Militarismo
¿Las chicas son guerreras?

Para atraer el talento femenino a la causa otanista, sus portavoces han tirado del esencialismo de género más primitivo, basado en la idea de que las mujeres somos pacíficas por naturaleza.
Margarita Robles Congreso
Margarita Robles en el Congreso de los Diputados el 27 de abril de 2022. No CC. Dani Gago

“We Can Do it!”. Rosie the Riveter, o la Remachadora, lleva 70 años mirándonos desde su famoso cartel, mil veces versionado en manifestaciones, pegatinas y camisetas. En él, Rosie, con los brazos arremangados, puño firme y mono de trabajo, conminaba a las mujeres estadounidenses a unirse al esfuerzo de guerra. ¡Podemos hacerlo! Las rosies de la época levantaron fábricas, hospitales y retaguardias con su trabajo, sosteniendo ciudades y economías nacionales. Concluida la guerra, ya no eran necesarias y fueron enviadas de vuelta a casa a parir hijos, consolar veteranos y apuntalar, con su pizpireta sonrisa de pin-ups, la edad de oro del capitalismo norteamericano.

Una vez allí, en la triste posguerra de su cocina, a muchas les sobrevino lo que Betty Friedan denominó “el problema que no tiene nombre”, pero vaya si lo tenía, aunque no era el mismo para todas. Las Rosies habían entendido los límites de su emancipación, y se les había quedado corta. bell hooks las definió como amas de casa blancas y de clase media aburridas, hartas del tiempo libre, del hastío del hogar, de los pastelitos, de criar niños; la vida —se decían— debía ser algo más que eso. El problema era que la muy comprensible frustración de esas Rosies que salvaron el mundo libre no hablaba —ni quería hacerlo— de las otras víctimas colaterales: las que no tenían ni tiempo para aburrirse, ni perro, ni jardín, ni aspiraciones universitarias; las racializadas bajo las políticas segregacionistas, las que luchaban en las guerras de independencia y descolonización, las que seguían, temerosas, en los armarios.

Cuando llegó Vietnam ya no hicieron falta Rosies: la industria militar estadounidense se había sofisticado, desarrollado y diversificado en lo que fue una de sus décadas más prósperas, con contratos públicos millonarios que salieron a la luz gracias la efervescencia social de los movimientos antiguerra y al esfuerzo activista de organizaciones como NARNIC.

Margarita Robles vuelve a invocar el ‘We Can Do it’ en el nombre de la paz, la igualdad y la seguridad

Pese a la derrota —o precisamente por ella—, el arsenal militar no cayó en saco roto y Centroamérica y el Golfo se convertirían en el terreno para seguir minando, nunca mejor dicho, la tierra de armas, y así hasta hoy. Más de 260.000 norteamericanas sirvieron en la guerra de Vietnam, la gran mayoría, como voluntarias en labores de enfermería. En contraste con esas hippies ingratas, pacifistas y amigas del amor libre, las chicas del ejército encarnaban la feminidad, la nación, el orden y el hogar que tanto necesitaban los héroes en las trincheras. Las “donut dollies”, por ejemplo, fueron un cuerpo específico de mujeres enviadas por la Cruz Roja americana a la selva vietnamita para jugar al ping-pong y al póker con las tropas y aliviar así las horas de tedio entre asaltos. Aunque al menos ellos se libraron —no como en la Guerra del Golfo— de que les cantara Marta Sánchez.

Feminismos
8M 2022 Feminismo contra la guerra en la guerra contra el feminismo
¿Qué papel queremos jugar en esta escalada de violencia y de sufrimiento, que, como siempre, golpea con fuerza a las mismas, más allá de los tratados y de las fronteras?

Recién terminada la Cumbre de la OTAN en Madrid, y mientras aún digerimos sus conclusiones, Margarita Robles vuelve a invocar el ‘We Can Do it’ en el nombre de la paz, la igualdad y la seguridad. “Más mujeres en el sector militar nos hace ser más seguros”, afirma la ministra. Chicas, la industria de guerra nos necesita, quizá no como Rosies o como Dollies, pero sí, seguro, como engranajes de un mundo en creciente militarización. Pero ¿por qué? Legitimación social y carne para la picadora. Siguiendo la lógica tramposa de estos últimos días, a la paz llegaremos con más gasto militar; la emergencia climática la combatiremos con más tanques y drones; y la desigualdad se erradicará con más mujeres sirviendo en los ejércitos.

Resulta osado afirmar que cuando se “feminizan” las estructuras militares, esto se relacione directamente con mayores tasas de democracia, de igualdad o de progreso social

Sin embargo, la carrera militar no parece un destino atractivo para muchas: el número de mujeres que se alistaron a los ejércitos de los Estados miembro de la OTAN se ha estancado en los últimos años tras el “subidón” de finales de los 90, y el último informe al respecto advertía del descenso en el número de mujeres reclutas o candidatas a unirse a las fuerzas armadas. La media de presencia femenina en los ejércitos de la Alianza era del 12% en 2019, y apenas llega al 7% en las misiones propias de la organización. Por Estados, los datos son muy variables: hay muy pocas mujeres militares en Turquía —no llegan al 0,3%— o en Polonia —6%—, países donde se vulneran sistemáticamente los derechos de las mujeres y la población LGTBI. Pero sus números no son muy diferentes a los de Italia, Dinamarca o Luxemburgo. Entre los ejércitos más feminizados están, sin embargo, Hungría —20%—, Grecia o Estados Unidos. Resulta, pues, osado afirmar que cuando se “feminizan” las estructuras militares, esto se relacione directamente con mayores tasas de democracia, de igualdad o de progreso social. De hecho, las militares de la OTAN no se concentran en los ejércitos del Aire o la Marina, sino en tareas relacionadas con los ejércitos de Tierra y su logística, en áreas como la legal, la sanitaria, la gestión de personal o los asuntos públicos. Apenas hay un 3% de pilotos y un 5% de infantería femenina de media, y ni siquiera el 1% llega a los cuatro rangos superiores de los empleos y divisas militares —capitanas, generales o tenientes, para entendernos—.

Quizá esa falta de paridad sea en este caso algo de lo que sentirnos orgullosas, teniendo en cuenta el historial de la alianza. Todos los jefes de sus comandos estratégicos son hombres. También lo son 25 de sus 30 representantes permanentes y absolutamente todos y cada uno de sus representantes militares. La OTAN ha puesto tradicionalmente muy poco esfuerzo en ponerse las corbatas violeta y arcoíris, pero si quiere relegitimarse, deberá asumir también esa agenda adaptándola con tino a la medida de sus planes, aunque sea en sus mínimos más liberales. Para ello, en 2021, la alianza lanzó su Plan de Acción sobre Mujer, Paz y Seguridad, basado en tres ejes: inclusión, integridad e integración. Detrás de esas tres palabras huecas, el plan se limita a un refrito de medidas de transversalidad de género empujadas por las resoluciones de Naciones Unidas en la materia, y con escaso compromiso por parte de los Estados miembros para cumplirse con garantías. Aunque, de cumplirse, las cosas tampoco cambiarían demasiado.

Para atraer el talento femenino a la causa otanista, sus portavoces han tirado del esencialismo de género más primitivo, basado en la idea de que las mujeres somos pacíficas por naturaleza, seres de cuidado, amor y resiliencia (argh). Así, Boris Johnson afirmaba, en un alegato contra la masculinidad tóxica, que Putin no habría invadido Ucrania de haber sido una mujer. Viniendo de él, el chiste se hace solo. Por otro lado, la representante especial de la Alianza Atlántica para la Mujer, la Paz y la Seguridad, Irene Fellin, afirmaba asimismo que “las mujeres a veces son más pacíficas”. Se referiría Fellin al pacifismo que no incomoda, el que justifica sus intervenciones y nos mantiene mansas y serviles, y no al pacifismo militante, valiente y feminista que hemos visto criminalizado estos días en Madrid. En el matiz del “a veces” vemos implícito que habrá mujeres violentas a las que convertir en híbrida amenaza, como las kurdas, las saharauis, las activistas en su ejercicio del derecho a la protesta, o cualquiera que pretenda cruzar una frontera sin permiso para hacerlo.

Nosotras pensando que las señoras de la guerra venían de Washington y resulta que algunas de las más beligerantes nos han salido de las Teresianas de León

La “pax femenina” de la OTAN necesita verdugas, pero también víctimas. Margarita Robles afirmaba sin que le temblara la voz que un ejército con más mujeres evitaría las violaciones en los conflictos armados. Alguien dentro del gobierno más feminista de la historia debería explicar a la ministra que la violencia sexual en tiempo de guerra es algo mucho más complejo que un imaginario de salvadora blanca con crueles soldados violando indefensas civiles. Convendría también de paso recordarle que bajo esa misma justificación —“¿es que nadie va a pensar en las niñas?”— se intervino en Afganistán, y los resultados han sido un fracaso sin ambages en términos de igualdad. Ay, ministra, nosotras pensando que las señoras de la guerra venían de Washington y resulta que algunas de las más beligerantes nos han salido de las Teresianas de León.

No obstante, hay que agradecerle algo a la OTAN en su paso por Madrid, y es la claridad de su mensaje. No hay plan de acción, nota de prensa o mesa redonda que eclipse el machismo en acción que ha supuesto cada puesta en escena, cada foto, cada cita en la agenda de la cumbre. Y así, mientras ellos se repartían el mundo en ese secarral de malas ideas que es IFEMA, las “primes”, “plotus” y primeras damas eran relegadas a visitar La Granja, pasear por la calle Serrano, visitar alguna entidad benéfica y abrazar a algunos desfavorecidos, además de tener que cenar con Alejandro Sanz y Cayetana Martínez de Irujo. De no ser por el jamón, seguro que alguna hubiera preferido irse directamente la guerra.

Tan obvio como su machismo han sido el resto de sus objetivos. Aún así, hay quien siempre verá el vaso medio lleno: quienes decían sentir orgullo de ver Madrid convertida en Bienvenido Mr. Marshall, quienes se emocionaban por ver el Prado convertido en un salón de cenas, o quienes han aplaudido que la Casa Real recibiera con los honores correspondientes al marido homosexual del presidente luxemburgués en vez de lapidarle en la Plaza Mayor. Nos conformamos con poco, y por eso hasta cierta intelectualidad de la izquierda ha abrazado el “OTAN sí, bases, bueno, pues también” recordándonos que, como la Rosies de los 50, hay emancipaciones a la medida del jardín de nuestra casa. Pero tengamos la fiesta en paz: “La Bestia” de Biden —me refiero a la limusina— vuelve a casa tras entregarnos unos enemigos a los que odiar y unas amenazas a las que temer. Ahora, por fin, podemos dormir tranquilas.

Guerra en Ucrania
¡Ucrania! ¡Mujeres! ¡Guerra!
La dominación patriarcal estructural en toda la región ruso-ucraniana se ha apuntalado tras ocho años de guerra, y la migración y el refugio como violencias machistas también tienen que estar en el debate.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión España ya roza el 2,5% en gasto militar
Según el autor, investigador del Centre Delàs, el gasto militar real del Estado español será de 40.457 millones de euros y representará respecto al PIB el 2,48%. A esto se sumarán las inversiones comprometidas en programas de armamento.
Israel
Israel Nuevos contratos de compra de armamento a Israel tensan la situación del Gobierno
El incumplimiento del compromiso al “embargo total” por parte del PSOE deja críticas de Sumar y la opción de romper la coalición por parte de Izquierda Unida. El Ejecutivo asegura que está buscando la manera de rescindir el contrato.
Israel
España El Gobierno español vuelve a romper su compromiso de no comprar armas a Israel
El Ejecutivo de Pedro Sánchez adquiere armamento israelí por valor de 6,6 millones de euros a pesar de haberse comprometido a un “embargo total”.
Acaido
4/7/2022 21:53

Margarita Robles es una digna representante del utilitarismo neoliberal, lo cual es más penoso todavía teniendo en cuenta que no procede del mundo de la economía sino del de la justicia.

0
0
Nerea-chan
Nerea-chan
3/7/2022 10:50

Esto es lo del anillo de Mordor: puesto en el dedo de un hombre o una mujer: el mismo resultado: muerte y destrucción.

Si todos los diputados y diputadas se afeitaran la cabeza y fueran en pelotas, no distinguiríamos un sexo de otro.

0
0
Bea
3/7/2022 9:21

D interés. Lo has bordado.

0
0
Industria armamentística
Genocidio Las relaciones armamentísticas de España e Israel han sido “más lucrativas que nunca” desde octubre de 2023
Un informe del Centre Delàs señala diferencias significativas en las armas que España dice que ha vendido a Israel y las que Israel registra. Las empresas israelíes han firmado 46 contratos con las administraciones por más de mil millones.
República Dominicana
República Dominicana El Gobierno de Abinader desafía a la ONU expulsando mujeres embarazadas y recién paridas desde los hospitales
La campaña contra las migrantes haitianas del Gobierno de República Dominicana ha llegado a las maternidades. Decenas de mujeres embarazadas o con sus bebés en brazos han sufrido esta política.
Estados Unidos
Libertad de expresión Canadá recomienda al profesorado LGTBQ+ o crítico con Trump no viajar a Estados Unidos
Una circular de la Asociación Canadiense de Profesores Universitarios (CAUT) recomienda “encarecidamente” que el personal académico viaje a los EEUU “solo si es esencial y necesario”.
LGTBIAQ+
Extrema derecha “Todo por ser un hombre trans”: la pesadilla de un estudiante transgénero que quería estudiar en Berkeley
Este estudiante chocó contra las políticas tránsfobas de Donald Trump. Pese a los repetidos intentos, no pudo llegar a disfrutar de una beca en la prestigiosa Universidad de Berkeley que ya había sido concedida.
Violencia machista
Violencia machista Estadística del INE sobre violencia de género: disminuye un 5% en 2024 tras aumento histórico del 12% en 2023
En 2024 se registraron 34.684 mujeres víctimas de violencia de género correspondientes a los asuntos en los que se habían dictado medidas cautelares u órdenes de protección.
Represión
València Activistas valencianos por el derecho a la vivienda enfrentan penas de cárcel y miles de euros en sanciones
El movimiento de lucha vecinal contra la turistificación y la especulación inmobiliaria de Caixers, así como en el proyecto de vivienda conocido como La Peseta, denuncian el hostigamiento represivo.
Catalunya
Acción directa Las Sublevaciones de la Tierra francesas llegan a Catalunya: “Necesitamos una forma nueva de luchar”
Una acampada de tres días y una acción simbólica han sido el pistoletazo de salida de Revoltes de la Terra. La organización ha sido capaz de unir a ecologistas de campo, de ciudad y campesinado en una dinámica de lucha “nueva”.

Últimas

Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.
Madrid
Derecho a la vivienda Izquierda parlamentaria y organizaciones sociales reclaman medidas para acabar con el racismo inmobiliario
Una proposición no de ley ha sido registrada en el Congreso para solicitar al Gobierno que actúe contra las prácticas discriminatorias contra personas migrantes a la hora de acceder a una vivienda.
Más noticias
Alemania
Alemania Friedrich Merz es elegido canciller alemán por la gran coalición tras una jornada de suspense
El nuevo canciller alemán supera una votación extraordinaria tras un sonoro fracaso en su primer intento. Los conservadores gobernarán con el partido socialdemócrata.
Israel
Israel Netanyahu acelera los planes de ocupación total de una Gaza diezmada por el hambre
El ejército israelí quiere movilizar a 30.000 reservistas para una nueva expansión de la ofensiva sobre Gaza. Las organizaciones dependientes de la ONU alertan de la hambruna y las enfermedades en un enclave en el que escasea el agua potable.
Ley de Extranjería
El Salto Radio El laberinto de la ley de extranjería y la ILP Regularización Ya
La abogada antirracista Florencia Brizuela y la escritora Vivi Alfonsín cuestionan la existencia de la Ley de Extranjería y analizamos en qué punto está la ILP que regularizaría a 500.000 personas.

Recomendadas

Alemania
Alemania Ines Schwerdtner: “Los conservadores tienen esta estrategia de normalizar la AfD, pero eso ha salido muy mal”
De profesión periodista, Ines Schwerdtner ha sido una de las responsables del ascenso de Die Linke, un partido que pasó de no aparecer en las encuestas a superar el 8% en las elecciones de febrero.
Tren de alta velocidad
Problemas ferroviarios Llegar a tu casa a las cuatro de la madrugada o cómo pasar la tarde del domingo atrapados en un tren
La línea de Iryo Sevilla-Madrid Puerta de Atocha fue uno de los 30 trenes afectados por las fuertes demoras. Su llegada, programada a las 20:50hrs, se produjo a las 3:05hrs de la madrugada sin apenas haber dado información a sus viajeros