Opinión
Crítica a la izquierda centralista

Apostar por la izquierda centralista es hacernos esclavos de la reacción. Nos impide alejar el uso de los recursos públicos por las clases dominantes.
Manifestacion Colon 210613 2
Manifestación en Madrid contra los indultos del Procès. No CC Edu León

Es funcionario de carrera e investigador.

17 ene 2024 11:17

¿Son buenos tiempos para la emancipación humana? La respuesta es de todo menos halagüeña. Tampoco lo es para quienes hacen de ella su praxis política, ni en España ni fuera. Sus prioridades parecen más irrelevantes, y las conversaciones son otras. Quizá por la mezcla de intereses (y su incapacidad para articular otros), sus propuestas devienen quimeras. No es que no haya alternativa; directamente, no se puede imaginar.

En lugar de nuestras demandas y anhelos, se colocan las de nuestros adversarios. No sorprende a nadie que la amnistía sea una de esas cuestiones. Ha sido una decisión circunstancial y dura, y dista de ser nuestra mayor preocupación. Probablemente, en otro contexto sería algo nítidamente prescindible. Es un palo que azuza una oposición que considera ilegítimo todo gobierno que no configure.

Para otros, es oxígeno político tras un proceso de construcción nacional fallido e insincero y el desgaste de la corrupción. En un prisma ultranacionalista y en otro de disputa por la hegemonía política del independentismo, ¿qué hacer? Desmerecer nuestras conquistas, aguantar el acoso, o la resignación ante una decisión poco rentable. No solo es otra contradicción que cabalgar; es tomar partido en lo que nos va ni nos viene. Con todo, habrá que hacerlo con la mayor dignidad posible.

Un debate desfavorable para nosotros, pero muy fértil para ideas como la de la izquierda centralista. Con esas cartas, estaba predestinada a existir, aun por conveniencia interesada de otros. Con una idea tan penetrante, es difícil no ver España como un fin y no como medio. Da igual que el metabolismo social desbocado cree metástasis humanas y climáticas. Si lo que importa es que España se rompe, hay que afanarse en echarle Super Glue a la Mater Dolorosa.

Al apostar por cuestiones culturales, sobre todo en clave conservadora, la izquierda centralista fracasa. Se aferra a un obrerismo trasnochado que hace las delicias de la extrema derecha

Y, con todo, algunos de sus argumentos son atractivos. Y ello, porque de una u otra forma, compartimos diagnóstico, e incluso propósitos. Por ejemplo, el centralismo izquierdista es, por ahora, estatalista. Aunque no desea superar el Estado, sabe bien que ha de ser un instrumento emancipador de la clase trabajadora. Por ello, condena su uso como pagador de dádivas y guardián de las ganancias del capital. En su lugar, apuesta decididamente por su papel proactivo en el reparto de las cargas públicas. Ve la redistribución como consustancial al Estado, garante de una sociedad autónoma y saludable. Y, por ello, aun sobre el papel, desea superar sin ambages su instrumentación por el poder económico, típica del neoliberalismo.

Pero no bastan argumentos. Emancipar significa ponerse manos a la obra en todos los frentes.El centralismo izquierdista no nos es suficientemente útil para ello. Veamos por qué.Comencemos hablando de su estrategia y táctica. No cabe duda de que están viciadas, y sus marcos no son propios. Al contrario, tienen mucho más en común con los de la reacción. En su visión nacional, beben más del deber ser que de la realidad.

España es un país compuesto por nacionalidades y regiones. Ignorarlo no lo cambiará. De hecho, el propósito homogeneizador en clave nacional debería sernos ajeno. Nuestro propósito es conseguir fines similares en lo económico y social. El patriotismo constitucional, una parodia del pensamiento habermasiano con características aznaristas, es una mercancía averiada que rechazar. Pese a sus sonrojantes traspiés con el genocidio palestino, al menos Habermas sabía poner al totalitarismo fascista en su lugar. Libertad e igualdad no son uniformidad. Comprar rebajado el marco derechista no es aceptable por mucha indignación que cree la amnistía.

Sigamos hablando de la eficacia y viabilidad de las herramientas prácticas. No podemos escatimar esfuerzos para controlar los resquicios del sistema territorial explotados por las clases dominantes. Tampoco podemos tolerar que intenten comprar su cuota de poder, incluso con aspiraciones de construcción nacional. Es una pantomima para las clases trabajadoras de todos los rincones del país. El maximalismo centralista merma nuestra eficacia, vital en el debate sobre financiación autonómica.

Soñar es gratis, pero trabajar no. Y la izquierda tiene, aunque sea difícil, una posición privilegiada de mediadora de demandas. Esto aplica tanto a su propio espacio, con mucho peso nacionalista y regionalista, como fuera de él. Supone controlar la distribución de fondos para servicios públicos, un componente fundamental del sistema de financiación. Así consigue equipararlos y sustraerlos de su sometimiento al lucro privado. También afecta a si los fondos europeos son una herramienta para el capital financiero o si pueden tener propósitos productivos. Cuanto más terreno ganen las quimeras centralistas, menos podremos cambiar nosotros.

Y, por si fuera poco, tampoco hay donde rascar en organización política. Nada puede cambiarse sin el sustento y confianza de aquellos a quienes servimos. La emancipación de la clase trabajadora también es la efectividad de las libertades civiles en un entorno climáticamente saludable. La sociedad es compleja y esas tareas se atragantan. Pese a las dificultades de nuestro ámbito político, idealmente debemos ser una casa grande para todas sus aspiraciones y demandas.

Al apostar por cuestiones culturales, sobre todo en clave conservadora, la izquierda centralista fracasa en ese objetivo. Se aferra a un obrerismo trasnochado que hace las delicias de la extrema derecha. Idealiza regímenes autoritarios sin analizar su estructura económica. Aun diciéndose defensora de la Ilustración, martillea consignas tránsfobas e idealiza los tiempos pasados y la tradición. Sapere aude, a no ser que seas un «woke» de esos. Con una militancia cultural afín al fuego amigo, se consigue ahondar en una brecha social inútil para nuestros propósitos. (Y, además, con un coste social altísimo, se podría lograr una ganancia política escasa, como apunta Javier Muñoz en un hilo de la red social Twitter).

No podemos claudicar porque se nos impongan agendas extrañas. Tenemos, pese a todo, que mantener nuestra autonomía. Apostar por la izquierda centralista es hacernos esclavos de la reacción. Nos impide alejar el uso de los recursos públicos por las clases dominantes. Cambia la fraternidad nacional, regional y obrera por imposición. No ensancha la conquista de la dignidad y plenitud humanas a cada vez más personas. Agradecemos su oferta de tutela odiosa, pero la rechazamos. Pese a todo, persiste la aspiración y el trabajo por una democracia socialista, ilustrada y plural.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Genocidio
Opinión No lo soportamos más: un alarido por Gaza
Mientras la complicidad con Israel es abierta, obscena y militante, levantarse contra el genocidio es un gesto que a tantas les está costando el futuro y la libertad en cada vez más sitios. Ya no sabemos ni qué escribir al respecto.
Kabilas de mesa camilla
Kábilas de mesa camilla Delivery identitario, etiquetas take away
Porque el capitalismo sabe que el consumo identitario (yo, mi colectivo, mi comunidad, mi tribu urbana) fagotiza la resistencia ante el orden establecido de parir con dolor y trabajar con placer
Bilbao
Educación pública Crónica del abandono institucional de la escuela pública de Atxuri
VV.AA.
El edificio de la escuela se cae a cachos y su comunidad lleva años sufriendo un maltrato estructural, mientras lucha por unas condiciones dignas para el desarrollo de la función educativa.
derROTista
23/1/2024 10:56

Mientras tanto, Ayuso y sus secuaces convierten el estado de las autonomías en una carrera al abismo de dumping fiscal

0
0
juabmz
19/1/2024 13:17

Lo lamento, pero si entiendo algo que me maten...

0
0
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas e intercambio de misiles entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Madrid
Movimiento republicano Miles de personas claman en Madrid contra la monarquía y por la República
En el 11 aniversario de la proclamación de Felipe VI, una marcha unitaria reclama que este reinado sea el último de España.
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.

Últimas

Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Más noticias
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.
Argentina
Extrema derecha La motosierra de Milei se ceba con los hospitales públicos y las personas con discapacidad
Los recortes del Gobierno afectan al Hospital Garrahan, un centro de alta complejidad, referente pediátrico nacional y latinoamericano, y también a los recursos de las personas con discapacidad, a los que el ejecutivo califica de “idiotas”.

Recomendadas

Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.
Derecho a la vivienda
Jaime Palomera “La vivienda necesita una revolución”
Investigador y uno de los fundadores del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera presenta ‘El secuestro de la vivienda’, un libro sobre el juego amañado en el que los propietarios son cada vez más ricos y los inquilinos cada vez más pobres.
Redes sociales
Industria editorial Escritores fantasma: así trabajan los auténticos autores de los libros de éxito que publican los ‘influencers’
Detrás de cada libro firmado por un ‘influencer’ hay otra persona que ha trabajado a destajo para entregar a tiempo un texto en el que su nombre no aparece por ninguna parte y que, además, ha tenido que renunciar a sus derechos como autor.
Brasil
Extrema derecha Arte en tiempos de fascismo: cuando enseñar a Goya y Rubens le cuesta el puesto a un profesor
Una clase de Historia en la escuela municipal en una localidad del Estado de São Paulo desemboca en acusaciones contra el profesor y una campaña de difamaciones que encabeza el concejal de educación de la zona, de la extrema derecha bolsonarista.