Protesta
Somos naturaleza defendiéndose

El pasado 7 de octubre tuvo lugar en Madrid una acción no violenta de desobediencia frente a la crisis climática y ecológica que cortó varias arterias principales de la ciudad. Nos lo cuenta en esta crónica personal, desde un profundo latir de sentires, Nadia Barrasa, integrante del movimiento Extinction Rebellion Spain que, junto a 2020 Rebelión por el clima, convocaron la protesta. 

Acción Extinction Rebellion 6
Activistas bloqueando la Castellana de Madrid el 7-O Álvaro Minguito
Integrante de Extinction Rebellion España
11 oct 2019 07:00

El 7 de octubre el despertador sonó un poco antes de lo acostumbrado. Los meses de preparación de la que ha sido la segunda oleada de la rebelión, una movilización en defensa de la vida, se materializaron en forma de un sonido estridente que también puso en marcha a miles de personas. Cada una de ellas había memorizado su papel y con ese texto en mente, Madrid se fue poniendo en marcha para dar vida a la que ha sido la mayor actividad coordinada hacia un frente común: dar la voz de alarma a la Emergencia Climática y Ecológica.

Para algunas, es el calor excesivo en las noches en el pueblo, para otras es el llanto del Amazonas, la gota fría, las cosechas muertas o el propio futuro de sus hijos. Todas convergieron el lunes 7 de octubre a las 9.00 horas en el puente de Raimundo Fernández Villaverde, en pleno corazón de Madrid. El bloqueo empezó con el amor y la furia depositados en cada acción, las cadenas, que instantes después anclaban el barco en el centro del puente, resonaban a su paso inyectando una melodía conjunta a las pisadas, los suspiros, los tubos, y los cuerpos entrelazados que quedaban sentados, y unidos.


Una vez establecido el bloqueo, el color y los cánticos inundaron el asfalto. “No somos violentos”. “No hay planeta B”. “Esto lo hacemos por vuestra hijas”. Fueron algunas de las consignas que allí se cantaban, una tras otra, mientras la policía comenzaba a llegar. El ambiente era tan diverso como las personas que allí estaban. Lágrimas de adrenalina, de furia, de alegría, que conjugaban un sabor agridulce, con las sonrisas, los apretones de manos que tranquilizaban, y devolvían a la realidad. Todas formaban piña, y cuando la policía comenzó a desalojar y a soltar manos y cuerpos, siguieron en presencia y en comunidad.

Se oían voces amables conversando con la policía, se oía el cansancio de la misma, procedente del costoso trabajo de trasladar el bloqueo. Mientras se desalojaba a las personas, las cámaras y los periodistas allí presentes fueron apagados, con orden de bajar del núcleo de la acción. Con el apagón, se sucedieron más retenciones y 3 detenciones. La acusación: resistencia y desobediencia. Desobediencia ante unas reglas que matan 150 especies diarias, que endeudan a cada instante a jóvenes, niños y futuras generaciones, masacran a comunidades enteras y contaminan el agua, el aire y la tierra de la que dependemos y somos parte. Uno de los últimos en caer fue el barco rosa que presidió la acción junto a las personas unidas por tubos de metal a él.

Una acción con dos ases

Pero la acción tenía dos ases. Media hora después del comienzo del bloqueo en el puente, cientos de personas descargaban, distribuían y montaban todo tipo de materiales de un camión parado en frente del Ministerio para la Transición Ecológica. Se formaron cadenas humanas que llevaban tiendas de campaña, muebles, sofás, pinturas, cacerolas… Hasta puntos concretos previamente distribuidos que compartimentaban el espacio delimitado con decenas de banderas, en secciones temáticas. Se estaba creando un festival por la vida, en el que cada detalle estaba pensado y cada espacio tenía un destino común. Llegaba la policía, algunas de las personas que habitan esos uniformes miraban atónitos la escena, cada minuto una pieza más cubría el césped y entre los árboles comenzaron a surgir las pancartas gigantes: “Actuad ahora” o “Somos la naturaleza defendiéndose”.

Las primeras horas se vivieron de manera tensa debido al riesgo de desalojo inminente, pero el campamento comenzó a organizarse, se establecieron vías comunicativas entre todas las personas allí presentes, y de manera orgánica empezó el funcionamiento y los protocolos ante posibles situaciones. Empezaron a llegar todas las personas de apoyo, con toda su fuerza entraron en el campamento. Poco después, el bloqueo del puente confluyó en el tumulto y cuando ambas partes de la misma acción se vieron, los cánticos se escucharon tan alto que todo vibró y se formó un círculo con las manos levantadas, a la par que informaban de que no había desalojo y la policía se llevaba los furgones.


El movimiento empezó a palparse en forma de listas de necesidades, carpas, carteles explicativos, medicación en el botiquín y comida en la cocina. La primera cena fue un cous-cous con salsa de curry que se disfrutaba en cada rincón del jardín. Grupos reducidos y dinámicos se esparcían y llenaban de conversaciones y emociones compartidas el aire.

El campamento sirve como base neurálgica de actividades, bienvenidas, y lazos. Establecer lazos para seguir luchando contra las reglas y la parálisis que nos exterminan y ahogan. Vínculos que parten de la aceptación de ese objetivo y esas exigencias comunes y básicas para nuestra supervivencia: decir la verdad sobre el estado de emergencia en el que vivimos, acción con políticas vinculantes, drásticas, y duraderas, y puesta en marcha de instrumentos ciudadanos participativos de supervisión y garantía del cumplimiento de las medidas. Vínculos que se mantienen además por los principios de inclusión, respeto y dignidad de toda persona participe.

Extinction Rebellion es relación, esfuerzo, respeto y acción. Es darse cuenta de que el granito de arena que individualmente podemos aportar debe estar contextualizado en un querer cambiar común. Es saber que hay una alternativa posible, que crece exponencialmente bajo el lema del respeto de los límites de nuestra casa y del querer construir a base de aceptar la diversidad y el cambio, en vez de utilizarlo como polarizador y destructor de la vida.

Amor y furia, nos vemos en las calles.


Sobre este blog
Saltamontes es un espacio ecofeminista para la difusión y el diálogo en torno al buen vivir. Que vivamos bien todas y todos y en cualquier lugar del mundo, se entiende. También es un espacio para reflexionar acerca de la naturaleza, sus límites y el modo en que nos relacionamos con nuestro entorno. Aquí encontrarás textos sobre economía, extractivismo, consumo, ciencia y hasta cine. Artículos sobre lugares desde donde se fortalece cada día el capitalismo, que son muchos, y sobre lugares desde donde se construyen alternativas, que cada vez son más. Queremos dialogar desde el ecofeminismo, porque pensamos que es necesario anteponer el cuidado de lo vivo a la lógica ecocida que nos coloniza cada día.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Tribuna
Sierra de Gata en peligro “Esperanza”, un nuevo nudo en la soga
La Sierra de Gata, un entorno natural privilegiado de Extremadura y de Europa, de nuevo bajo el punto de mira de grandes proyectos extractivistas.
Capitalismo
Opinión Araba frente a la nueva fiebre verde: cuando la transición energética amenaza a la tierra común
Más de 80 macroproyectos energéticos y una red de alta tensión planean atravesar Araba, vendiéndonos la transición verde mientras arrasan bosques, pastos y comunidades rurales. Pero este territorio ya conoce otra forma de gestionar la energía.
#40953
13/10/2019 17:36

No queda otra que seguir, nos tiene que dar igual que haya gente queriendo obtener protagonismo. Afortunadamente Extinction Rebellion se audefine como movimiento descentralizado, por lo que organizarse para hacer bloqueos no es complicado en realidad. Si no te gusta un nodo, haces otro paralelo y listo.

0
0
#40857
11/10/2019 16:17

Me ha gustado el artículo hasta llegar al último párrafo. Para los que hemos estado en acampando estos días, la gente que se está intentando hacer con el control de Extinction Rebellion, al menos en Madrid, nos la ha jugado y se la ha jugado a los propios miembros de Extinction Rebellion y a las otras organizaciones (Fridays for future, Ecologistas en acción, etc.) que habían preparado la acampada y sobre todo, la acción del lunes, que ha llevado meses de trabajo, para que luego ellos intenten capitalizarla.

Desde el primer momento de la acampada, un grupo pequeño de personas de Extinction Rebellion han estado manipulando la acampada para que se aprobaran las decisiones que ellos habían tomado previamente, evitando una asamblea general con capacidad de decisión (en la que debatir unos objetivos entre todos) y sustituyéndola por el modelo de "asambleas de delegados" (que en otras ocasiones sí pueden funcionar) con las que les era más fácil imponer sus lineas y evitar que se planteasen las opciones que no les interesaban. Es decir, vetando que la gente se pusiera en contacto con los movimientos sociales (bien porque pensaran que les pudiera restar protagonismo, bien porque su plan era más personalista, corto de miras y estaba pre-definido). Cuando se podría haber aprovechado la acampada para definir unos objetivos propios, fijar una estrategia y sobre todo, hacer un llamamiento a movimientos sociales y estudiantes para que viniesen y conseguir algo mucho más potente y con continuidad.

Su único objetivo, ha quedado demostrado, era reunirse con la Ministra, dejando para ello el campamento en suspensión hasta el día que ella volvía a España y habiendo pactado previamente con ella que la acampada se levantaría antes del sábado para no molestar visualmente al desfile del 12 de octubre. Solo tenían puestos los ojos en ella y en hablar con los medios de comunicación. Bien, ha ocurrido lo que ya sabiamos, la ministra "no ha prometido nada concreto", es decir, se ha reido de nosotros.

Por cierto, entre dichos manipuladores profesionales, estaba Jorge, el autor de la carta de marras a la policía, quien impuso la necesidad de publicarla en contra del resto de personas de XR presentes en la reunión de la que salió esta. Carta que ha sido la causante de que parte de los movimientos sociales de Madrid se alejaran de la iniciativa (quizás si supieran que la mayoría de personas de XR está en contra de de dicha carta, sí hubieran venido).

No pasa nada, hemos aprendido mucho en estos intensos días, hemos conocido nuevos compñaeros de aventura y mantenemos las mismas ganas de luchar por el planeta. Ahora tenemos claro que tenemos que estar atentos a la manipulación y sobre todo, a ciertos individuos, y echarles de Extinction Rebellion antes de que acaben con la organización desde dentro convirtiéndola en algo que no es. El punto fuerte de la acampada ha sido toda la gente joven que se ha hecho cargo de la gestión de la misma en el día a día. Así como otras organizaciones como Ecologistas en acción, que han prestado su ayuda desinteresadamente y sin buscar protagonismos.

2
2
Sobre este blog
Saltamontes es un espacio ecofeminista para la difusión y el diálogo en torno al buen vivir. Que vivamos bien todas y todos y en cualquier lugar del mundo, se entiende. También es un espacio para reflexionar acerca de la naturaleza, sus límites y el modo en que nos relacionamos con nuestro entorno. Aquí encontrarás textos sobre economía, extractivismo, consumo, ciencia y hasta cine. Artículos sobre lugares desde donde se fortalece cada día el capitalismo, que son muchos, y sobre lugares desde donde se construyen alternativas, que cada vez son más. Queremos dialogar desde el ecofeminismo, porque pensamos que es necesario anteponer el cuidado de lo vivo a la lógica ecocida que nos coloniza cada día.
Ver todas las entradas
Pensiones
Pensiones Europa considera que el complemento a las pensiones contra la brecha de género sigue siendo discriminatorio
La Seguridad Social asegura que los pensionistas seguirán recibiendo el plus y CCOO propone estudiar urgentemente medidas alternativas ante la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Laboral
Laboral Inspección de Trabajo sancionará a El Corte Inglés por incumplimiento de los descansos
CGT denuncia que, en noviembre y diciembre, la dirección de los grandes almacenes se salta la legislación y obliga a hacer jornadas seguidas de hasta 15 horas con descansos de menos de siete horas en algunos casos.
Catalunya
Catalunya El juzgado rechaza investigar el caso de la infiltrada policial en Girona
La jueza ha tardado año y medio en rechazar la querella y lo hace en un auto de solo cuatro páginas, en donde concluye que la infiltrada no se extralimitó.

Últimas

Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.
LGTBIAQ+
Petición Una iniciativa europea para prohibir las terapias de conversión necesita 100.000 firmas
La iniciativa ha conseguido ya casi 900.000, pero necesita llegar al millón antes de este sábado. En las últimas horas se han conseguido hasta 200.000 firmas.
Energía nuclear
Opinión Dos preguntas impertinentes (y unas coletillas innecesarias)
Con Almaraz de telón de fondo, siempre presente, algunos cuestionamientos radiactivos y con eco nuclear antimilitarista formulados desde Extremadura.
Israel
Día de la Nakba Ex Libris, la empresa israelí que provee tecnología a las bibliotecas del mundo
Los principales productos de gestión y servicios bibliotecarios provienen de una empresa cuya sede principal se encuentra en el Malha Tecnology Park, sito en el territorio ocupado donde antes se levantaba la aldea palestina de Al Maliha.
Comunidad de Madrid
Bloques en lucha Una familia de rentistas amenaza con vaciar 24 casas del bloque Mesón de Paredes 88 en Lavapiés
Benjamín lleva 12 años en su casa, Lorena comparte piso con su hija y dos nietos de cinco y once años. Jesús lleva 50 años en un piso que ha adaptado para su discapacidad. Todo el vecindario está siendo presionado para que abandonen sus casas.
Palestina
Palestina Miles de personas se manifiestan en recuerdo de la Nakba
A pesar de la lluvia, las gentes de Euskal Herria han vuelto a movilizarse en memoria del aniversario de la Nakba, de la que se cumplen ahora 77 años.
Más noticias
Madrid
Movimiento estudiantil Vuelve la acampada universitaria por Palestina y contra el asedio de Gaza por parte del Estado de Israel
Los estudiantes vuelven a acampar en el campus de la Universidad Complutense en protesta y contra el genocidio palestino que “ha continuado y se ha intensificado”. Acusan de “inacción” al Gobierno español y exigen detener el rearme europeo.
Análisis
Análisis Después del apagón, la normalidad: crisis a la izquierda, Gobierno a la derecha
El Gobierno de coalición está cada vez más exhausto, el PP vence pero no convence, Vox permanece estático y en la izquierda ‘alternativa’ prevalece el estado de descomposición, según los datos del último CIS.
Reducción de jornada
Reducción de jornada ¿Vivir mejor o más trabajo para todos? Las diferentes vías para llegar a la reducción de la jornada laboral
Situar el empleo fuera del eje central de la vida de las personas trabajadoras enfrenta la visión clásica de los sindicatos para lograr el pleno empleo al de asociaciones que buscan la conciliación y el autocuidado.

Recomendadas

Irlanda
Caelainn Hogan “Las madres ‘descarriadas’ y sus criaturas eran un desafío a la autoridad de la Iglesia”
Caelainn Hogan, periodista irlandesa nacida en 1988, es autora de ‘La república de la vergüenza’, donde revela los abusos en las instituciones para mujeres que se desviaban de la norma en Irlanda.
Uruguay
Muere Mújica Muere José Mujica: el descanso del guerrero
La muerte de Pepe Mujica hará aumentar sin duda la leyenda que rodeó durante tantos años al viejo guerrillero tupamaro convertido en presidente de Uruguay, pero no todos serán elogios.