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Pueblos originarios
Moira Millán: “La llegada del ferrocarril impactó en el pueblo mapuche provocando el despojo cultural y territorial”
La primera vez que vi y escuche a Moira Millán me impresionó su contundencia, fuerza y convencimiento, no sólo por su discurso sino por su expresión y figura, ataviada con la vestimenta tradicional mapuche. Su presencia es de dignidad y afirmación de la verdad y justicia por la lucha ancestral del pueblo nación Mapuche.
Pocas son las mujeres de pueblos originarios que trascienden las limitaciones de la mirada colonial que les impide publicar sus creaciones literarias. Moira Millán lo ha logrado y en esta entrevista deja patente lo que significa la recuperación de la memoria del pueblo-nación mapuche que ella ha conseguido ‘llevar’ a occidente. Lo que fue el genocidio y expolio de sus territorios a manos de los ingleses en connivencia con el Gobierno argentino.
Acabas de publicar El tren del olvido, ¿por qué éste título?
El tren y el ferrocarril son un símbolo y un paradigma del progreso tal como lo concibe el sistema-mundo. Como es habitual, después del expolio a los pueblos y el genocidio promovido para expropiar sus territorios, durante el gobierno de Carlos Menem se ha quedado abandonado. Es la metáfora del sistema, el modelo de progreso que destruye y atraviesa los territorios para luego dejarlo desmantelado. Por eso, El tren del olvido pretende ser un viaje contra el olvido. Porque esta matriz civilizatoria se lleva la memoria de los pueblos. Esta novela quiere rescatarla.
¿Cuáles han sido las vivencias que te han impulsado a escribir el libro?
Durante un viaje a Irlanda del Norte, en concreto a Belfast, en 2008, conocí a un ferroviario irlandés al que hablé de lo que hicieron los ingleses en la Patagonia Argentina para instaurar el ferrocarril; su política de apropiación de tierras, aunque Argentina no era su colonia, esa historia sigue siendo desconocida en estos nortes. Este hombre me contó que hasta Irlanda habían llegado muchos argentinos pero que ninguno había desvelado esta historia, Él me convenció para que la diera a conocer. Más tarde, en 2015 me diagnosticaron un cáncer de estómago, estaba en riesgo de muerte por esta enfermedad sin haber realizado mi propósito de ser escritora y contar esta historia al mundo
Entonces, me decidí a escribir sobre el impacto del ferrocarril en nuestro pueblo y nuestro territorio, y el vínculo entre el Estado argentino y la corona británica para permitir que los británicos esclavizaran a nuestro pueblo. Empecé a redactar y a ahondar en documentos históricos, coincidiendo con la desaparición del activista Santiago Maldonado (que apoyó las luchas de los mapuches y desaparecido en agosto de 2017) y pensé que lo que escribía estaba a la orden del día de lo que sigue sucediendo.
La Patagonia es un territorio con muchas riquezas donde hay muchos intereses económicos, sobre todo extractivistas y para llevar a cabo estas explotaciones se utilizaron a los militares
¿Cuáles son las fuentes que has consultado para confeccionar esta novela?
Mi familia está vinculada al ferrocarril Mi abuelo, mi padre y mis tíos fueron ferroviarios y conocen la historia del ferrocarril en Argentina; muchas de las historias que relato son reales, me llegaron a través de parientes y por conocidos. Mi novela es ficción pero tiene una relación directa con mi familia, de hecho el personaje de Fresia tiene el perfil de mi abuela materna.
La situación e historia de las mujeres indígenas se ve reflejada en la novela.
Sí. En un sistema patriarcal sólo quedan recogidas las voces de los hombres; incluso los hombres indígenas como lonkos [la autoridad correspondiente a cada uno de grupos de familias] y caciques no tienen ni idea del rol de las mujeres y de sus resistencias. Los hombres mapuches tampoco hablan de la realidad de las mujeres mapuches; por eso mis personajes son mujeres indígenas.
¿Qué mujeres indígenas son escritoras?
La industria editorial no valora el trabajo literario de mujeres y hombres indígenas. Además, el nivel de marginalidad y opresión existente no les considera ‘capaces’ de escribir literatura. El discurso de vencidos, invadidos y vencedores sólo tiene en cuenta la narrativa de los invasores. También en la zona de Wall Mapu, o sea en Chile, hay mayor resonancia y difusión de la literatura hecha por indígenas, como es el caso de Graciela Huinao, por ejemplo.
Menem, que en vez de restituir estos territorios a sus propietarios originales, permitió la venta de nuestras tierras a los ingleses y a Luciano Benetton
¿Crees que va a tener efectos la publicación del libro?
Entre otros, creo que servirá para esclarecer el origen de las múltiples opresiones que se han producido, porque se persiguieron a las mujeres-medicina, porque esta persecución llevó a que perdiéramos las machis [encargada/o de la curación espiritual y uso de hierbas] y que actualmente sigan siendo perseguidas.
La Patagonia es un territorio con muchas riquezas donde hay muchos intereses económicos, sobre todo extractivistas y para llevar a cabo estas explotaciones se utilizaron a los militares, que no entendían ni conocían las poblaciones mapuches de estos territorios. Con la novela, y todas las historias que narra, se entiende el contexto actual de la lucha mapuche.
El comodato entre Estado argentino con algunos lonkos mapuche para ceder territorios mapuche por cien años a la corona inglesa con el fin de instalar el ferrocarril, territorios que tenían que devolver a las comunidades mapuche, fue burlado por el presidente Carlos Menem. Menem, que en vez de restituir estos territorios a sus propietarios originales, permitió la venta de nuestras tierras a los ingleses y a Luciano Benetton [el propietario de la multinacional de ropa]. Estas propiedades son un derecho legal y ancestral del pueblo Mapuche que sigue reclamando sus territorios. Se violaron los acuerdos.
El tipo de vida y la visión del mundo que traían los europeos era la verdadera amenaza, con su lucha ontológica, epistémica contra pueblos originarios, no solo había racismo
Hay sucesos que resaltas más por su gravedad en la novela.
Descubrir la Campaña del Desierto y su finalidad, que era la ruptura de las familias indígenas, su esclavización y el despojo de sus territorios.
También destaco la argentinización de la población mapuche a través de la escuela. El conflicto surgido entre las comunidades en relación a que sus hijos e hijas fueran, o no, a la escuela para manejar el castellano, y así tener más elementos para defenderse de los abusos winkas [los invasores]. La escuela ha sido símbolo de la colonialidad y la argentinización de los pueblos indígenas
Otro aspecto es la llegada del ferrocarril a la Patagonia. Su impacto sobre pueblos originarios y sobre sus territorios ha sido desbastador.
Abordo también las analogías entre los pueblos oprimidos. El personaje irlandés de la novela, Liam O’Sullivan, viene de un territorio donde los ingleses ejercieron también la tiranía, el despojo, la esclavización y los condenaron al hambre… No sólo hay racismo con los no blancos, se da con los pueblos blancos, como el caso de los irlandeses. Y, por supuesto, trato la tiranía ejercida sobre el pueblo mapuche, el sistema con su matriz civilizatoria depredadora se ha instalado en el mundo. Las prácticas de opresión de los ingleses sobre gente blanca, como galeses, irlandeses y, también, sobre los pueblos originarios en otra parte del mundo.
En el caso de Argentina, además, el Estado quería promover una población rubia y blanca y favorecía la inmigración europea y aria frente a la de otros pueblos migrantes. El tipo de vida y la visión del mundo que traían los europeos era la verdadera amenaza, con su lucha ontológica, epistémica contra pueblos originarios, no solo había racismo. El concepto de racismo va más allá del que tienen los blancos que solo consideran el color de la piel; nuestra visión también contempla racismo hacia el pensamiento que es de origen ontológico y que es el modo, o manera, de entender el mundo del pueblo mapuche.
¿Cuál esa concepción del mundo?
Esta forma nuestra relativa al ser, muestra qué es la libertad. El personaje de Liam O’Sullivan, por su cultura y religión, tiene temor al sexo, a la libertad, a sus sentimientos y deseos; el miedo es parte de su disciplina. Pirenrayen, la mujer mapuche, en cambio, es muy libre con su sexualidad, con su cuerpo y con su espíritu. Esto causa un choque cultural. Las dificultades para actuar de Liam son de índole cultural. Hay por lo tanto un antagonismo de personajes, pero que permite que surja el amor. Se trasluce también en los personajes la contraposición entre el binarismo de la cultura dominante europea con las cosmovisiones indígenas, aunque el tratamiento de los personajes no es maniqueo, de buenos y malos, todos tienen rabias y odios, tienen sus luces y sombras y tratan de ser mejores personas a pesar de las circunstancias.
¿Hay relación entre tu novela y sobre lo que estáis trabajando las mujeres indígenas por el buen vivir?
Sí, porque se está recuperando la memoria de la tierra. La novela se hace desde la óptica de las mujeres indígenas, porque a través de la historia y la literatura, se ha mirado al mundo desde los ojos del conquistador y desde allí el físico, la inteligencia (‘no tenemos capacidades’), el desprecio a nuestros saberes ancestrales. Es imprescindible en nuestro tejido social la visión y posición de mujeres indígenas.
Los winkas temían al poder que habita en el cuerpo de las mujeres, tenían que despreciarlas, oprimirlas, no eran consideradas seres humanos.
Aquí en la novela ellas recuperan su dignidad, su mirada amorosa sobre sus cuerpos e identidad. Ellas han preservado el legado de mujeres que han sido sus predecesoras y que le ha costado guardar, secretos milenarios. En la práctica están continuando la lucha por sus derechos y trayendo saberes a nuestras vidas.
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Los cimientos de la República argentina yacen sobre atropellos idénticos a los de los conquistadores españoles, algo que parece no gustar demasiado a la historiografía argentina, siempre predispuesta a reprochar con chovinismo robustecido el expolio del Colonialismo español pero tan desmemoriada cuando se trata de explicar las atrocidades cometidas por sus compatriotas en la gestación de la República. Pensarán acaso que señalando las miserias ajenas podrán disipar las propias.
Me refiero a la llamada “conquista del Desierto”, perpetrada con el beneplácito del Estado argentino -interesado en colonizar las tierras del sur-, y que arrasó con los pueblos nativos, repartió sus tierras entre los colonos -actuales latifundistas- y vendió como esclavos a sus habitantes. Asimismo, se omite comentar que algunas de las figuras más reputadas de la historia argentina como Sarmiento despreciaban a indios, gauchos y todo lo que tuviese que ver con los pueblos originarios, y pretendían repoblar el país de inmigrantes daneses, a los que consideraba paradigma de la civilización que pretendía para el naciente Estado.
O como se omite comentar que Cabral, emblema de la gesta bélica por la independencia, era un mestizo de origen africano, como lo fueron también muchos de los soldados del ejército argentino, utilizados como carnaza del ejército argentino en el conflicto por la Independencia. Razón que explica, para algunas personas, la escasa presencia de personas de raza negra en el país.
Se llamaba avance por los interesados que ni siquiera procedían de ese país, llegaron de lejos para enriquecerse. Hoy, con conocimiento de causa, todo el que tenga dos dedos de frente alrededor de todo el mundo sabe que se le llama expolio.
Fueron los propios Chilenos y Argentinos los que los desplazarón, ya es pasado y el mundo sigue su curso. Todos los pueblos avanzamos, tampoco tenemos ya a los indigenas iberos en la peninsula ni reservas ni los pueblos originales en las cuevas de altamira, es avanzar que se llama