Por si no era suficiente con las pruebas ya existentes, el caso de Israel es la demostración más evidente de la necesidad de no perder la memoria de histórica.
En este caso, además, se da una circunstancia peculiar, algo parecido a lo que sucede con ciertas enfermedades neurodegenerativas en las que los pacientes recuerdan sucesos antiguos y olvidan los más recientes.
Y es que el gobierno judío (no sé si también el pueblo) recuerda perfectamente que hace quinientos años fueron expulsados de España y, en cambio, parecen olvidar quienes fueron los que masacraron a sus abuelos y padres.
Los que además niegan la existencia del Holocausto.
¿De verdad no son los judíos conscientes de esto? Tamaña ingenuidad sería enternecedora si no tuviera consecuencias tan terribles.
¿De verdad no ven, los judíos, que quienes los jalean, los azuzan, los arman... son los mismos que hace 80 años los metían en las cámaras de gas?
¿De verdad creen que ahora son sus más ardientes defensores?
¿No recuerdan los judíos lo que les hicieron los nazis?. Y no digo los alemanes, porque fueron los nazis...
¿Y ni siquiera ven las semejanzas entre lo que hicieron los nazis con su pueblo y lo que ellos están haciendo con el pueblo palestino?
Resulta curioso observar como un pueblo, el judío, que había obtenido la mayor simpatía, cariño, respeto y apoyo no solo entre los gobiernos, sino y principalmente, entre la mayor parte de la ciudadanía de todos los países está dilapidando ese capital, sin duda, el más preciado para un pueblo. Sin darse cuenta que esos sentimientos positivos se están transformando en odio y desprecio hacia ellos y sus reivindicaciones.
Y es que el estado de Israel ha estado evolucionando desde hace décadas hasta su conversión en un estado fascista, colonialista y genocida.
Y, ¿realmente creen, que con el genocidio del pueblo palestino habrán acabado con sus enemigos?. Por el contrario, es evidente, que el número de sus enemigos está aumentando día a día.
Este hecho, a la larga, tiene consecuencias... ya lo dice el refrán: “quién siembra vientos, recoge tempestades”.
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