Palestina
Demoler a túa casa, pagar para que o fagan ou o cárcere?

Os habitantes de Al-Walaja levan anos loitando para manter en pé as súas casas, que se ven ameazadas polas construcións de asentamentos colonos israelís ao seu redor.

Casa Ahmad Palestina Demolición
Casa na vila palestina de Al-Walaja, ameazada de demolición. Sofía Caamaño
21 oct 2018 10:10
Ahmad Al-Atrash fala tranquilo sentado na súa terraza. O gusto a café árabe mestúrase co cheiro a tabaco, a calor abafante e os cantos coránicos que chaman ao rezo desde o minarete da mesquita. Desde a terraza de Ahmad divísase unha paisaxe case desértica, casas veciñas, asentamentos de colonos israelís e o gran muro de separación. Dentro duns dez días é posible que Ahmad non poida seguir bebendo café nin fumando tabaco polas mañás na súa terraza xa que a súa casa ten unha orde de demolición por parte do goberno israelí.

Al-Atrash vive na vila palestina de Al-Walaja, moi preto de Xerusalén. Os habitantes de Al-Walaja levan anos loitando para manter en pé as súas casas, que se ven ameazadas polas construcións de asentamentos colonos israelís ao seu redor. Segundo Ahmad, con isto pretenden “expandir o seu control en Cisxordania e Xerusalén Leste”. A súa é unha das dez casas que teñen unha orde de demolición por parte do goberno israelí, cuxo futuro se aclarará na próxima semana cando a Corte Suprema Israelí decida se finalmente se van tirar abaixo ou non. Aínda así, Ahmad ten moi claro que o máis probable é que a decisión sexa desfavorable para el e para os seus veciños e veciñas.

Desde o 2006 ata agosto de 2018, o Estado de Israel demoleu, polo menos, 1.360 unidades residenciais palestinas

“Se finalmente deciden demoler a casa, temos dúas opcións: ou facelo nós mesmos ou esperar a que veñan os israelís coa súa maquinaria e o fagan eles. Neste segundo caso, teriamos que pagarlles os custos da demolición, que poden ser de entre 5000 e 100.000 shekels (cantidade equivalente a uns 1182 – 23.000 euros) “, explica Al-Atrash. El leva 29 anos vivindo na súa casa e non ten pensado, por moi difícil que llo poñan, marchar de alí. Cando se lle pregunta cal das dúas opcións escollerá, asegura que ningunha. “Se non destrúo eu a miña casa e non pago o que me piden por facelo eles, o que me espera é o cárcere”, narra.

Segundo B’tselem, o Centro de Información Israelí para os Dereitos Humanos en Territorios Ocupados, desde o 2006 ata agosto de 2018, o Estado de Israel demoleu, polo menos, 1.360 unidades residenciais palestinas deixando unhas 6.115 persoas, entre as que se atopan uns 3.094 menores, sen casa. As razóns nas que basean as demolicións de construcións palestinas é a ausencia dun permiso israelí de edificación nesa zona. “Sen permiso tiran abaixo as casas pero, aínda que os pidas, nunca conceden eses permisos”, asegura Al-Atrash.

Casa Ahmad Palestina Demolición 2
Ahmad Al-Atrash no interior da súa casa. Sofía Caamaño
Ahmad recorda como o mes pasado os veciños e veciñas de Al-Walaja se mobilizaron e uniron forzas para evitar a demolición dunha das casas da vila. “A xente foi á entrada desa casa cando chegaron os soldados para evitar o derrube e a resposta por parte de Israel foi a de atacar con balas de verdade e 15 persoas resultaron feridas”, narra. Aínda así, conseguiron paralizar a demolición. “Os activistas metéronse dentro da casa e bloquearon a entrada para deixarlles claro aos soldados israelís que para derrubala terían que facelo con eles dentro”, conta Ahmad. Aínda así, el di ser consciente de que que “nun momento ou noutro acabarán por botar abaixo ese fogar tamén”.

Ahmad asegura que o que lle queda a el é “ter algo de esperanza, aínda que sei que as posibilidades son mínimas”. A chamada ao rezo de mediodía xa rematou e nas cuncas só hai cinza.

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