Opinión socias
Una guía tendenciosa
Osakidetza, es decir, el sistema sanitario público del País Vasco, ha editado una “Guía para acompañar en los últimos días” dirigida tanto a la persona que se encuentra en esa situación como a quienes la acompañan y la cuidan.
La Guía en cuestión debe ser retirada y corregida porque su contenido no responde a las mínimas condiciones que tiene que respetar una publicación que emana de una institución pública. En concreto, el título de uno de los apartados de la guía es “Cuidando el cuerpo y el alma”, representa una concepción de la persona que nada tiene que ver con el carácter no confesional que se le exige a Osakidetza. En efecto, la supuesta constitución de cuerpo y alma en absoluto es una idea compartida por toda la sociedad ni reconocida científicamente, sino que remite, más bien, a una visión religiosa de la realidad humana que, en todo caso, pertenece al ámbito privado, pero de ninguna manera al público.
Además de lo anterior, al informar sobre el posible contenido del Documento de Voluntades Anticipadas, la Guía ignora por completo la opción legal de solicitar la eutanasia, que tienen todas las personas que se hallan en el final de su vivir, además de los cuidados paliativos y la sedación terminal, que son las únicas opciones que recoge la Guía. Un documento que emana de una institución pública debe recoger todas las opciones que existen, sin pretender influir en las personas a las que se dirige intentando inclinar su decisión hacia una de ellas, como claramente se hace en esta guía.
Y no solo ignora la existencia de la eutanasia como opción legal y legítima, sino que en el apartado titulado “Mitos y realidades”, cuando pretende aclarar en qué consiste la sedación paliativa, dice lo siguiente: “No equivale a eutanasia. La sedación paliativa respeta la vida y no busca acortar ni prolongar el proceso de morir”. Si se trata de verdadero respeto hacia la vida humana, es indudable que en absoluto es patrimonio de la sedación paliativa ni, por tanto, es lo que la distingue de la eutanasia, porque ésta no sólo la respeta, sino que es, además, la única opción que realmente lo hace ya que puede ser solicitada legalmente por las propias personas -que son las verdaderas dueñas de su vida-, mientras que la sedación paliativa está en manos del personal médico que las trata.
Esperemos que estas consideraciones sean tenidas en cuenta por las personas responsables de Osakidetza y que la guía en cuestión sea corregida eliminando los errores aquí expresados.
Julen Goñi. Profesor de Filosofía.
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