Poesía
Hilda Pérez: “No hay otra manera de encajar los dolores del mundo que poetizándolo”

La poeta y comunicadora extrañola Hilda V. Pérez Rodríguez publica Así respira mi verbo.
25 dic 2022 06:40

En Así respira mi verbo, Hilda Pérez “encaja los dolores del mundo poetizándolo, para permitirse sanar y resistir”. Diverge de la visión blanca y eurocéntrica que enuncia en un solo altavoz y compartimenta asépticamente, “como si con un escalpelo racional se pudiera diseccionar lo que todo está entreverado”. Poliniza el lenguaje y ataca el corazón de la bestia con la lengua colonizadora de la que millones de personas en Abya Yala se han apropiado según sus formas de habitar el mundo.

“Tengo una relación mística con la poesía. El título de mi poemario, Así respira mi verbo, hace referencia a que, para mí, escribir poesía es como respirar. No me pregunto mucho sobre ello ni le doy muchas vueltas a nivel intelectual. Lo vivo como una posesión”. PlataformaCero, iniciativa de la escritora y editora Quinny Martínez para impulsar a escritoras migrantes en España, ha apostado por la primera obra de la poeta y comunicadora extrañola Hilda V. Pérez Rodríguez (Caracas, 1983).

Cuando le pregunto cómo es publicar un libro fuera del país de origen, Hilda Pérez no duda en responder que “es hackear el sistema. Es llamarme extrañola porque así quiero llamarme. Es interpelar las contradicciones que implican habitar el reino de España. Es polinizar el lenguaje y atacar el corazón de la bestia. ¿Qué tanta interculturalidad, integración o diversidad promocionan cuando a mí me cuestionan los caribeñismos que utilizo, los nombres utilizados por mis ancestras o mi cultura, la lengua colonizadora de la que quinientos millones de personas en Abya Yala nos hemos apropiado según nuestras formas de habitar el mundo?”. En ese sentido, elogia que PlataformaCero es un proyecto que le ha permitido desmontar la mirada colonial, machista y racista que intenta disciplinar desde tantos espacios; uno de ellos, la industria editorial.

Dividido en cuatro partes (La soñadora, La amante, La militante y La añoradora), prologado por Lucía Asué Mbomío y epilogado por Yeison García López, el poemario presenta una idea “fluida y no monolítica de la identidad”

Dividido en cuatro partes (La soñadora, La amante, La militante y La añoradora), prologado por Lucía Asué Mbomío y epilogado por Yeison García López, el poemario presenta una idea “fluida y no monolítica de la identidad”. De esta forma, la poeta se y nos pregunta por qué únicamente ceñirse “a un solo registro, o a una arista más marcada del sentir, si me habitan y me pueblan cantidad de miedos, ilusiones, sombras, fisuras, duelos, pasiones y desamores”. Se niega a enunciarse en un único altavoz, pues “todas somos caleidoscopio, ninguna parte se superpone a otra, conviven y se co-constituyen juntas”. Cita la noción budista de la posesión mutua de los diez mundos o estados como inspiración de su mirada compleja y orgánica: “El principio del infierno puede estar envuelto en la tranquilidad y la iluminación y, al segundo siguiente, que otro estado completamente distinto emerja”.

Hilda Perez - 3

Así respira mi verbo refleja el mosaico de la Hilda fantasiosa e idealista, la amante de apetitos carnales, la militante que puede “rayar lo fanático y lo panfletario”, la que escribe desde las vísceras, en ocasiones más clara y en otras más críptica, sobre alegrías y decepciones activistas y afectivas. Entendemos aún mejor lo que cuenta a El Salto de que “no hay otra manera de encajar los dolores del mundo que poetizándolo y sublimándolo a través de la poesía, para permitirse sanar y resistir” después de leer, en la última parte del libro, sobre la muerte de su madre, Sonia.

Hilda Pérez migra a España en 2008, y en 2019 su madre enferma de cáncer de ovarios: “Me tocó volver a migrar seis meses a Venezuela, en ese duro quiebre de pasar de ser cuidada a cuidadora permanente. Cuando volví a España, tuve muchos problemas. Casi no consigo regularizar mi situación. También traje a mi madre para el tratamiento médico. Hay poemas que escribía cuando ella estaba terminal en un pabellón en Madrid. La poesía fue mi salvación”. Cuando propongo a Hilda la metáfora del lenguaje convencional como prisión suprema para hablar del inherente potencial político de la poesía, contesta que esta “es la llave al cerrojo de muchas opresiones por su capacidad de reinventarse a sí misma y reinventar las formas de narrar el mundo”.

Sobre la supuesta contaminación del arte por la política que desde algunos sectores se critica, la comunicadora y poeta afirma que “la mirada blanca y eurocéntrica, a diferencia de otras cosmovisiones que hablan de la interdependencia inherente de todos los sistemas, tiende a compartimentar asépticamente, como si con un escalpelo racional se pudiera diseccionar lo que todo está entreverado”. La escritora conecta el arte con la espiritualidad porque muchas personas, “para poder resistir tanto dolor y opresión material, tienen que asirse a cosas supremas o trascendentales. El arte es supremo y la poesía no se agota nunca”.

Su madre bailarina, su padre cantautor, su abuela directora de la Biblioteca Nacional, migrantes de Cuba a Venezuela, fueron las que cultivaron en Hilda el amor por la literatura y las artes escénicas

Su madre bailarina, su padre cantautor, su abuela directora de la Biblioteca Nacional, migrantes de Cuba a Venezuela, fueron las que cultivaron en Hilda el amor por la literatura y las artes escénicas. Al mismo tiempo que era una pequeña showgirl que entretenía en todas las fiestas, desarrolló una relación íntima con la escritura, donde expresaba inquietudes personales a primera vista inaccesibles en el ambiente festivo del escenario, como la vida después de la muerte o el amor absoluto. Las cariñosas dedicatorias que escribía a su familia fueron el germen precoz de los poemas, aforismos y prosa con impronta poética que ha cultivado toda la vida. No obstante, también “se me metió a fuego que la meritocracia existía, que las artes se desligaban de lo productivo y que tendría que esforzarme mucho intelectualmente para ganarme el pan”. Reservando la creatividad artística cada vez más para “las extraescolares” y no como ocupación principal, “con dieciocho años yo misma me castré y estudié algo pragmático como periodismo”. Afortunadamente para las y los lectores, hasta ahora.

“Hubo un parteaguas a partir de la pandemia y de mi proceso terapéutico, guiado por la escritura y por la espiritualidad. Como dice mi querida Chavela Vargas, uno vuelve siempre a los viejos sitios en que amó la vida. En esta etapa, estoy explorando a plenitud lo que siempre he amado, he vuelto al flamenco y a la escritura, a dar por saco a la impostora”, explica.

Hilda Perez - 7

Agradece a una gran comunidad, que en momentos adversos se pone hombro con hombro, la elaboración de una obra que la homenajea como forma de construcción y de habitar el mundo: la comunidad en Caracas que la apoyó durante los cuidados de su madre; la comunidad en Madrid y Valencia de poetas y creadoras migrantes que la nutre e inspira, como Adriana Bertorelli Párraga, Gabriela Wiener, Artemisa Semedo, Vicky Campoamor, Karessa Malaya, Cristina Boyacá, Kevin Ramírez, Solanyely Sánchez, Moha Gerehou, Safia El Aaddam, Salma Bechar Aatif, Helios Fernández o Gabriella Nuru.

Soy, porque somos es el proverbio africano Ubuntu que Hilda Pérez cita en el poema Rotunda me habito, en referencia a los espacios de liberación palenques, cumbes o quilombos, donde personas esclavizadas africanas y personas originarias de Abya Yala tejieron hogares de autogobierno y autosustento, y que a día de hoy son recordados y reivindicados. Pido a Hilda, para finalizar, que me revele el manantial de su poesía: “Mi poemario es una pretensión siempre inacabada de descolonizar y mirar el paisaje con los ojos con los que quizá muchas de nuestras ancestras, ancestros y actuales defensoras de la tierra lo miran, profundamente conectadas a él. También es un aullido contra el epistemicidio, el ecocidio, el etnocidio y el genocidio en ciernes”.

Archivado en: Literatura Poesía
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

El Salto Radio
El Salto Radio Te llamo desde mi muro: recordando a Marcos Ana
Cuando volvamos la vista atrás, que sea siempre para iluminar el presente… Hoy encendemos esa luz a través de la vida de Marcos Ana, y os podemos asegurar que hay motivos.
A Catapulta
A Catapulta A conexión colectiva da poesía de Luix Kaf
O creador multidisciplinar visita A Catapulta e mergúllanos na súa visión artística
A Catapulta
A Catapulta Esther F. Carrodeguas, dignidade en escena
A multifacética artista rianxeira achéganos á súa carreira teatral e poética no programa A Catapulta
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”

Últimas

Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.
Música
Música Un coro para homenajear las luchas obreras: “La canción protesta del pasado es historia viva”
El coro de canción protesta de Madrid nació para rescatar del pasado las tonadas de la lucha obrera y ponerlas al servicio de distintos activismos en el presente.
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.

Recomendadas

Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.