En este medio hoy no escriben Ter García, Sarah Babiker ni Patricia Reguero, las redactoras que forman parte de la plantilla de El Salto. Tampoco lo harán Sara Plaza o Susana Albarrán, de El Salto Madrid; ni Lis Gaibar o Beatriz Badenas, de El Salto País Valencià; ni Larissa Saud, de El Salto Andalucía; ni Clara Figueroa o Elena Martín, de O Salto Galiza; ni Gessamí Forner, de Hordago El Salto; ni Irene Martínez de El Salto La Rioja; ni Laura Álvarez, de El Salto Extremadura.
En este espacio, cualquier otro día, encontrarías un artículo firmado por una de las redactoras de la plantilla o del colectivo de cualquiera de las ocho ediciones territoriales de El Salto. Hoy no será así. Tampoco tendrán respuesta los mails de las socias, ni habrá nadie al otro lado del teléfono en administración o en publicidad, porque Mai Gredilla, María Ruíz, Ana Álvarez y Marta Bonet también están de huelga. Quizá eches en falta algún correo o algún post en Facebook.Todas las empleadas de El Salto han decidido por unanimidad ejercer su derecho de huelga en esta convocatoria de huelga feminista con motivo del 8 de marzo, unanimidad que se extiende a todas las mujeres del colectivo.
Por eso, en elsaltodiario.com hoy solo habrá contenidos realizados por ellos: fotógrafos y redactores que hoy tendrán que asumir las consecuencias de que las mujeres paren en una huelga de consumo, de cuidados, estudiantil y laboral.
Este medio y este colectivo comparten que hay mil motivos, como ha argumentado el movimiento feminista, para esta huelga que el año pasado consiguió su objetivo de que nadie pueda mirar hacia otro lado ante las desigualdades y violencias que sufren las mujeres, y que este año señala la urgencia de tomar medidas contras las estructuras que las perpetúan.
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