Masculinidades
Fútbol y masculinidades, volver a jugar

El deporte, como un mecanismo de creación de identidades y de comunidades, tiene muchísimas potencialidades y es una esfera que no deberíamos de dejar de lado
Fútbol masculinidades
Versión de fútbol del artista brasileño Froiid.
11 dic 2022 06:00

Este texto surge de un debate que mantuvimos Lionel Delgado, David Roldán y yo en el marco del #antimundial promovido por este diario. Más allá de analizar cómo el fútbol, tanto a nivel de base como a nivel profesional, se convierte en una institución que refuerza elementos de la masculinidad normativa, Lionel nos preguntó si existían posibilidades de hacer de este deporte una práctica que permitiera promover otras masculinidades. La Selección española quedó eliminada del Mundial, pero la cultura del fútbol quedó patente cómo sigue moviendo pasiones, flujos económicos, discursos políticos y una cultura de género masculino que sigue generando ejes cardinales para muchísimos hombres. Me gustaría darle vueltas a esta cultura deportiva y sobre cómo recuperarla para una política transformadora.

Yo pienso que el deporte, como un mecanismo de creación de identidades y de comunidades, tiene muchísimas potencialidades y que es una esfera que no deberíamos de dejar de lado. Proyectos como el que presentó David (Charlas de Vestuario de la Fundación Iniciativa Social) muestran precisamente como los equipos de fútbol base son un lugar privilegiado para trabajar en los imaginarios que rodean y sostienen las masculinidades. La mayoría de esas posibilidades, es cierto, no tienen cabida en el fútbol de alta competición.

Cuando pensamos en el fútbol (me voy a referir de aquí en adelante a los equipos masculinos) como espacio socializador en determinadas formas de masculinidad son varias cuestiones las que nos vienen a la cabeza: la violencia; la heterosexualidad presupuesta y la homofobia que rodea a este deporte o; el racismo permanente. Pero no son estas las cuestiones a las que me voy a referir cuando piense en esa pregunta de cómo puede el fútbol promover imaginarios diferentes (incluso disidentes) de la masculinidad.

El fútbol y el individualismo identitario

El primer problema es el de las identidades. Decía Galeano y otros tantos, que se puede cambiar de todo, menos de equipo de fútbol. Pocas premisas sintetizan de manera tan clara uno de los grandes objetivos de la masculinidad normativa: la estabilidad. Convertirse en algo fijo, naturalizado, al que se le pueden detectar esencias, ser objetivo, universal y no histórico, coyuntural o particular, es una de las grandes premisas de la masculinidad como contrato social, como ansia de orden. Por eso promover este tipo de identidades es un elemento consustancial de la masculinidad y no es solo en el fútbol donde las encontramos.

La extrema individualización de la filiación futbolística también casa con algunas características de la masculinidad normativa actual

David señaló en este debate un elemento muy relevante de cómo se ha transformado el fútbol, esta idea de que los chavales ya no son de un equipo o de otro. Son de Messi, de Ronaldo (el malo, Cristiano, no el otro, que era el bueno) de Mbappé, son de las estrellas. Esta extrema individualización de la filiación futbolística también casa con algunas características de la masculinidad normativa actual. En un contexto de incertidumbre sobre cuál es el presente de la masculinidad hegemónica, hay un giro al autogobierno de sí como base desde la cual construir una masculinidad sólida. El giro neoliberal de cuídate a ti mismo es el paradigma masculino de gobiérnate a ti mismo para gobernar a los demás. Replegarse en figuras individuales desde las cuales pensar el proyecto biográfico es uno de los puntales de seguridad de una masculinidad que, de nuevo, busca orden.

El fútbol es un ambiente de hipercompetitividad, de ganar, ganar y ganar. Esto ha derivado en una figura que a mi me gusta pensar como el “trabajador total”. Los futbolistas más famosos entrenan, después se quedan más rato a mejorar algunas cuestiones (más gimnasio, tirar..., cosas de futbolistas), después juegan al fútbol en la consola (juegan a que trabajan), hablan de fútbol, vuelven a entrenar. Podemos tener discusiones sobre si este trabajo es duro o no y nadie niega sus vidas de lujo, pero están todo el día trabajando. Este tipo de compromiso (que se dice asegura el éxito, yo no lo veo tan claro) es el tipo de compromiso que nos demanda el trabajo: trabajar siempre, este es el único modo de ganar.

Pero para ganar, de nuevo, hay que aprender a gobernarse, a contenerse, a no desviarse. Por eso quienes están en la transición al fútbol profesional desde las academias de los equipos sostienen que tienen que aprender a contenerse, a controlar sus emociones, a eliminarlas de hecho, para que nada les presente como trabajadores que no están concentrados.

Reinventar el juego

Para responder a la pregunta de Lionel, orientándola a estas cuestiones, presente un ejemplo particular. Se trata de una práctica que inventó el situacionista danes Asger Jorn. Un juego de fútbol con tres equipos que se juega en un campo hexagonal y donde no hay árbitro, las reglas (y el cumplimiento de las mismas) son responsabilidad de quienes juegan. Este tipo de diseño ya se ha adaptado a competiciones más habituales. Pero me interesa la versión que hacen el artista brasileño Froiid y el grupo MAPA:/ en Belo Horizonte durante el mundial en Brasil de 2014. Colocaron el campo hexagonal en una ocupación fuera de la ciudad y organizaron un torneo que representaba a selecciones que no se habían clasificado para el mundial.

Lo interesante es que a medida que quienes jugaban se cansaban, iban saliendo y entrando en y de diferentes equipos, de manera que los equipos iniciales terminaban por no existir y quienes estaban en el equipo rival ahora compartían equipo y al contrario. Se supone que ganaba el que más goles marcaba, pero todas las personas que jugaban habían estado en ese equipo, seguramente, pero también en los que habían perdido. Así que ganar o perder, del mismo modo que la pertenencia a un equipo específico, perdían la relevancia.

El primer elemento que me interesa es esto de crear tus propias reglas, esta práctica de autogobierno que es tan propia del juego

El primer elemento que me interesa es esto de crear tus propias reglas, esta práctica de autogobierno que es tan propia del juego. Ante un deporte tan cerrado, tan estricto, tan jerárquico, pensar en cómo quieres jugar me parece que ya es un aprendizaje significativo frente a elementos tan masculinos como la autoridad y el paternalismo (te gobierno yo, que tu no sabes).

Hay muchas potencialidades frente a la masculinidad hegemónica en la propuesta de la ética queer del fracaso de Halberstam, pero aquí vamos a detenernos en un paso previo, algo mucho más simple: qué pasa si no se puede ganar. Ganar no es el objetivo de este juego, el objetivo es jugar. Pero es que el juego, más allá de los usos neoliberales de la gamificación, es un espacio de creatividad, de subversión, de imaginación. El juego, como dice J. Huizinga es un momento de posibilidad, porque se abandona el estrecho margen que nos ofrece la realidad. Un espacio en el que se desarrollan relaciones que no son competitivas y donde el espacio de encuentro es mucho más complejo. La imposibilidad de ganar genera una forma de encuentro más interesante para quienes participan de este juego, un espacio mucho más incluyente que el de la selección de los vencedores, de los más competitivos. Eso no quiere decir que no haya problemas, que te enfade no marcar un gol o que te den un mal pase. Al fin y al cabo el juego es un material extremadamente sensible.

No hay equipo, o mejor dicho, hay muchos. Vas a entrar y salir, jugar con y contra muchas personas y no es un recorrido individual, porque no puede existir un proyecto individual en este contexto. ¿Podemos pensar en una creación de comunidades que no se fije a través de identidades sólidas? ¿Podemos pensar en una política que no se articule mediante identidades fijas? Seguramente muchas personas del ámbito progresista afirmarán que no, que de hecho eso es una perspectiva puramente neoliberal. Pero a mi me gusta la posibilidad de ser de muchos equipos al mismo tiempo, tanto que ser de un equipo pierde sentido en beneficio de una identidad mucho más abierta y porosa, mucho más relacional. Creo que ese tipo de identidades son poco masculinas.

Archivado en: Fútbol Masculinidades
Sobre este blog
Demoler, verbo transitivo: deshacer, derribar, arruinar... Y eso intentamos: deshacer las viejas masculinidades y poner en duda las nuevas, derribar a los hombres de siempre y arruinar los planes del patriarcado desde la reflexión sobre quiénes somos y cómo renunciamos a nuestros privilegios.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Violencia machista
Violencia Machista ¿Es útil el #YesAllMen? Dilemas de la posición masculina frente a las violencias machistas
Lo que hacemos los hombres para politizar y desindividualizar nuestro compromiso no tiene mucho efecto: depende de una viralización que nunca llega y se da en términos moralizantes.
Violencia machista
Machismo ¿Somos los hombres potenciales violadores?
¿De verdad no compartimos nada con ese bombero, ese informático, ese concejal, ese periodista que participaron en el horror de Dominque Pélicot?
Sobre este blog
Demoler, verbo transitivo: deshacer, derribar, arruinar... Y eso intentamos: deshacer las viejas masculinidades y poner en duda las nuevas, derribar a los hombres de siempre y arruinar los planes del patriarcado desde la reflexión sobre quiénes somos y cómo renunciamos a nuestros privilegios.
Ver todas las entradas
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Fronteras
Túnez Túnez endurece la represión contra las ONG de ayuda a las personas migrantes
Mientras el presidente Kaïs Saied se prodiga en discursos racistas, el estado persigue a las entidades solidarias con quienes llegan al país, bajo el silencio cómplice de la Unión Europea.
Ibex 35
Ibex 35 Las retribuciones de los grandes empresarios multiplican por 118 lo que ganan sus trabajadores
Los directores y ejecutivos de Inditex, Banco Santander, Iberdrola, Indra, CIE Automotive y otras empresas del Ibex 35 multiplican por cientos de veces los sueldos medios de sus empleados.
Opinión
Opinión Lo raro es estar viva
¿De qué sirve agobiarse por ciertas pequeñeces si somos un punto mínimo, una huella desdibujada, un puntito sobre un folio en blanco con un boli bic que casi no pinta?
Catalunya
Derecho a la vivienda La “revuelta de las llaves” echa a andar con tres huelgas de alquileres en Catalunya
Tres promociones de vivienda deciden ir a la huelga de inquilinos, una de las medidas defendidas por las manifestaciones del 13 de octubre y el 23 de noviembre en Madrid y Barcelona para hacer frente a los alquileres impagables.

Últimas

Inteligencia artificial
Inteligencia artificial Los creadores rechazan las licencias ampliadas para el uso de sus obras en la IA: “Es un genocidio cultural”
El Real Decreto para regular la concesión de licencias colectivas ampliadas para la explotación masiva de obras protegidas por derechos de propiedad intelectual para el desarrollo de modelos de Inteligencia Artificial recibe un rechazo generalizado.
Personas sin hogar
Personas sin hogar Encierro en el Ayuntamiento de Granada para reclamar albergues para las personas sin hogar
Decenas de activistas exigen tratar, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, con la alcaldesa de la ciudad sobre la necesidad de medidas urgentes ante la gravísima situación de las personas sin hogar en plena ola de frío.
Opinión
Tratados UE-Mercosur, el acuerdo que acabará con el modelo de agricultura europeo
Toda la producción agroalimentaria familiar, de pequeña escala y que desarrollan la economía local va a salir perdiendo, sea en Europa o los cuatro países latinoamericanos.
Siria
Siria Israel bombardea la transición siria
Mientras el nuevo gobierno del país intenta proyectar legitimidad dentro y fuera de sus fronteras, el ejército sionista expande su control del territorio en los Altos del Golán, y Europa congela miles de solicitudes de asilo de personas sirias.
Más noticias
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda La moratoria del ‘escudo social’ no ha servido para impedir tres de cada cuatro desahucios
Un redactado poco claro, que deja libertad a los jueces para saltarse la moratoria, limita su alcance. A pocas semanas de su fin, organizaciones de vivienda piden que sea mejorada, ampliada y convertida en permanente.
Baleares
Memoria histórica Acuerdo en Baleares entre la izquierda y el PP para no derogar la ley de memoria histórica
El Govern ya no buscará los apoyos de la ultraderecha en los presupuestos ni cumplirá con uno de los puntos más calientes del programa, como era la derogación de la ley de memoria democrática.
Tribuna
Tribuna El día después del derrocamiento de Al Asad en Siria
El pueblo sirio ha sufrido lo indecible en los últimos años en sus aspiraciones de soberanía y de liberación. La pregunta ahora es ¿cómo se va a reconfigurar el reparto de poder en Siria y en la región?

Recomendadas

Galicia
Economía ¿Quién lidera el negocio del eucalipto en Galicia al que Altri quiere sumarse?
El estallido social que ha producido el intento de la multinacional Altri y la Xunta de instalar una nueva celulosa en Galicia abre la necesidad de poner el foco en el sector forestal, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del Estado.
Siria
Rojava El rompecabezas sirio que estalló en Alepo
El nuevo escenario sirio se ha gestado bajo la intervención implacable de Turquía, patrocinadora del Ejercito Nacional Sirio y otros grupos yihadistas que libran la guerra de Erdogan contra el pueblo kurdo.
Cine
Ramón Lluis Bande “Asturies tiene sin construir el relato de su tiempo revolucionario”
El cineasta Ramón Lluis Bande entiende la memoria histórica como un “camino de exploración formal infinito” y de reflexión sobre el propio lenguaje cinematográfico “en relación con la realidad, la historia, el arte y la política”.
Fondos buitre
Madrid Ecosol, la cooperativa agroecológica que lucha por sobrevivir al desalojo del fondo buitre Élix Rent
Este gigante inmobiliario, que ya ha logrado hacerse con la práctica totalidad del edificio que alberga el proyecto, se niega a renovar su contrato de alquiler ya que busca rehabilitar el inmueble y alquilarlo a precios desorbitados.