Palestina
Denuncian en la Audiencia Nacional por crímenes de guerra a un sargento israelí de turismo en Madrid

Alhaf Arafat es un periodista palestino de Gaza que lleva residiendo en nuestro país cinco años. Decidió venir junto a su esposa, originaria de Cisjordania, porque el estado sionista les impedía transitar de uno a otro territorio. Arafat monitoriza en redes sociales a soldados israelíes que participan en el genocidio en curso. Y uno de los perfiles a los que sigue es el del sargento Shaul Shcherbatov, al que responsabiliza de haber destruido su vivienda familiar en Dar Tuffa (ciudad de Gaza) como integrante del Batallón 601 del Ejército israelí. 

En su denuncia, Arafat documenta que en el propio perfil del ejército “Shcherbatov está específicamente etiquetado y se encuentra visiblemente posicionado encima de su excavadora, sonriendo mientras observa la destrucción realizada por otros bulldozers. La marca de tiempo del vídeo indica las 17.47, hora de Jerusalén, confirmando que ambas historias, una de la mañana y otra de la tarde, provienen de la misma tarde. Esto establece que Shaul Shcherbatov, junto con sus bulldozers, participó directamente en la demolición de estas viviendas”, asegura en el anexo presentado a la Audiencia Nacional.

Arafat tuvo conocimiento de que este sargento israelí se encontraba en Madrid a través de las propias redes sociales del acusado. El propio Shcherbatov publicó en sus redes sociales personales su visita para asistir al partido entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid. En la demanda presentada, Arafat le acusa de delitos contra personas y bienes en caso de conflicto armado, delitos de lesa humanidad y delitos de genocidio por su implicación documentada en Gaza.

Según explica el letrado Raúl Maíllo, responsable de redactar la demanda junto al letrado Antonio Segura, los actos cometidos por Shcherbatov suponen una violación flagrante del Convenio para la prevención y sanción del genocidio. En concreto, le acusa de haber cometido acciones sancionadas por las Convenciones de Ginebra y los protocolos adicionales de La Haya. En la denuncia argumentan que el sargento habría cometido una “violación grave de destrucción arbitraria no justificada por necesidad militar conllevando actuaciones militares contra la población civil”.

Maíllo enmarca esta destrucción de las viviendas en una estrategia sionista “que tiene como objetivo impedir que la población viva en la Franja. Netanyahu indiciariamente cometiendo un genocidio, al desplazar forzosamente a la población e imposibilitando unas condiciones vitales normales”. Aunque es consciente de las limitaciones de la jurisdicción universal aplicadas tanto en 2014 por Rajoy como anteriormente en 2009 por Zapatero, Maíllo considera que “los convenios que sancionan como crímenes de guerra los actos cometidos por el acusado están firmados por el estado español, lo que le obliga a investigar y perseguir estos supuestos”.

El letrado explica que han tenido que presentar la denuncia con urgencia “porque el acusado estaba aquí, y se podrían tomar medidas cautelares para no se vuelva, ya que si se sustrae de la acción de la justicia, tendrán que explicar ”. A su vez, señala que el principal objetivo es también “mandar un mensaje de que no existe la impunidad, no se puede estar cometiendo un genocidio, crímenes de guerra o lesa humanidad y venirte luego de veraneo o al descanso del guerrero”.