Obras Santiago Bernabeu - 1

Fútbol a este lado
Posfútbol

No lo van a reconocer, pero seguramente a estos millonarios alérgicos a la gente no les gusta el fútbol. O no más que a las personas por las que sigue siendo el deporte más popular del planeta.

Vaya por delante lo obvio: la Superliga no era un proyecto deportivo, sino financiero. Una huida hacia adelante tratando de reactivar la burbuja del fútbol. Un órdago capitalista más en un tiempo en el que las élites, quizá viendo un evidente margen de beneficio en su autoapartheid formativo, habitacional y de ocio de liceos exclusivos, urbanizaciones de lujo o reservados vip, juegan a la escisión de clase con brexits, dumpings fiscales o superligas. Tampoco era esta ninguna revolución, como nunca un cierre patronal será lo mismo que una huelga.

Se habla mucho por aquí y por allá de orgullo de clase, de guerra de clase o incluso de odio de clase, pero no tanto del asco de clase. Anunciada en la medianoche de un domingo cualquiera, la Superliga tiene bastante de eso. De la clase de desagrado que provoca ver comer con las manos a la servidumbre o el que da el estertor de un caballo extenuado. Eso somos para la élite del fútbol los aficionados: el recuerdo, desagradable, de la vida.

El seguidor que más apolítico se reclame lo tiene hoy difícil para hablar del tema sin pronunciar palabras como “capitalismo”, “codicia” o “ricos”. Ha vuelto a ser evidente que es imposible hablar de fútbol, siquiera pensarlo, sin contextualizarlo en este sistema de producción

El repudio es mutuo, gritamos hacia arriba. De esa onda de sonido, algo les ha llegado entre su clinclín de vasos y su chaschás de tarjetas. Porque una buena noticia, por aquí abajo en el mundo terrenal, es que las reacciones han sido mayoritariamente negativas. Son días de reforzar la autoestima de sabernos en el lado correcto. El seguidor que más apolítico se reclame lo tiene hoy difícil para hablar del tema sin pronunciar palabras como “capitalismo”, “codicia” o “ricos”. Ha vuelto a ser evidente que es imposible hablar de fútbol, siquiera pensarlo, sin contextualizarlo en este sistema de producción. Uno en el que antes que las personas —no digamos ya aquellas que lo sostienen, pues la metástasis del malestar hasta sectores hace décadas desahogados es un hecho—, está el beneficio.

Como un gestor neoliberal que deteriora el transporte público mientras se mueve con chófer, la industria del fútbol ha estado conspirando contra la propia calidad del producto que ofrece, por decirlo en su idioma. La saturación en el número de partidos, la cantidad de veces que equipos poderosos se enfrentan entre sí destrozando la magia del evento o la creciente diferencia entre clubes ricos y pobres son ejemplos de maltrato a este deporte desde sus propios organismos rectores, desde dentro.

Ya llevamos años de una industria centrada en el fútbol al peso. Porque ojo a una cosa: no se juega al fútbol peor ahora que hace treinta o cuarenta años. Y sin embargo, apasiona menos, engancha menos, cualquier “partidazo” dice ahora mucho menos de costumbres populares, de geopolítica, puede que hasta de olores o sabores, de la vida, que un partido ramplón de hace no tanto. Ese es un “mérito” que debemos “agradecer” a la clase dirigente. Como la calidad de una democracia no se devalúa sola, sino mediante una mezcla de desigualdad, cloacas, palos, desfalco y mentiras, así la vulgarización del fútbol no ha sido cosa de magia.

No lo van a reconocer, pero seguramente a estos millonarios alérgicos a la gente tampoco les gusta el fútbol. O no más que a las personas gracias a las que sigue siendo el deporte más popular del planeta. Se les hace aburrido y largo, como prácticamente ha reconocido Florentino Pérez usando a los jóvenes para deslizar la idea de que pueda recortarse la duración de 90 minutos de cada partido. Así, frotifroti de manos y dindón de Bolsa, pueden jugarse más partidos que sumen más tiempo, más dinero. Esa es la pinza, ansiedad y negocio. Cabeza frita y opresión en el pecho, la única propuesta de vida del capital.

Ibex 35
Negocio frustrado Florentino Pérez recibe el batacazo empresarial más sonoro de su carrera con el fracaso de su Superliga
Es noticia que el presidente del Real Madrid pierda una apuesta empresarial. El fracaso anunciado de la Superliga contrasta con una carrera de éxitos cimentada en la buena relación con los estamentos políticos.

La frustrada Superliga —en el momento de escribir estas líneas, ya solo quedan atrincherados Real Madrid y Barcelona— tenía algo del proyecto antidemocrático con el que las patronales UEFA y FIFA soñaban en secreto. Ese que ensayan sin atreverse porque saben que es casi imposible que todos los niños de Belgrado sean del Manchester United. Como saben que un seguidor del Celta puede llevar un chándal del PSG sin que vaya a celebrar nunca un gol de Mbappé en la tele como uno de Iago Aspas en Balaídos. Seguramente, los clubes de la Superliga de las bancas de inversión JP Morgan y Key Capital, por un lado, y federaciones nacionales, UEFA y FIFA por otro, llegarán a un acuerdo que ponga paz en la sobremesa del banquete del deporte antes conocido como fútbol. Quizá una vuelta pactada al “redil” de estas macroempresas, una vez clubes deportivos, con aún mayor trozo del pastel, si este chantaje, este secuestro cuyo fin es exigir (más) rescate económico, que eso es lo que es, les sale todavía medio bien.

Mientras, y de aquí en adelante, quizá tendríamos que dejar de llamarlo fútbol, como apuntó ya hace años el periodista Axel Torres. El turbo elitista y unilateral desactiva nuestro apego sentimental. Estrangula la primera de las dos maneras de seguir el fútbol —la de aquel a quien le importa— y sofoca la segunda —la de aquel a quien le interesa—. Esta última puede que siga viva. Pero importar e interesar son verbos muy diferentes en la capacidad y disposición que implican para perdonar. Para creer en algo.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Fútbol a este lado
Fútbol a este lado Última primavera en Smack City
En 1985, el Liverpool perdió con la Juventus una final jugada prácticamente al tiempo que se recogían casi 40 cadáveres, la mayoría italianos, en las gradas de Heysel. Ese año, sus vecinos del Everton ganaron la liga inglesa y la Recopa de Europa.
Fútbol a este lado
Fútbol a este lado Sol de invierno
Olvidamos que empezamos a descifrar palabras que subrayaban nuestros dedos en papel o cartón riendo, boquiabiertos, con la promesa de aventuras y nuevos mundos por probar y construir.
Fútbol a este lado
Fútbol a este lado El cesto de las chufas
En fútbol, o la industria antes conocida con ese nombre, es cosa de arqueología los casos de jugadores que podían desatascar un partido con tanta probabilidad como perder los nervios.
#87932
22/4/2021 20:57

Gracias por esta agradable d interesante nota.

0
0
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.
Argentina
Extrema derecha La motosierra de Milei se ceba con los hospitales públicos y las personas con discapacidad
Los recortes del Gobierno afectan al Hospital Garrahan, un centro de alta complejidad, referente pediátrico nacional y latinoamericano, y también a los recursos de las personas con discapacidad, a los que el ejecutivo califica de “idiotas”.
Estados Unidos
Estados Unidos “No Kings”: más de 2.000 manifestaciones en EEUU para protestar contra la deriva autoritaria de Trump
Con el nombre de movimiento No Kings (sin reyes), millones de personas están convocadas a manifestarse en todo el país este sábado y enfrentar el desfile militar organizado por Trump el día de su 79 cumpleaños.

Últimas

Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Galicia
TSXG Peritos en el juicio contra la Xunta: la contaminación del embalse de As Conchas es “extremadamente peligrosa”
Siete vecinos, la Asociación de vecinos de As Conchas y la organización de consumidores CECU han demandado a varias administraciones gallegas por presunta mala gestión de una contaminación derivada del exceso de macrogranjas en la comarca de A Limia.
Palestina
Marcha a Gaza Poner el cuerpo contra el genocidio
Miles de activistas de todo el mundo participan en la Marcha a Gaza desde Egipto. Desde el movimiento solidario extremeño con Palestina, una reflexión acerca de la importancia de esta lucha y de su momento histórico.
La madeja
La Madeja Oído/lengua/vientre
El oído que deja de prestar atención a la palabra del amo y se vuelve, inclinado ligeramente hacia abajo, a las que durante siglos callaron y al fin abandonaron la mudez, no será nunca subyugado.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Un centro de salud desbordado y con cucarachas y otro pendiente de construir desde hace 22 años
Los vecinos del barrio de Comillas, en Carabanchel Bajo, se han manifestado para reclamar el nuevo centro de salud planificado desde 2003 y cuya parcela ya fue cedida por el Ayuntamiento a la CAM, que no da explicaciones por la paralización.
Centrales nucleares
Cierre de Almaraz Las empresas propietarias de Almaraz no acuerdan una propuesta conjunta para alargar la vida de la central
Solo Iberdrola y Endesa firman la propuesta de alargar la vida de Almaraz trasladada al MITECO. Naturgy se descuelga de la misma y bloquea su viabilidad, al estar la central explotada por las tres energéticas en un régimen de comunidad de bienes.
Más noticias
Israel
Oriente Próximo Israel mata al comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán, que prepara “una respuesta contundente”
Israel ha atacado Irán en la madrugada del viernes 13 de junio con bombardeos de unos 200 aviones de combate. La Guardia Revolucionaria iraní ha confirmado la muerte de su comandante, el general Hossein Salamí.

Recomendadas

Derecho a la vivienda
Jaime Palomera “La vivienda necesita una revolución”
Investigador y uno de los fundadores del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera presenta ‘El secuestro de la vivienda’, un libro sobre el juego amañado en el que los propietarios son cada vez más ricos y los inquilinos cada vez más pobres.
Redes sociales
Industria editorial Escritores fantasma: así trabajan los auténticos autores de los libros de éxito que publican los ‘influencers’
Detrás de cada libro firmado por un ‘influencer’ hay otra persona que ha trabajado a destajo para entregar a tiempo un texto en el que su nombre no aparece por ninguna parte y que, además, ha tenido que renunciar a sus derechos como autor.
Brasil
Extrema derecha Arte en tiempos de fascismo: cuando enseñar a Goya y Rubens le cuesta el puesto a un profesor
Una clase de Historia en la escuela municipal en una localidad del Estado de São Paulo desemboca en acusaciones contra el profesor y una campaña de difamaciones que encabeza el concejal de educación de la zona, de la extrema derecha bolsonarista.
Literatura
María Agúndez “El trabajo de limpiadora es muy digno, pero nadie quiere hacerlo”
La escritora retrata en ‘Casas limpias’ las contradicciones de quienes considerándose personas igualitarias y progresistas delegan los cuidados y la limpieza para evitar el conflicto y sostener su comodidad.