Cuando era estudiante salía a la manifestación emocionada, segura de querer salir, casi segura de junto a quien ir, de qué cantar. Solidaridad con los trabajadores y trabajadoras, lucha por nuestro futuro. “Conciencia de clase”.
Cuando empecé a trabajar salía a la manifestación contenta, segura de querer salir, no tan segura de junto a quien ir, de qué cantar. Solidaridad con los trabajadores y trabajadoras con peores condiciones laborales, lucha por un avance conjunto en derechos laborales… mejorando juntas el presente, imaginando un futuro más justo… ¿Conciencia de clase?
Siento que también es un canto de lucha el que emerge, cada día, en la plaza, la calle, la asociación, la parcela, la fábrica, el establo, el campo, el huerto, la biblioteca, el bar, la tienda, el centro de salud, el obrador, la escuela, la casa …
Ahora no sé a qué manifestación salir. Fuera de mi imaginación, fantasía, o anhelo, hoy me cuesta encontrar junto a quien ir, qué cantar. Además, en mi pueblo no hay manifestación, ni en los pueblos de alrededor.
Me quedo en silencio y siento que también es un canto de lucha el que emerge, cada día, en la plaza, la calle, la asociación, la parcela, la fábrica, el establo, el campo, el huerto, la biblioteca, el bar, la tienda, el centro de salud, el obrador, la escuela, la casa … cuando una persona, dos, tres o cuarenta, cantan juntas para que todos, todas, (y no sólo uno, una) podamos estar mejor. Conciencia de clase.
Y buscaré vídeos de las manifestaciones, y me emocionaré de esperanza como siempre.
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