
Violencia machista
25N: un grito desconfinado en las calles contra la violencia machista
Con zapatos rojos colocados siguiendo escrupulosamente las distancias de seguridad que simbolizan a las que ya no están. Con velas, pancartas o con una bicicletada. Hoy las mujeres han desconfinado un grito unánime contra la violencia machista, en un 25N marcado por acciones menos numerosas pero igualmente simbólicas en una protesta de pandemia.
Con zapatos rojos colocados siguiendo escrupulosamente las distancias de seguridad que simbolizan a las que ya no están en la Plaza de Los Pinazos de València. También con calzado color carmesí en la sevillana Plaza del Pumarejo de Sevilla. Con velas en los barrios madrileños de San Blas y Canillejas o con una bicicletada en el municipio de Leganés. Hoy las mujeres han desconfinado un grito unánime contra la violencia machista, en un 25N marcado por acciones menos numerosas pero igualmente simbólicas en una protesta de pandemia.
Pancartas en contra del feminicidio han recorrido las calles de Donosti o Lleida y una cadena humana ha abrazado Bilbao para denunciar que 1074 mujeres han sido asesinadas ya por sus parejas o exparejas desde 2003, año en que se empezaron a contabilizar las víctimas de este feminicidio. Cifras que se consideran incompletas pues no incluyen a las asesinadas fuera de estos supuestos. Detalle en el que han puesto énfasis la mayoría de acciones, así como en el reconocimiento de la violencia que sufren las mujeres fuera de su hogar, en CIE y en cárceles.
Varios cientos de personas se han congregado en la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela bajo el lema “Contra la pandemia machista, vacuna feminista” y, mientras leían los nombres de todas las mujeres asesinadas este año, en el otro extremo de la península las calles de Granada se vestían con telas moradas en una performance comandada por mujeres vestidas de negro.
A primera hora de la tarde, en el madrileño barrio de Carabanchel, colectivos feministas emprendían una marcha multigeneracional formada por 250 manifestantes con pancartas que avisaban de que “Vecina confinada, aquí está tu manada”, mientras unas huellas rojas en el suelo emprendían el camino entre el piropo y la humillación. Un camino que otro 25N más se ha exigido erradicar.
Relacionadas
Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.
Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!