Opinión
La Manta de la memoria

Hay cinco mujeres sentadas en círculo. Sujetan con las manos una tela blanca. La llaman la “Manta de la memoria”. Está llena de nombres bordados con hilo rojo. Nombres de personas muertas o desaparecidas tratando de atravesar fronteras.
Junto a la manta guardan un cuaderno. Hojas blancas. Letras rojas. El cuaderno tiene escritas las historias de los nombres que están bordados en la manta.
Ninguna madre borda el nombre de su hijo. Borda el nombre del hijo de otra mujer. En la manta puede coser quien quiera, también las personas que no perdieron a ningún familiar.
Después de haber enhebrado el hilo rojo, antes de dar la primera puntada, se cuenta lo que se sabe de esa persona. Por eso en las puntadas están bordadas todas las historias. Hay muchas.
En esas historias aparece por qué se fueron. Aparece el deterioro del entorno donde vivían. Aparecen el cambio climático y la pérdida de biodiversidad y las injusticias.
Se borda en grupo. Da igual saber hacerlo o no. Se cose en colectivo, mientras se habla o se permanece en silencio. Bordar un nombre requiere tiempo. La palabra prisa no tiene cabida alrededor de esa tela. Cada puntada es un homenaje a la persona que ha muerto. Un reconocimiento. En cada puntada piensas en esa persona, te vinculas con ella. Te vinculas también con las otras personas que bordan, se crea una red de cuidado, de resistencia, de cariño. Bordar los nombres es un acto para retenerlos en la memoria. Para que no se olviden. Para que resistan a la amnesia que existe alrededor de lo que ocurre en las fronteras.
La manta es un símbolo de lucha. Es un acto de memoria para que estas personas sigan presentes. Lleva todas las vidas bordadas.
Bordar puede ser, también, un acto político.
En la manta hay muchos más nombres de hombres que de mujeres. Queda en el aire la pregunta: ¿Dónde están las mujeres migrantes?
La manta tiene pájaros bordados. Las aves sí pueden atravesar fronteras sin pedir permiso. Igual que los bienes naturales de los países en los que nacieron muchas personas cuyos nombres están cosidos en la manta.
Ese día, entre otros, han bordado el nombre de Said. Murió el día anterior. Se cayó del camión en el que se había subido para tratar de llegar a Reino Unido.
Si localizan a su familia le enviarán una foto con el nombre de su hijo escrito en la manta. Para que sepan que hay más personas que no lo olvidan. Para que su memoria permanezca.
Relacionadas
Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.
Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!