Industria armamentística
Las sospechas de corrupción en la agencia de compras en la OTAN alcanzan a la israelí Elbit Systems

En mayo de este año trascendió que la Agencia de Apoyo y Adquisiciones de la OTAN (NSPA) se encontraba en el centro de la mayor investigación por corrupción que rodea a la Alianza Atlántica. Los operativos de primavera tuvieron lugar en siete países, incluido España, y se saldaron inicialmente con ocho detenciones. Otra información conocida este lunes, 8 de diciembre, ha puesto en primer plano el nombre de Elbit Systems, compañía relacionada con el mismo caso que ha sido suspendida por la agencia de adquisiciones de la OTAN. 

El escándalo, destapado por la organización Follow the Money y publicada por tres medios (el francés La Lettre, el belga Le Soir y el neerlandés Knack), refiere cómo distintas empresas del sector de la defensa pagaron sobornos “por un valor potencialmente de millones de euros” para asegurar contratos con la OTAN a través de la NSPA. Esta agencia ha crecido de manera geométrica tras el recrudecimiento del conflicto en Ucrania, y actualmente maneja contratos por un valor en torno a 9.500 millones de euros, una suma que casi se ha triplicado desde 2021.

Esta semana, el consorcio de medios ha divulgado que, desde que en julio se destapó el escándalo, varios contratos vigentes firmados con Elbit Systems están suspendidos y la empresa tiene prohibido competir en nuevas licitaciones. Los contratos afectados incluyen municiones para obuses montados en camiones, sistemas de artillería de cohetes móviles y sistemas de defensa para aviones y helicópteros militares.

“La corrupción es una enfermedad persistente en la NSPA”, según se ha revelado en la investigación centroeuropea

Elbit es uno de los mayores fabricantes de sistemas de defensa de Israel y una empresa clave en el genocidio que Israel está llevando a cabo en Gaza desde el 7 de octubre de 2023. La compañía ha defendido que “no hubo irregularidades en su conducta” con respecto a los contratos de la agencia de compras de la OTAN.

Pese a que la información sugiere que Elbit, junto con su filial Orion Advanced Systems, ha quedado al margen de las compras de la OTAN, en las últimas semanas se ha sabido que la compañía ha firmado un contrato de 650 millones con Grecia para la vigilancia de la frontera con Turquía y otro acuerdo, estimado en cien millones, con un “cliente internacional no revelado” para el suministro de sus modelos Hermes 900 de dron, con vistas al control fronterizo.

Récords de beneficios

En noviembre, Elbit anunciaba récords de pedidos en cartera y un incremente sustancial del precio de las acciones, fruto de “los importantes contratos que la Empresa ha asegurado en toda Europa y de clientes en todo el mundo”, según celebraba la empresa.

Follow The Money detalla que en los últimos años Elbit ha provisto de “municiones, gafas de visión nocturna y sistemas antimisiles para aeronaves” a países OTAN a través de contratos que suman decenas de millones de euros, pero también que los acuerdos de confidencialidad impiden conocer la suma real.

“La corrupción es una enfermedad persistente en la NSPA”, según se ha revelado en la investigación centroeuropea. Lo cierto es que, pese a que se han producido detenciones desde mayo, la sombra de la impunidad se ha extendido sobre el caso. En octubre de este mismo año, Estados Unidos desmontaba parte de la causa con la retirada de cargos sobre cuatro de los principales sospechosos, tres de los cuales ya se encontraban en régimen de prisión preventiva.

A mediados de noviembre comenzó en Londres el juicio contra los militantes de Palestine Action, a los que se acusa de destruir armas en una factoría de Elbit Systems por valor de dos millones de libras, armas que iban a ser usadas en el genocidio de Gaza. Durante las sesiones se han recordado hechos como que la compañía se jacta de proveer el 85% de los drones que usan las Fuerzas Armadas de Israel (FDI) en los territorios palestinos.