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Estados Unidos
California: los bancos de alimentos se ven desbordados por la demanda por el coronavirus
Los bancos de alimentos, como las cifras de desempleo, actúan como un termómetro que determina la severidad de la actual crisis que se vive en Estados Unidos.
El banco de alimentos de la Acción Comunitaria de Napa Valley (ACNV) se encuentra a unos 24 kilómetros de carretera de los viñedos de primera categoría que hicieron famosa a la región. Atiende sobre todo a los trabajadores que mantienen en funcionamiento a esa industria: principalmente familias latinas, muchas de ellas indocumentadas, que mantienen el paisajismo de los viñedos, limpian sus propiedades, y desarrollan otros trabajos “no cualificados” que ahora la gente está descubriendo que requieren, en realidad, de mucha cualificación.
Son considerados trabajadores pobres, una clasificación que simplemente quiere decir que no cobran lo suficiente. Muchas de estas familias son habituales del ACNV que visitan una vez a la semana su banco de alimentos con apariencia de mercado. Antes de que la crisis del coronavirus comenzara en serio, la organización servía a entre 30 y 40 de estos trabajadores y sus familias al día, tres días a la semana.
Casi de la noche a la mañana, la cifra se ha triplicado.
Los bancos de alimentos, como las cifras de desempleo, actúan como un termómetro que determina la severidad de nuestra actual crisis. Y la crisis es severa. Pero no están pensados para asumir por su cuenta el aumento de demanda creado por estas crisis.
Hasta la primera semana de abril, 17 millones de estadounidenses habían solicitado seguro de desempleo
Hasta la primera semana de abril, 17 millones de estadounidenses habían solicitado seguro de desempleo, aplastando un récord de décadas y proporcionando una muestra clara de la escala sin precedentes de la crisis sanitaria y económica actual. Según una estimación del instituto de Política Económica de principios de abril, esa cifra podría subir a 20 millones este verano. Aunque el presidente ha firmado una ley de asistencia a finales de marzo que refuerza los seguros de desempleo e ingresará directamente dinero a los hogares de rentas bajas y medias y a las familias con niños, pasarán meses hasta que la mayoría de la gente reciba dicha ayuda. Y las familias indocumentadas no la recibirán en absoluto.
Es más difícil encontrar comida debido a que la acumulación ha diezmado las cadenas de suministro y el confinamiento ha disminuido el suministro de trabajadores voluntarios
El Programa de Ayuda Alimentaria Suplementaria (PAAS), que podría ayudar inmediatamente a la población, ha recibido relativamente poca financiación adicional. Los bancos de alimentos serán dejados, como siempre, para cubrir el hueco.
Todos los bancos de alimentos de los condados de Napa, Contra Costa, Solano y Humboldt informan de que están recibiendo más demanda que nunca, por encima de los récord con los incendios del año pasado. Es más difícil encontrar comida debido a que la acumulación ha diezmado las cadenas de suministro y el confinamiento ha disminuido el suministro de trabajadores voluntarios, la mayoría de los cuales, según el personal, tiene más de 65 años y son más vulnerables a las complicaciones del nuevo coronavirus. Como resultado, la demanda sube, los suministros se quedan cortos y la fuerza de trabajo necesaria para distribuirlos está cada vez menos disponible.
En el principal banco de alimentos del condado de Humboldt, cuadrillas de trabajadores de la construcción que estaban cerca tuvieron que presentarse para ayudar a controlar a la multitud, liberando al resto de personal y voluntarios regulares para diseñar y gestionar un modelo de entrega por coche que reducía el contacto personal. Los condados de Contra Costa y Solano, en la zona de la bahía de San Francisco, están cambiando a un sistema exclusivamente de entrega a domicilio, pero una estrategia de reparto tan intensiva en fuerza de trabajo solo es posible con apoyo de la Guardia Nacional, que comenzó a proveer al banco de alimentos con mil horas de servicio a la semana a finales de marzo. En todo el estado de California, aumentan los bancos de alimentos que esperan hacer lo mismo, buscando el apoyo de la Guardia Nacional para distribuir, controlar la aglomeración de gente y reunir suministros.
Para muchos, acercarse como comunidad a un reparto de comida gestionado por los cuerpos de seguridad se vive como un riesgo mayor que la desesperación de sus circunstancias actuales
Pero para muchas de las personas que dependen de estos recursos, la vista de agentes uniformados de los cuerpos de seguridad no es cómoda. Cada uno de los bancos de alimentos, con independencia de su localización, ha notado la profunda ansiedad que los cuerpos de seguridad provocan en sus comunidades de latinos y sin papeles. En el condado de Napa, las redadas del Cuerpo de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) han aterrorizado a este pueblo estrechamente unido. En una ocasión especialmente traumática, ICE detuvo a un padre a las puertas del colegio a la hora de la entrada de su hijo. Para muchos, acercarse como comunidad a un reparto de comida gestionado por los cuerpos de seguridad se vive como un riesgo mayor que la desesperación de sus circunstancias actuales.
Los bancos de alimentos no están pensados para ser la primera línea de defensa en la lucha contra el hambre, sino un lugar al que acercarse cuando otras opciones como el Programa de Ayuda Alimentaria Suplementaria, los comedores escolares gratuitos o a precio reducido o el seguro de desempleo no son suficientes. Cuando estos programas están debidamente financiados, funcionan. La última vez que EE UU estuvo al borde del colapso económico, en 2009, la medida más exitosa dentro del plan de estímulo de 800.000 millones de dólares del Congreso fue su expansión del PAAS. Por cada dólar adicional de financiación, se generaron 1,74 dólares en resultado económico.
Dado que Programa de Ayuda Alimentaria Suplementaria ha sido más bien marginado de la respuesta al covid-19, los ya apurados bancos de alimentos luchan por mantenerse a flote.
Cada uno de los problemas que afrontan los bancos de alimentos de California se ha visto exacerbado por la pandemia del coronavirus, pero los problemas en sí no son nuevos. Aumento de la demanda, suministros menguantes, y una falta de capacidad para cubrir las necesidades de su comunidad han sido su realidad cotidiana mucho antes de la crisis. Las abrumadoras necesidades que se han visto forzados a cubrir hasta ahora muestran definitivamente lo catastrófica que está siendo ya esta crisis. La aparatosa e inadecuada respuesta del Gobierno federal a la crisis demuestra por qué, para empezar, estas comunidades se encontraban en situación tan precaria.