Recibimiento de Felipe VI al emir de Qatar
Recibimiento de Felipe VI al emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, en mayo de 2022. Foto: Casa Real.

Mundial Qatar
Cuando el fútbol se lo comió todo, Qatar descansó y celebró

Mientras la FIFA trataba de contrarrestar las críticas, Qatar seguía con la misma estrategia que utilizó desde el momento en que se confirmó que sería anfitrión de este Mundial: le bastaba con paliar las críticas a base de dinero, cambiar alguna ley para decirle al mundo que estaban en el buen camino y resistir. Resistir porque sabían que, cuando la pelota echara a rodar, se callarían las críticas.

Pocos días antes del inicio del Mundial, la FIFA envió una carta a todas las federaciones participantes recomendándoles dejar a un lado cualquier manifestación política y centrarse en la competición deportiva. Al mismo tiempo, su presidente, Gianni Infantino, cuestionó la moralidad y la historia de los países europeos. Era su respuesta a las críticas que venían recibiendo tanto el órgano regulador del fútbol como el propio país anfitrión. También, la evidencia de la preocupación que había dentro de la FIFA por el prestigio del torneo que es su principal fuente de ingresos.

Lo cierto es que, a medida que se acercaba el inicio del Mundial, se extendían las críticas alrededor de la elección de Qatar como anfitrión, de todo lo que hizo su gobierno para lograrlo, dentro y fuera de la ley, y de la calamitosa situación de los derechos humanos y laborales en el país. Se ha convertido así en uno de los mundiales más politizados de la historia, pero mientras la FIFA trataba de contrarrestar las críticas, Qatar seguía con la misma estrategia que utilizó desde el momento en que se confirmó que sería anfitrión de este Mundial. Con el respaldo inquebrantable de Infantino, le bastaba con paliar las críticas a base de dinero, cambiar alguna ley para decirle al mundo que estaban en el buen camino y resistir. Resistir porque sabían que, cuando la pelota echara a rodar, se callarían las críticas.

Qatar vs Europa

Y la pelota echó a rodar, pero las críticas seguían presentes. La BBC renunció a retransmitir la ceremonia de inauguración del torneo y no tardó en iniciarse la batalla de los símbolos. Ante el anuncio de que varias selecciones lucirían un brazalete reivindicando los derechos del colectivo LGTBI+, la organización amenazó con sancionar con una tarjeta amarilla a los capitanes que lo lucieran y fue suficiente para echar la protesta por tierra. Sí lo lució en el césped del estadio qatarí la exfutbolista y comentarista de la BBC Alex Scott. En el palco, sentada al lado de Infantino, lo lució también la ministra de interior alemana, mientras los jugadores de su selección se tapaban la boca al hacerse la protocolaria foto de equipo. Todo entraba dentro de la campaña de algunos países europeos por la falta de derechos en Qatar, que incluía una representación diplomática de perfil bajo, sin la presencia de presidentes de gobierno. Otros, con España a la cabeza, respaldaron a la organización y la selección estuvo representada en su estreno por el jefe de Estado, Felipe VI. La misma actitud que ha mantenido la federación cuando la Supercopa se ha disputado en Arabía Saudí.

La contracara de esta campaña revela la implicación de los Estados europeos en la organización del Mundial, iniciada desde la reunión en el Elíseo entre Sarkozy, Platini y las autoridades qataríes y que resultó fundamental para que el pequeño país fuera elegido como sede de la competición. Después, como señaló Jaume Portell en El Salto, varias empresas europeas, entre las que están españolas como el BBVA, Santander, OHL o Sacyr, se beneficiaron de importantes contratos en la construcción y financiación del Mundial.

Diplomacia mundialista

A pesar de la implicación de numerosas empresas europeas, las críticas de la prensa despertaban preocupación, principalmente dentro de la FIFA, organización en la que el peso de los representantes del viejo continente es considerable. Dentro del gobierno catarí, por el contrario, están más acostumbrados a lidiar con las críticas a la falta de derechos humanos y la apuesta por el Mundial iba encaminada a consolidarse como un país poderoso, referente en la región. Así, en la ceremonia de inauguración, el emir de Qatar se permitió sentar a su lado al príncipe saudí, Mohamed Bin Salman, otro de los mandatarios más criticados en los medios occidentales y lució una bandera saudí en la histórica victoria de la selección árabe frente a Argentina. Al mismo tiempo, ejercía de buen anfitrión e impulsaba el apretón de manos entre dos enemigos regionales como el presidente de Turquía, Erdogan, y el de Egipto, al-Sissi. Pura diplomacia mundialista.

Qatar evidenciaba que la campaña de críticas no ha dejado de tener un carácter simbólico. En plena competición, Qatar anunció un importante acuerdo para vender gas licuado a la empresa china Sinopec y, unos días más tarde, se anunciaba un acuerdo similar para suministrar gas licuado a Alemania. Al mismo tiempo, el gobierno de Estados Unidos aprobaba la venta de armas a Qatar por valor de mil millones de dólares.

Era una nueva confirmación de que las críticas al Mundial habían llegado demasiado tarde y apenas se habían circunscrito al ámbito de la prensa. Demasiado poco como para hacer mella en un país anfitrión que ejerce una creciente influencia internacional gracias a sus grandes reservas de gas y petroleo. Qatar se sentía cada vez más segura y reconoció el fallecimiento de entre 400 y 500 trabajadores en los preparativos para el torneo, lejos de la cifra oficial de tres muertes admitida hasta entonces y muy lejos de los 6.500 denunciados un año atrás por The Guardian.

Globalización
Mundial de fútbol Todo el mundo en manos de Qatar
Omnipresente en los mercados y multimillonaria por el gas, la dinastía Al Thani celebra una Copa del Mundo para su mayor gloria y acepta cambios cosméticos para sortear las críticas por la homofobia de sus leyes, su sistema patriarcal y las prácticas laborales de semiesclavitud que sirvieron para construir las infraestructuras del Mundial.

Las condiciones de los trabajadores extranjeros contratados para la construcción de las diferentes instalaciones del Mundial habían sido uno de los aspectos más polémicos. Sin embargo, una vez iniciado el torneo y con miles de enviados especiales en el país, fueron contados los que quisieron comprobar cuáles eran exactamente esas condiciones. Quienes se acercaron a Asia Town, el barrio a las afueras de Doha en el que viven muchos de esos trabajadores, fueron testigos de un lugar alejado del lujo que ha tratado de mostrar la organización. Habitada por trabajadores, todos hombres, viviendo en casas colectivas de entre cuatro y 12 personas que son las que les permite pagar su salario de alrededor de 400 euros. La presencia del Mundial en Asia Town se vive únicamente a través de la pantalla gigante instalada en el campo de cricket para que puedan seguir los partidos.

El Mundial global

Mientras tanto, el balón seguía rodando y atrayendo, cada vez más, los focos de los medios de comunicación. La selección de Irán adquirió protagonismo cuando los jugadores decidieron no cantar el himno de su país en protesta por la represión ejercida sobre la población en las revueltas iniciadas tras el asesinato de la joven Mahsa Amini. Una de las víctimas de la represión es el futbolista Amir Nasr-Azadani, condenado a muerte por apoyar las protestas en favor de los derechos de las mujeres en su país, según confirmó la Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (FIFPRO). Las consecuencias de las guerras de los Balcanes volvieron a hacerse presentes cuando Serbia se enfrentó a una selección suiza en la que formaban varios jugadores de origen albanés. También cuando la afición croata mostró una pancarta muy ofensiva contra el portero de Canadá, Milan Borjan, cuya familia huyó de Krajina tras la entrada del ejército croata.

El Mundial será recordado por la actuación de Messi y por una final para la historia y esa es la mejor noticia para los organizadores. Por eso el deporte es una herramienta tan potente y por eso son tantos los que quieren exprimirlo

Y la gran sorpresa de este Mundial, la selección de Marruecos, se ha convertido en la defensora del orgullo de África y de los países árabes, tras eliminar a Bélgica y España, dos de los países a los que más ha emigrado su población, y caer en semifinales ante Francia, su antigua metrópoli. Infantino debió de revolverse en su asiento al ver a los jugadores marroquíes en el césped ondeando la bandera palestina, en un gesto muy aplaudido en los países árabes. Habría sido un buen momento también para que alguno de esos jugadores hubiera recordado el olvido al que se ha reducido la causa del pueblo saharaui, porque, por más que la FIFA trate de evitarlo, el Mundial es un gran altavoz que puede poner en primer plano causas que parecen olvidadas.

La corrupción una vez más

Y cuando Modric, Messi o Mbappe habían absorbido todo el protagonismo de la competición, la corrupción alrededor del Mundial volvió a saltar al primer plano informativo. Sin embargo, esta vez el terremoto no se produjo en Qatar; se trataba más bien de una réplica con epicentro en el corazón de la Unión Europea, porque la policía belga detuvo a la vicepresidenta del Parlamento Europeo, la griega Eva Kaili, acusada de recibir sobornos a cambio de mejorar la imagen de Qatar ante la UE. Una investigación que implica también al gobierno de Marruecos y a otros seis eurodiputados y que amenaza con dar todavía algún coletazo más.

En pleno Mundial, la tantas veces denunciada corrupción que rodea al gobierno catarí terminaba ensuciando el prestigio de las instituciones europeas, en un final de guion insospechado para una competición que ha venido arrastrando lodo desde hace 12 años. Por el camino ha quedado buena parte del prestigio de la FIFA, además de toda una generación de dirigentes que terminaron detenidos o se vieron obligados a dimitir. El país que generó toda la trama, en cambio, ha sobrevivido indemne. Corrompieron a quien hizo falta y resistieron con el apoyo fundamental, primero de Blatter y luego de Infantino. Llegado el momento, han agasajado a sus invitados, han mostrado la mejor cara del país y han ocultado la más siniestra. Porque, al final, como dijo el músico argentino León Gieco, el fútbol se lo comió todo y entonces, Qatar dejó que fueran los futbolistas quienes mostraran la mejor cara del país. El Mundial será recordado por la actuación de Messi y por una final para la historia y esa es la mejor noticia para los organizadores. Por eso el deporte es una herramienta tan potente y por eso son tantos los que quieren exprimirlo.


Archivado en: Mundial Qatar
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Fútbol a este lado
Héroes del yo
Precisamente porque nos gusta —y eso es difícil de cambiar—, debería dolernos dónde está este deporte. Cómo nos obliga a comulgar con ruedas de molino. A hacer de tripas corazón.
Qatar
País Vasco Las empresas vascas que construyen las ciudades del futuro de la dictadura qatarí
El sector empresarial por el que pasean, puertas giratorias mediante, importantes nombres de la casta política del oasis vasco, guarda estrechos lazos con las autoridades qataríes desde hace más de una década. Varias firmas y representantes vascos se han convertido en corresponsables del torneo de fútbol que se recordará por todo aquello que no tiene nada que ver con un balón.
Parlamento Europeo
Parlamento Europeo El escándalo de los gasodólares de Qatar provoca la dimisión de una vicepresidenta
La investigación policial sobre presuntos sobornos alrededor del Parlamento Europeo se cobra el cargo de la eurodiputada Eva Kaili. Qatar lo niega todo.
#96643
21/12/2022 15:36

Valoramos un tipo de éxito asociado al dinero, al poder, a la posesión de bienes materiales, al disfrute de lujos al alcance de pocas personas... Adoramos figuras que siguen ese patrón y envidiamos sus vidas (o lo que vemos de ellas en redes sociales), queremos copiarles, gastamos un dineral en billetes de lotería para lograr ese sueño. Esa es la sociedad en la que vivimos, no debe sorprendernos nada de lo que, tan certeramente, se expone en este magnífico artículo.

Quiero aprovechar para dar las gracias a El Salto por no hacer publicidad de este mundial mientras duró. Me siento orgullosa de colaborar -aunque sea un poco- con un medio honesto y con valores firmes.

0
0
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Amazonía
Caso Chevron Pablo Fajardo: “Sacrificaron la Amazonía y la vida de la gente por racismo y por la ganancia económica”
El activista y abogado Pablo Fajardo fue elegido hace casi 20 años por la Unión de Afectados por Texaco para el juicio más importante contra la petrolera Chevron. Dos décadas después sigue luchando por la justicia ambiental y social en Ecuador.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
La vida y ya
La vida y ya Ya no sé quién vive en el primero
El barrio se ha transformado tanto que pueden pasar semanas sin ver por la calle una sola cara conocida porque los vecinos han sido sustituidos por turistas.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Análisis
Análisis Rojava en peligro
Las intenciones de Turquía en Siria ponen en peligro no solo la Administración Democrática Autónoma del Norte y Este de Siria (AADNES) sino también la convivencia del resto de minorías presentes en el país.
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.

Últimas

Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.
Música
Música Un coro para homenajear las luchas obreras: “La canción protesta del pasado es historia viva”
El coro de canción protesta de Madrid nació para rescatar del pasado las tonadas de la lucha obrera y ponerlas al servicio de distintos activismos en el presente.

Recomendadas

Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.