Pobreza
Las personas sin techo reivindican sus derechos en una campaña electoral sin sitio para ellas

Personas en situación de calle llevan acampadas frente al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social desde el 16 de abril.  Exigen que se respeten sus derechos y se visibilicen sus demandas en una campaña electoral en la que se sienten ignoradas.

Acampada sin techo 4
Acampada frente al Ministerio de Igualdad y Política Social en demanda de medidas para las personas sin techo. David F. Sabadell
22 abr 2019 19:05
Son unas 30 personas, charlan en torno a las tiendas, pegan carteles, preparan comida, descansan. Algunas llevan ahí desde el martes 16 de abril, otras fueron llegando después. Las lluvias de Semana Santa, que han arruinado muchas vacaciones, se lo ha puesto más difícil a ellas y a ellos, en su campamento del Paseo del Prado, donde sencillas tiendas iglús —las más baratas del Decathlon, aclaran— se esparcen alineadas. En frente, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Entre las tiendas, sobre la carpa en la que guardan la comida, se esparcen folios donde explican por qué están ahí: “Sin Techo? Con Derechos!!!”, se lee. Y, a continuación, una serie de cifras: 32.000 personas sin hogar, 65% con estudios de Secundaria, 15,4% jubilados o pensionistas, 47% han sufrido agresiones. “Nadie sin hogar”, cierra el manifiesto.“Somos personas sin techo que estamos aquí reivindicando que nos tienen abandonadas en la calle y que eso supone una vulneración de derechos fundamentales protegidos por la Constitución; no paran de hablar de la Constitución para arriba, de la Constitución para abajo, a ver quién defiende más la Constitución, pero nosotros seguimos igual”. Miqui tiene unos 30 años y es de Sevilla, se presta a ejercer inicialmente de portavoz. Sabe bien lo que supone no tener un hogar: “No tienes derecho a la intimidad, que es un derecho fundamental; te pueden dar una paliza mientras duermes, osea que el derecho a la integridad física también se está vulnerado”. Para Miqui, todo esto contradice los principios de un Estado de derecho. “Es anticonstitucional tener a gente abandonada en la calle”, concluye.
Acampada sin techo 5
Miqui explica el objetivo de la acampada. David F. Sabadell
Para muchos de quienes están compartiendo ese espacio, el único modo de influir en las elecciones es esta acción, pues no podrán votar por falta de domicilio o de documentos. “Pudiendo votar o no pudiendo votar, lo cierto es que somos invisibles 365 días al año, cuatro años cada legislatura”, sentencia Miqui. Han convocado una rueda de prensa, pero no han ido periodistas. Tienen muchas ganas de contar porque sienten que nadie les escucha. Tienen que contar que los medios que se ponen, las políticas que se diseñan, las estrategias que se formulan, no están solucionando el problema: no bastan las campañas de frío, no hay plazas suficientes en los albergues, “ni siquiera cuando hay refuerzos”. El resultado es que la gente acaba en la calle.“Tienes que dormir con un ojo abierto y las zapatillas puestas, y aún así no te duermes hasta las 3 o 4 porque pasa gente a tu alrededor. Te despiertas a las 7 o a las 8, porque te dicen, oiga, que ya es hora de limpiar la calle”. De la estrategia nacional contra el sinhogarismo Miqui tiene una clara opinión: “Es una vergüenza”. El plan diseñado para los años 2015-2020 se proponía reducir de las casi 23.000 personas sin hogar que se estimaba que existían en 2015 a las 18.000 al final del periodo. “¿Y qué pasa con las personas que se quedarían?”, se pregunta. “Un día, una semana, un mes en la calle te destruye, es muy duro. ¿No importan nuestras vidas, no valen nada?”.
No le importa cómo lo arreglen, que si housing first, que si albergues, que si repoblar pueblos, lo que se inventen estará bien. El caso es tener un sitio
Lo que Miqui pide es muy sencillo: que si un policía le encuentra durmiendo en la calle, no le haga irse de ahí porque molesta, sino que le diga a él, a cualquier persona sin techo: “Oiga, ¿usted necesita ayuda?, ¿quiere venir a un sitio para dormir? Venga, que hay un sitio donde puede descansar”. No le importa cómo lo arreglen, que si housing first, que si albergues, que si repoblar pueblos, lo que se inventen estará bien. El caso es tener un sitio. Y eso que él tiene la suerte de ser joven y poder correr si le atacan, o seguir buscándose la vida haciendo lo que caiga, como aquellos cinco años que pasó pastoreando a cambio de techo y comida. Pero hay gente mayor en la calle, eso es lo más grave, afirma mientras mira a un señor con el pelo blanco que se desplaza con dificultad.Javier en realidad no es tan mayor, cumple 58 años mañana, Día del Libro. Pero su situación de salud es muy precaria, dice contar con más de un 80% de minusvalía. No es esta la primera causa por la que se moviliza, estuvo muchos años vinculado al movimiento ecologista, tenía una casa donde llegó a alojar durante muchos años a una persona, que como él ahora, no tenía techo. “Si eso lo he podido hacer yo, ¿cómo es que no lo está haciendo el Estado?”, se pregunta. Hace dos años, un desahucio le dejó sin hogar a él también. Javier enumera sus males: problemas de equilibrio, una hernia, problemas con la boca, huesos, vista, pies. El listado es largo y lleva a preguntarse cómo una persona en su condición física se encuentra en esa situación de desprotección. “Eso mismo me pregunto yo”, dice. “A veces pienso en llamar al médico de cabecera, o directamente a urgencias y pedir que me internen”. Lo que más le indigna a este madrileño es la falta de solidaridad: “Si tu ves a una persona con problemas, ayúdale, no pases de él, pero la gente dice es su problema’ y ahí se acaba su responsabilidad”. Pero, para Javier responsabilidad hay, ya no ante la sociedad si no hacia una divinidad en la que cree. Piensa que esa divinidad está enfadada, debe estarlo ante las cosas que ha visto en la calle, cómo la gente se aprovecha de la vulnerabilidad de las personas solas, sobre todo de las mujeres, denuncia.“Lo cierto es que hay muchas personas en la calle, unos durmiendo en la Plaza Mayor, otros en la Plaza del Rey, otros en los soportales, otros bajo puentes, otros en el Viaducto de la calle Bailén”, describe lo que ve. Y piensa que si nadie aborda este problema no es porque no lo vean, sino porque cuesta dinero.Selena, una mujer ecuatoriana que se vino a España durante la peor crisis económica de su país, después de que “nos dolarizaran la economía con una moneda asquerosa del imperio”, ha pasado la mayoría de los 20 años que lleva en Madrid sin un hogar. Lleva con ella una carta de una concejala de IU datada en 2010: “Aquí se explica que entonces estaba en el albergue de San Isidro, donde había doscientas y pico de personas y solo tres váteres y tres duchas, y todo en malas condiciones, y nos daba un trato denigrante el personal que estaba allí”. Selena denunció junto a otras 30 personas, no sirvió. Ahora, con 63 años cumplidos, la situación no es mejor. Como muchas otras mujeres, evita dormir en la calle por los riesgos que entraña, va como puede metiéndose en albergues, alquilando cuartuchos. Ahora se queda en un trastero que le subalquilan “a un precio desorbitado, y no me dejan prender ni la luz”. Protesta porque quienes le alquilan no le tratan bien, pero tampoco tiene otro sitio al que ir. “A ver qué ofrece el que quede de presidente, esperemos que al menos algo de humanidad. Es que aquí se favorece solo a las multinacionales, las empresas y los bancos que se llevan los recursos del Estado, que son para la gente”.
Acampada sin Techo 3
Joaquina y su marido. David F. Sabadell
Joaquina es una mujer de mediana edad procedente de Barcelona que vino a Madrid hace un año con la promesa de un trabajo y un techo. No llegó sola, lo hizo con su hijo veinteañero, que tiene un 45% de discapacidad, y su marido, que padece una cardiopatía. La propuesta que le hicieron a Joaquina no se concretó nunca, y desde hace cuatro meses, agotados los recursos, duermen en sacos de dormir en el barrio de la Ventilla. Hicieron todo lo posible por no quedarse en la calle. “Vas a llamar a las puertas y te las cierran todas, te dicen: ‘ve a llamar para el otro lado’, y te vas para allá; ‘vete para el otro lado’, y para allá que vas”. No han conseguido nada: “Aunque sea una casa vieja, no importa, yo la limpio. Algo que tenga un váter, que por la noche pueda ir al baño y que no tenga miedo a que me den un palo”, se conforma.
Con un techo, dice Joaquina, se puede una asear por la mañana e ir a buscar trabajo con otro ánimo. Sin un techo, eso no es posible
Con un techo, dice Joaquina, se puede una asear por la mañana e ir a buscar trabajo con otro ánimo. Sin un techo, eso no es posible. “Nosotros venimos de Catalunya —interviene el hijo—, tanto hablar de patriotismo, de aplicar el 155, pero qué pasa con los demás artículos de la Constitución, los que deben garantizarte una vivienda digna, una calidad de vida, un trabajo”. Al lado del hijo de Joaquina, otro hombre de unos treintaytantos años, Andrés, cuenta que durmiendo en la calle le han pegado más de una vez. “Jóvenes, imagino que de extrema derecha”. Lleva una chapa de las brigadas internacionales y culpa de la situación a “los bancos que manejan a los políticos”. “Y los que dicen que son muy patriotas que sepan que esto también es España, que hagan algo por la gente que desahucian o la gente que dejan tirada en la calle; toda esa gente es España”, recuerda. “Mira, no somos mala gente, no tenemos problemas con las drogas, con el alcohol, nada. Esto le podía haber pasado a cualquiera, les puede pasar a ellos”, insiste Joaquina. “Yo solo les pido que pasen un día lo que nosotros pasamos, y luego verás que cambian todo”.Esta noche irán a Torrespaña, a las afueras de un debate electoral en el que no creen que se les mencione. Para que esto cambie van a llevar pancartas y hacer presión. “Yo les diría tres cosas a los políticos”, cierra Joaquina. “Lo primero: que nos tengan en cuenta, lo segundo: que somos gente como cualquiera, y lo tercero: que esto tiene solución, pero tienen que querer solucionarlo”.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Derecho a la vivienda
Derechos a la vivienda Catalunya se adelanta al Gobierno central y regula los alquileres de temporada y por habitaciones
El Banco de España recomienda en su informe anual “medidas restrictivas” para controlar los alquileres turísticos, de temporada y por habitaciones, convertidos en la vía predilecta de grandes y pequeños propietarios para eludir las legislaciones.
El Salto Twitch
El Salto TV Los caseros se comen tu sueldo
En el programa en directo de Economía Cabreada del 23 de abril analizamos el mercado del alquiler y las legislaciones de vivienda con Javier Gil del Grupo de Estudios Críticos Urbanos (GECU) y Martín Cúneo de El Salto.
Desahucios
Desahucios Una persona desahuciada hace nueve meses en Móstoles muere mientras seguía viviendo en la calle
Su fallecimiento lo ha denunciado Stop Desahucios Móstoles, la asamblea de vivienda a la que pertenecía y le acompañaba en el proceso de conseguir una vivienda pública, siendo una persona vulnerable y enferma.
#42557
6/11/2019 0:23

La constitucion dice que todos los ciudadanos tienen derecho a una vivienda digna, en donde se cumple eso? ojala se unan en cientos y en miles los sintecho para unir fuerzas y forzar al gobierno a que se haga cargo de que a nadie le falte casa. tener un techo es lo minimo que se puede tener. como se nota que somos bestias no humanos, como podemos vivir ignorando esto dia tras dia

0
0
#33849
4/5/2019 15:59

En esto de los sin techos hay quien dice la verdad pero tambien hay quien dice mucha mentira gente que dice llevar un año y no es verdad yo conozco a dos personas que hace tres meses estaban en mataro y les dieron toda la ayuda de un dia para otro se fueron a madrid a llorar con los que verdaderamente eztan sin techo no me creo mucho

0
0
#69303
6/9/2020 19:25

Como se nota que no has estado en esa situación, todos merecen una vivienda. Sin embargo un gran porcentaje de las viviendas son de los bancos, por que no las ceden después de todo los rescatamos con nuestro dinero. Hay mucho dolor cuando no se tiene techo, algunos incluso se quitan la vida. No tienen sanidad y cada vez están más destruidos tanto físicamente como psicológicamente. Puede que hayan actuado mal esas 2 personas pero eso no merece el desprecio del resto.

0
0
#33397
23/4/2019 21:11

¿Qué han hecho los "ayuntamientos del cambio" por los indigentes? Absolutamente nada. En el fondo todos los políticos son iguales, con cobrar un sueldazo y enchufar a sus amiguetes van servidos. ¡Todos hacen lo mismo!

2
0
Arancetano
22/4/2019 21:56

A solo 50 mts hay un edificio del Ayuntamiento, abandonado. Se llama la Ingobernable, En plena calle Goya, barrio de Salamanca, hay un antiguo hospital abandonado. En San Martín de Porres hay otro hospital abandonado. El edificio de NODO en Joaquin Costa esta abandonado. El Instituto Llorente, en la Moncloa, abandonado...Así hasta 400 edificios del ayuntamiento, de la Comunidad o del Estado. Si se puede, pero mejor que se muevan otros

4
0
#33349
22/4/2019 19:53

los votos de los que no estan les sirven siempre a los mismos

0
2
#33359
23/4/2019 0:11

https://www.youtube.com/watch?v=MeH2Q_GGazk

1
0
#33374
23/4/2019 11:14

La abstencion... el escuadron abstencionista activos es tan poco util como estos otros:
https://www.youtube.com/watch?v=bfhyGREpo1I

0
1
#33348
22/4/2019 19:52

menuda panda de ladrones los de la comunidad tambien estan robando la renta minima a mucha gente para que produzca
mas dinero para los mismos

1
2
#33347
22/4/2019 19:45

Primera noticia.
Gracias por darlo a conocer.
Habría que garantizarles el derecho a voto.

2
2
#33396
23/4/2019 21:03

Los indigentes tienen derecho a voto, como cualquier persona

2
1
Lawfare
Justicia a la derecha Pedro Sánchez no está solo: estos son los precedentes a su caso de ‘lawfare’
El presidente del Gobierno aseguraba en su carta que el suyo era un caso de lawfare “sin precedentes”. Lo cierto es que esta estrategia de judicializar la vida política se ha enraizado durante los últimos años.
Lawfare
Guerra judicial Las izquierdas brindan el apoyo unánime a Sánchez que él les negó durante la era del ‘lawfare’
Todos los partidos con representación en el Parlamento y ubicados a la izquierda del PSOE, también los soberanismos, han mostrado sus posiciones públicas en solidaridad con el acoso mediático y judicial contra el presidente del Gobierno.
Política
Lawfare ¿Qué decisiones puede tomar Pedro Sánchez tras amagar con dimitir?
Tras el anuncio del presidente, se abren varias posibilidades que no se resolverán hasta el lunes: ¿Una moción de confianza? ¿La convocatoria de elecciones? ¿Un cambio de marco? ¿Dimitir y dar el salto a la presidencia del Consejo Europeo?
Opinión
Opinión Cuando la mierda nos come
El panorama mediático se ha convertido en una amalgama de espacios a cada cual más insano. Basura fabricada por gabinetes ultras, aceptada por jueces afines y amplificada por pseudomedios de propaganda regados con dinero público. Hay que pararlo.
Medios de comunicación
Opinión ¿Y qué esperabas, Pedro?
Los gobiernos de derechas llevan años alimentando con dinero público a sus medios afines que esparcen bulos y manipulan sin que el Gobierno haya hecho nada para evitarlo.
Sanidad pública
Ribera Salud Hospital del Vinalopó: el último rehén de la privatización del PP valenciano
La vuelta del PP al gobierno valenciano ha supuesto un balón de oxígeno para la principal beneficiaria de la privatización sanitaria, que mantendrá la concesión de Elx-Crevillent a pesar del malestar social.

Últimas

El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Portugal
Portugal Cuando los campesinos portugueses tomaron la tierra… y la contrarrevolución se la despojó a tiros
Tras el 25 de abril de 1974 una ola de ocupaciones agrícolas impulsó en Portugal una profunda reforma agraria que los gobiernos socialistas y conservadores tardarían más de una década en desmontar.
Más noticias
El Salto Twitch
El Salto Twitch La Catana 2x06, comunicación política y campaña
Nos preguntamos cómo la carta de Pedro Sánchez atraviesa un momento político y electoral que se estira desde las generales, pasando por elecciones gallegas y vascas, para cristalizar en unas catalanas y europeas que van a marcar nuestro imaginario.
Derechos Humanos
Libertades y derechos Amnistía Internacional acusa al Estado de no investigar casos graves de violación de los derechos humanos
El informe anual de esta organización de derechos humanos denuncia “la persistente falta de rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos cometidas por el Estado español”.
Portugal
Memoria histórica 50 años del 25 de abril: la reforma agraria
Cuando se cumple medio siglo de la Revolución de los Claveles este catedrático y corresponsal de prensa en Portugal entre 1974 y 1975 relata una de las caras menos conocidas de este proceso histórico: la reforma agraria.
Medio ambiente
Minas en Andalucía La sinrazón de los vertidos mineros al Guadalquivir
Se cumplen 26 años del vertido minero desde la Mina de Aznalcollar al Río Guadiamar en abril de 1998. Ahora, los nuevos proyectos de vertidos mineros desde las minas Cobre-Las Cruces y Aznalcóllar-Los Frailes vuelven a poner en peligro la zona al no haber tenido en cuenta las características del lugar.

Recomendadas

Derechos reproductivos
Luciana Peker y Cristina Fallarás “El aborto se ha apartado del relato feminista porque genera consenso”
Las periodistas Cristina Fallarás y Luciana Peker forman parte del grupo motor de una campaña europea que quiere blindar el derecho al aborto mediante una iniciativa ciudadana que necesita un millón de firmas para llegar a ser debatida.
Música
Música Aprendiendo filosofía con el punk patatero de La Polla Records
Los cáusticos esputos lanzados por Evaristo en las canciones de La Polla Records contenían materia adecuada para hablar de filosofía política en el instituto. Así lo entiende el profesor Tomás García Azkonobieta, autor de ‘La filosofía es La Polla’.
Pensamiento
Kristen Ghodsee “Necesitamos soluciones que podamos llevar a cabo sin la ayuda del Estado”
Esta escritora y etnógrafa estadounidense explora experiencias utópicas del pasado y del presente en su último libro ‘Utopías cotidianas’ (Capitán Swing, 2024).