Opinión
EEUU y las sanciones a tres de las principales organizaciones de derechos humanos palestinas

Hace unos días, el Ejecutivo de Donald Trump anunciaba sanciones a tres organizaciones de derechos humanos que han trabajado, históricamente, por defender los derechos del pueblo palestino y denunciar las vulneraciones de derechos humanos de Israel en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este.
En los últimos meses, estas tres entidades también han cooperado en las investigaciones de la Corte Penal Internacional sobre los crímenes de Israel. De hecho, es por este motivo, por colaborar con la justicia internacional, por el que se sanciona a Al-Haq, Al-Mezan y al Palestinian Centre for Human Rights (PCHR).
Sanciones por “investigar a ciudadanos israelíes sin el consentimiento de Israel”
En la Orden Ejecutiva 14203 emitida por el Gobierno estadounidense se afirma que se imponen sanciones en las mencionadas organizaciones por “participar directamente en los esfuerzos de la Corte Penal Internacional (CPI) para investigar, arrestar, detener o enjuiciar a ciudadanos israelíes, sin el consentimiento de Israel”.
A través de esta decisión, el Ejecutivo estadounidense pretende, una vez más, seguir construyendo, apoyando y consolidando la impunidad de Israel. El intento de silenciamiento de las organizaciones de la sociedad civil palestinas y de castigo, a través de sanciones, a las mismas es otro ejemplo de su complicidad sistemática con el genocidio desde su inicio.
Este lunes al mediodía, el Ejército israelí bombardeó la sede del Palestinian Centre for Human Rights en Ciudad de Gaza. El vídeo está subido en sus redes sociales. Una hora antes, la ONG gazatí anunciaba que sus miembros habían sido amenazados; una promesa que se cumplió.
Leer el contexto más allá de los bombardeos
Es preciso leer estas dos noticias de forma conjunta. Por un lado, Israel intenta silenciar, por todos los medios, las voces que denuncian el genocidio y lo documentan. Lo hemos visto constantemente con los más de 260 asesinatos a periodistas que, documentando el genocidio de su propio pueblo, fueron masacrados por el Ejército sionista. Israel, en este intento de castigar y silenciar la verdad, la memoria y la justicia, bombardea, esta vez, la sede de una de las ONG gazatíes más importantes e históricas. No hay que olvidar que Israel también ha estado bombardeando las principales universidades y centros educativos de Gaza. Por otro lado, Estados Unidos sanciona a las tres organizaciones palestinas de derechos humanos que están colaborando con la justicia internacional a fin de investigar los crímenes de Netanyahu y todo su gabinete. Crímenes que, más temprano que tarde, serán juzgados, y también lo será la complicidad absoluta de los Gobiernos que, pudiendo sancionar y romper relaciones con Israel, no lo hicieron.
A las sanciones impuestas por Estados Unidos, las tres ONG de forma conjunta piden lo siguiente a los Estados, a la comunidad internacional, a las Naciones Unidas y a otras organizaciones y defensores de derechos humanos: condenar la aplicación de la Orden Ejecutiva 14203 como un acto internacionalmente ilícito y ejercer una presión significativa sobre Estados Unidos para que levanten todas las sanciones impuestas en virtud de dicha Orden; adoptar medidas concretas y activar todos los medios disponibles para garantizar la seguridad y la protección de las operaciones y el personal en Gaza y Cisjordania, que enfrentan mayores riesgos de ser blanco de ataques por realizar una labor legítima de derechos humanos; invocar [los Estados miembros de la UE] y aplicar inmediatamente el Estatuto de Bloqueo para proteger a las organizaciones de derechos humanos palestinas, a los defensores, a los expertos de la ONU y a la CPI de las sanciones ilegales de Estados Unidos; imponer sanciones diplomáticas y económicas a Israel, además de un embargo total de armas, para poner fin a su genocidio contra el pueblo palestino.
“Las organizaciones palestinas de derechos humanos presentes sobre el terreno que documentan las pruebas del genocidio israelí están siendo sistemáticamente reprimidas y silenciadas por los aliados de Israel”
Como exponen las organizaciones en un comunicado conjunto, el personal y los jueces de la CPI han sido sancionados por Estados Unidos, mientras Israel les impide entrar a los territorios palestinos ocupados, como también hace con los medios de comunicación y la Comisión de Investigación de la ONU. Ahora, denuncian “las organizaciones palestinas de derechos humanos presentes sobre el terreno que documentan las pruebas del genocidio israelí están siendo sistemáticamente reprimidas y silenciadas por los aliados de Israel”.
“Amenazado por el impacto y el papel de nuestra defensa, investigación jurídica y documentación para exponer los crímenes internacionales que Israel sigue cometiendo, Estados Unidos ha recurrido a castigar a personas y organizaciones que buscan defender el sistema legal sobre el que se fundó la comunidad internacional. Las implicaciones van más allá de Palestina: al proteger a Israel de la rendición de cuentas, están desmantelando el orden jurídico internacional y socavando la posibilidad de justicia para las víctimas de crímenes graves en cualquier lugar”, se puede leer en el comunicado enviado a prensa.
Es fundamental continuar apoyando y compartiendo el contenido de las organizaciones palestinas que trabajan día a día por documentar el genocidio en Gaza y las vulneraciones sistemáticas de derechos humanos en Cisjordania, incluido Jerusalén Este
El bombardeo a la sede del PCHR y las sanciones impuestas por Estados Unidos a estas organizaciones demuestran una vez más, por un lado, el intento de Israel por silenciar la verdad, la memoria, la justicia y a todas las personas que documentan y denuncian el genocidio en Gaza; y, por otro lado, la extrema complicidad de Estados Unidos con el sionismo.
En este escenario, es fundamental continuar apoyando y compartiendo el contenido de las organizaciones palestinas que trabajan día a día por documentar el genocidio en Gaza y las vulneraciones sistemáticas de derechos humanos en Cisjordania, incluido Jerusalén Este. Igualmente, hay que seguir exigiendo a nuestros gobiernos la ruptura total de relaciones con Israel, además del embargo de armas que celebramos, aunque llegue tarde, y que se ha producido gracias al esfuerzo conjunto de la sociedad civil.
Ante el intento de silenciar a las organizaciones de derechos humanos palestinas: total apoyo, solidaridad internacional y compromiso con la justicia y los derechos humanos.
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