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Industria automovilística
Los gigantes del motor se suben al carro de los ERTE por falta de suministros
La crisis de suministros, los altos precios de la energía y la escasez de componentes básicos para la industria siguen golpeando el tejido industrial. Casi todas las grandes empresas del sector automovilístico con presencia en España —Volkswagen, Renault, Seat, Ford, Mercedes-Benz o Nissan— han pasado de los Expediente de Regulación de Empleo (ERTE) por los problema derivados de la pandemia a los ERTE motivados por la falta de suministros.
La última en apuntarse ha sido Volkswagen Navarra, que ha anunciado un cierre de las instalaciones durante al menos dos semanas. Entre este viernes 26 de noviembre y el 13 de diciembre, las fábricas permanecerán cerradas, según comunicó la empresa a la plantilla. La vuelta a la actividad después de ese día no está asegurada, denuncian desde el comité de empresa. Los trabajadores, que llevan inmersos en diversos procesos de ERTE desde antes de la pandemia, llevan meses con retrasos en las prestaciones por desempleo como consecuencia de diversos problemas burocráticos con el SEPE. La mayoría de los afectados no ha cobrado nada desde julio y relatan una situación crítica por falta de recursos, especialmente cuando se acercan las navidades.
Industria
Nissan cumple 11 días en huelga indefinida mientras los grupos PSA y Renault se plantean volver a Francia
La crisis del covid-19 ha sacudido la industria del motor, uno de los pilares, junto al turismo, de la economía española. Mientras el Gobierno de Macron condiciona las ayudas públicas al regreso de las fábricas a Francia, continúa la huelga en las plantas de la multinacional japonesa ante los temores de un cierre definitivo.
“A la falta de semiconductores se le suman los días de no trabajo y menos ingresos, a lo que se está uniendo la falta de cobros de prestaciones por parte del SEPE. A ver cómo intentamos con la dirección de la empresa coger algo de aire para la plantilla”, indicaba Alfredo Morales (UGT), presidente del comité de empresa, a Europa Press.
En concreto, VK Navarra tiene problemas de suministro de los chips necesarios para la climatización procedentes de Tailandia y de las bandejas de los maleteros, fabricadas en China y atascadas en algún lugar del Mediterráneo cercano a Malta.
Casi todas las grandes empresas del sector automovilístico con presencia en España —Volkswagen, Renault, Seat, Ford, Mercedes-Benz o Nissan— han pasado de los ERTE por los problema derivados de la pandemia a los ERTE motivados por la falta de suministros
No es el primer ERTE de la multinacional en Navarra. En 2018, Volkswagen decretó un ERTE en la planta de Landaben argumentando falta de motores homologados, una actuación que el sindicato CGT calificó de “fraude” y causado por el “incumplimiento de las obligaciones” de la empresa, que no puso “los medios medios técnicos, humanos y económicos” para evitar la situación.
En abril de 2020, Volkswagen Navarra se sumaba a las grandes empresas con beneficios que se adscribían al plan de ERTE del Gobierno. Ya entonces el sindicato LAB se opuso a la decisión y acusó a la dirección de la “posible falta de piezas”, una situación “producto de la avaricia empresarial, que lleva a la deslocalización de los proveedores”. Ese año, VW Navarra logró un beneficio de 66,2 millones de euros. Según el Diario de Navarra, los ERTE le permitieron ahorrarse hasta 22 millones. En todo el mundo, el grupo Volkswagen lleva acumulado un beneficio de 10.865 millones de euros en 2021.
En septiembre de este año, la falta de chips llevaba a reducir la producción en VK Navarra y a limitar el número de turnos de trabajo. A mediados de noviembre, los coches, en especial el modelo T-Cross comenzaban a acumularse por los problemas de suministro de chips y de las bandejas del maletero.
La última en apuntarse ha sido Volkswagen Navarra, que ha anunciado un cierre de las instalaciones durante al menos dos semanas. Entre este viernes 26 de noviembre y el 13 de diciembre, las instalaciones permanecerán cerradas
La situación en Navarra se replica en otros rincones del Estado español. En Iveco Madrid, UGT y CCOO han firmado un ERTE de 42 días para el periodo comprendido entre el 15 de octubre y el 31 de marzo de 2022. Las paradas productivas tienen la misma motivación, según la dirección de la empresa: la escasez de componentes que afectan a la industria.
Es la misma razón, especialmente la falta de semiconductores, que esgrimió Renault para prorrogar su ERTE, que debía finalizar este diciembre. El nuevo ERTE, que afectará a 8.777 empleados, comenzará el 1 de diciembre y se prolongará hasta el 30 de junio de 2022. Semejantes motivos utilizó Seat, marca que depende del Grupo Volkswagen, para empalmar los ERTE del covid con los de la crisis de suministros. En septiembre anunció un nuevo ERTE para sus tres centros de trabajo en Catalunya que empezaría el 27 de septiembre y se prolongará hasta el 30 de junio de 2022.