Raquel P.

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Coronavirus
Por su propio bien

Esperanza no quería salir de su casa y se negaba en rotundo a ir al hospital. Las asistentes seguían preocupadas, no querían que Esperanza se muriese sola en casa. Sus familiares más cercanos, ninguno de ellos en Madrid, estaban también preocupados, no querían que Esperanza se muriese sola en casa.