We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Independencia de Catalunya
Se buscan federalistas para relación estable
La semana pasada veía la luz una nueva Asociación por una España Federal nacida para promover una “reforma del modelo territorial en sentido federal”. El movimiento no parece ajeno a la necesidad que tiene Pedro Sánchez de un estado de opinión más favorable a la negociación con la Generalitat.
La semana pasada veía la luz en Madrid una nueva Asociación por una España Federal, nacida para promover una “reforma del modelo territorial en sentido federal” y “desarrollar una labor de difusión y pedagogía en la sociedad española en torno a los contenidos y a las implicaciones de la propuesta federal”. Sus promotores no son ningunos radicales.
Buena parte de ellos son políticos e intelectuales cercanos al PSOE, y el movimiento no parece ajeno a la necesidad que tiene Pedro Sánchez de que en España se cree un estado de opinión más favorable a dar pasos en la distensión y la negociación con la Generalitat. Su presidente, Nicolás Sartorius, fundador de CC OO, exdirigente del PCE, y expresidente de la Fundación Alternativas, se opone abiertamente a un referéndum de autodeterminación en Catalunya, y niega que pueda extrapolarse a España el modelo escocés, pero defiende que entre “el inmovilismo, que no quiere mover nada, y el secesionismo, que es un disparate”, existe una tercera vía, que sería “la culminación natural del Estado autonómico” en un Estado federal.
La Catalunya federalista
Para Eugenia Palop, profesora de filosofía del derecho en la Universidad de Carlos III, el federalismo está dejando de ser un tabú en España. En opinión de la jurista, el 1 de octubre contribuyó a que muchos independentistas llegaran a la conclusión de que “la vía unilateral era una vía fallida”, así como a que sectores de la opinión pública española entendieran que era necesario buscar una salida política al conflicto catalán.
Menos optimista se muestra Javier Tebar, profesor de historia contemporánea de la Universidad Autónoma de Barcelona, para quien el federalismo catalán ha quedado laminado en medio de una polarización social y política sin precedentes. Para Tebar, la construcción de un polo federalista debería pasar porque los Comunes, una parte del PSC y otra gente que no milita en partidos políticos fueran capaces de ponerse de acuerdo en articular una propuesta clara y comprensible, capaz de movilizar en su defensa a un sector de la población catalana que a día de hoy no se identifica plenamente con ninguno de los dos grandes bloques. Según un sondeo de julio del Centre d'Estudis d'Opinió, los partidarios del federalismo se situarían en Catalunya en el 22%, 3 puntos más que en febrero de este mismo año, pero aún por debajo del 25, 5% que había en 2012, al inicio del Procés.
El porcentaje de personas partidarias de un Estado federal o de un Estado autonómico más avanzado rondaría en España el 33% según una encuesta
Durante el primer tripartito catalán de izquierdas, Pasqual Maragall trató de reorientar al emergente soberanismo que comenzaba a despuntar en la sociedad catalana, hacia el objetivo de un nuevo Estatut de corte federalizante. La operación era arriesgada y le costó al PSC la aparición de Ciudadanos, un nuevo partido promovido por sectores descontentos con lo que consideraban una apuesta excesivamente catalanista de Maragall. Sin embargo funcionó a la hora de integrar al independentismo. ERC, liderada por Carod Rovira, aparcaría el durante un tiempo la reivindicación independentista, abrazada a principios de los años 90, para explorar la vía federalista y la colaboración con el resto de las izquierdas, fijándose el objetivo estratégico de contribuir a una “segunda transición democrática y plurinacional” en España. Sin embargo, la anulación del Estatut en 2010, tras la durísima ofensiva política, judicial y mediática del PP, durante la cual el PSOE abandonaría a Maragall y renegaría de su promesa de no cuestionar el proyecto autonómico que saliera del Parlament catalán, dispararía el apoyo social al independentismo, hasta entonces muy minoritario en Catalunya, y que cobraría un nuevo impulso a partir de las consultas independentistas locales y la formación de la Asamblea Nacional Catalana.
España: el federalismo crece, el centralismo también.
Si Catalunya se polariza en torno a la cuestión nacional, también el conjunto de España refleja una división parecida cuando se debate sobre el problema territorial. Según una encuesta de El Confidencial de marzo de este año, el porcentaje de personas partidarias de un Estado federal o de un Estado autonómico más avanzado, con mayor poder de las comunidades, rondaría en España el 33%. Una cifra apreciable, en la que estarían englobados los votantes de los partidos nacionalistas, una mayoría de los electores de Unidos Podemos, y una minoría de quienes votan al PSOE, el partido con el electorado más conforme y satisfecho con el actual estado de las autonomías. En enero de este año El Español publicaba otro sorprendente sondeo en el que se apuntaba que el 33,8% de los españoles estarían dispuestos a reconocer en la Constitución el derecho a la autodeterminación. Sin embargo, en paralelo a esta creciente corriente de opinión federalista, partidaria incluso del derecho a decidir, la encuesta de El Confidencial destacaba que el centralismo también crece: un 19% quiere menos poder autonómico y un 20% aboga directamente por la supresión de las autonomías. Son mayoritariamente votantes del PP y de Ciudadanos, pero ojo, también hay significativas minorías del PSOE y de Unidos Podemos que abogan por la recentralización. Una recentralización que como señala Eugenia Palop, el Gobierno de Rajoy ya ha puesto en marcha sin demasiada publicidad, de un modo discreto, a través de la llamada Ley Montoro y la reforma de la Ley de Bases del Régimen Local.
Simetrías y asimetrías
Para Guillem Martínez, cada vez que se debate sobre la vía federal, se pone de manifiesto que en España hay un auténtico “terror a a la asimetría”. La apuesta por un sistema asimétrico, es decir, uno en el que los territorios gocen de diferentes niveles de competencias y las legislaciones finalmente resultantes puedan ser muy dispares, genera sarpullidos no sólo en la derecha, sino también en una buena parte del PSOE que identifica asimetría con desigualdad. Sin embargo, en opinión del periodista, sin quitarse ese miedo de encima “será imposible construir un país federal”, en el que “cada Estado se adapte a sí mismo y a sus necesidades en el tramo de soberanía que se pacte y le corresponda”.
Frente a las señales de alarma de los barones del PSOE, con la andaluza Susana Díaz y el asturiano Javier Fernández a la cabeza, para quienes el reconocimiento de la plurinacionalidad supondrá en definitiva mejor financiación para las comunidades ricas a costa de los territorios más pobres, Martínez y Palop coinciden en señalar que el federalismo y el Estado plurinacional no están reñidos con el establecimiento de mecanismos de solidaridad y de compensación económica de unas regiones a otras. Para Palop una agencia tributaria propia no ha de suponer contribuir más o menos al conjunto, sino una mayor autonomía para decidir sobre aquellos impuestos que recauda la comunidad. Según Eugenia Palop, que se muestra partidaria del sistema asimétrico, una reforma federal de gran calado obligaría incluso a “repensar el actual mapa autonómico” puesto que “no tiene sentido que todas las actuales comunidades autónomas se reconviertan en estados”.
Los federalistas para poner en marcha una reforma ambiciosa escasean en España y tampoco abundan en Catalunya
Martínez reconoce que a día de hoy los federalistas para poner en marcha una reforma ambiciosa escasean en España, pero que tampoco abundan en Catalunya, la histórica reserva espiritual del federalismo en la península, el territorio en el que el 14 de abril de 1931 Francesc Maciá proclamó el Estado Catalán de la futura República Federal española. De hecho, el contexto de polarización política y la represión del Estado parecen haber hecho evolucionar a muchas personas, anteriormente autonomistas y federalistas, hacia posiciones independentistas, en un país, donde como explicaba Enric Juliana en una entrevista a Jot Down, las fronteras siguen siendo, a pesar de todo, porosas, y alguien puede levantarse “casi independentista e irse a dormir federalista, dependiendo de lo que pase a lo largo del día”.
¿Podría un enfriamiento de las pasiones procesistas contribuir a un ensanchamiento de la base social federalista? Palop se muestra optimista y cree que de hecho ya está pasando, pero en opinión de Martínez, aunque la situación política se haya relajado algo desde la moción de censura, buena parte del del independentismo y del españolismo “van a trabajar porque el mal rollo no se acabe”.
Periodismo
Guillem Martínez: “El Procés, que era una sentimentalización de la política, se ha sentimentalizado más”
El periodista Guillem Martínez ha recopilado sus crónicas sobre el conflicto entre los Gobiernos de Catalunya y España en 57 días en Piolín.
Relacionadas
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Justicia
Reportaje El imperio de los jueces-soldado
Análisis
Análisis El independentismo en la Cataluña posprocés
No olvidar al protofederalista PNV de Urkullu que espera que sus socios del PSE pasen el cepillo a su "propuesta de nuevo estatus".
Urkullu podría optar a la presidencia de esa "Asociación".
"
Malcolm iXa
@ideiazabaldu
"La izquierda hace mucho que perdió su credibilidad y no responde a los problemas reales de las clases populares. Al final se dirige a las clases medias acomodadas y por eso cada vez actúa de forma más acomplejada y conservadora frente al poder hegemónico de las élites y la UE."
No busquéis mas. Son los republicanos monárquicos, pacifistas dela OTAN, revolucionarios de alta cocina y lumpen desesperados por ser burguesía. Pudimos.
Leed a Nines Maestro:
http://insurgente.org/angeles-maestro-errejon-carrillo-pedir-perdon-2-0/