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Vacunas
Se buscan 250 voluntarios para la vacuna del VIH
Sergio lleva desde febrero en manos de la ciencia recibiendo dosis de vacuna para frenar una pandemia que lleva en activo desde la década de los ochenta: el VIH. “Considero que la lucha contra el VIH es una deuda pendiente con toda esa gente que perdió la vida en una pandemia trágica y cargada de silencio, estigma y prejuicios a nivel histórico”, explica. Vive en Barcelona y tiene 26 años.
Él es uno de los voluntarios, junto con 250 personas, que gracias a su participación pueden revolucionar la ciencia y la salud. El proyecto Estudio Mosaico se está realizando en Madrid, Barcelona, Córdoba y Valencia. El estudio clínico se encuentra en fase 3, para comprobar la eficacia de una vacuna que se ha desarrollado y ver si es capaz de prevenir las nuevas infecciones de VIH.
En los estudios de fase 1 y fase 2 se comprobó que la vacuna no produce efectos secundarios inesperados o graves, y que además es capaz de producir respuestas al sistema inmune contra el VIH. Esta enfermedad afecta a más de 1,5 millones de personas en todo el mundo. Tal y como recoge el Ministerio de Sanidad en España, entre 140.000 y 170.000 personas conviven con el VIH, un dato que salta todas las alarmas debido a que ha ido subiendo progresivamente desde el año 1998, año en el que se empezó a contabilizar, de las cuales el 85% son hombres y un 14% son mujeres. Se destacan más de 3.000 casos al año.
Al igual que Sergio, Juan tiene 38 años y es de Sevilla. También participa en el Proyecto Mosaico. “Me informó un amigo a través de un grupo de Whatsapp sobre el estudio y supe que en Madrid, ciudad donde resido, buscaban participantes y me apunte”, explica. Acude al Centro de Salud Sandoval (centro de prevención de VIH en Madrid), donde “tuve que realizar entrevistas y analíticas para ver que era apto”. Para poder ser participante tienes que ser hombre o persona trans de entre 18 y 60 años, tener sexo con otros hombres o personas trans, no tener el VIH, y no estar tomando PrEP ni tener pensando hacerlo próximamente.
Por lo tanto, el Estudio Mosaico tiene concentrada su investigación en comprobar si la vacuna desarrollada por Jassen tiene un porcentaje de eficacia en relación con la prevención de infecciones de VIH. Aparte de España, otros lugares como Latinoamérica y Estados Unidos están participando y cuentan con 3.800 personas con una duración de cuatro años. Los resultados se conocerán en 2025. Dichos datos serán certificados por agencias.
Vacunas
Investigación Terapéutica y preventiva: cómo avanzan en silencio las dos vacunas contra el VIH
Perú está dentro del Estudio Mosaico. Sadrech de 23 años cuya profesión es atención al cliente participa en el proyecto. Decidió participar “porque un amigo mío me confesó que vivía con VIH”. A Sadrech ya le habían contacto para realizar otros estudio realizados con la PrEP (profilaxis prexposición), “después de la confesión de mi amigo, de la pandemia y de las vacunas, tomé la decisión de participar”.
En España, están solicitando más participantes. En Perú y otros lugares de Latinoamérica “se está llegando a la cuota requerida para el estudio, considera Sadrech. La gente se está informando más y la difusión principalmente está siendo por redes sociales”, describe. Allí en Perú hay reclutadores vía redes sociales explicando temas generales o de qué trata el estudio. “Cuando la persona acude a la clínica te dan mucha información tanto profesionales, médicos y psicólogos. La información es muy buena”, asegura sobre cómo es el proceso allí.
“Nos hacen postcontrol antes de cualquier análisis y miran si hay ETS. En mi caso, hace poco me contagié de una enfermedad de transmisión sexual leve y se hicieron un seguimiento exhaustivo”, añade Jordi
En el estudio Mosaico hay un 50% de probabilidades de que los voluntarios reciban la vacuna en cuestión y otro 50% de que les inoculen placebo. “El proceso y seguimiento médico está siendo muy fácil y cercano porque son del colectivo o aliadas”, reseña Jordi, de 35 años y reside en Barcelona. “Nos hacen postcontrol antes de cualquier análisis y miran si hay ETS. En mi caso, hace poco me contagié de una enfermedad de transmisión sexual leve y se hicieron un seguimiento exhaustivo”, añade.
Al igual que algunas personas están teniendo con la primera dosis de la vacuna del coronavirus síntomas como malestar o fiebre, Jordi notó “fiebre intensa durante un día y medio. Tengo dos dosis puestas y le quedan otras dos”. Juan que lleva solamente una dosis “estuve con fiebre, dolor de cabeza y cansancio, pero en general estoy bien”, a él le quedan unas seis dosis repartidas en varios pinchazos.
Un aspecto muy importante y que hay que recalcar sobre el Estudio Mosaico es que no se corre ningún peligro de contraer el VIH a la hora de provocar respuestas inmunitarias en los participantes. Los profesionales que están a cargo del estudio remarcan que no es una opción alternativa a la PrEP ni otras medidas de prevención. Por ese motivo se aplica el placebo.
Los motivos más habituales de los participantes para retirarse del Estudio Mosaico es que en el 50% de los casos recibirán placebo y que, todos ellos, deben dejar de tomar la PrEP (profilaxis de prexposición)
Carlos (nombre ficticio) tiene 20 años y está estudiando Informática y explica por qué abandonó el estudio. “Me marché del estudio porque me contaron que podría recibir placebo y eso no me gusto. Actualmente estoy tomando la PrEP y no quería dejar de tomarla por este motivo”, argumenta. Los investigadores del Estudio Mosaico están explicando que muchos de sus participantes se retiran por los mismos motivos que los de Carlos y también porque algunos han ido a hacerse un test de VIH en centro o en la farmacia y les salió positivo, dado que el organismo desarrolla anticuerpos.
Otro de los principales motivos de los pocos participantes es el estigma. “Me hace ilusión poder participar en este proyecto y también he pensado en todas esas personas que han fallecido por esta enfermedad”, hace hincapié Juan. Recuerda que no solo el coronavirus es una pandemia, “el sida lleva desde los ochenta matando a millones de personas. Además, gente muy cercana a mí son positivos y para mí es una forma de demostrarles mi compromiso”.
Ilusión y esperanza
En el mismo hilo que Juan, Sergio recuerda que tiene dos palabras presentes cuando acude a ponerse sus dosis: “Ilusión y esperanza”. “Es necesario luchar contra el estigma del VIH, pero hay que dar un pasito más y participar en el ensayo de una potencial vacuna que puede prevenir miles de infecciones y cambiar la historia del virus”, recalca. “Muchas personas me han preguntado si tengo el VIH porque estoy en el estudio clínico y he tenido que hacer pedagogía con ellos”.
La carrera de las vacunas contra el covid relentizó la del VIH, dado que el Estudio Mosaico iba a empezar antes de la pandemia. Pero por añadir un punto positivo, la gente ahora tiene mayor interés en las vacunas y eso puede ser un incentivo para participar.
Silvia dio positivo en VIH cuando tenía 20 años. “Estaba estudiando Bellas Artes en Madrid y cuando me enteré, mi mundo se derrumbó”, relata. Con respecto al estudio que se está llevando a cabo, destaca que es “un alivio”. “Aunque vivo en Madrid, voy a por mi medicación cada dos meses y tengo mis análisis, pero una vacuna puede ser la cura del estigma en el que todavía sigo viviendo”. A ella le gustaría participar, pero por ser mujer y ser positiva, no puede.
La vacuna y la PrEP han marcado un nuevo camino en esta enfermedad. Muchos expertos están contentos por los avances que se están logrando, pero desanimados por el fracaso social que han visto y porque a día de hoy se sigue estigmatizando. Después de más de cuatro décadas de un túnel oscuro, hay una pequeña luz en un camino donde personas, familias y sociedad fueron desapareciendo. Al igual que con otras pandemias o enfermedades, la ciencia es la solución a la llave de todo.
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Totalmente de acuerdo. Se hecha de menos en el Salto ideas y puntos de vista que no sean siempre los de la industria FARMACOLÓGICA. Conocen en el salto el Higienismo? Estaría bien escuchar otras voces en estos temas. Un saludo.
Por favor! Cuándo va a dejar El Salto de promover el capitalismo farmacéutico!
No hay pruebas de la existencia del VIH y por tanto de que sea la causa del SIDA.
El SIDA sí existe claro está, pero no hay pruebas de que sea una enfermedad contagiosa.
El VIH nunca fue aislado. Hay mucha documentación publicada al respecto, pero siempre es silenciada para beneficio de las farmacéuticas.
Lean ustedes los libros de Enric Costa Vercher, lean a Stefan Lanka.