 2020, según los datos aportados por Interior a la Directa, solo en 397 se ha producido algún tipo de incidente. De estos, añaden en 151 ocasiones se ha levantado acta administrativa de denuncia. Si tomamos como referencia los dos últimos años, entre 2020 y 2021, Interior asegura que se han incoado unos sesenta expedientes sancionadores, pero no especifican a cuántas personas iba dirigido cada uno.

74 multas en la calle Còrsega

El 28 de octubre de 2020, Albert Aguilar recibió una sanción en su domicilio relacionada con el desahucio de la calle Còrsega, 219 de Barcelona. Vinculado al Casal Popular Lina Òdena, el activista respondió a la llamada que la Xarxa d’Habitatge de l’Esquerra de l’Eixamble y el Sindicat de Llogateres habían lanzado para evitar el desahucio de Estela, su marido, un familiar con un 65% de discapacidad, sus criaturas y un nieto de 7 años. A partir de las ocho de la mañana, se sumó un grupo de activistas que se situaron delante del portal: “Después de dos horas, llegó la Brimo y nos advirtieron de que si no nos marchábamos, nos identificarían. Pero nunca nos habían multado”. Guillem Jové, del Sindicat de Llogateres, también estaba, pero dentro del edificio: “En total, estábamos unas setenta personas”, recuerda. “Vimos cómo iban retirando a la gente de fuera y la iban identificando. Los Mossos accedieron a la escalera por una puerta lateral de un local y quedamos atrapados. Hubo violencia, a mi hermano le estiraron por la cabeza. Finalmente, en fila, nos identificaron uno a uno”. Con los datos recopilados, además de los golpes, el desahucio dejó una factura de 44.74 euros, 74 personas multadas.

La abogada Eva Pous subraya que el ahogamiento económico “es una forma de represión más sutil que las detenciones, con menor control y menos filtros y garantías”

Ambos consideran que se trata de una manera de “castigar” al movimiento y son conscientes de que puede dificultar la respuesta ante convocatorias. Aguilar añade que, además, quien puede poner el cuerpo para parar desahucios a primera hora de la mañana “normalmente son estudiantes o personas sin trabajo, en situaciones muy precarias”. En la misma línea, la abocada Eva Pous subraya que el ahogamiento económico “es una forma de represión más sutil que las detenciones, con menor control y menos filtros y garantías”. Ante esta situación, añade que es necesario “tejer una repuesta jurídica, pero sobretodo popular contra la represión, así como la organización de apoyo económico con el objetivo de evitar que militantes se tengan que encontrar ante la decisión de defender a sus vecinas o poder pagar el alquiler del mes”. 

Dos desahucios que también concentran un número muy elevado de sanciones son los que tuvieron lugar en el número 662 de Gran Via y en la calle Gayarre 42, en Barcelona. En el primero, la afecta era una mujer de 76 años y quien convocaba era el Sindicat d’Habitatge de l’Eixample Dret. Se saldó con 28 sanciones por “obstrucción”, cada una de 601 euros. El segundo, en el barrio de Sants, afectaba a diversas familias en situación de vulnerabilidad. El edificio, propiedad de Bardon Services Bcn, se okupó en febrero de 2019 y ya había sufrido una fecha abierta de deshaucio, y más tarde la intervención de la empresa de desalojos extrajudiciales Desokupa. Sujeto a otra fecha abierta, el Grup d’Habitatge de Sants (GHAS) hizo una llamada para parar el desahucio el 15 de diciembre de 2020, que al final se ejecutó, y 27 personas fueron denunciadas por obstrucción, con multas de 601 euros.

El primer desahucio, las primeras multas

La convocatoria del 21 de junio era la primera que lanzaba el Sindicat d’Habitatge de Tarragona, y el Sindicat d’Habitatge de Reus también se sumó. En Salou, querían desahuciar una mujer de 60 años que vivía en un piso de Gramina Homes y para llevarlo a cabo desplegaron un amplio dispositivo policial. Los agentes identificaron a diversos activistas que se concentraron en la puerta y una persona fue arrestada.

En total, y según la minuta policial, diez personas fueron sancionadas, ocho del sindicato de Tarragona y dos del de Reus, explica Carlota Vendrell. Pero en la recogida de datos solo aparecen cuatro, porque algunas aún no han recogido la multa. En cualquier caso, Vendrell denuncia que “6.000 euros es una cantidad inasumible, que puede generar un efecto desmovilizador”.

Sin identificar

Aunque en la mayoría de los casos las personas denunciadas han sido identificadas en el momento del desahucio, no siempre es así. Eva Pous explica que no solo se han encontrado con denuncias contra activistas a quien no les habían cogido los datos, sino con casos de personas “que no habían participado en una acción”.

Víctor, del Sindicat d’Habitatge de la Verneda y el Besòs, es una de las personas que no fue identificada y sobre quien recae la ley mordaza. Participó en una convocatoria del 1 de octubre de 2020 para evitar el desahucio de una vecina del barrio Ciutat Vella de Barcelona, a quien querían desahuciar por el impago de un mes de alquiler. Más de 200 personas se concentraron en el número 75 de la Rambla y consiguieron pararlo, pero no sin consecuencias. Dos personas recibieron sanciones por un delito de obstrucción, a pesar de que no identificaron a nadie. Concretamente, a Víctor, que estaba fuera del cordón policial, le acusan de aproximarse “ a la línea policial, increpando a los efectivos policiales de forma reiterada, reclamando a otras personas que se sumaran a su acción”.

Artículo original
Artículo original publicado por la Directa.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Personas sin hogar
Personas sin hogar El Ayuntamiento de Granada, APDHA y ‘La Calle Mata’ acuerdan un Plan de urgencia para las personas sin hogar
Después del encierro de decenas de activistas en el consistorio y la muerte de dos personas sin hogar en la calle en menos de 24 horas, el Ayuntamiento y las organizaciones civiles acuerdan un Plan de Urgencia para el frío de aplicación inmediata
Personas sin hogar
Personas sin hogar Encierro en el Ayuntamiento de Granada para reclamar albergues para las personas sin hogar
Decenas de activistas exigen tratar, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, con la alcaldesa de la ciudad sobre la necesidad de medidas urgentes ante la gravísima situación de las personas sin hogar en plena ola de frío.
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Galicia
Galicia Activistas de Greenpeace instalan ‘una celulosa’ en la sede de la Xunta en protesta contra Altri
Los ecologistas han realizado una acción en la sede del Gobierno gallego de Alfonso Rueda para animar a gallegos y gallegas a asistir a la manifestación de este domingo en la Praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
Comunidad de Madrid
Educación pública El Gobierno de Ayuso recula y aplaza hasta junio los despidos masivos en Educación
Integradoras sociales, enfermeras, educadoras, auxiliares y otros perfiles de personal laboral se enfrentaban a la incertidumbre de ser cesados en plenas vacaciones de Navidad.

Últimas

Opinión
Opinión Lo raro es estar viva
¿De qué sirve agobiarse por ciertas pequeñeces si somos un punto mínimo, una huella desdibujada, un puntito sobre un folio en blanco con un boli bic que casi no pinta?
Más noticias
Ibex 35
Ibex 35 Las retribuciones de los grandes empresarios multiplican por 118 lo que ganan sus trabajadores
Los directores y ejecutivos de Inditex, Banco Santander, Iberdrola, Indra, CIE Automotive y otras empresas del Ibex 35 multiplican por cientos de veces los sueldos medios de sus empleados.
Personas sin hogar
Personas sin hogar El Ayuntamiento de Granada, APDHA y ‘La Calle Mata’ acuerdan un Plan de urgencia para las personas sin hogar
Después del encierro de decenas de activistas en el consistorio y la muerte de dos personas sin hogar en la calle en menos de 24 horas, el Ayuntamiento y las organizaciones civiles acuerdan un Plan de Urgencia para el frío de aplicación inmediata

Recomendadas

Fronteras
Túnez Túnez endurece la represión contra las ONG de ayuda a las personas migrantes
Mientras el presidente Kaïs Saied se prodiga en discursos racistas, el estado persigue a las entidades solidarias con quienes llegan al país, bajo el silencio cómplice de la Unión Europea.
Galicia
Economía ¿Quién lidera el negocio del eucalipto en Galicia al que Altri quiere sumarse?
El estallido social que ha producido el intento de la multinacional Altri y la Xunta de instalar una nueva celulosa en Galicia abre la necesidad de poner el foco en el sector forestal, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del Estado.
Siria
Rojava El rompecabezas sirio que estalló en Alepo
El nuevo escenario sirio se ha gestado bajo la intervención implacable de Turquía, patrocinadora del Ejercito Nacional Sirio y otros grupos yihadistas que libran la guerra de Erdogan contra el pueblo kurdo.
Cine
Ramón Lluis Bande “Asturies tiene sin construir el relato de su tiempo revolucionario”
El cineasta Ramón Lluis Bande entiende la memoria histórica como un “camino de exploración formal infinito” y de reflexión sobre el propio lenguaje cinematográfico “en relación con la realidad, la historia, el arte y la política”.