Migración
Enfrentar el covid-19 cuando no puedes parar ni confinarte

El pasado verano Ana, una trabajadora migrante en situación irregular, tuvo que elegir entre seguir trabajando a pesar de la sospecha de contagio de covid-19 o arriesgarse a perder su empleo en una casa y con él los únicos ingresos de su familia. 

Calle de Usera
Dos mujeres caminan por una estrecha acera en un barrio del sur de la capital. Olmo Calvo
29 oct 2020 06:06

“Si hoy alguien me dice que fui negligente, le respondo que sí: lo fui por necesidad. Yo tengo que salir cada día a la calle a buscarme la vida porque tengo dos hijas y dos personas mayores a mi cargo”. Estas son las palabras de Ana (nombre ficticio): una mujer inmigrante y sin papeles que se contagió de covid-19 el pasado mes de agosto. Las dificultades económicas en casa la obligaron a seguir trabajando hasta el mismo día que conoció los resultados.

Ana convive con otras once personas, también en situación irregular, en un piso ubicado en el distrito madrileño de Puente de Vallecas: “Una persona, con un contrato laboral, nos hizo el favor de prestarnos su nómina para que nos concedieran el alquiler. Este trámite nos costó más de 3.000 euros y por suerte conseguimos reunir todo el dinero”, manifiesta con alivio. El piso tiene tres habitaciones: “En una estamos mis hijas y yo, en las otras viven dos primas con sus pequeños y en el sofá cama del salón duermen mis padres. Así nos apañamos”, cuenta con resignación.

Todo empezó el miércoles 19 de agosto. Ese día Ana acudió a la casa de la mujer mayor a la que cuida y desarrolló su jornada laboral completa en perfectas condiciones. Sobre las siete de la tarde, cuando llegó a su piso, comenzaron los síntomas: fiebre alta y tos. Fue su prima la que la convenció para ir al hospital Gregorio Marañón: “Yo tenía miedo y mi prima me acompañó hasta el hospital. Cuando llegué me hicieron la PCR y pasé toda la madrugada allí hasta las ocho de la mañana. Ellos me dijeron que me confinara en casa y que ya me llamarían para darme los resultados”. Después de una larga noche Ana reconoce que fue a su piso a cambiarse de ropa, pero no se quedó en confinada como la habían recomendado: “Me fui a trabajar”.

“Estaba tendiendo la ropa en el trabajo cuando me llaman del hospital y me dicen que he dado positivo por covid-19. En ese momento, yo no sabía qué hacer porque la señora a la que cuido tiene 93 años”

A eso de las diez de la mañana del jueves sonó el teléfono móvil y las malas noticias se confirmaron: “Estaba tendiendo la ropa en el trabajo cuando me llaman del hospital y me dicen que he dado positivo por covid-19. En ese momento, yo no sabía qué hacer porque la señora a la que cuido tiene 93 años. Me dije, ¡Dios mío, qué hago! Entonces hablé con su hija y le dije que una de mis hijas se encontraba mal y aceptó que me marchase”.

- ¿Se lo has contado a la señora que cuidas?
- No. Nunca se lo contaré. Yo siento que estoy defraudando su confianza, pero, a veces, la gente es negligente por necesidad y yo soy una de ellas.
Inmediatamente, tras salir del trabajo, Ana se fue directa al Centro de Salud Nueva Numancia. “Yo nunca he ido a un ambulatorio en Madrid porque no tengo tarjeta sanitaria. Aun así, fui y allí me trataron muy mal. Yo no quería un tratamiento especial, lo que necesitaba era un aliento de fuerza porque me sentía mal tanto de salud como emocionalmente”, recuerda con dolor.

Posteriormente, el personal sanitario de este centro de salud la destinó al Centro de Servicios Sociales Ramón Pérez de Ayala. Ana le explicó a una asistenta social su situación y le pidió si alguien la podía habilitar un lugar para confinarse por miedo a contagiar al resto de su familia, pero aquí tampoco tuvo suerte: “Yo lloraba y les decía que me ayudasen, aunque solo fuese por humanidad”.

La noche se acercaba y las soluciones no llegaban: “A las siete de la tarde, cansada de ir de un sitio para otro, me senté en el banco de un parque sola y desesperada por el temor a contagiar a mis niñas. Llamé a todos los números de teléfono habidos y por haber y nadie me dio una respuesta. Entonces, decidí irme a casa”.

“Mi vida no me importaba”

Una vez en casa, había que organizarse: Ana se aisló en su habitación y sus dos hijas se trasladaron al salón con los abuelos. Al día siguiente, Ana pidió a una de sus primas que llevara a las niñas al hospital para que se hicieran la PCR. La situación se agravó cuando los test de las dos menores salieron positivos. Esto fue un golpe muy duro: “No paraba de llorar porque como madre eso es un dolor horrible. A mí, en ese momento, mi vida no me importaba”.

Las niñas y la madre se confinaron en la habitación y su abuelo, encargado de llevarles la comida, se contagió en una de estas incursiones. Las malas noticias continuaron y en los siguientes días la enfermedad se había expandido por toda la casa infectando a los doce miembros.

Las niñas y la madre se confinaron en la habitación y su abuelo, encargado de llevarles la comida, se contagió en una de estas incursiones. En los siguientes días la enfermedad se había expandido por toda la casa 

Poco a poco se han ido recuperando y aquellos duros momentos  ya forman parte del pasado. Aunque, a día de hoy, la hija menor sigue dando positivo en los test: “El pediatra me dice que ella ya no puede contagiar a otras personas, pero que el virus continúa dentro de su cuerpo y, por esto, debe de seguir confinada”.

Después de estas duras semanas, Ana asegura emocionada que esos días se sintió “sola y abandonada”. Aun así, no pierde la esperanza y sueña con legalizar su situación en España lo antes posible y convalidar sus estudios de Enfermería: “Hice tres años de Enfermería en la Universidad de Lima y me gustaría ejercer de ello en el futuro. He mandado el currículo a varios hospitales y centros médicos porque escuché que se necesitaban sanitarios. Me respondieron de una residencia, pero no me aceptaron porque no tengo papeles”.

Ana lleva tres años en España y ya está empadronada en Madrid, ahora necesita encontrar un empleador dispuesto a hacerle un contrato de al menos un año para regularizar su situación. Este requerimiento es el más complejo de conseguir debido a las duras condiciones impuestas en la Ley de Extranjería a los contratos laborales exigidos para demostrar el arraigo social. El Gobierno central se ha comprometido en varias ocasiones a flexibilizar esta exigencia que afecta a uno de los colectivos que más temporalidad sufre.

Una reciente investigación elaborada por Fundación porCausa y la Universidad Carlos III de Madrid cifra las personas en situación irregular en España, en el año 2019, entre 390.000 y 470.000. Es decir, esto supone alrededor del 0,8 % de la población total que vive en España. 

Iniciativas por la “Regularización urgente”

Por otro lado, más de mil colectivos de personas migrantes, agrupados en el movimiento #RegularizaciónYa presentaron junto a la coordinadora Obrim Fronteras una Proposición no de Ley para la “urgente, amplia y extraordinaria” que fue debatida y rechazada el pasado mes de septiembre.  

Migración
Colectivos migrantes piden que el debate sobre regularización llegue al Congreso

El movimiento #RegularizaciónYa saluda que Unidas Podemos se posicione a favor de una regularización extraordinaria, y les invita a dialogar para avanzar en la Proposición No de Ley presentada hace unas semanas y rubricada por la formación, una propuesta que consideran más amplia que la que el partido hizo pública la semana pasada.

La necesidad de una regularización extraordinaria también ha sido señalada por más de 300 oenegés con la campaña “Regularización urgente”. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Oxfam Intermón, la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo, Médicos del Mundo, Movimiento por la Paz, Ayuda en Acción, Entreculturas, el Servicio Jesuita a Migrantes-España, entre otras, reclaman al Gobierno que garanticen los derechos de las personas extranjeras en España. “La regularización amplia y extraordinaria de todos los migrantes que viven en territorio español es la medida más ágil y exhaustiva para garantizar que todas las personas puedan hacer frente a esta crisis sanitaria y económica”, sostiene CEAR en un comunicado.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Grecia
Grecia Las familias de los ahogados en el naufragio de Pylos en 2023 continúan buscando respuestas
Se cumplen dos años de uno de los peores naufragios en las costas griegas. La madrugada del 14 de junio de 2023, un pesquero en el que viajaban unas 750 personas, colapsó. Solo hubo 104 supervivientes.
Instituciones culturales
Protesta Las editoriales migrantes exigen su lugar en la Feria del Libro de Madrid y en la industria cultural española
Una acción de protesta en la Feria del Libro de Madrid reclama más atención y apoyo a las editoriales impulsadas por personas migrantes y racializadas, que sobreviven pese a los obstáculos que reciben de las administraciones, según denuncian.
Estados Unidos
Estados Unidos “Provocación”: Trump despliega 700 marines en Los Ángeles
El gobierno estadounidense sigue tensando la cuerda en California. A las redadas masivas se le suma el despliegue de soldados, sin precedentes desde 1992. Los sindicatos de trabajadores migrantes llaman a la resistencia no violenta.
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas y misiles cruzados entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Galicia
Galicia Activistas bloquean una planta de Altri en Portugal y avisan de que frenarán su expansión en Galicia
El grupo atrancó con cadenas y soldadura las entradas de la planta de Celbi en Leirosa, en la mayor acción directa hasta el momento contra la expansión de la multinacional papelera en territorio gallego: “O povo é quem para Altri”.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Madrid
Movimiento republicano Miles de personas claman en Madrid contra la monarquía y por la República
En el 11 aniversario de la proclamación de Felipe VI, una marcha unitaria reclama que este reinado sea el último de España.
Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.

Últimas

Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.
Más noticias
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.
Argentina
Extrema derecha La motosierra de Milei se ceba con los hospitales públicos y las personas con discapacidad
Los recortes del Gobierno afectan al Hospital Garrahan, un centro de alta complejidad, referente pediátrico nacional y latinoamericano, y también a los recursos de las personas con discapacidad, a los que el ejecutivo califica de “idiotas”.

Recomendadas

Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.
Derecho a la vivienda
Jaime Palomera “La vivienda necesita una revolución”
Investigador y uno de los fundadores del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera presenta ‘El secuestro de la vivienda’, un libro sobre el juego amañado en el que los propietarios son cada vez más ricos y los inquilinos cada vez más pobres.
Redes sociales
Industria editorial Escritores fantasma: así trabajan los auténticos autores de los libros de éxito que publican los ‘influencers’
Detrás de cada libro firmado por un ‘influencer’ hay otra persona que ha trabajado a destajo para entregar a tiempo un texto en el que su nombre no aparece por ninguna parte y que, además, ha tenido que renunciar a sus derechos como autor.
Brasil
Extrema derecha Arte en tiempos de fascismo: cuando enseñar a Goya y Rubens le cuesta el puesto a un profesor
Una clase de Historia en la escuela municipal en una localidad del Estado de São Paulo desemboca en acusaciones contra el profesor y una campaña de difamaciones que encabeza el concejal de educación de la zona, de la extrema derecha bolsonarista.