Juicio del 1 de Octubre
Sobre Catalunya, la sentencia al Procés y el desborde

Y en esas que el peque me suelta “papa, ¿què passa? Presos polítics, no?”. Y el coco que no para. Cinco años cuenta la criatura y ya me habla de “presos polítics”.

Aeropuerto de El Prat Proces - 6
Agentes de la Policía Nacional corren contra los manifestantes en El Prat. Victor Serri
Eloi Mallafré
21 oct 2019 10:43

Y el día llegó. El de la sentencia al Procés, digo. Es lunes. No son ni las 10. En clase. Napoleón. Que si mira el dictadorcete este por aquí. Que si mira el libertador este por allá. En fin, cosas de la historia o la histeria, vete tú a saber. Difícil distinguirlas a veces. Y en esas que los chavales dejan de mirar, dejan de escuchar y, lo que es peor, dejan de hablar. ¡¿Qué pasa?! La sentencia, profe, que ya ha salido. ¡¿Y?! Pues lo dicho, profe. El desastre máximo. 13 años para Junqueras, 9 para los 'Jordis' y unos cien en total.

Y la clase que se apaga. Anímicamente, claro. Pero también física. ¡¿Por dónde iba?! Ah, sí, ¡Waterloo! Y el cerebro que implosiona. Napoleón, Puigdemont y la Restauración. ¡¿Restauración de qué?! Pues del Antiguo Régimen, de qué va a ser. Y el coco que no para. Cien años de talego por una indy que no fue. 100 años. Lo mismo, si fa o no fa, que a los Tejero y compañía por algo, digámoslo también, que sí fue. Golpe de Estado, digo. Fracasado, sí, pero de Estado y con toda la matraca del ejército y el facherío patrio detrás (que no era poca cosa, no en la España de los Ynestrillas, Blas Piñar, Fraga, etcétera, de los 80). Cien años, esto es, a razón de 8 por cabeza. Esto es, lo mismo, si fa o no fa, que a la Manada por algo, digámoslo también, que no solo fue sino que será. Para la víctima, claro. 100 años. Esto es, ocho por cabeza. Esto es, como si se tratara de un homicidio. Flipa.

Y en esas que llega la noche. Y se desatan las pasiones. Cabreo. Mucho cabreo. En todas partes. Normal. Por cierto, qué palabro, eh. Normal. ¡¿Qué carajo es normal?! Bueno, en fin, qué cabreo, mucho cabreo. Si por algo que no fue te caen 100 años (ocho por cabeza) pues hagamos algo que sea, ¿no? ¡¿El qué?! Bueno, ahí está el problema. Años de conflicto político lapidados a golpe de talego, años de protesta pacífica sepultados a grito de tertuliano y años de políticas de acumulación por desposesión ventilados a ritmo processista o sociata. Tanto monta. A saber, revolucionarios en lo electoral y reaccionarios en lo gubernamental. O algo por el estilo. Luego, ¿qué nos queda? ¿qué les queda? Pues que va a quedar. La nada y el todo. Esto es, la nada, que es de dónde veníamos. A saber, referéndums que no son. Revoluciones que no van y conflictos que hacen bola. Y el todo, qué es dónde nunca llegamos. Sueldos que no alcanzan, trabajos que se esfuman y mundos que se consumen ¿Resultado? No future, que dirian los punkis, y horizontes truncados a ritmo de cambio climático y canciones de Bad Gyal. ¿Qué querían?

Es una sentencia contra todo brote social organizado, contra toda expresión masiva de rechazo a un país que hace aguas por todos partes

Y el coco que sigue. Es martes. O miércoles. Ya no sé. Las rutinas se suceden. Las mías y las de la calle. La nada y el todo. Y yo en casa. Evaluaciones, programaciones, correcciones, cenas, coladas, tos por aquí, estornudo por allá, twitter en una mano y el mando de la tele en la otra, y en esas que el peque me suelta “papa, ¿què passa? Presos polítics, no?”. Y el coco que no para. Cinco años cuenta la criatura y ya me habla de “presos polítics”. Y no de hoy sino de hace ya. Como los chavales que cuando el 15M tenían 10 o 12 años y que en su socialización política y pacífica desde aquel mayo de entonces solo han recibido palos y más palos. “Sí, peque, presos polítics”, y lo que es peor, reacción conservadora de aupa. Porque si algo desprende la sentencia es su poso reaccionario. No nos engañemos. Esta no es solo una sentencia contra el Procés. No es solo un castigo contra los dirigentes que osaron profanar los pilares fundamentales de la sacrosanta democracia que nos dimos entre todos. A saber, el Rey, la rojigualda y la una, grande y libre, pero de buen rollo, claro. “Que soy compañero”.

Es una sentencia contra todo brote social organizado, contra toda expresión masiva de rechazo a un país que hace aguas por todos partes. A saber, deshaucios, alquileres por las nubes, trabajos precarios, estudios caros. Qué digo caros, carísimos (competencia catalana, por cierto. Los estudios y sus precios, digo; nah, por enfocar). Recortes. Gürtel. “Dos missals, mossèn”. Gente muriendo en hospitales, en salas de espera eternas. Gente pobre, claro. Que los ricos tienen sus clínicas. Frustración y desapego a raudales. ¿Respuesta? Ley y orden. Revolucionarios en lo electoral y… lo dicho. Ley y orden como única respuesta. O lo qué es lo mismo, cierre por arriba de gobiernos y partidos y aviso para navegantes. Si crece la protesta lo hará también la represión, aun a costa de la vulneración sistemática de derechos fundamentales como lo son, sin duda, el derecho a la movilización y a la desobediencia. 

Separación de poderes, dicen. Como si la justicia de este país no hubiera dado buena muestra de su poso autoritario

Como entender si no el malabarismo jurídico que supone equiparar los hechos pacíficos de otoño de 2017 en Barcelona al golpe militar violento del 23F o la relación que establece el Supremo entre capacidad de movilización y cien años de talego, hubiera o no violencia. De cajón, ¿no? Pues no. Parece que no. Parece que las las resoluciones judiciales hay que acatarlas vengan de donde vengan, y digan lo que digan.

Separación de poderes, dicen. Como si la justicia de este país no hubiera dado buena muestra de su poso autoritario. Como si no existiera solución de continuidad entre la judicatura y el franquismo en un país dónde 10 de los 16 jueces del Tribunal de Orden Público franquista ascendieron al Tribunal Supremo o la Audiencia Nacional. O como si la sentencia ayudara a rebajar la tensión de un conflicto que necesita respuesta política. Algo así como, “no, miren, la justicia no sirve para resolver el hecho de que haya más de dos millones de personas que quieren votar”. Pero no. El escenario abierto por el Supremo no solo no rebaja nada sino que abre en carne viva la brecha entre lo jurídico y lo real y añade gasolina al fuego de lo político y lo social. Que no es poca cosa. No en un país donde las cicatrices son cada vez más hondas. Laborales, económicas, nacionales. Una de cada dos personas cobra menos de 900 euros al mes y uno de cada cinco niños no llega a cubrir sus necesidades más básicas mientras la riqueza de las grandes fortunas se sigue multiplicado. Pues eso.

El pifostio es importante, sí. Y es grave. Ni de lejos se acerca a lo vivido en Alepo, se ponga como se ponga el pirómano de Albert Rivera. Pero es importante

Y en estas que llega la huelga. La huelga de Schrodinger. A medio camino entre el lock-out y la huelga general, cierto. Pero, ¿que querían? Sin fábricas no hay trabajadoras. Y sin trabajadoras no hay huelgas generales. No al uso. Esto es, laborales o, en su reverso, revolucionarias. Pero qué más da. El pifostio es importante. La sentencia también. Y la frustración. Lo dicho. Mucha gente en la calle. Mucho cabreo. Y mucho contraste. Los del “ni un paper a terra” y los de la kale borroka. El día y la noche. También en las coberturas mediáticas, claro. Por cierto, ¿alguien sabe por qué el tertuliano mediano es incapaz de distinguir entre un melón y una sandía? El pifostio es importante, sí. Y es grave. Nadie lo pone en duda. Pero no parece tan distinto a los brotes de descontento de las banlieus francesas que nos sacuden año tras año, las algaradas de 2014 en Gamonal contra el bulevar de marras, los disturbios de Baltimore en 2015 contra la impunidad racial de la policía o las más recientes protestas de Hong Kong en China.

Habrá que añadir la sentencia a la larga lista de despropósitos típicamente españoles.

El pifostio es importante, sí. Y es grave. Ni de lejos se acerca a lo vivido en Alepo, se ponga como se ponga el pirómano de Albert Rivera (aunque solo sea por la obscenidad de comparar los 600.000 muertos de la ciudad siriana con lo ocurrido estos días en las calles de Barcelona). Pero es importante. Y, lo que es quizás más relevante. Escapa al control de a) una policía desbordada, desfasada y pasadísima de rosca y b) una Generalitat a la que no le quedan más trucos en la chistera, ni fuegos artificiales, se ponga como se ponga Quim Torra y su enésima huida hacía adelante en forma de enésimo referéndum. 

En esto voy pensando. Bueno, en esto y en que habrá que añadir la sentencia a la larga lista de despropósitos típicamente españoles. A saber, la sangría, los toros, la gripe, las transiciones a la democracia pilotadas por los ‘demócratas de toda la vida’ (esto es, los fascistas de siempre) y los cierres en falso de conquistas democráticas y procesos deconstituyentes. Cánovas y la Restauración borbónica cuando la Primera República y la España federal. Franco y el franquismo cuando la segunda República y la democracia social. Vamos, lo típico en estos lares.

Bueno, en estos y en los de más arriba. Porque el descosido no es solo típicamente español. Es también sistémico en la medida que resigue el camino antiilustrado que los Estados suelen mostrar cuando han roto todo consenso social y no encuentran más razón que la fuerza de la sinrazón para hacerse valer. Muestra: República de Weimar y Alemania nazi o Mayo francés y régimen De Gaulle. En fin, que en momentos de fuerte fragmentación y de gran contestación los escenarios suelen abrirse y cerrarse al mismo tiempo, cuando no ir marcha atrás. Y el escenario abierto hoy no parece la excepción sino más bien la norma. La fragmentación crece, no ha hecho más que crecer desde el estallido de la burbuja inmobiliaria de 2008, los partidos se enrocan, ya sea detrás de la bandera, la clase social o el chiringuito particular, y el desapego se dispara, dibujando el mejor de los escenarios posibles para los guardianes del imperio del orden y la ley. Y ahí la extrema derecha campa a sus anchas.

Suele haber excepciones, claro. Pero en todas ellas a) el Estado acepta el conflicto y b) el Estado moldea la lucha y le da salida política. No sé, estoy pensando en la Gran Bretaña del voto femenino de 1918 o la Suecia de la socialdemocracia de los 70. Episodios donde el Estado se muestra más o menos permeable y busca ensanchar la base social de la democracia. Claro que, por aquél entonces, el Palacio de Invierno aún asomaba la cabeza por la ventana de las cancillerías de Europa y el socialismo aún parecía inevitable.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Espionaje
Espionaje ¿Quién le corta las alas a Pegasus?
El Parlamento Europeo tiene la llave para establecer un marco que limite los daños creados por el software Pegasus, de la compañía israelí NSO. España ha sido el último país en el que ha estallado un escándalo relacionado con este sistema de espionaje digital.
Espionaje
Caso Pegasus Moncloa revela que Sánchez y Robles fueron espiados durante los meses de preparación del indulto a los condenados del 1-O
El Ejecutivo encargó dos informes al Centro Criptológico Nacional que han revelado que presidente y minista de Defensa fueron víctimas de incursiones en sus teléfonos móviles a través del software Pegasus.
Catalunya
Crisis territorial Pedro Sánchez anuncia la aprobación inminente de los indultos a los nueve condenados por el 1 de octubre
El Consejo de Ministros aprobará el 22 de junio de 2021 los nueve indultos a condenados por el referéndum del 1 de octubre de 2017. Sánchez lo ha anunciado en Barcelona esta mañana.
#41862
22/10/2019 20:59

hubo más violencia en las manifestaciones de rodea el congreso o las de amazon

0
0
#41813
22/10/2019 4:29

No se pueden hacer más comentarios precocinados en un artículo. Los q nos creímos los movimientos catalanes anarquistas no escuchábamos bien, nos pereció oír ni Dios, ni patria, ni rey, cuando en realidad se trataba de Mi Dios, Mi patria y Mi rey. Y venga a sacar a Franco y la España Franquista, pero mientras en Madrid un niño q nace en Villaverde tiene 10 años menos de vida q nace en Chamartín. Pero eso es otro rollo ya le daremos el 0,7 cuando seamos independientes.

1
1
#41836
22/10/2019 12:42

Te recuerdo que la sentencia del Procés establece un precedente preocupante que ha creado nueva legislación que recorta todo tipo de derechos civiles y tipifica como delito la protesta.
Mucho me temo que, tal como está quedando el panorama legal, de querer protestar por esx chicx de Villaverde que mencionas se nos podría acusar de sedición y meternos en la cárcel. A buen entendedor, pocas palabras bastan.

0
0
Joan
21/10/2019 20:43

Muy bien el articulo. Espero que la gente vaya entendiendo las cosas, porque hay algunos que no se enteran de nada, porque son ni-ni. Ni quieren, Ni les interesa.

3
1
#41792
21/10/2019 15:56

Pero que articulo mas sesgado buscando la épica a un proceso que la mitad no quiere y que los que lo quieren parte son la derecha mas rancia catalana para controlar mejor lo suyo...3%,Puyol etc.

5
10
#41810
21/10/2019 23:52

¿Y por que no se permitió que la gente votara si lo tienes tan claro?

4
1
#41823
22/10/2019 9:53

Porque no es solidario con el resto que si una comunidad se ve mas prospera pretenda disgregarse llevándose con ella las inversiones realizadas, verdad que en cataluña no hace gracia Tabarnia?

0
1
#41774
21/10/2019 14:27

Lo de que todos los partidos son mas o menos lo mismo es inexacto y hasta reaccionario. Por lo demás, me quito el sombrero ante este exquísito resumen de los tiempos que nos toca vivir.

3
0
Maltrato animal
Maltrato animal Gritos frente al Congreso por el fin de las jaulas: el 87% de los animales criados para consumo viven en ellas
El acto simbólico frente a la Cámara exige que España incida en una reforma de ámbito europeo actualmente en tramitación para conseguir el fin de las jaulas por todo el continente.
Eutanasia
Muerte digna Solo cuatro de cada diez de las personas que solicitan la eutanasia consiguen acceder a ella
Al 25% se les deniega la solicitud de muerte digna y otra cuarta parte fallece durante la tramitación. Desde Derecho a Morir Dignamente denuncian que la media en el tiempo de gestión supera los 30 días que marca la ley.
Alimentación
Sostenibilidad Una dieta mediterránea dentro de los límites planetarios
Las 48 millones de personas que viven en España podrían alimentarse con todos los nutrientes que necesita el cuerpo humano sin hipotecar el futuro del planeta con un 99% de producción agroecológica local y con 400.000 nuevos puestos de trabajo.
Opinión
Opinión ¿Y por qué no se llama el “Caso Acciona”?
En las sentencias cambian los nombres de los peones, los prescindibles, los politiquillos desgraciados que van y vienen mientras se repiten, invariablemente, hasta el hartazgo, los mismos nombres de las grandes empresas corruptoras.
Andalucía
Actualidad LGTBIQA+ Los colectivos LGTBIQA+ críticos andaluces se rebelan contra el orgullo mercantilizado
Decenas de colectivos andaluces proponen un orgullo reivindicativo frente a la mercantilización promovida por distintos Ayuntamientos, muchos de ellos gobernados por el PP
Comunidad de Madrid
Refugios climáticos Los jardineros de Alcorcón convocan paros para luchar contra la falta de personal
Los profesionales destacan la importancia de su trabajo en los parques y jardines públicos para la salud de la ciudadanía, contra la polución y como refugios climáticos.
Feminismos
Jule Goikoetxea “Los genocidios se sustentan en prácticas micro que legitiman una manera de vivir delirante”
Jule Goikoetxea es una de las filósofas más reconocidas del Estado Español. El año pasado acompañó a Angela Davis en su visita a la Fira Literal de Barcelona. De aquellos cuatro días nace su primera novela, ‘Politeísmo bastardo’.
OTAN
OTAN La OTAN se rinde ante Trump y acata la subida del 5% del gasto en Defensa
Empieza la cumbre de la OTAN, que reúne, durante hoy y mañana, a más de 40 líderes mundiales en La Haya. Viene marcada por la negativa de España a aumentar hasta el 5% del PIB el gasto en Defensa.

Últimas

Editorial
Editorial Ciudades de lujo para la clase obrera
La ciudad puede ser un espacio donde la producción se autogestione, la reproducción se comunalice y la distribución se organice para garantizar la vida en libertad.
Opinión
Opinión Por qué no iré a vuestro orgullo
No me veo reflejade en vuestro carnaval, mayoritariamente gay, hedonista, alcoholizada, consumista, capacitista. En vuestro orgullo no caben mis heridas.
Fotografía
Opinión Fotografía, estado de protesta
El Festival Internacional de Fotografía y Artes Visuales PHotoESPAÑA reúne en su programación off y sedes invitadas varias exposiciones que reflexionan sobre conflictos sociales y políticos del Sur Global.
Melilla
Racismo Institucional La impunidad institucional marca el tercer aniversario de la Masacre de Melilla
Tres años después de la Masacre de Melilla, donde más de cien personas perdieron la vida, el Ministerio del Interior sigue defendiendo que no se produjeron muertes en el suelo español y que las autoridades actuaron de forma proporcionada
Melilla
Opinión A tres años de la masacre de Melilla del 24J, ¿qué ha cambiado?
Lo que aconteció en 2022 es otra huella de la rutina neocolonial y racista de este enclave español en la frontera sur. El hecho nos permite recordar las necropolíticas racistas invisibilizadas en los juzgados y las esferas mediáticas.
Más noticias
Crímenes del franquismo
Análisis Patronato de Protección a la Mujer: imperdonable
Nadie debería cuestionar que las supervivientes reclamasen las garantías de sus derechos fundamentales junto al público asistente, y más después de lo ocurrido los días previos y durante el acto.
Tribuna
Tribuna Europa debe dejar de tener un doble rasero en la exportación de pesticidas tóxicos
En la Unión Europea se producen para su exportación pesticidas peligrosos que están prohibidos dentro del territorio comunitario. Hay que terminar con esta lacra para favorecer los derechos humanos, laborales y de la infancia.
Corrupción
Caso Koldo Ábalos y Koldo no entran en prisión
El ex ministro socialista se desvincula de las acusaciones y asegura que los audios grabados por Koldo García podrían estar manipulados. Por su parte, su exasesor, obligado por el juez a presentarse a la vista de este lunes, se ha negado a declarar.

Recomendadas

Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM)
Jorge Nacarino “El movimiento vecinal tiene que seguir siendo punta de lanza de la presión social”
Vivienda, turistificación, gestión de residuos, la masificación de eventos así como reimpulsar la participación ciudadana, son solo algunos de los retos que observa, como prioridades, el joven presidente de la FRAVM.
Madrid
Violencia machista Almeida elimina los Espacios de Igualdad y los transforma en centros especializados en violencia de género
Trabajadoras y oposición denuncian un cambio de un modelo participativo hacia otro asistencialista, en el que no se atenderá a todas las mujeres y se perderán actividades de prevención y sensibilización.
Sexualidad
Pitu Aparicio “Yo no he visto en el supermercado productos para el olor a pene”
Pitu Aparicio quiso centrar su formación en los dos tabús con los que creció: el sexo y las drogas. Una vez se hubo formado, decidió que su principal tarea era divulgar todo ese conocimiento que se nos había vetado.
Pensiones
Pensiones Cotizaciones ficticias, ¿un parche en la brecha de género en las jubilaciones?
La compensación por cuidados de hijos y familiares puede llegar a sumar hasta cinco años de cotización, pero no es suficiente para que muchas mujeres logren la pensión digna.