Opinión
De cómo cobrando el salario mínimo nunca tendrás una casa

La especulación inmobiliaria y los pisos turísticos son los grandes culpables de que alquileres y precio de venta de la vivienda se hayan disparado en los últimos tiempos.
CGT-PV
16 jun 2025 00:09

No yerran la PAH y y el resto de plataformas por el derecho a la vivienda cuando centran sus ataques en los fondos buitres, la especulación inmobiliaria y los pisos turísticos como los grandes culpables de que alquileres y precio de venta de la vivienda se hayan disparado en los últimos tiempos. Este razonamiento es totalmente cierto y está demostrado con rigurosos estudios del mercado inmobiliario. Sin embargo, en paralelo a esos factores denunciados, hay otros aspectos a los que rara vez se dirigen las críticas y que también contribuyen a que a una persona corriente, con un sueldo de los considerados normales, hoy día le resulte poco menos que un bello sueño la posibilidad de comprarse un piso mínimamente digno.

En el último tercio del siglo pasado la mayoría de familias trabajadoras —no sin los correspondientes sacrificios y merced a la estrategia del franquismo tendente a sustituir a los proletarios y su lucha de clases por nuevos propietarios inscritos forzosamente en el sindicato vertical— pudieron comprarse una vivienda; incluso cuando los hijos iban accediendo al mundo del trabajo conseguían, contando también con una generosa ayuda de los padres, dar la entrada para un piso que mediante la correspondiente hipoteca acabaría siendo de su propiedad quince años después.

Hoy, transcurridos más de sesenta años, son escasas las familias que pueden afrontar el pago de su hipoteca (ni siquiera contando con que ahora la compra se suele financiar a treinta o cuarenta años vista) o el alquiler de la vivienda y permitirse además la adquisición de un piso para unos hijos e hijas que cada vez encuentran su primer empleo más tarde y de peor calidad. En esas circunstancias la juventud se ve obligada a convivir con los padres hasta edades mucho más tardías o se tiene que resignar a alquilar una habitación o a compartir una casa con otras personas igual de precarias.

El panorama social, más que las estadísticas, demuestra que los salarios han subido mucho menos que los precios de la cesta de la compra, la energía, los combustibles, los viajes y, sobre todo, de la vivienda; o lo que lo mismo: que el control sobre el incremento de salarios y pensiones ha sido mucho más frreo y efectivo que la vigilancia sobre la evolución de los precios.

Son escasas las familias que pueden afrontar el pago de su hipoteca o el alquiler de la vivienda

Por más que nos abrumen desde gobierno, patronal y medios afines (que son casi todos, desgraciadamente) con macrodatos de la triunfal economía española, con optimistas previsiones de crecimiento del PIB, con cifras positivas de la creación de empleo (sin entrar nunca en la valoración de la calidad de tales trabajos) y del crecimiento récord de las afiliaciones a la Seguridad Social, la realidad es mucho menos triunfalista y nos muestra cómo una gran mayoría de la sociedad, con independencia de que se tenga un puesto de trabajo, se las ve y se las desea para llegar a fin de mes. No digamos ya para vivir en una casa digna, alimentarse adecuadamente, planificar unas vacaciones o sustituir el viejo automóvil.

Produce verdadera pena escuchar a políticos, presuntamente de izquierdas, cuyos ingresos pueden estar en los 5.000 o 6.000 € mensuales, celebrar el éxito de que el SMI esté ya en 1.184 euros brutos mensuales o confundir intencionadamente el sueldo medio (2.265 €/mes) con el sueldo más común (unos 1.200 euros brutos al mes) para presentar tan magros logros como el resultado de su impecable gestión.

Y si los partidos políticos asumen con mayor o menor entusiasmo las estrategias del capital de contener los salarios e introducir reformas que precarizan las condiciones de trabajo y abaratan los costes laborales, qué pensar de esos dos mimados sindicatos mayoritarios cuya misión parece ser la de firmar todo tipo de recortes a cambio de disfrutar en exclusiva de la representatividad institucional, las cuantiosas subvenciones y el trato exquisito de la práctica totalidad de los medios de comunicación.

Sobre este blog
Alkimia es un espacio de reflexión donde miembros o personas afines al Anarcosindicalismo dan su punto de vista sobre temas de interés general. En una sociedad en la que los medios de desinformación moldean la realidad al antojo de los poderes económicos y políticos, cualquier nueva vía de contrainformación se hace necesaria para lograr que se pueda conocer la realidad de la vida cotidiana de las personas a la vez que pueda servir para su transformación.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Derecho a la vivienda
Jaime Palomera “La vivienda necesita una revolución”
Investigador y uno de los fundadores del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera presenta ‘El secuestro de la vivienda’, un libro sobre el juego amañado en el que los propietarios son cada vez más ricos y los inquilinos cada vez más pobres.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda ERC exige que la Sareb no renueve el contrato con KKR después de una investigación de El Salto
El Gobierno de coalición debe decidir si renueva su contrato para la gestión de las viviendas del banco malo este verano. Para ERC y Bildu se trata de una “oportunidad única” para que la gestión pase a ser 100% pública.
València
València LaMataObras: “Tot està orquestrat perquè les comunitats veïnals no puguen contra la turistificació”
María Alandes (LaMataobras) lluita al costat de la seua comunitat veïnal per conservar un espai comunitari amenaçat per una empresa d'allotjaments turístics.
Sobre este blog
Alkimia es un espacio de reflexión donde miembros o personas afines al Anarcosindicalismo dan su punto de vista sobre temas de interés general. En una sociedad en la que los medios de desinformación moldean la realidad al antojo de los poderes económicos y políticos, cualquier nueva vía de contrainformación se hace necesaria para lograr que se pueda conocer la realidad de la vida cotidiana de las personas a la vez que pueda servir para su transformación.
Ver todas las entradas
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
PSOE
Crisis de Gobierno “El Gobierno está en la UCI”: los aliados de Sánchez afilan el discurso en clave electoral
A la espera de nuevas pruebas que puedan afectar directamente al presidente del Gobierno o algún indicio de financiación ilegal del PSOE, Podemos radicaliza su crítica al bipartidismo y Sumar habla de “un cambio de 180 grados”.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas y misiles cruzados entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Opinión
Opinión Amor, alienación y nostalgia en la obra de Wong Kar Wai
El cine de Wong Kar Wai logró captar la avalancha de nostalgia que florecía en el capitalismo tardío frente a la desorientación y la enajenación de los propios sujetos sociales.
Galicia
Galicia Activistas bloquean una planta de Altri en Portugal y avisan de que frenarán su expansión en Galicia
El grupo atrancó con cadenas y soldadura las entradas de la planta de Celbi en Leirosa, en la mayor acción directa hasta el momento contra la expansión de la multinacional papelera en territorio gallego: “O povo é quem para Altri”.

Últimas

Madrid
Movimiento republicano Miles de personas claman en Madrid contra la monarquía y por la República
En el 11 aniversario de la proclamación de Felipe VI, una marcha unitaria reclama que este reinado sea el último de España.
Tribuna
Tribuna Almacenamiento energético de Enlight Renewable Energy en Huesca: lavado verde de la imagen de Israel
VV.AA.
La empresa israelí Enlight Renewable Energy tiene intención de construir un parque de baterías para energías renovables en el pirineo oscense. Operación que el Gobierno debería prohibir por la contribución de la compañía a la ocupación ilegal israelí
Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Más noticias
Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.

Recomendadas

Consumo
David Sánchez “Shein está diseñado para crear adicción a través de patrones muy oscuros”
David Sánchez Carpio es director de la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU), una de las organizaciones que han denunciado al gigante chino de venta de ropa por internet ante la Comisión Europea. “No hay que culpabilizar a los consumidores".
Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.
Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.