We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Crisis climática
“La magnitud del incendio de Tenerife este agosto ha sido una muestra de los efectos del cambio climático”
La idiosincrasia de Canarias convierte las islas en una zona especialmente vulnerable frente al calentamiento global y el cambio climático, cuyos efectos comienzan ya a atisbar en el archipiélago. Esta es la realidad que defiende Rebelión Científica Canarias, la delegación del colectivo internacional creada en las islas por personas del ámbito de la investigación y la academia, de primer nivel. Para explicar la importancia de implementar medidas frente a la crisis climática de forma urgente hablamos con Laura de la Puente Aparicio, bióloga y portavoz de Rebelión Científica Canarias.
¿En qué punto se encuentra Canarias actualmente con respecto a emisiones de gases de efecto invernadero y otros factores causantes del calentamiento global?
Canarias, como toda región del norte global, es una región altamente dependiente del petróleo y emisora de gases de efecto invernadero, posiblemente incluso por encima de la media nacional. Esto se debe, por un lado, a su condición de insularidad, ya que dependemos en gran medida del transporte aéreo y marítimo. Por otro lado, tenemos el parque automovilístico más grande de España, tanto es así, que si considerásemos a Canarias un país, seríamos el séptimo país del mundo con mayor número de vehículos por habitante. Es una barbaridad.
Los vuelos que recibe Canarias diariamente generan una huella de carbono que no nos podemos permitir: “volamos por encima de nuestras posibilidades”
Otro problema sustancial es la producción energética en Canarias, con muy poca generación de energías renovables, aunque seamos una región con gran capacidad de la misma. Para dar un dato, un estudio de la de Universidad de las Palmas estimó que en Canarias, un coche eléctrico, emite más CO2 a la atmósfera que un coche de combustión. La razón es que las centrales térmicas en Canarias consumen energías fósiles más contaminantes que la propia gasolina, por lo que enchufar el coche a la red eléctrica al final, lo que hace es consumir una energía más contaminante que la propia de los motores de combustión.
La solución pasaría por generar electricidad a partir de fuentes renovables y hacer un cambio completo en la forma en que vivimos: cambiar los modelos de ciudad y colectivizar el transporte basado en renovables. Debemos descarbonizar nuestras vidas urgentemente, pero con cabeza; es decir, siguiendo el criterio científico. Y ojo: los vuelos que recibe Canarias diariamente generan una huella de carbono que no nos podemos permitir: “volamos por encima de nuestras posibilidades”.
¿Existen en las islas otros factores intrínsecos que empeoren esta realidad?
Sí, tenemos que sumar a lo anterior lo poco sostenible que ha demostrado ser el modelo urbanístico y turístico de Canarias. Así como el impacto del modelo de producción de alimentos, que consume un altísimo volumen de agua y consideramos que se debería modificar hacia un modelo de autoabastecimiento agroecológico. Sin embargo, esta producción de alimentos no se queda en Canarias, sino que se destina a la exportación, con la consiguiente huella de carbono. Tanto es así que Canarias sólo produce en torno al 4% de lo que consume. Mientras, sufrimos un desabastecimiento de papas y otros alimentos básicos en el archipiélago.
En su conjunto, todos estos factores han derivado en una importante presión hídrica, en la generación de una enorme cantidad de aguas residuales incapaces de gestionar que se vierten sin control al mar y un daño drástico a la biodiversidad de las islas, consideradas un punto caliente de biodiversidad por ser un área con un elevado número de especies endémicas.
Si esta situación no se reconduce, ¿qué consecuencias podría sufrir el archipiélago?
Ya comenzamos a ver algunas de ellas. Por ejemplo, una consecuencia del incremento de las temperaturas y la tropicalización que ya estamos registrando es el aumento de la temperatura del agua marina, que genera a su vez la proliferación de cianobacterias en las playas, que hacen el agua de mar insalubre y prohibido al baño. Desde el punto de vista climático, hablamos de la desertificación y tropicalización del clima, con mayor incidencia de huracanes o fenómenos adversos. O el caso del incendio incontrolable del pasado agosto en Tenerife, cuya magnitud ha sido una muestra de los efectos del cambio climático, ya que se ha visto incrementada por el desequilibrio hídrico que comentaba afecta a Canarias y la sequía crónica.
Estamos ante una crisis ecológica y climática mundial sin precedentes y frente a un cambio climático provocado por el ser humano que no podemos evitar, pero sí podemos minimizar sus efectos devastadores
Y podemos pensar que esto solo afecta a los montes y a la biodiversidad, que como sociedad no sufriremos las consecuencias, pero la combinación de estos factores no hará más que degradar el suelo, perjudicando la seguridad alimentaria y poniendo en juego la producción de alimentos. Viviremos episodios de desabastecimiento y una subida desmedida de los precios. Más allá de Canarias, hay que recalcar que estamos ante una crisis ecológica y climática mundial sin precedentes y frente a un cambio climático provocado por el ser humano que no podemos evitar, pero sí podemos minimizar sus efectos devastadores, tanto para la humanidad como para el resto de especies. No se trata de opinar sobre qué queremos hacer en nuestras vidas, sino de buscar sobrevivir con las mejores garantías, sin dejar a nadie atrás.
¿Cuáles son las propuestas del colectivo Rebelión Científica Canarias para intentar revertir desde ya esta situación?
Reclamamos un pacto de estado ecológico y la creación de Asambleas Ciudadanas para el Clima vinculantes como mecanismo democrático de toma de decisiones, siempre bajo el asesoramiento de expertos/as científicos/as de primer nivel. También realizamos una llamada a la sociedad a llevar a cabo acciones de desobediencia civil no violenta para presionar y demandar cambios radicales en nuestras políticas que permitan un cambio de modelo a tiempo y mantener las condiciones de habitabilidad en todo el planeta. Parece complejo, pero si centramos las prioridades y re-adaptamos nuestros valores, quizás sólo sea cuestión de voluntad y para esto hago uso de una cita de Jacques Cousteau: “Para el delfín y la ballena, la felicidad es existir. El hombre debe descubrir esto y maravillarse por ello”.
Con respecto a la transición energética, el “Informe del sistema eléctrico español 2022” de Red Eléctrica recoge que el año pasado las energías renovables cubrieron el 20,1% de la demanda en Canarias. Sin embargo, recientemente se han sumado a las concentraciones por la descarbonización organizadas en todo el país. ¿Cuáles son las demandas de RCC a este respecto?
Lo primero es descarbonizar con criterio científico y de manera urgente, sin destrozar un metro más de espacios naturales. No podemos generar macroproyectos como la Central Hidroeléctrica Reversible de Chira-Soria en Gran Canaria, que afecta a varios espacios de la Red Natura 2000. Hay que priorizar la generación energética deslocalizada y, en los casos de generar proyectos de esta índole, aprovechar las zonas antropizadas antes de destruir un metro más de espacios naturales.
La introducción de energías renovables no está sustituyendo a las energías fósiles favoreciendo su disminución, sino que éstas se están añadiendo al mix energético global
Hablamos de producir energía verde, pero nos olvidamos siempre de reducir el consumo: crecer urbanísticamente significa aumentar la demanda energética; el decrecimiento organizado disminuirá dicha dependencia, además de cambiar nuestros hábitos personales. Ahora bien, no podemos obviar una paradoja que se produce en nuestro sistema capitalista. Sucede que la introducción de energías renovables no está sustituyendo a las energías fósiles favoreciendo su disminución, sino que éstas se están añadiendo al mix energético global. Es decir, cada día consumimos más energías fósiles, pese a haber aumentado la producción de energías renovables. Así, estas se están añadiendo al consumo desmedido, no suplantándolas.
¿Se han establecido vías de comunicación con las instituciones canarias para fomentar la activación de estos cambios?
Desde Rebelión Científica proponemos claramente a las instituciones un pacto que blinde la estrategia climática ante vaivenes políticos y que sea realmente efectiva más allá del green washing gubernamental que vemos actualmente. Hemos presentado a las diferentes administraciones una serie de medidas minuciosamente estudiadas con las que, si las implementamos ya, podemos revertir ciertos efectos y tratar de asegurar nuestra permanencia, no solo en Canarias, sino en el planeta, durante varias generaciones con cierta calidad de vida. Pero debemos actuar de manera inmediata y contundente, ya que la ventana de reacción se nos cierra rápidamente (antes de finalizar esta década sobrepasaremos el 1,5ºC con respecto a la época preindustrial). El mensaje debe ser contundente pero conciso y positivo: actuar ahora, es ganar en calidad de vida y tiempo de permanencia con vida en la Tierra. Se sabe perfectamente qué hacer, sólo hay que hacerlo.
¿Cuentan con proyectos o acciones concretas que quieran poner en marcha en un futuro cercano?
En una entrevista al científico ambientalista Kevin Anderson, dijo: “la esperanza nace de la acción”. Por eso, desde Rebelión Científica hacemos una llamamiento a la desobediencia no violenta. En los próximos meses seguiremos apostando por la presión a través de este tipo de acciones y fomentando el avance hacia una huelga general de trabajadores/as a nivel nacional.
Además de con Rebelión Científica España y con Rebelión o Extinción, ¿RCC está conectada con otros colectivos de Canarias?
Ya estamos llevando a cabo reuniones con colectivos ecologistas y otros agentes sociales, tanto regionales como a nivel nacional, de cara a la coorganización de estrategias y el aumento de la presión social hacia las instituciones. Nuestro lema: ¡Acción climática YA!
Como conclusión final, la bióloga Laura de la Puente remarca que, como indica el sexto informe del Panel de Expertos de Cambio Climático de la ONU (IPCC), “los cambios de consumo individual no bastan. Hace falta una transformación profunda y rápida del conjunto del sistema productivo, así como una transición justa para los colectivos más vulnerables”