Pueblo gitano
El movimiento de mujeres romaníes. Adelanto editorial

Las experiencias de las mujeres y de las niñas gitanas entran en varias categorías de la interseccionalidad. Pero hasta ahora no muchas personas, ya sean activistas gitanas o feministas no gitanas, han adoptado un enfoque interseccional. Esta carencia ha dejado a muchas mujeres y niñas gitanas al margen.
Cortejo kalí en el 8 de marzo
Cortejo kalí en la manifestación del 8 de marzo. Foto cedida por Paqui Perona.
Activista por los Derechos Humanos. Directora del Programa Roma por los Derechos Humanos de la Universidad de Harvard.
8 abr 2022 08:00

(Ofrecemos el prefacio al libro El movimiento de mujeres romaníes, de Angela Kóczé, Violetta Zentai y Enikö Vincze (Editoras), que será publicado próximamente por la editorial Kaótica Libros. Queremos, de este modo, dar espacio a las voces, las necesidades y los deseos de las mujeres y las niñas gitanas, así como reivindicar los derechos del pueblo gitano. Agradecemos a la autora y a la editorial que hayan confiado en El Rumor de las Multitudes para dar difusión al texto).

Durante la guerra y durante la paz, en países que pueden ser dictatoriales, en transición o democráticos, persiste una realidad básica: el racismo, el clasismo, el sexismo y otros factores interrelacionados han hecho posible objetivar, deshumanizar y amenazar los cuerpos de las mujeres gitanas. Desde ser encarceladas o asesinadas como brujas durante la Edad Media hasta ser esterilizadas por la fuerza en países de la UE como la República Checa y Eslovaquia, las mujeres gitanas han visto continuamente cómo sus cuerpos se convierten en el blanco de un odio patrocinado por el Estado. También han sido degradadas, tanto en el pasado como en el presente, como ‘libertinas’ (Hoyland, 1816, 7), como mujeres con ‘los instintos de putas callejeras’1 y como mujeres «gitanas [Gypsy] agresivas y apestosas» (Scicluna, 2007). Así que no sorprende que, al igual que sus hermanas afroamericanas, las activistas y académicas gitanas hayan sentido con frecuencia que el sexismo es «insignificante a la luz de la realidad más dura y brutal del racismo» (hooks, 1982).

Teniendo en cuenta estos antecedentes, la teoría de la formación racial nos permitió comenzar a contextualizar las desigualdades que sufren las mujeres y las niñas gitanas, pero esto es solo el comienzo. Luego, en 2003, en el contexto de un escándalo sobre el matrimonio forzoso de una niña de 12 años, Alexandra Oprea, una pionera y valiente académica y abogada gitana, y exalumna de Kimberlé Crenshaw,2 hacía un llamamiento para reconocer «la naturaleza interseccional de los sistemas de opresión» como una forma más pertinente de abordar las prácticas racistas y patriarcales. Angéla Kóczé ha reforzado ese argumento, pidiendo a los Estados que establezcan «medidas específicas para abordar la discriminación interseccional» (Kóczé, 2009, 7).

Las mujeres gitanas han visto continuamente cómo sus cuerpos se convierten en el blanco de un odio patrocinado por el Estado

Y, de hecho, las experiencias de las mujeres y de las niñas gitanas entran en varias categorías de la interseccionalidad, tanto política como estructural (Crenshaw, 1991). En la práctica, «la raza, la clase social, el género, la sexualidad, la edad, la capacidad, la nacionalidad, la etnia son relacionales» (Collins, 2015), pero hasta ahora, no muchas personas, ya sean activistas gitanos/as, feministas no gitanas, o activistas que narran las historias de otros grupos oprimidos, han adoptado un enfoque interseccional. Esta carencia deja a muchas mujeres y niñas gitanas al margen. Pero en las últimas décadas, para abordar la combinación de raza, clase y cultura, las activistas y académicas feministas gitanas, especialmente las que aparecen en este libro, han analizado la interseccionalidad como un campo de estudio, un marco analítico y una praxis crítica (Ibidem.). A menudo han abordado la intersección del sexismo y el racismo y, más recientemente, también la clase social, la identidad sexual y la identidad de género. Sin embargo, algunas mujeres gitanas viven la carga adicional de otros factores, como la discapacidad, la condición de migrante/desplazada interna/refugiada/apátrida, la religión o la edad. No obstante, Letitia Mark sí propone el edadismo como una nueva dimensión de la interseccionalidad, y Enikő Vincze y Angéla Kóczé hacen lo mismo con la clase social3 (Kóczé, 2009). Por desgracia, todas estas dinámicas y aspectos deben incluirse en nuestros marcos de pensamiento y de práctica.

Sin embargo, las violaciones de los derechos de las mujeres y las niñas gitanas también están cayendo en la trampa de los dogmas y los marcos de derechos humanos orientados hacia casos individuales, que no incorporan la naturaleza colectiva prevalente de las prácticas antigitanas. Los marcos de derechos humanos ponen el énfasis en situaciones individuales y concretas de violación de derechos, aislando un evento discriminatorio de las circunstancias más amplias de la víctima, pero también de la naturaleza estructural e histórica de un fenómeno discriminatorio particular (Freeman, 1977). Por ejemplo, en los casos de esterilización forzosa de mujeres gitanas (Cahn, 2017), las decisiones judiciales han tenido la capacidad de mejorar las leyes futuras y las prácticas actuales y futuras. Sin embargo, no existen obligaciones de reparación establecidas por los Estados hacia el gran número de mujeres gitanas que no pudieron presentar una denuncia ante los tribunales, pero que, de hecho, fueron víctimas de un fenómeno estructural, complejo y de larga duración, no solo de un incidente aislado de discriminación. Por lo tanto, las leyes, las políticas y los dogmas deben revisarse no solo para reflejar un enfoque interseccional, sino también obligaciones de reparación inclusivas y de amplio alcance.

Varias feministas gitanas contribuyeron a este libro y es emocionante verlas compartir sus propias historias y ver la historia del movimiento escrita a través de sus ojos. Digo eso deliberadamente, de acuerdo con la petición de Jelena Savić de autocrítica y autorreflexión. También reconozco el privilegio de mi propia educación, a pesar de que la educación paya dejó sus heridas, despojándome de mis propias fuentes de autoestima e inculcándome dudas sobre mí misma: una supremacía blanca/paya dentro de mí, que tuve que aprender a reconocer y a rechazar. Savić nos pregunta quién nos autoriza a hablar y «¿quién está hablando detrás del significante unificador de la mujer gitana, desde qué posiciones sociales?» en este libro. E innegablemente, las mujeres gitanas de las que hablamos en nuestros encuentros académicos o activistas generalmente se vuelven «anónimas», estandarizadas, despojadas de su individualidad y de sus experiencias únicas.

Además, haciéndonos eco de la preocupación de bell hooks sobre si la sociedad está realmente interesada en los problemas de las mujeres o simplemente responde a las demandas del mercado, podemos abordar cuestiones similares con académicos/as y activistas gitanos/as y no gitanos/as por igual, como ocurre en la fantástica conversación entre Patricia Caro Maya y Sarah Werner Boada. En su capítulo, plantean que «La construcción de las Kalís como 'víctimas' de su 'cultura atrasada' […] está igualmente presente en algunos discursos feministas payos».

Feminismos
bell hooks: una lengua en minúsculas
La obra de bell hooks resulta fundamental en el contexto del pensamiento feminista de las últimas cuatro décadas.

También es interesante leer los diálogos entre mujeres feministas que se dan en algunos capítulos, apreciando no solo la profundidad de su pensamiento sino también la solidaridad y humanidad que transmiten. Nicoleta Bitu y Debra Schultz han cooperado, debatido y desarrollado su camaradería durante más de dos décadas. En un momento importante, Nicoleta expresó las demandas del Foro de Mujeres Gitanas durante el lanzamiento de la Década de la Inclusión Gitana. Lograron incluir el género como una dimensión en los planes de la Década, aunque solo se aprobó como tema transversal, como también recuerda Debra Schultz en este libro. Aun así, el trabajo feminista ha sido limitado, ya que en toda Europa solo un puñado de feministas gitanas, la mayoría de las cuales aparecen en este libro, también están involucradas en el movimiento gitano más general.

A medida que leía cada capítulo, volvía una y otra vez a las preguntas de Jelena Savić, que me parecieron muy estimulantes y que dan qué pensar. Sus temores son compartidos por otras autoras de este libro, que también luchan por comprender y abordar sus propios privilegios, sus posiciones de poder y sus vínculos con las comunidades. Carmen Gheorghe y Letitia Mark intentan reconciliar estos problemas regresando a las comunidades para trabajar directamente con mujeres y niñas gitanas. Vera Kurtić y Jelena Jovanović luchan con las fronteras invisibles entre diferentes mujeres gitanas y las voces de las mujeres invisibles, o lo que Jamen Gabriela Hrabanová y Gwendolyn Albert denominan «potencial sin explotar». En un artículo anterior, Alexandra Oprea también reconoció este problema, pero explicó que (al igual que Angéla Kóczé, también consciente de su delicada posición, Kóczé, 2009) elige «apropiarse del acto de escribir –en lugar de que escriban de ti– para progresar y tomar el control de nuestras identidades» (hooks, 1982).

Sin embargo, fuera de su pequeño ‘círculo’, las voces de las feministas gitanas rara vez llegan a tener protagonismo en conferencias, en los medios de comunicación o en la elaboración de políticas. Como Oprea argumentó anteriormente, durante el conflicto matrimonial de Ana Maria Cioaba, Nicoleta Bitu recibió poca atención de los medios de comunicación o de la sociedad, a pesar de ser una reconocida feminista gitana y prácticamente la única en Rumanía en ese momento (2005). Y en 2009, cuando The Guardian informó sobre la violencia doméstica en las comunidades gitanas y nómadas (Traveler) del Reino Unido, no incluyó las voces de las feministas gitanas. «Se cree que las barreras culturales son una de las razones por las que las mujeres Traveler permanecen en relaciones violentas por más tiempo que otras mujeres», argumentó la periodista,4 sin tener en cuenta cómo el racismo, los ingresos y otros factores permiten y potencian la violencia machista. Aquel artículo contó con varias mujeres, pero no con Lucie Fremlová, una conocida feminista vocal y activista LGBTIQ, que también agrega valor al presente libro al escribir, con Aidan McGarry, un capítulo sobre los conflictos entre el movimiento gitano, el movimiento de mujeres gitanas y las personas gitanas LGBTIQ. Otro lugar donde faltaron las voces feministas gitanas fue el proyecto sobre violencia machista que Teodora Krumova analiza en su capítulo. Ella explica cómo las mujeres gitanas fueron incluidas en la investigación principalmente como informantes con la actitud paternalista que a menudo aplican las organizaciones no gitanas. Dado que las voces feministas gitanas no se incluyen en los discursos mayoritarios, las representaciones de las mujeres gitanas permanecen distorsionadas y demonizadas. Por lo tanto, para mí, la interseccionalidad representativa o «cómo las mujeres de color están representadas en las imágenes culturales» (Crenshaw, 1991; Ravnbøl, 2009) es también un tema urgente que debemos abordar decididamente a nivel local, europeo y mundial.

En el panorama mundial de la opresión, ya sea interseccional o aislada, las feministas gitanas podrían unir sus fuerzas con otros movimientos sociales para contribuir a un proyecto global contra los dogmas y las prácticas represivas

Además, como nos recuerda Letitia Mark, algunas personas afirman que incluso tener un papel o una voz en el movimiento representa un privilegio para las mujeres gitanas. Y en muchos aspectos eso es cierto, sobre todo en relación con otras mujeres gitanas. Sin embargo, después de más de diez años trabajando en estrecha colaboración con Nicoleta Bitu y con otras mujeres, solo recuerdo unos pocos casos en los que parecían estar en cierta posición de privilegio o de poder en sus entornos de trabajo, y no solo allí. El privilegio se vuelve difuso cuando se enfrenta al sexismo de los compañeros gitanos y a la combinación de racismo y sexismo de los dirigentes payos y de la sociedad. El doble rasero, el paternalismo y las dudas sobre la cualificación de las mujeres gitanas no se abordan ni en el movimiento feminista ni en el movimiento gitano. Si estas mujeres hubieran sido líderes gitanos o payos, sus voces probablemente habrían importado más a sus colegas gitanos y payos. Yo también he experimentado marginación y desconfianza dentro del movimiento gitano y en interacciones con representantes del Estado rumano y de académicos europeos. Y yo estaba en una posición de supuesto poder, como directora de una conocida ONG de derechos del Pueblo Gitano y luego como académica en una importante universidad de Estados Unidos.

Por lo tanto, las muy pocas feministas gitanas que conocemos generalmente no tienen privilegios en su entorno cotidiano, simplemente da la impresión de que es así, como gitanas con estudios y de clase media, particularmente cuando no incomodan a los que están en el poder, ya sean payos o gitanos. En este contexto, lo que destaca es su resistencia y su valiente discurso, que Cornel West denomina «parresia»5 frente a múltiples formas de opresión, y también su respuesta amable a las mismas personas que las deshumanizan. Esto las ha hecho, junto con otras mujeres de color, no solo «dos veces militantes»,6 como diría Larraine Hansberry, sino también dos veces más valiosas.

De cara al futuro, las feministas gitanas tienen la oportunidad de reflexionar sobre la política de coalición de formas más tácticas. Hay una necesidad de coaliciones más fuertes y creativas con las comunidades gitanas y sus aliados, ya que «las demandas políticas de millones de personas hablan con más fuerza que las súplicas de unas pocas voces aisladas» (Crenshaw, 1991). Y quizás el movimiento de las Gitanas7 en España, que Anna Mirga-Kruszelnicka analiza en su capítulo, «nacido del reconocimiento de la diversidad y pluralidad de las comunidades gitanas», pueda ofrecer un modelo de movilización e inclusión masiva de abajo a arriba. Además, para promover un movimiento feminista más fuerte e inclusivo, quizás otras mujeres de color, incluidas las feministas Dalit y las afroamericanas, resulten ser aliadas más naturales y fiables. Finalmente, en el panorama mundial de la opresión, ya sea interseccional o aislada, las feministas gitanas podrían unir sus fuerzas con otros movimientos sociales para contribuir a un proyecto global contra los dogmas y las prácticas represivas.8

1Declaración reciente del viceprimer ministro búlgaro, Valeri Simeonov, en “Bulgarians unfazed by anti-Roma hate speech from Deputy Prime Minister”, Deutsche Welle, consultado el 3 de enero de 2018 en: https://www.dw.com/en/bulgarians-unfazed-by-anti-roma-hate-speech-from-deputy-prime-minister/a-41183829

2Crenshaw acuñó el término «interseccionalidad».

3Véase el capítulo 5 de este libro.

4Jill Clark, “Domestic Violence in Gypsy and Traveller Communities”, The Guardian, 13 de agosto de 2009. http://www.theguardian.com/lifeandstyle/2009/aug/14/gypsiestravellers-domestic-abuse.

5El profesor West explicó este concepto en la clase “Race and Modernity” en la Harvard Divinity School el 21 de septiembre de 2017.

6https://www.villagevoice.com/2014/02/26/lorraine-hansberrys-letters-reveal- theplaywrights-private-struggle/.

7En castellano en el original (N. del T.).

8La autora desea agradecer a Helen Snively por su valioso apoyo editorial.

Pueblo gitano
Feminismos Un feminismo propio para combatir el antigitanismo
Mujeres gitanas de diversas generaciones reivindican un espacio propio desde el que narrarse en su heterogeneidad y combatir el odio contra su pueblo.
Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Granada
Arte feminista Musas: la importancia de las mujeres 'referentas'
Una exposición reúne las obras de cuatro ilustradoras en el Centro de Lenguas Modernas de Granada. Comparten retratos de mujeres que marcaron sus vidas y obra, que rompe con el concepto de mujer pasiva que inspira al “genio”
Opinión
Opinión Provoquemos la próxima interrupción
Lo que nos resta es gobernar el apagón que habrá de venir, ser la causa colectiva de las próximas interrupciones, aquellas que lleven al fin de este mundo desbocado y sin sentido.
LGTBIAQ+
Juicio el 9 de mayo Lidia Falcón pide cinco años de cárcel a una mujer trans por un tuit de 2021 que no la menciona
La activista antiderechos Lidia Falcón denunció a Diana Juan Cano en 2021 por un tuit que apenas tuvo repercusión. La acusación pide una pena de cinco años de prisión y 50.000 euros de indemnización.
marta.salto
3/5/2022 11:08

Estaría bien que se hubiese pedido permiso a las autoras para que un hombre payo traduzca su obra. Quizás hubieran designado a otro/a traductor/a para hacer el trabajo, y un poquito lo mismo con vuestro artículo.

0
0
Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas las entradas
1 de mayo
1º de Mayo ‘Contra la guerra y el capitalismo’ en este Primero de Mayo interseccional de Madrid
Decenas de colectivos exigen en la calle acabar con el militarismo creciente, las violencias transversales y un espacio para todos los colectivos en la lucha de clase.
Laboral
1º de Mayo Inmigración y sindicatos: derechos universales o derrota colectiva
Los líderes sindicales no pueden ofrecer soluciones realistas para la situación de las personas migrantes, porque parecen asumir la vieja tesis de que la inmigración perjudica a la clase trabajadora en su conjunto.
Energía
Gran apagón Apagones, energías renovables y estabilidad del sistema eléctrico: tareas pendientes y visos de futuro
Es posible avanzar en la penetración de las renovables, al menos hasta cierto punto, sin perder seguridad en el sistema energético. Este debe modernizarse, descentralizarse y estar planificado por el Estado, opina un experto.
Ley Trans
Ley trans El Constitucional enfrenta el recurso del PP a la ley trans, los colectivos piden evitar la senda antiderechos
El Alto Tribunal deliberó por primera vez sobre este recurso sin llegar aún a ninguna decisión. Plataforma Trans pide que no se sume a la carrera de odio contra las personas trans y avale la norma.
There Is Alternative
There Is Alternative There Is Alternative #2: de supermercados, las cosas del comer y todo lo que no sea Juan Roig
Segundo episodio del podcast There Is Alternative de El Salto Radio sobre el lado oscuro de los supermercados, las grandes superficies y sus alternativas cooperativistas.
Cómic
Fabien Toulmé “Hablar de trabajo es menos sexy que hablar de amor o de guerra”
En su libro ‘Trabajar y vivir’, el autor francés recorre distintas realidades reflejando cómo las personas se relacionan con ese mandato ineludible de hacerse con un empleo para sostenerse económicamente.
1 de mayo
1 de mayo Primero de Mayo: contra el militarismo y por la paz universal
Europa reaviva su deriva militarista. Como en 1914, el movimiento obrero se enfrenta al dilema de sumarse al consenso bélico o alzar la voz por la paz.

Últimas

Eventos
Evento Un Salto al periodismo desde el barrio: acompáñanos en un directo sobre periodismo situado
El Salto organiza un evento centrado en el potencial de los formatos sonoros para transmitir información veraz y fiable de forma cercana. Para hacer periodismo desde el barrio y barrio desde el periodismo.
Eléctricas
Oligopolio eléctrico Sánchez no admite responsabilidades en el apagón mientras sus socios piden nacionalizar la red eléctrica
El presidente del Gobierno señala a los “operadores privados”, entre ellos Red Eléctrica, cuyos últimos dos presidentes vienen del PSOE y cuyo principal accionista es el Estado, con el 20%, seguido por el 5% de Amancio Ortega.
València
València El tejido social presenta su propuesta de reconstrucción tras la dana
Los Comités Locales de Emergencia y Reconstrucción y las asociaciones de víctimas definen los presupuestos de Mazón y Vox como una declaración de guerra.
Más noticias
Galicia
Galicia La Xunta aprobó la celulosa de Altri argumentando que su chimenea de 75 metros sería “icónica”
El Informe de Patrimonio Cultural, favorable a la multinacional, se emitió en base a dos encargos externos, contratados y pagados por la empresa al ex presidente y al actual tesorero de Icomos-España.
Opinión
Opinión Provoquemos la próxima interrupción
Lo que nos resta es gobernar el apagón que habrá de venir, ser la causa colectiva de las próximas interrupciones, aquellas que lleven al fin de este mundo desbocado y sin sentido.
Energía
Energía El gran apagón de abril | El suministro de energía se recupera al 99%
Pedro Sánchez explica que se produjo una “pérdida” del 60% de la electricidad a las 12:33h: “15 gigavatios se han perdido súbitamente del sistema en apenas 5 segundos. Aproximadamente el 60% del sistema eléctrico”.

Recomendadas

Empresas recuperadas
Natalia Bauni “En este primer año del Gobierno de Javier Milei casi no hubo empresas recuperadas”
Natalia Bauni es coordinadora del Observatorio Social sobre Empresas Recuperadas y Autogestionadas del Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
Eléctricas
Sistémica eléctrico Del lobby nuclear a la burbuja de las renovables: comienza la pugna por encontrar al culpable del apagón
Un crecimiento desmedido de las renovables guiado por intereses corporativos y una red eléctrica que no ha sido actualizada a la nueva realidad energética son algunas de las causas señaladas del apagón del 28 de abril.
Senegal
Migraciones El mito de la migración ordenada: la denegación de visados por el Consulado de España en Dakar
Maltrato institucional. Estas dos palabras son las más escuchadas cuando se pregunta a personas descontentas con el Consulado de España en Dakar. Cada vez más personas denuncian denegación de visados que no consideran justificados.