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Salud mental
Niños con autismo son increpados por salir a la calle durante el confinamiento
Padres y madres de criaturas con trastornos del espectro autista denuncian los gritos e insultos del vecindario durante sus paseos, recogidos y autorizados por el estado de alarma.
“Decir que está que se sube por las paredes es quedarse muy corto”. Adrián, vive en Leganés (Madrid) tiene nueve años, es hiperactivo y sufre mucha ansiedad en su día a día. Su padre, José Manuel Barbé, describe con esta frase su estado tras dos semanas de confinamiento. Tiene autismo, diagnosticado desde sus primeros años de vida. Llevaba desde el 11 de marzo, cuando acabaron los colegios, encerrado en casa, cumpliendo religiosamente la cuarentena impuesta por el gobierno por motivos sanitarios. Pero el pasado domingo no pudo más y su padre decidió que era el momento de salir a la calle.
Yessenia González tiene un niño de cinco años que se encuentra en la misma situación. Afirma que ha conseguido mantenerle todos estos días en casa “haciendo de terapeuta, malabarista, payasa, madre, maestra…”. Pero el sábado “rompió en crisis”. “Cogimos el certificado de minusvalía, la tarjeta y me lo bajé”. “Para ellos salir no es un privilegio ni un lujo, es una necesidad; es un paseo terapéutico”, añade Yessenia.
Los paseos de estas criaturas están amparados en la ampliación del Real Decreto 463/ 2020, por el que se declaró el estado de alarma. Para proteger a los “colectivos más vulnerables”
Ambos, padre y madre, en Madrid y en Sevilla, unidos por el extraño hilo de la incomprensión, aseguran que fueron increpados desde los balcones de sus respectivas localidades. “Zumbada, estás loca, volved a casa”, escuchaban. A ambos les amenazaron con llamar a la policía. Y eso que tenían la ley de su lado. Sus paseos están amparados en la ampliación del Real Decreto 463/ 2020, por el que se declaró el estado de alarma. Para proteger a los “colectivos más vulnerables” hubo que añadir una instrucción para que “las personas con discapacidad, que tengan alteraciones conductuales, como por ejemplo personas con diagnóstico de espectro autista y conductas disruptivas, el cual se vea agravado por la situación de confinamiento derivada de la declaración del estado de alarma, puedan realizar los desplazamientos que sean necesarios”, tal y como se puede leer en la norma.
“Nos hemos cruzado con bastante gente que venía de comprar o pasear a sus perros y al llegar a las pistas varios vecinos nos han increpado desde sus ventanas y han llamado a la policía, a mí me da igual que llamen a la policía, pero gritar y lanzar insultos a un padre y a un niño de nueve años con discapacidad intelectual… quiero que recapacitéis”, expresa claramente Barbé. En la misma línea, González asegura que no había presenciado un comportamiento así en Camas hasta que ella decidió salir con su hijo. “Aquí la gente entra y sale a pasear al perro todo el día y nadie dice nada”, se queja.
Adrián, que apenas dio unas vueltas a una pista de baloncesto con su patinete, “que es algo que le relaja y le gusta mucho y además así me aseguro de que mantenga sus dos manos en el patinete y no toque nada”, no reparó en las voces. “Por suerte, mi hijo no es especialmente sensible a los ruidos, pero muchos podrían alterarse demasiado por esas situaciones”. Y eso es lo que le ocurrió al hijo de Yessenia. “El niño escuchando los chillidos, reaccionó descompuesto y rompió a llorar. Se puso peor. Cuando iba de camino para la farmacia una vecina me preguntó que por qué chillaban y se ofreció a bajar para acompañarme. Y yo empecé a llorar”, relata.
“La gente puede increpar por desconocimiento. Aun así, no se justifica. Yo he hecho público esto ya no por mí sino por todas las madres que están en mi situación. O incluso una madre que esté sola que deba de bajar a comprar y sacar al niño para no dejarle solo. No quiero que pasen por lo que yo he pasado”, añade esta madre quién, con una publicación en Facebook, se ha hecho viral y le han llegado otros acasos a través de la Fundación Antonio Guerrero en la que participa.
A José Manuel Barbé, también gracias a un post en las redes sociales, le han llegado una oleada de casos, pero la mayoría prefiere permanecerse en el anonimato. “Debemos hacer un esfuerzo por no salir a la calle, todos lo estamos pasando muy mal, pero por favor, si ven una situación que no entienden con un niño que creen que no debería estar en la calle intenten hablar con el adulto, pero no insulten a gritos, no amedrenten, no deseen el mal a ese padre y su hijo o su hija. No todos saben lo que es convivir con un trastorno o una enfermedad mental, pero hay que aprender a convivir y respetar a quienes tienen necesidades especiales”, concluye.
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Hola!Yo también tengo un niño con autismo,que tiene 6 años.Y tengo permiso firmado de su psicóloga.Mas de un mes que está en casa sin salir.Y me empresa preocupar su comportamiento.No salgo e porqué no quiero que gente empieza gritar de los balcones.Que Opináis?Dejo salir para bien
de mi hijo.
Hola a todos/as, os escribo porque en estos momentos de incertidumbre creemos que se está poniendo el foco de atención en cómo esta situación está afectando a los adultos y parece que estamos presentando menos atención a las consecuencias que tiene en los menores.
Desde la Universidad de Burgos hemos creído oportuno y necesario realizar un estudio sobre cómo el confinamiento en el hogar puede estar afectando al estado físico y emocional de los menores.
El objetivo es entender cómo este proceso afecta a los menores y así poder desarrollar estrategias de intervención específicas y de prevención en futuras situaciones de emergencia.
Por ello, os pedimos que hagáis llegar esta encuesta a tantos niños, niñas y adolescentes (entre 8 y 18 años) como os sea posible. Es una encuesta anónima, rápida y sencilla que no llevará más de 15 minutos.
Se encuentra en el siguiente enlace:
Entre 8 y 12 años: https://www.onlineencuesta.com/s/0d7c915
Entre 13 y 18 años: https://www.onlineencuesta.com/s/707415c
Esta encuesta se deberá responder dos veces: 1) entre hoy y el miércoles y 2) al final de la cuarentena.
Os agradeceríamos si pudierais difundir el estudio entre vuestros amigos/as, conocidos/as, familiares y a través de vuestras redes sociales.
Para cualquier duda o aclaración que quieran hacer pueden escribir al mail: rjpizarro@ubu.es
La propaganda punitivista y de fomento del chivateo es grande, hasta de las supuesta izquierda. Es más fácil que cuestionar las políticas clasistas y derechoides.
Agradecer primero por este artículo tan necesario. Solo me gustaría añadir otra variante ya que todas las situaciones son de madres y padres con sus niñ@s.
Mi hermano es autista y tiene 21 años. Ni es un niño ni aparenta serlo. En su día a día se mueve por la ciudad, sin compañía en muchos casos, en trasporte público y a pie. Por el momento no hemos salido a dar eso que llaman “paseo terapéutico”, medida que retrata al gobierno como gran desconocedor de la amplitud del término terapéutico, y que en mi opinión, muestra abiertamente su incomprensión y su desinterés hacia uno de los muchos colectivos vulnerables en este declarado estado de alerta. Lo primero que pensé cuando anunciaron esa medida es que ese paseo podría convertirse en algo contraproducente, que probablemente tendríamos que salir con una bolsa de basura en la mano para disimular.
A falta de perro podemos salir a dar un paseo: Esta medida es un parche, una solución a muy corto plazo, a la que además no se le ha dado la suficiente difusión en los grandes medios de comunicación. Prueba de ello son las violentas experiencias que relatan aquí las familias.
Faltaría recalcar que estás personas que incriminan con sus gritos, también lo harán a las personas ADULTAS TEA (trastorno espectro autista) y probablemente de manera más contundente, al no estar violentando a un menor junto con a su tutor sino a dos personas adultas. Estamos más que acostumbrados a la infantilización de nuestros familiares y quiero señalar, en concreto a los vecinos y a las fuerzas de seguridad, que NO solo hay niñ@s autistas como señala el título; estos crecen y necesitan herramientas para sobrellevar esta situación tanto como los demás. Tenedlo en cuenta cuando nos veáis en la calle.
Gracias de nuevo a El Salto y a la autora por visibilizar los márgenes de esta crisis sanitaria !!