Antimilitarismo
Por un antibelicismo de clase

La guerra supone el fracaso del espíritu humano, el sufrimiento de los sectores más vulnerables, y el negocio de los poderosos. Si quieres la paz prepara la paz, no la guerra. La paz es la revolución mundial del proletariado.
Manifestación por la insumisión a las guerras
Movilización en Iruñea por la insumisión a las guerras Ione Arzoz

Antimilitarista miembro de Gerrarik ez

@juan_ibarrondo

4 may 2023 06:50

En las guerras de hoy, son las mujeres y hombres de la clase trabajadora, una vez más, quienes soportan en sus cuerpos, en su economía y en sus condiciones de vida, el mayor impacto del daño causado. Porque las guerras no son entre naciones, ni entre culturas, sino entre intereses, fundamentalmente de orden económico: la guerra no es un método de resolución de conflictos, sino un arma de sojuzgamiento de las personas y expolio de los pueblos.

En la actualidad, la guerra es inherente al sistema neoliberal capitalista, que expolia el planeta e impone desigualdades cada vez mayores entre los seres humanos. La economía de guerra, global y permanente, supone entre otras calamidades– el aumento de la transferencia de la riqueza de las mayorías a las élites, como estamos viendo con los obscenos beneficios declarados de las multinacionales y los menos conocidos del complejo militar-industrial, que se convierte en uno de los sectores más rentables de una economía capitalista alicaída que, como vemos, recurre a la muerte y la destrucción para mantener al alza las tasas de beneficio de las élites.

La guerra no es un método de resolución de conflictos, sino un arma de sojuzgamiento de las personas y expolio de los pueblos.

Por todo ello, en este Primero de Mayo, la clase trabajadora hemos reivindicado, además de las exigencias clásicas de la señalada fecha, también el cese de las hostilidades armadas y la no colaboración con quienes alientan, legitiman y ordenan las matanzas. Hemos reivindicado, a la vez, la reconversión de la industria armamentística para fines de carácter civil y medioambiental.

Sin embargo, desde cierto sindicalismo cada vez más corporativista –incluidos muchos de los sindicatos que aún se proclaman de clase– se sigue poniendo como prioridad el mantenimiento del empleo por encima de cualquier otra consideración. 

Se nos dice desde estas fuerzas sindicales –y también políticas–, que sería suicida para sus intereses corporativos invocar cualquier cambio que pueda suponer poner en peligro los puestos de trabajo, incluida la conversión de la industria militar. Hay quien recurre al viejo argumento de las famosas condiciones objetivas, que según dicen no se dan en este momento para reivindicar este tipo de cosas que el pobre obrero no entendería… para acusar de utópicos a quienes las defendemos.

Hay quien recurre al viejo argumento de las famosas condiciones objetivas, que según dicen no se dan en este momento para reivindicar este tipo de cosas –que el pobre obrero no entendería…– para acusar de utópicos a quienes las defendemos.

En realidad, esto no es ni mucho menos novedoso. Una parte del movimiento obrero siempre se ha alineado con sus Estados-nación correspondientes, priorizando su adscripción nacional a su pertenencia de clase en situaciones de guerra, con los mismos argumentos falaces que se esgrimen ahora.

Quizá no sea tan conocida esa otra parte de la clase trabajadora organizada que se opuso firmemente al belicismo, incluso declarando huelgas en las fábricas de armas y llamando a la deserción de los soldados-obreros en las guerras interimperialistas, como la que vivimos ahora mismo, o frente a las guerras imperialistas contra los pueblos oprimidos.

El movimiento espartaquista alemán o los Industrial Workers of the World en los Estados Unidos, así como el anarcosindicalismo ibérico. se posicionaron claramente contra la guerra, y dejaron bien claro el origen capitalista-imperialista de guerras a las que se opusieron con todas sus fuerzas

También el feminismo anticapitalista se adscribió pronto a la lucha contra las guerras, y el congreso de La Haya contra la Primera Guerra Mundial inició un camino de feminismo antimilitarista que aún perdura.

De manera que quienes ayer y hoy defienden, desde la izquierda, la industria militar como factor de desarrollo y creación de puestos de trabajo, en realidad están comprando sus argumentos al enemigo de clase y al patriarcado, que es quien sale realmente favorecido de la economía de guerra.

Quienes defienden, desde la izquierda, la industria militar como factor de desarrollo en realidad están comprando argumentos al enemigo de clase y al patriarcado

La guerra en primera línea la libra mayormente la clase trabajadora, con armas fabricadas por la clase trabajadora, bajo las órdenes de gobiernos votados, en ocasiones, por la misma clase trabajadora que la sufre. Nos matamos siguiendo las órdenes y acatando decisiones políticas emitidas desde cómodos despachos alejados de los lugares de destrucción.

Nos matamos siguiendo las órdenes y acatando decisiones políticas emitidas desde cómodos despachos alejados de los lugares de destrucción.

La clase trabajadora mayormente es la que compone las masas de personas refugiadas expulsadas de sus vidas y trabajos, convertidas en exiliadas forzosas o en carne de cañón. Los ejércitos, las armas, no garantizan la paz y la seguridad, sino todo lo contrario. Por ello nos oponemos al comercio y al envío de armas a cualquier país, así como a los envíos de fuerzas militares a los escenarios bélicos.

Por otra parte, respecto al incremento del gasto militar aprobado en los parlamentos e impuesto por la OTAN, no podemos sino rechazarlo, y proponer que esa ingente cantidad de capital se destine a fines sociales (pensiones, sanidad, educación, etc.) junto al apoyo social e institucional a insumisos y desertores de todas las guerras.

No hay ninguna ley económica que niegue la posibilidad de la conversión de la industria militar en civil, por lo menos si tenemos una concepción saludable de la economía como la fórmula para mantener el sustento de la humanidad y no como una teología de mercado en beneficio de los poderosos.

Existen numerosos ejemplos de conversión. Por ejemplo, a principios del siglo pasado, se dio la exitosa conversión de parte de la industria armera vasca en fábricas de bicicletas, como la prestigiosa marca ORBEA, cuando alguien se dio cuenta de que su experiencia en fabricar tubos para escopetas y revólveres podía servir igualmente para fabricar bicicletas o carritos para niños.

La industria militar se ha de reconvertir en civil como cuando ORBEA pasó de fabricar tubos de escopeta a bicicletas

La creatividad humana es perfectamente capaz de llevar a cabo la conversión de la industria militar si hay voluntad para hacerlo. La ciencia económica y la política deberían dedicarse a facilitarla y posibilitarla en vez de poner obstáculos y excusas para no llevarla a cabo.

Hace tiempo que deberíamos ser conscientes de que no se trata solo de repartir la riqueza y el trabajo, sino que también hay que cuestionar para qué sirve ese trabajo y esa riqueza. ¿Para la muerte o para la vida? 

Si quieres la paz prepara la paz, no la guerra. La paz es la revolución mundial del proletariado.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

1 de mayo
1 de mayo 1 de mayo alternativo en Badajoz bajo el lema “Paz, trabajo, techo y pan”
Convocan el Sindicato 25 de Marzo, la CNT, el Inquilinato de Badajoz y la Plataforma de Pensionistas, con reivindicaciones laborales, sociales y contra la militarización de Europa.
1 de mayo
1 de Mayo EHKS hace una demostración de fuerza en Bilbao y reivindica “el poder de la clase trabajadora"
Tras presentarse en diciembre como partido, Euskal Herriko Kontseilu Sozialista se eleva como la fuerza extraparlamentaria con mayor capacidad de movilización durante las protestas del Primero de Mayo.
1 de mayo
Galería de fotos Así ha sido el 1 de Mayo en Bilbao
Se movilizan en la capital de Bizkaia ELA, CNT, ESK, Steilas, CGT, Bat, CCOO, UGT y EHKS. El sindicato de la izquierda abertzale, LAB, se ha manifestado en Iruñea
Paco Caro
5/5/2023 19:07

Hay que abolir las naciones, al menos tal y como se las conceptúa a día de hoy. Poner a las naciones bajo una gobernanza global que prohíba la guerra. La guerra no puede ser el derecho de ninguna nación, como el homicidio no es el derecho de ningún ser humano. Igual que el Estado niega esa libertad al ciudadano, un Estado global debería negar ese derecho a cualquier nación. La industria del armamento debe ser cancelada en su mayoría, los ejércitos deben ser desmantelados. Con una pequeña fuerza de paz, para evitar matanzas entre colectivos (por ejemplo, religiosos), bastaría. Que en plena crisis ecológica global, estemos despilfarrando recursos valiosos en la guerra (más los efectos colaterales, globales, que nos muestran, otra vez, que estamos interconectados), es un crimen estúpido, que representa el pensamiento estúpido que nos extinguirá.

0
0
Eléctricas
Oligopolio eléctrico Sánchez no admite responsabilidades en el apagón mientras sus socios piden nacionalizar la red eléctrica
El presidente del Gobierno señala a los “operadores privados”, entre ellos Red Eléctrica, cuyos últimos dos presidentes vienen del PSOE y cuyo principal accionista es el Estado, con el 20%, seguido por el 5% de Amancio Ortega.
Antimilitarismo
Rearme El gasto militar mundial se dispara
El gasto militar en el planeta aumentó en 2024 un 9,4% respecto a 2023, lo que supone el mayor incremento interanual desde la Guerra Fría.
Empresas recuperadas
Natalia Bauni “En este primer año del Gobierno de Javier Milei casi no hubo empresas recuperadas”
Natalia Bauni es coordinadora del Observatorio Social sobre Empresas Recuperadas y Autogestionadas del Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
Pobreza energética
Energía Apagón crónico: lugares donde no volverá la luz, a pesar de la restauración del sistema eléctrico
Miles de personas en el Estado español viven día a día apagones y falta de suministro en lugares como Cañada Real (Madrid), la Zona Norte de la ciudad de Granada o los asentamientos de jornaleras y jornaleros migrantes en Huelva y Almería
València
València El tejido social presenta su propuesta de reconstrucción tras la dana
Los Comités Locales de Emergencia y Reconstrucción y las asociaciones de víctimas definen los presupuestos de Mazón y Vox como una declaración de guerra.

Últimas

Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.
Galicia
Galicia La Xunta aprobó la celulosa de Altri argumentando que su chimenea de 75 metros sería “icónica”
El Informe de Patrimonio Cultural, favorable a la multinacional, se emitió en base a dos encargos externos, contratados y pagados por la empresa al ex presidente y al actual tesorero de Icomos-España.
Opinión
Opinión Provoquemos la próxima interrupción
Lo que nos resta es gobernar el apagón que habrá de venir, ser la causa colectiva de las próximas interrupciones, aquellas que lleven al fin de este mundo desbocado y sin sentido.
Energía
Energía El gran apagón de abril | El suministro de energía se recupera al 99%
Pedro Sánchez explica que se produjo una “pérdida” del 60% de la electricidad a las 12:33h: “15 gigavatios se han perdido súbitamente del sistema en apenas 5 segundos. Aproximadamente el 60% del sistema eléctrico”.
Energía
Energía La ley marca permisos retribuidos para situaciones como el apagón eléctrico
El Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 37.3, protege a la plantilla cuando no es posible llegar a su puesto de trabajo o desarrollar con normalidad su tarea en situaciones como no tener electricidad durante horas.
Electricidad
Apagón ¿Qué le puedo reclamar a la empresa eléctrica y al seguro tras el apagón?
Tras el incidente con la electricidad de este lunes 28 de abril, los consumidores deben conocer qué pueden reclamar a las compañías de la luz o a sus seguros.
Más noticias
El Salto Radio
El Salto Radio Desmantelando E2 I El racismo institucional y sus grietas
Las redes de apoyo mutuo y la actitud de compartir privilegios son herramientas imprescindibles para combatir los impactos del racismo estructural.
València
València La jueza de la dana acorrala al relato político de Mazón
El president viaja a Estados Unidos la semana en la que el PP europeo celebra su congreso en València y no acudirá a la multitudinaria romería de Santa Faz.
Crisis climática
Informe Las diez empresas más contaminantes del país son responsables de un quinto de las emisiones españolas
Repsol mantiene el podio gris de empresa más contaminante que le arrebató a Endesa en 2020. Completan el top 10 de compañías más emisoras energéticas, cementeras y siderúrgicas, que copan entre ellas el 56% de las emisiones del mercado de carbono.

Recomendadas

Senegal
Migraciones El mito de la migración ordenada: la denegación de visados por el Consulado de España en Dakar
Maltrato institucional. Estas dos palabras son las más escuchadas cuando se pregunta a personas descontentas con el Consulado de España en Dakar. Cada vez más personas denuncian denegación de visados que no consideran justificados.
Guinea-Bissau
Internacional Guinea-Bissau arranca una ola de represión tras el sabotaje popular de una mina de arena en un parque natural
Una acción liderada por las mujeres del pueblo de Varela provocó un incendio en la bomba de extracción de la mina de arena pesada. El Gobierno ha llevado a cabo la detención de 16 personas, entre las que se encuentran líderes locales.
Galicia
Galicia Vigo, A Coruña y Ourense compraron material policial a Israel por medio millón de euros en solo cuatro años
El alcalde ourensano, Gonzalo P. Jácome, adjudicó un contrato por 70.000 euros días después del siete de octubre. Abel Caballero firmó otro de más de 200.000 euros y la alcaldesa de A Coruña siguió la estela con un contrato de 170.000 euros.