Masculinidades
¿Me receta feminismo?

Los feminismos no se cansan de revisar conscientemente las formas cotidianas de sentir, pensar y actuar, y hacer de esto un ejercicio, porque aunque nos pasen desapercibidas, reproducen y perpetúan mucho daño.
20 jun 2021 06:26

“Me he dado cuenta de que es posible que alguna vez haya violado”, así comenzaba su intervención un chico en una formación que estaba impartiendo. No es habitual (aunque tampoco es raro), pero a lo que voy es al hecho de hacer consciente una nueva mirada. Es decir, hasta ese momento, ese chico tenía una forma de entender las relaciones sexuales y desde ese momento comenzó a verlas de una manera radicalmente diferente, una en la que dejaba de excusar el daño causado por considerarlo normal y comenzaba a asumir su responsabilidad personal en lo ocurrido.

Creo que hoy en día está muy poco valorado el poder de la consciencia, sin embargo, los feminismos no se cansan de revisar conscientemente las formas cotidianas de sentir, pensar y actuar, y hacer de esto un ejercicio, porque aunque nos pasen desapercibidas, reproducen y perpetúan mucho daño.

Tras su intervención, le hice la pregunta que suelo hacer en estos casos: ¿Cómo te sientes al decirlo? Y es aquí donde la situación suele sorprender porque, aunque no deja de reconocer el malestar que siente por haber ejercido daño a otra persona, también reconoce sentirse más tranquilo. La situación no la había etiquetado como violación hasta entonces, era capaz de entender que había algo que no iba bien, pero no sabía identificarlo y, durante la formación, se dio cuenta por qué. Colocar las cosas, poder explicar lo que sentimos, a veces tiene mucho más valor del que creemos.

A continuación le pregunto al público si alguna chica, en el contexto de una relación sexual, se ha sentido forzada a hacer algo y, como suele ocurrir, se levantan muchas manos. En ese momento les hago pensar sobre cómo se sentirían si la persona que les ha forzado les dijera algo como lo que aquel chico había dicho y, nuevamente la situación vuelve a sorprender porque, lejos de lo que muchos piensan, no quieren matarle, torturarle o hacerle daño. Lo que suele suceder es que, aunque reconocen el malestar por haber tenido que pasar por un momento violento, también reconocen que escuchar a un chico decir eso les hace sentir mejor porque, como suelen decir, “eso significa que no era yo, era él”, “no soy un bicho raro por no sentirme bien”, “no estaba loca”. En estas situaciones es importante no dejar pasar estos comentarios porque entonces podríamos estar dando el mensaje de que dañar no tiene consecuencias, de naturalizarlo. Por otra parte, también es importante ofrecer una estrategia para canalizar el daño causado porque, de otra forma, puede estancarse, convertirse en culpa y, de esta manera, no le ofrecemos la posibilidad de transformarlo en su responsabilidad.

Lo que intento es poner la mirada en la consciencia y en la responsabilidad. Es decir, la razón por la que a ese chico no quieren hacerle daño está íntimamente relacionada con la manera en la que ha hablado de su experiencia. No lo ha hecho con sorna o burla, lo ha hecho desde la vergüenza de haber dañado aprovechándose del contexto. A esto lo llamo vergüenza movilizadora, porque no se queda en la culpa de haber hecho daño, va más allá y aprovecha el daño infringido como una oportunidad para reparar, para ejercitar la resiliencia y ser mejor persona.

Conciencia y responsabilidad. Si yo tuviera que resumir muy brevemente cuál ha sido el aporte que los feminismos me han ofrecido, lo diría con estas dos palabras

Por este motivo, la última pregunta que hago, cuando me encuentro con situaciones de este tipo, está dirigida al chico que comenzó la intervención: ¿Y ahora, que te has dado cuenta del daño que has causado, qué vas a hacer?, porque es muy importante convertir la reparación en una responsabilidad de todas las personas que alguna vez hemos hecho daño. Por lo tanto, conciencia y responsabilidad. Si yo tuviera que resumir muy brevemente cuál ha sido el aporte que los feminismos me han ofrecido, lo diría con estas dos palabras.

Durante toda mi infancia y mi adolescencia, he visto cómo otros chicos se inhibían de hablar de lo que sentían, mucho menos de expresarlo emocionalmente. En general hacíamos ver como que no teníamos problemas, todo estaba bien. Eso sí, cuando algo nos enfadaba, lo resolvíamos peleando. Creo que, a día de hoy, podría dividir mi infancia en dos grandes bloques: un primer bloque en el que intentaba evitar enfadar a otros compañeros por miedo a llegar a la pelea y otro en el que buscaba tensar determinadas situaciones para generar una pelea. La diferencia entre el primer y segundo bloque era la edad, entre los ocho y los diez años fui pasando del primero al segundo. Ahora me doy cuenta de que gran parte de ese cambio se debe a que poco a poco me fui “haciendo hombre”, es decir, naturalizando el modelo hegemónico de masculinidad que estaba recibiendo, sin embargo al hacerme mayor, me fui dando cuenta de que, en este mundo adultocéntrico, mi rango social aumentaba a medida que me hacía más grande y cumplía más años, así que tenía más personas sobre las que volcar mi frustración en el momento en el que otro chico, con mayor rango social que yo, me hacía daño.

No hablábamos de lo que sentíamos, es cierto, pero no porque no tuviésemos problemas, sino porque no sabíamos identificarlos. Es decir, por acatar el mandato de silencio, acabamos por no saber ponerle palabras a nuestro malestar y, por no expresarlo, acabamos por pensar que no pasaba nada, como quien desconecta el cable de una alarma de incendios, intentando así apagar el fuego. Pero el silencio tenía otro gran inconveniente: la impunidad. Como no hablábamos de lo que nos pasaba, de forma tácita, nos convertíamos en cómplices de la violencia que se ejercía sobre nosotros y de la que luego nosotros infringíamos. Aprendemos a ser violentos, desde el ejercicio de callar y reproducir.

Con el tiempo me fui dando cuenta de que esto no me había pasado sólo a mi, que tenía que ver con un patrón de género. Fue entonces cuando, como le sucedió al chico del que hablaba al principio, comencé a mirar las cosas con otros ojos y me dí cuenta de que la consciencia y la responsabilidad me habían hecho mejor persona y eso generaba mucho bienestar en mi y en mi entorno, así que empecé a pensar: Igual el feminismo debería ser algo que se prescribiera en los centros de salud. ¿Os lo imagináis?

Masculinidades
La distopía de la sexualidad hegemónica

El porno ha hecho que todas las personas que nos preocupa cómo las relaciones de pareja se han ido tornando cada vez más violentas y menos humanas, le miremos fijamente con ojos intimidatorios.

Opinión
¿Por qué los hombres cisheterosexuales no tienen ídolas?

Resulta necesario que nos paremos a reflexionar sobre por qué aquello que crean y protagonizan las mujeres no tiene suficiente legitimidad social a pesar de que el consumo, la producción y la participación de estas en las industrias culturales han aumentado notablemente.

Sobre este blog
Demoler, verbo transitivo: deshacer, derribar, arruinar... Y eso intentamos: deshacer las viejas masculinidades y poner en duda las nuevas, derribar a los hombres de siempre y arruinar los planes del patriarcado desde la reflexión sobre quiénes somos y cómo renunciamos a nuestros privilegios.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Violencia machista
Violencia Machista ¿Es útil el #YesAllMen? Dilemas de la posición masculina frente a las violencias machistas
Lo que hacemos los hombres para politizar y desindividualizar nuestro compromiso no tiene mucho efecto: depende de una viralización que nunca llega y se da en términos moralizantes.
Violencia machista
Machismo ¿Somos los hombres potenciales violadores?
¿De verdad no compartimos nada con ese bombero, ese informático, ese concejal, ese periodista que participaron en el horror de Dominque Pélicot?
Sobre este blog
Demoler, verbo transitivo: deshacer, derribar, arruinar... Y eso intentamos: deshacer las viejas masculinidades y poner en duda las nuevas, derribar a los hombres de siempre y arruinar los planes del patriarcado desde la reflexión sobre quiénes somos y cómo renunciamos a nuestros privilegios.
Ver todas las entradas
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.
Galicia
Galicia Activistas de Greenpeace instalan ‘una celulosa’ en la sede de la Xunta en protesta contra Altri
Los ecologistas han realizado una acción en la sede del Gobierno gallego de Alfonso Rueda para animar a gallegos y gallegas a asistir a la manifestación de este domingo en la Praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
Fronteras
Túnez Túnez endurece la represión contra las ONG de ayuda a las personas migrantes
Mientras el presidente Kaïs Saied se prodiga en discursos racistas, el estado persigue a las entidades solidarias con quienes llegan al país, bajo el silencio cómplice de la Unión Europea.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Opinión
Opinión Lo raro es estar viva
¿De qué sirve agobiarse por ciertas pequeñeces si somos un punto mínimo, una huella desdibujada, un puntito sobre un folio en blanco con un boli bic que casi no pinta?

Últimas

Ibex 35
Ibex 35 Las retribuciones de los grandes empresarios multiplican por 118 lo que ganan sus trabajadores
Los directores y ejecutivos de Inditex, Banco Santander, Iberdrola, Indra, CIE Automotive y otras empresas del Ibex 35 multiplican por cientos de veces los sueldos medios de sus empleados.
Personas sin hogar
Personas sin hogar El Ayuntamiento de Granada, APDHA y ‘La Calle Mata’ acuerdan un Plan de urgencia para las personas sin hogar
Después del encierro de decenas de activistas en el consistorio y la muerte de dos personas sin hogar en la calle en menos de 24 horas, el Ayuntamiento y las organizaciones civiles acuerdan un Plan de Urgencia para el frío de aplicación inmediata
Memoria histórica
Memoria histórica La parte oculta de las exhumaciones: la recuperación paso a paso del Fossar d’Alzira
Una exhumación va más allá de desenterrar huesos. Se necesita un equipo de expertos y meses de trabajo para identificar las víctimas del franquismo.
Más noticias
Catalunya
Derecho a la vivienda La “revuelta de las llaves” echa a andar con tres huelgas de alquileres en Catalunya
Tres promociones de vivienda deciden ir a la huelga de inquilinos, una de las medidas defendidas por las manifestaciones del 13 de octubre y el 23 de noviembre en Madrid y Barcelona para hacer frente a los alquileres impagables.
Inteligencia artificial
Inteligencia artificial Los creadores rechazan las licencias ampliadas para el uso de sus obras en la IA: “Es un genocidio cultural”
El Real Decreto para regular la concesión de licencias colectivas ampliadas para la explotación masiva de obras protegidas por derechos de propiedad intelectual para el desarrollo de modelos de Inteligencia Artificial recibe un rechazo generalizado.

Recomendadas

Galicia
Economía ¿Quién lidera el negocio del eucalipto en Galicia al que Altri quiere sumarse?
El estallido social que ha producido el intento de la multinacional Altri y la Xunta de instalar una nueva celulosa en Galicia abre la necesidad de poner el foco en el sector forestal, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del Estado.
Siria
Rojava El rompecabezas sirio que estalló en Alepo
El nuevo escenario sirio se ha gestado bajo la intervención implacable de Turquía, patrocinadora del Ejercito Nacional Sirio y otros grupos yihadistas que libran la guerra de Erdogan contra el pueblo kurdo.
Cine
Ramón Lluis Bande “Asturies tiene sin construir el relato de su tiempo revolucionario”
El cineasta Ramón Lluis Bande entiende la memoria histórica como un “camino de exploración formal infinito” y de reflexión sobre el propio lenguaje cinematográfico “en relación con la realidad, la historia, el arte y la política”.
Fondos buitre
Madrid Ecosol, la cooperativa agroecológica que lucha por sobrevivir al desalojo del fondo buitre Élix Rent
Este gigante inmobiliario, que ya ha logrado hacerse con la práctica totalidad del edificio que alberga el proyecto, se niega a renovar su contrato de alquiler ya que busca rehabilitar el inmueble y alquilarlo a precios desorbitados.