Opinión socias
Privatizando el beneficio socializamos la derrota


Hemos entrado en el bucle perfecto, hace tiempo pero cada vez se acentúa más. En el sueño húmedo del liberalismo capitalista, todo se privatiza, desde el agua hasta la sanidad, dos conquistas sociales descomunales que han construido un mundo mejor en el que vivir y que a veces, o a menudo, hay gente que siempre, se les olvida apreciarlas como se merecen. Especificando, lo que realmente pasa, y no es por estropearles el sueño meloso, es que lo privatizado es concretamente el beneficio. Por lo que sea, la perdida, el perjuicio, el deficit… son problemas que debemos afrontar socialmente, y para eso el liberalismo no tiene soluciones y ni siquiera le importa buscarlas. Ellos dicen sacándose las responsabilidades de encima: para eso ya están los gobiernos a los que votamos. Estos poco o nada pueden o quieren hacer por revertir la paradoja. El objetivo de la empresas hoy no es funcionar, sino que unos pocos ganen mucho dinero a costa de los trabajadores, los costes de producción, el medio ambiente, los lugares donde se instalan, etc. Entonces por lo que se ve el bucle pérfido y mentiroso, necesita colaborador@s necesarios.
¿Qué pasa con el agua?, el bien más preciado. No damos importancia abrir el grifo y poder beberla, somos un@s niñ@s cursis a los que da asco tomarla directamente y necesitamos que nos las hayan embotellado antes en un plástico pernicioso para la sociedad y la tierra en su conjunto, para que nos dignemos a considerarla potable a un precio desorbitado. Nos la han vendido muy bien, con propiedades sobrenaturales, que si de mineralizaron débil, una falacia, cuando científicamente se sabe que el agua dura es más sana en general porque aporta magnesio y calcio, por lo tanto hidrata más, que si no tiene cloro y por eso es mejor, otra mentira, y podemos seguir, todos los análisis lo demuestran, el agua embotellada no tiene ninguna ventaja, posee más microplásticos, permanece dentro de un envase de este material durante el suficiente tiempo, transportado en camiones que pueden alcanzar los sesenta grados o más al sol aunque luego tu te la quieras beber fresquita porque el agua caliente no te gusta, y esta es otra, el agua se envasa desde grifos y tuberías como la de tu casa, en muchos casos, en las mas baratas, grifos de agua de ciudad, y en otros desde grifos y tuberías de supuestos manantiales prístinos. El marketing hace milagros, transforma cualquier mierda en producto. El beneficio que produce este agua a unos pocos como siempre es inmenso. El litro de agua del grifo de media cuesta 0,0019 al consumidor, aunque su coste es mayor, está subvencionada por dinero publico salido de los impuestos, nadie por tanto gana mucho dinero. Mientras el agua embotellada aunque tiene un amplio rango, no suele bajar de 0,30 euros, que obviamente no pagas por el agua sino por el envoltorio, transporte, sueldos y el amplio beneficio empresarial. Se estima que a un@ ciudadan@ paga 800 euros de media al año beber agua embotellada. Un negocio muy rentable cuyo beneficio está privatizado pero todos los perjuicios medio ambientales y de salud están colectivizados.
Las empresas que venden un bien, un producto de consumo, una experiencia, deberían ser responsables a tiempo completo de la calidad y de que el producto sea optimo y si pudiera ser, que no fuese malo para la salud, eso sería la repanocha, pero además, e igual de importante, se les debería obligar por ley a que su responsabilidad se extienda a todo el paquete que tu compras, si ellos te venden un agua dentro de una botella, la botella está incluida, el perjuicio que provoca deben solucionarlo ellos o al menos implicarse en su parte de responsabilidad, y si lo que vendieran produjera problemas de salud lo mismo, como el tabaco, las bebidas azucaradas, el alcohol…. Y por ende los poderes públicos tendrían que promover en serio la educación para la salud física, psíquica, y medioambiental, y no dejarla en manos de las empresas que quieren únicamente vender al máximo sus productos, a no ser que los poderes públicos trabajen para el sector privado que es lo que parece que está ocurriendo, en unos lugares más que en otros, es verdad.
En Andalucía, que es donde vivo, es palmario el empuje a lo privado con dinero sacado de los impuestos que se está perpetrando, todos los motores económicos son subvencionados con ese dinero de todos, pero no revierte en una población con una tasa de desigualdad de las mayores de España, y con barrios en Málaga y Sevilla y algún lugar más, de los más pobres de Europa. Con un turismo que dan pingues beneficios a algunos pero que esquilma el agua, el medio ambiente en general, hace subir el precio de la vivienda y deja a una población periférica en umbrales de pobreza extrema. No revierte para nada el dinero publico inyectado a promocionar el turismo en el buen funcionamiento de la sociedad.
Ese sueño húmedo no es sostenible, esa palabra tan de moda hoy(sostenible), sinónima de jabón que limpia todo. El sistema no lo es porque lo publico, el agua, el aire, el medio ambiente, no son sustituibles por objetos ni bienes privados, la tierra es finita aunque nos parezca muy grande, no nos pertenece aunque la parcelemos y le pongamos nombres a cada solar.
O socializamos el beneficio distribuyéndolo equitativamente, o cuando esos pocos lo tengan todo, o antes, habremos socializado la derrota como especie.
@lorenzoarabi
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