LGTBIAQ+
Capitalismo mutante: pinkwashing y purplewashing

Empresas e instituciones de gobierno ponen banderas del orgullo en sus edificios o replican consignas feministas, pero sin impulsar medidas favorables de transformación social, ni garantizar derechos ni acceso a recursos para el bienestar de las mujeres o las personas LGBTIQ+.

Burguer King pinkwashing

Habitamos en plena modernidad capitalista, el núcleo del neoliberalismo, donde el centro es el dinero y donde no solo se comercializa con productos, sino también con deseos, sentimientos, opresiones, discriminaciones, luchas e identidades. En palabras más concretas, en el actual orden neoliberal, los movimientos sociales pro-derechos de poblaciones históricamente en situación de marginalidad, de gente subalterna y definida como “otredad”, propias de una razón anti-hegemónica frente al contemporáneo sistema-mundo, caracterizado en parte por la globalización y el marketing rapaz, son asimilados, cooptados e integrados a las lógicas neoliberales-modernas–coloniales del capital y de los Estados-nación.

Existen varias formas de cooptación de movimientos sociales, que, a través de una estrategia de aprovechamiento empresarial-estatal, lucran de las lágrimas de grupos y poblaciones en situación de vulnerabilidad, apropiándose de las contra narrativas de estos grupos para pintarse como Estados, empresas e instituciones progresistas y promotoras de los derechos humanos. En esta oportunidad me limitaré a hablar sobre la incorporación lucrativa, que estos actores oficiales realizan en el marco del pensamiento de una economía de mercado y de imagen internacional, de las reivindicaciones políticas de colectivos de la disidencia sexual y feministas, me refiero específicamente al pinkwashing y al purplewashing

 El pinkwashing (lavado rosa) y el purplewashing (lavado violeta) son maniobras de marketing con fines estratégicos que usan empresas, gobiernos y otras instituciones (iglesias, escuelas, universidades, hospitales…) con el objetivo comercial o político de “venderse” públicamente como espacios feministas y pro-derechos de las mujeres (purplewashing) y amigables e inclusivos para personas socialmente subalternizadas como la población LGBTIQ+ o de la disidencia sexual (pinkwashing). Cabe aclarar que ser mujer o LGBTIQ+ no necesariamente te hace un sujeto subalterno, el imperialismo también es encarnado por mujeres y personas no heterosexuales.  

Feminismos
¿El feminismo es para todo el mundo?
A menudo, esa “igualdad de oportunidades” abstracta de la que habla Ciudadanos descansa en las cervicales de otras mujeres.

El uso del término pinkwashing data de los años 90, cuando la organización Breast Cancer Action, en los Estados Unidos, lo usó para criticar la hipocresía de empresas que se pintaban la cara de rosa para apoyar la lucha contra el cáncer de mama, sin emprender trabajos reales al interior de sus corporaciones para atender el nivel estructural de esta situación, ya que sus intenciones reales eran puramente comerciales. Y posteriormente este término fue retomado por grupos de activistas de la disidencia sexual, para explicar el mismo fenómeno de aprovechamiento de parte empresas, al ver que usaban un discurso neoliberal “gayfriendly” con las mismas intenciones de apropiación y de explotación comercial. 

En relación con el término de purplewashing o “lavado violeta”, surge como denuncia de parte de colectivas feministas como una forma de nombrar el entramado de estrategias políticas y empresariales con fines de marketing que persiguen instrumentalizar ciertas luchas feministas, usando el discurso liberal de la “igualdad de género” para lavarse el androcentrismo de manera superficial sin emprender un verdadero compromiso feminista.

Países como México, con altos niveles de feminicidios y segundo en transfeminicidios, hablan a nivel internacional de tener un fuerte compromiso con la igualdad de género y con los derechos de las poblaciones de la disidencia sexual

Muchos países como México con altos niveles de feminicidios y segundo en transfeminicidios, hablan a nivel internacional de tener un fuerte compromiso con la igualdad de género y con los derechos de las poblaciones de la disidencia sexual, al mismo tiempo que es uno de los países con mayores índices de violencias de género y con un nivel de impunidad del 95%. Aunque hablar solo de igualdad de género y de identidad LGBTIQ+ es un discurso liberal, asimilado por el capitalismo, es importante resaltar que estas narrativas estatales y privadas, que se venden en la escena internacional y en el mercado global como pro-derechos sin hacer cambios de fondo que favorezcan las vidas y las condiciones materiales de estas poblaciones, solo se lavan la cara de igualitarismo como acto performativo y nada más. 

En el actual modelo neoliberal, donde la rentabilidad es lo importante, Estados utilizan la carta de los derechos humanos para firmar acuerdos internacionales (es el caso de TLCUEM entre México y la Unión Europea) y empresas usan personas, subjetividades e identidades como tácticas para ampliar sus mercados. Es decir, los movimientos políticos se convierten en anclajes, en estrategias de marketing y en una forma de segmentación de mercado redirigida a las opresiones para vender más. 

En el capitalismo como modelo económico y razón hegemónica de gobernar el mundo, se asimilan los movimientos sociales  a través de narrativas imperialistas y eurocéntricas como el “multiculturalismo, la igualdad liberal y la diversidad”, por medio de estos discursos se comercia y negocia con un “todes somos iguales pero diferentes y la diversidad cultural es riqueza” e incluyen a todes en la foto pero no modifican prácticas ni cambian condiciones de desigualdad real, es decir, hablan de interseccionalidad pero sin mencionar y accionar contra las causas y los impactos diferenciados del funcionamiento jerárquico de las múltiples matrices de opresiones que generan dominación y que atraviesa a la gente identitaria y geopolíticamente subalternizada. Aquí es donde podemos ver a empresas corporativizar luchas sociales como las marchas del Orgullo o las del 8 de marzo, para colocar sus marcas y fríamente redirigir sus intereses económicos a estos segmentos sociales. 

Son empresas e instituciones de gobierno que ponen banderas del orgullo en sus edificios o replican consignas feministas, pero sin impulsar medidas favorables de transformación social, ni garantizar derechos ni acceso a recursos para el bienestar de estas poblaciones. No se busca un cambio ni activar agendas/agencias políticas de actores sociales históricamente periféricos (algunos más que otros), ya que el purple/pinkwashing solo es una estrategia de marketing propia de gobiernos para proyectar una imagen internacional respetuosa de los derechos humanos y de empresas que quieren vender sus productos (tenis, chamarras e incluso comida  de colores) llenos de responsabilidad social corporativa, proyectando una falsa  imagen simpatizante y tolerante de la igualdad y diversidad sexual. 

Como parásitos del capital y de la modernidad, absorben y se alimentan de las luchas y las opresiones, cooptando sus consignas, demandas y exigencias, banalizando las identidades, descomplejizándolas y comercializándolas como algo “cool, open mind y moderno

 En otras palabras, el purple/pinkwashing es una ilusión propagandística y corporativista, que se usa para lavar fachadas y caras de inclusividad. Como parásitos del capital y de la modernidad, absorben y se alimentan de las luchas y las opresiones, cooptando sus consignas, demandas y exigencias, banalizando las identidades, descomplejizándolas y comercializándolas como algo “cool, open mind y moderno”. 

Este fenómeno no es solo comercial, sino que facciones y partidos políticos lo usan para verse progresistas mientras son xenófobos y fascistas. Sí, los mismos partidos con ideologías islamofóbicas y que apoyan las políticas populistas anti inmigrantes, también hablan de igualdad de género y ponen a mujeres lesbianas (blancas obviamente) al frente, como es el caso del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) que desde el 2017 su líder es la empresaria y economista Alice Elisabeth Weidel quien, dicho sea de paso, también es racista. 

 El Partido francés de ultraderecha Frente Nacional (FN), ha adoptado igualmente un discuso de igualdad de género y menos anti-homosexualidad, desde el 2011 cuando Marine Le Pen asumió el liderazgo, pero sin dejar de lado su postura nacionalista, racista, antisemita e islamofóbica. El lavado del partido del FN no es solo “violeta” sino también “rosa”, ya que entre los rostros más visibles está el del político Florian Philippot, claramente no heterosexual, quien fue el vicepresidente de este partido de ultraderecha de 2012 a 2017 y director estratégico de la Campaña Presidencial de Marine Le Pen.

Parece una contradicción, pero las derechas de hoy, se disfrazan de incluyentes para perpetuar la narrativa occidental del eterno progreso y desarrollo sobre otros pueblos “bárbaros”

Parece una contradicción, pero las derechas de hoy, se disfrazan de incluyentes para perpetuar la narrativa occidental del eterno progreso y desarrollo sobre otros pueblos “bárbaros”, a través de la construcción de imaginarios modernos como el “orientalismo”. Por eso vemos a un Estado de Israel occidentalizado que se pinta de rosa y se coloca como el avanzado frente a Palestina, mientras es profundamente islamofóbico, injerencista y colonial. 

 No haré una lista exhaustiva de ejemplos de purple/pinkwashing de las muchas empresas, marcas, partidos e instituciones del gobierno que en el mes junio, cambian su logo a los colores de la bandera del orgullo, sin hacer, como ya he dicho, ningún cambio estructural, resumiendo todo a una pantalla estética publicitaria. Solo me gustaría resaltar que se trata de una práctica engañosa y que es propia del sistema – mundo-colonial-moderno, donde las derechas, los nacionalismos, el corporativismo y los conservadurismos ya no solo encarnan la cerrada postura masculina androcéntrica y heterosexista propia de estas ideologías, estando ahora dispuestas a mutar, despolitizando reivindicaciones y  subjetividades otras antes no reconocidas. 

Global
¿Quién se beneficia de Eurovisión?

Eurovisión 2019 pasará a la historia como un ejemplo de propaganda política. Pero esta instrumentalización no es marca únicamente de Israel. Rusia, Ucrania y Azerbaiyán ya utilizaron el festival para favorecer sus intereses.

No quiero tampoco caer aquí en la romantización de la no existente “comunidad gay/LGBTIQ+ o del universal Movimiento de Mujeres”. Prefiero hablar de poblaciones, ya que cuando pienso en comunidad, imagino otros tipos de relaciones de solidaridad y acompañamiento fugados de las dinámicas individualistas del neoliberalismo y de las  dicotomías basadas en la competencia de las políticas de identidad de occidente. Identidades que por más diversas que sean, siguen configurándose como binarias, fijas, estáticas y con fronteras claras, tal como se impuso en el colonialismo/colonialidad por el Imperio de la Anulación del Otro en palabras de Sirin Adlbi Sibai. 

Muchas de estas identidades de la diversidad sexual, ya catalogadas en un abecedario y delimitadas por comportamientos inteligibles en el régimen heterosexual y de la liberación sexual feminista, son categorías propias de occidente, y como tal, como se hizo con la democracia y con el discurso liberal de los derechos humanos, se imponen como único horizonte válido de existencia. Es decir, la potencia y la subjetividad de las personas no puede ser encerrada, como si se tratara de una cárcel, en las siglas “LGBTIQ+/la mujer” las cuales son comprendidas en el campo de la heterosexualidad como régimen político que da pie a una clase de hegemonía feminista y de imperialismo gay,  desprendiéndolas de su carácter histórico y asimilándolas en un pensamiento de reparto identitario por Estados y Empresas. 

Reconociendo esta crítica y entendiendo que ser LGBTIQ+, derecho-humaneros o feministas, no es el horizonte emancipatorio de este sistema de múltiples opresiones, quisiera terminar recordando que un verdadero apoyo a poblaciones no hegemónicas no tiene nada que ver con fabricar productos mercantilizando y corporativizando las luchas de estos grupos, ni tampoco lavándose ni poniendo a un gay al frente…un compromiso real se traduce en acciones concretas que promuevan y garanticen las potencias y libertades fundamentales de las personas que existimos fuera de la heteronorma, propia del capitalismo y por evidentes razones, dentro de la colonialidad. 

Sobre este blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. Un espacio abierto a la participación. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en los blogs.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Feminismos
Chahim A’jam Vásquez Leal “Las mujeres indígenas no somos Pokahontas, hablamos en primera persona política”
Sanadora y defensora de los derechos de las mujeres indígenas y racializadas de Guatemala, la activista comparte su visión de la resistencia y los desafíos que enfrentan las comunidades en Guatemala.
Granada
Visibilidad lésbica Granada estrena en el Orgullo 2025 la bandera de visibilidad lésbica más grande del país
La asociación Arco Iris de Granada presenta la bandera lésbica de seis metros de longitud por tres metros de ancho y su ‘Carmen inclusiva’, una versión de la progres con una estrella de ocho puntas
LGTBIAQ+
Mes orgullo LGTBIQ+ Las ‘machorras’ del franquismo: habitar la disidencia sexual y de género en el régimen del miedo
Muchas mujeres lesbianas llegaron a construir vías de resistencia colectiva desde los márgenes del sistema, llegando a sostener en el tiempo vínculos románticos en la más absoluta clandestinidad.
Sobre este blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. Un espacio abierto a la participación. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en los blogs.
Ver todas las entradas
Comunidad de Madrid
Gasto público Ayuso ha gastado ya 300 millones de euros en el Hospital Zendal, que ingresó a un paciente al día en 2023
Más de la mitad del gasto se atribuye a las inversiones reales, que incluye la construcción del centro. Las constructoras encargadas de las obras fueron San José, Ferrovial, Sacyr y Dragados, entre otras.
Energía
Energía El informe del Gobierno culpa del apagón a Red Eléctrica y a las empresas
Red Eléctrica falló a la hora de programar adecuadamente la demanda; plantas generadoras clave incumplieron la normativa al no absorber tensión o desconectarse del sistema demasiado pronto. El Gobierno descarta el ciberataque.
Justicia
Juana Rivas Francesco Arcuri, exmarido de Juana Rivas, irá a juicio en Italia por maltrato habitual a sus hijos
Arcuri ha perdido el último recurso previo a la vista oral en la audiencia celebrada esta mañana, el juez italiano competente ha fijado la fecha del juicio para el próximo 18 de septiembre.
Argentina
Myriam Bregman “Hoy proscriben a Cristina Fernández, mañana pueden proscribir a la izquierda”
Referente de la izquierda no peronista, la exdiputada nacional y líder del Frente de Izquierdas defiende la necesidad de enfrentar a Milei en las calles y acusa a la dirigencia sindical y peronista de inacción y complicidad con la extrema derecha.
Costas
Costas Las Banderas Negras 2025 señalan la sobreexplotación turística y la ocupación costera por parte de gente rica
Los infames premios de Ecologistas en Acción otorgan el dudoso honor de la bandera negra a 48 playas cada año. En esta edición se centran en el impacto negativo del turismo de masas y dan una bandera negra a Núñez Feijóo.
Irán
Conflicto Alemania y Francia compran los argumentos de Trump y de Israel contra Irán
El G7 coincide con los erráticos mensajes de Trump, que abandona la cumbre de Canadá y publica un post incendiario. El Pentágono sigue asegurando que no participarán directamente en los ataques. De momento.
Desastres ambientales
Crisis climática El negocio de la catástrofe en zonas azotadas por fenómenos extremos
Las entidades suben precios a la vez que intentan lavar su imagen presentándose como “sostenibles”. Mientras, muchas de ellas siguen invirtiendo miles de millones en industrias como el petróleo o el carbón.
Pobreza
IMV Europa admite a trámite la reclamación colectiva contra España por la ley del Ingreso Mínimo Vital (IMV)
El Comité Europeo de Derechos Sociales ha hecho público este lunes la admisión a trámite de la reclamación colectiva interpuesta por ATD Cuarto Mundo y otras organizaciones sociales.
Palestina
Palestina Detenidos y golpeados en El Cairo algunos de los activistas integrantes de la Marcha a Gaza
La Marcha Global a Gaza exige la liberación inmediata de Saif Abukeshek, su coordinador internacional, y el resto de activistas detenidos por la policía secreta egipcia el 16 de junio en El Cairo, actualmente en paradero desconocido.

Últimas

Mallorca
Llucmajor Imágenes inéditas de la macrogranja de Mallorca ratifican las malas condiciones de las gallinas
El vídeo difundido este martes confirma el pésimo estado de la explotación, con gallinas enfermas, telarañas o huevos arrugados. Un juzgado de Palma ha abierto diligencias contra la granja por presunto maltrato animal.
Alquiler
Alquiler Consumo abre un nuevo expediente sancionador a una segunda inmobiliaria
El Ministerio de Bustinduy señala a una agencia inmobiliaria por posibles cobros de comisiones ilegales y por obligar a contratar servicios no solicitados.
Oriente Próximo
Oriente Próximo Israel pone la región al borde del abismo
La región vive una escalada de la tensión tras el ataque de Israel a Irán y la respuesta de este. El intercambio de ataques no ha cesado en todo el fin de semana.
Opinión
Opinión Pedro Sánchez, final de partida
El presidente del Gobierno se irá sin haber hecho nada para evitar que el circuito que ya estaba ahí cuando llegó siga funcionando.
Más noticias
Opinión
CEOE Los corruptores condenan la corrupción
Desde la CEOE, lobby de los grandes empresarios implicados en tramas de corrupción durante décadas, han criticado a los políticos que han formado parte de dicha corrupción.
Ayuntamiento de Madrid
Derecho a la vivienda en Madrid El Ayuntamiento amenaza con el desalojo a los últimos cuatro jubilados de los Apartamentos San Francisco
Mayores y consistorio mantienen una disputa desde junio del año pasado por las obras de reforma de los apartamentos, de 1989 y muy deteriorados, con la sospecha por las asociaciones vecinales de un intento de cambio de uso del edificio.
Granada
Visibilidad lésbica Granada estrena en el Orgullo 2025 la bandera de visibilidad lésbica más grande del país
La asociación Arco Iris de Granada presenta la bandera lésbica de seis metros de longitud por tres metros de ancho y su ‘Carmen inclusiva’, una versión de la progres con una estrella de ocho puntas

Recomendadas

LGTBIAQ+
Mes orgullo LGTBIQ+ Las ‘machorras’ del franquismo: habitar la disidencia sexual y de género en el régimen del miedo
Muchas mujeres lesbianas llegaron a construir vías de resistencia colectiva desde los márgenes del sistema, llegando a sostener en el tiempo vínculos románticos en la más absoluta clandestinidad.
Feminismos
Chahim A’jam Vásquez Leal “Las mujeres indígenas no somos Pokahontas, hablamos en primera persona política”
Sanadora y defensora de los derechos de las mujeres indígenas y racializadas de Guatemala, la activista comparte su visión de la resistencia y los desafíos que enfrentan las comunidades en Guatemala.
Consumo
David Sánchez “Shein está diseñado para crear adicción a través de patrones muy oscuros”
David Sánchez Carpio es director de la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU), una de las organizaciones que han denunciado al gigante chino de venta de ropa por internet ante la Comisión Europea. “No hay que culpabilizar a los consumidores".
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.