Transexualidad
¿Me ves?

Cuando cada acto de tu vida diaria, por prosaico que sea, está marcado irremediablemente por el juicio sobre si eres o no eres, sobre si te ven o no te ven, la validación se convierte en una necesidad adictiva.

Jeffrey Tambor Transparent

Y yo duermo sola. La herida frente al espejo se hace más profunda. Cualquier mañana, después de ducharte, a punto de salir a la calle o intentando arreglarte un poco para estar en casa. Recorres tu rostro buscando ese rasgo al que agarrarte como un clavo ardiendo, esa curva no demasiado reveladora, algo que puedas asimilar a la imagen que te has hecho de ti misma, algo que valide a la mujer que está frente a ti cuando nadie mira. Algo que te salude con afecto desde el otro lado del espejo y te permita continuar un día más.

Recorres tu rostro buscando ese rasgo al que agarrarte como un clavo ardiendo, esa curva no demasiado reveladora

Los mensajes que el mundo te lanza cuando empiezas a transicionar son dos: el primero es que dejas de ser un cuerpo deseable. Te conviertes en una especie de quimera indescifrable que no merece la pena molestarse en leer y que pertenece a la categoría de lo infrahumano. Desde niños pequeños hasta ancianos te recuerdan de vez en cuando por la calle esa naturaleza monstruosa. 
El segundo depende de si la genética te ha bendecido con un aspecto arcangélico y apenas necesitas brillo de labios para ser validada como mujer ante los ojos del mundo. Entonces te conviertes en un fetiche, un objeto de deseo al que no hace falta querer para disfrutarlo, algo que debe mantenerse escondido y que sirve exclusivamente como fuente de placer y piedra de los deseos.

Puedo imaginarme a Trace Lysette o a Van Barnes recibiendo la noticia de que ambas iban a trabajar para la serie Transparent, una producción ambiciosa, ficción mainstream que pretende acercar con más o menos acierto la realidad trans al gran público y que se preocupa por contar con mujeres trans en su equipo, como actrices y como asesoras. Al fin una oportunidad para ambas de ser validadas profesionalmente, al fin una veta de respeto, al fin mujeres con una presencia emancipada de la realidad opresiva o marginal.

Puedo imaginarme el día a día del rodaje, he participado en alguno y conozco bien cómo funcionan, las alianzas que se pueden crear, la necesidad de protección y guía cuando tu puesto no es imprescindible. El instinto de conservación cuando sabes que tener un empleo en esta o cualquier industria es algo que a las mujeres que son como tú les está prácticamente vedado. Defender el sueño. Querer vivirlo.

Puedo hacerme una idea bastante precisa de cómo va formándose dentro de cada una de ellas la sensación de estar en deuda

Puedo imaginarme a Jeffrey Tambor, el protagonista absoluto de la serie, con ese aspecto de señor blandito y tierno, acercándose a Trace o a Van, siendo cariñoso con ellas, ganándose su confianza, asegurándoles con su alargada sombra y pequeños gestos amables de validación el estatus dentro de la producción.

Puedo hacerme una idea bastante precisa de cómo va formándose dentro de cada una de ellas la sensación de estar en deuda, el convencimiento cada vez más claro de estar allí porque él lo permite y certifica su valía. De nuevo se esfuma la emancipación y aparece la dependencia con un movimiento sutil, imperceptible.

Decía Clara Timonel en un artículo magnífico sobre el movimiento #MeToo publicado en la revista Pikara Magazine que “la clave de las dinámicas denunciadas por las activistas de #MeToo y las mujeres compartiendo sus experiencias es el abuso, que aunque se esconda tras pretextos de sexualidad y deseo, siempre es de poder”.

Lo que las mujeres trans podemos aportar a esta puesta en común de la violencia recibida, lo que constituye la principal grieta en nuestras precarias defensas contra el abuso, es el concepto que ha ido apareciendo durante todo este texto con insistencia: la validación. No en abstracto. No en términos de profesionalidad. No como valía o legimitidad para ocupar un determinado puesto o desempeñar una determinada labor. No. Validación de género, validación como ser humano.

Eres una mujer real y deseable. 
Ahí es cuando quedamos expuestas. Ahí es cuando cedemos. Ahí se acaba toda autoafirmación. Ahí perdemos

Cuando tu identidad como mujer es puesta en duda constantemente desde cualquier frente. Cuando es objeto de discusiones científicas, sociológicas, estéticas o filosóficas. Cuando eres objeto de burla o deseo culpable. Cuando cada acto de tu vida diaria, por prosaico que sea, está marcado irremediablemente por el juicio sobre si eres o no eres, sobre si te ven o no te ven, la validación se convierte en una necesidad adictiva, en casi la única forma de no desvanecerte en el torbellino de la duda. El único asidero a la existencia.

Sin duda el aparentemente candoroso Jeffrey Tambor pertenece a esa clase de depredador silencioso y manipulador especialista en detectar la herida, en aprovecharse de una sólida reputación como hombre bueno —reputación vampirizada directamente a las mujeres trans, ocupando un lugar como actor que nunca debió pertenecerle— para superar defensas y situarse en una posición de dominación que alcanza lo íntimo. A la dinámica y uso del poder se le une esa mirada que dice: Te veo. Existes. Eres una mujer real y deseable. 
Ahí es cuando quedamos expuestas. Ahí es cuando cedemos. Ahí se acaba toda autoafirmación. Ahí perdemos.

El “quién querría tener sexo con ESO” suele ser el primer mecanismo de defensa de nuestros agresores y normalmente les funciona

El valor de Trace Lysette y Van Barnes no solo radica en haber hecho públicos los abusos de un hombre querido y respetado. Cuando una mujer trans denuncia un acto de violencia sexual contra ella cuenta con la posibilidad de la burla a través de la deshumanización. El “quién querría tener sexo con ESO” suele ser el primer mecanismo de defensa de nuestros agresores y normalmente les funciona.

La cuestión es que las mujeres trans habitamos una posición de desamparo total ante el abuso, y este puede convertirse fácilmente en un evento que nos explote en la cara, que nos robe al detectarlo la poca humanidad que se nos atribuye, que nosotras mismas acabemos por transformar en una malinterpretación porque “quién querría acostarse con ESO”. Porque no hay vía de escape o refugio en una sociedad que aún considera que somos “otra cosa” y este escenario es perfecto para que los agresores campen a sus anchas sin nada, no ya que les detenga, si no que les obstaculice ligeramente su desempeño.

Por una vez las voces transfemeninas han sido escuchadas y han resonado junto a todas las demás como una sola

Interpelar a los agresores, por acción u omisión, está demostrando ser inútil, no puedes pedir clemencia a tu opresor, no puedes llegar a un pacto de no agresión con un depredador que sale impune o afronta consecuencias levísimas haga lo que haga.

Lo que sí podemos hacer es señalar, evidenciar, descorrer el velo de la vergüenza y mostrarles como son. Y pedir, por favor, un espacio real en ese #MeToo. Probablemente sin la inercia provocada por esta reacción global y mediática de las mujeres contra la violencia, el señor Tambor seguiría acumulando capital artístico, premios y reputación.

De momento, se ha quedado sin serie y esto no hubiera sucedido sin la presión ejercida por todas las víctimas de abusos, por todas las mujeres que están diciendo basta y por las que están reuniendo fuerzas para decirlo. Por una vez las voces transfemeninas han sido escuchadas y han resonado junto a todas las demás como una sola. Porque si vosotras, hermanas, nos veis, estaréis ayudando a corregir una indefensión sobre la que hasta ahora nosotras no teníamos capacidad de intervención.

Yo te veo, hermana, yo te creo. Gracias por hacer lo mismo por mí.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Feminismos
Resumen del año 2023, el año del SeAcabó y del doble mazazo a Irene Montero
La reforma de la ley del solo sí es sí y la reacción colectiva ante el machismo en el fútbol marcan un 2023 en el que también hay que hablar de transfobia, violencias machistas y madres protectoras.
Feminismos
Salud y disidencias ¿Qué aporta la perspectiva transfeminista al campo de la salud?
Un análisis a propósito del libro 'Posología. Microdosis transfeministas para la salud' (Txalaparta, 2023).
Transexualidad
Bru Madrenas “Ser trans tiene una parte muy bonita de tejer red y romper con el binarismo de género”
Le autore de ‘Transgresorxs’ (2023) habla de identidades no binarias, de cómo acompañar una transición siendo cis y de la alegría de ser trans en un libro pensado para compartirse con la familia.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Acusan a una agencia pública catalana de complicidad con el apartheid y el genocidio en Palestina
Un reciente informe denuncia a ACCIÓ, la agencia gubernamental para la competitividad de las empresas catalanas, por impulsar relaciones económicas con Israel a pesar del “riesgo plausible de complicidad con genocidio y crímenes contra la humanidad”.
Catalunya
Antirracismo Las muchas voces de Catalunya: identidades diversas, segregación y más de 300 idiomas
En las últimas décadas la sociedad catalana se ha transformado con la llegada de personas migrantes, que ya suponen un 21% de la población. Aunque la exclusión y el racismo siguen ahí, en el día a día lenguas, experiencias e identidades se mezclan.
País Vasco
Los audios del PNV Itxaso Atutxa, sobre adjudicar un contrato: “Deben ser tres empresas de confianza del partido"
Hordago publica audios exclusivos grabados en Sabin Etxea que muestran a la presidenta del Bizkai Buru Batzar domesticando al entonces alcalde de Mundaka para acatar la disciplina del partido en materia de contratación pública en el consistorio.
Anticapitalistas
Miguel Urbán “En el inicio de Podemos dijimos que sin autoorganización nos iban a hacer mierda... y nos han hecho mierda”
El eurodiputado más longevo de la llamada política del cambio no repetirá en las elecciones de junio. En esta entrevista, repasa los asuntos más importantes del espacio de la izquierda institucional y las perspectivas de futuro de la Unión Europea.
Análisis
Polarización Una inflación de insultos y demagogia
En este clima de enfrentamiento que es ya el único referente de socialización política para algunas generaciones, el ciudadano parece tener que elegir entre qué mal es menos punible e inmoral.
ETA
Opinión Mis relaciones con ETA
Hay quien sigue empeñado en utilizarlo como espantajo electoral, pero es un argumento que no durará. Eso no quiere decir que debamos olvidar lo que pasó, pero sí evitar utilizar la memoria como arma de guerra y confrontación
Cuba
Proyectos artísticos en la isla El arte y la cultura como válvula de escape para resistir la crisis en Cuba
Entre todos los desafíos que enfrenta Cuba, el arte y la cultura se mantienen como refugios de creatividad y resiliencia.
Genocidio
Opinión La resistencia no necesita del derecho internacional
Los pueblos oprimidos no necesitan reivindicar la autoridad sobre su propia opresión, puesto que el desarrollo de su historia ya les otorga esa autoridad. Tampoco necesitan demostrar la barbarie de la ocupación.

Últimas

El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Análisis
Análisis La responsabilidad como forma de poder
La enunciación continua de que el alcance de nuestros actos es limitado, reafirma nuestra distancia respecto a ciertas situaciones en las que nuestras acciones podrían llegar a generar una diferencia.
Más noticias
Laboral
Laboral CC OO, UGT y USO rechazan firmar el convenio de Decathlon al no incluir la cláusula de garantía salarial
Decathlon ha firmado el acuerdo con el sindicato mayoritario, SGICD, auspiciado por la propia empresa. El convenio para 2024-26 incluye un incremento salarial del 15%, que recupera la pérdida del 12% de los dos anteriores.
Italia
Italia El gobierno Meloni allana el camino a los antiabortistas
La Cámara de Diputados italiana ha aprobado por amplia mayoría una ley que permite a las organizaciones anti-elección entrar a los centros de asesoramiento público donde acuden mujeres que están pensando en interrumpir su embarazo.
Ley de Memoria Histórica
Memoria democrática La ofensiva legislativa de PP y Vox contra la verdad, justicia y reparación
Las asociaciones memorialistas del estado hacen frente común en la Unión Europea y no descartan acudir a los tribunales para defender los derechos de las víctimas del franquismo.
País Vasco
Los audios del PNV Las presiones de Unai Rementeria a un alcalde: “Le tienes que exigir que se pringue"
Hordago destapa nuevos audios sobre una operación del PNV para torcer el brazo de un funcionario de la administración local y un técnico de la Diputación Foral de Bizkaia y revestir de legalidad contrataciones públicas.
EH Bildu
Elecciones vascas EH Bildu se abre a un pacto abertzale en campaña electoral que no convence al PNV
Los ofrecimientos de la izquierda abertzale han sido constantes estas dos semanas y, frente a ello, los jeltzales han mantenido una postura beligerante. En la práctica, ambos partidos se han entendido en distintas materias.

Recomendadas

Ocupación israelí
Palestina El Salto te ofrece una camiseta para apoyar económicamente a la UNRWA
No cesamos de buscar nuevas vías para visibilizar un mayoritario clamor social que pide un alto el fuego al que apenas se da cabida en el discurso mediático convencional. Todos los beneficios de esta campaña irán destinados a la UNRWA.
Palestina
Rafeef Ziadah “En honor a los poetas palestinos caídos siento que debo llevar sus palabras al escenario”
Rafeef Ziadah es activista palestina, poeta y periodista. El Mediterráneo es su casa y la palabra su resistencia. Con el recital “Let it be a tale”, intenta mantener vivas las palabras de los poetas palestinos asesinados por Israel.
Especulación urbanística
Turistificación Canarias dice basta: activistas organizan una movilización histórica en las islas frente a la turistificación
Precarización, pobreza, desigualdad y dificultad de acceso a la vivienda, así como la enorme contaminación de los espacios naturales causada por el modelo turístico, son algunas de las problemáticas por las que Canarias sale a la calle el próximo 20 de abril.