Teorías de la conspiración
Conspiracionismo y deseo: el goce de descubrir la mentira

Las interpretaciones conspirativas sobre el funcionamiento del poder se han convertido en un problema político de primer orden: escándalos electorales, pandemia, vacunas, guerra... Frente al escarnio y las apelaciones a la ignorancia, intentemos comprender por qué son tan atractivas.
Antivacunas negacionismo
Una pintada antivacunas en una furgoneta. Álvaro Minguito

Doctor en Filosofía y escritor. Su último libro es El intelectual plebeyo. Vocación y resistencia del pensar alegre (Taugenit, 2021)

Graduado en Ciencia Política y de la Administración por la UNED y Máster en Teoría Política y Cultura Democrática por la Universidad Complutense.
3 jun 2022 08:00

Conspiración, teorías de la conspiración, conspiranoia, conspiracionismo, son términos con los que, sobre todo a partir de la extensión de internet, venimos encontrándonos cada vez con más frecuencia. Como veremos, la demanda de conspiraciones cotiza al alza en un escenario neoliberal que explota la necesidad de sentido en medio del ruido. En el mundo de las fake news y la posverdad, sabemos que los medios digitales y en especial las redes sociales contribuyen de manera decisiva a su producción y distribución, pero ¿cuáles son las condiciones subjetivas de la recepción de este tipo de relatos? ¿Por qué investigar y reflexionar sobre este fenómeno? ¿Cuál es la relación de todo este campo de las conspiraciones con la verdad y la mentira? ¿Por qué algunas personas se sienten inclinadas a adoptar patrones explicativos de los fenómenos sociales e históricos basados en las conspiraciones? ¿Y por qué otras excluyen por principio toda relación entre conspiración y causalidad? Antes de entrar en materia, convendría aclarar las diferencias entre todos estos términos y sus connotaciones.

La conspiración como teoría

Las conspiraciones son tan antiguas como la relación entre poder y secreto. Una conspiración es una maquinación destinada a conservar o a tomar el poder, que se caracteriza por su deseo de permanecer oculta a los ojos tanto de los enemigos como de la comunidad política en general. Su éxito y su legitimidad dependen en buena medida de su capacidad para no revelar los nexos entre protagonistas, medios empleados y fines últimos. Las teorías de la conspiración serían el conjunto de atribuciones causales de un fenómeno a partir de dichos elementos complotistas. Mientras la conspiración pertenecería al ámbito de los hechos, la teoría lo haría al de la explicación y tendría por propósito desvelar una lógica interna que hasta ese momento permanecía oculta. Son teorías con un común denominador, que reducen la particularidad de los casos para convertirse en un patrón interpretativo e, incluso, en una actitud o disposición a la hora de confrontarnos con lo que ignoramos. Y aquí es donde se halla el núcleo de muchas confusiones.

Puede ocurrir que el conspiracionismo tenga un efecto paralizador: las fuerzas del mal son de tal magnitud y astucia que combatirlas carece de sentido y sólo cabe un repliegue conservador

Se suelen emplear conspiranoia y conspiranoico para censurar la tendencia a aplicar teorías de la conspiración a sucesos cuya narrativa ofrece dudas o inconsistencias. Por más que la paranoia, la manía persecutoria, el delirio y la megalomanía sean condiciones afines, hay un evidente matiz peyorativo y patologizador en el uso de estas voces. De ahí también que nosotros prefiramos hablar de conspiracionismo para designar esta suerte de automatismo heurístico que resulta del paradigma de la conjura y que encuentra siempre ocasiones para aplicarse. Pero hay más razones. El ismo nos marca ese factor dinámico que se desplaza aceleradamente de una trama a otra atravesando toda la realidad social. Cuando algo así ocurre, cabe decir que el conspiracionismo es un movimiento que interpela al modo en que se estructura una sociedad: la comprensión de los hechos y relaciones que en ella se dan se vincula a la intervención de fuerzas ocultas y se reclaman necesarias acciones que las desenmascaren y combatan. Por tanto, el conspiracionismo es también una mecánica permanente de atribución de responsabilidades que permite adaptar a nuevos nichos de descubrimiento unos mismos chivos expiatorios, más culpables aún (literalmente) de todo. Sin embargo, también puede ocurrir todo lo contrario, que el conspiracionismo tenga un efecto paralizador: las fuerzas del mal son de tal magnitud y astucia que combatirlas carece de sentido y sólo cabe un repliegue conservador. En cualquier caso, al efecto cohesivo del enemigo común, quienes participan de la interpretación conspirativa se vinculan por una relación especial y minoritaria con la verdad que intuyen detrás de las apariencias. Vayamos viendo cómo se interrelacionan estas ideas.

Sujetos y objetos del conspiracionismo

Frente al estereotipo del sujeto solitario que imagina tramas malignas en un rincón oscuro delante de una pantalla —y aun siendo certera la relación entre aislamiento individual y subjetividad conspirativa—, las cosas son más complejas. De entrada, cabe mencionar el hecho de que la práctica totalidad de los actores, grupos y ámbitos que participan del automatismo conspiracionista suelen compartir posiciones relativamente heterodoxas con respecto a una supuesta opinión cultural dominante, generando una conciencia común a partir del desprecio y la suficiencia con que a menudo son confrontadas. Esta ortodoxia (tildada “lo políticamente correcto”, “lo que quieren que pensemos”) no tiene la necesidad de ser evidente, ni tan siquiera tiene por qué existir, dada la relación mencionada entre poder y secreto que sustenta el conspiracionismo.

Algunos estudios psicosociales han sugerido el potencial práctico del conspiracionismo como herramienta con la que cuenta un orden dominante en crisis para desviar el descontento hacia una trama de pequeños grupos que supuestamente operan en la sombra contra la sociedad. Además, animada por la conciencia de exclusión y la coincidencia en publicaciones, manifestaciones y actos, se proyecta una imagen de comunidad de despiertos o buscadores de la verdad. Esta comunidad fomenta la apertura necesaria para que, llegado el caso, se permita la satisfactoria integración en la trama de nuevos elementos culturales. No en vano, una de las claves del confort cognitivo del recurso ad conspirationem es que proporciona un sentido al relato. Por último, y en estrecha relación con lo anterior, es pertinente mencionar lo que Colin Campbell ya identificó hace medio siglo como ideología de la búsqueda, que fomenta que los sujetos peregrinen por una pluralidad de ámbitos y sistemas de creencias diferentes.

Dinámicas

Es difícil que el conspiracionista cambie de opinión, pues, además, tal opinión es el resultado de la decisión de haberse atrevido a desafiar la versión oficial. “Despertar”, “salir del redil”, “atreverse” son gestos que acreditan cierta aristocracia moral. De ahí la resistencia a perder esa identificación con una creencia que lo distinguía y generalmente con el grupo que la sostiene: es preferible el error que el vacío de la falta de respuesta. Una creencia fuerte, aunque sea errónea, otorga seguridad y, en determinados casos, sentido de comunidad y pertenencia. Porque, por muy persuadidos que podamos estar de la propiedad y dominio de lo que pensamos, sobre todo cuando tratamos con posiciones polarizadas, estas lo son justamente por compartir tanto la opinión como la hostilidad contra otros en función de ese desacuerdo. Puesto que se confunden pareceres y personas (“uno es lo que dice”, “sus palabras lo definen”), el compromiso es más que doxológico o epistémico y hay una suerte de continuidad ontológica entre eso que llamamos “mis ideas” y mi identidad. Se necesita estar igualmente convencido de ellas y eso basta para defenderlas como parte de uno.

A este propósito, se ha documentado la relación entre conspiracionismo, sentido de la diferencia y narcisismo colectivo: el contraste entre la creencia en la excelencia grupal vinculada y su falta de reconocimiento por otros, de donde cabe inferir un sentimiento de agravio compartido. Todo lo cual parece señalar una particular articulación entre pertenencia y diferenciación en el núcleo de la subjetividad conspiracionista.

Otro elemento a tener en cuenta es que la expansión de las teorías de la conspiración no depende de estructuras organizativas fuertes para lograr la movilización. Para Michael Barkun hay tres mecanismos fundamentales que explican esta enorme capacidad de difusión del conspiracionismo y cómo transita hasta lugares centrales de la discusión pública: 1) reposicionamiento, por el que elementos de explicaciones previamente arrojadas a los márgenes de lo aceptable, por su relación con movimientos o ideas políticas estigmatizadas, regresan homologadas y con un renovado brío cuando son incorporadas a relatos conspirativos diferentes, liberados de ciertos lastres asociados o no a posiciones políticas concretas; 2) un proceso de mainstreaming que se beneficia de nuevas y mayores audiencias gracias a dicho reposicioniamiento y se sirve del reciclado de ciertos temas conspiracionistas, de modo que muchos elementos que pertenecían a audiencias marginales se acaban convirtiendo en un tópico habitual de los medios de masas; y 3) procesos de bridging, dispositivos organizativos que permiten vincular los márgenes donde proliferan explicaciones desdeñadas con el ámbito de las formas aceptadas de expresión política. Algunos de estos procesos serían el cultivo de audiencias cruzadas o el desarrollo de sistemas de comunicación alternativos, lo que a su vez refuerza todos esos elementos de adhesión activista al movimiento.

Deseo e ilusión de cierre

Si bien en la tendencia a ver conspiraciones por doquier intervienen factores de pertenencia al grupo, al mismo tiempo sus descubrimientos suponen actos de autoafirmación de un discurrir libre e independiente. Se procede a una sospecha sistemática que, sin embargo, elude someter a crítica las propias conclusiones. Señala de este modo, a menudo con toda legitimidad, los puntos ciegos de narraciones y argumentaciones tenidas como canónicas o dominantes. Entonces procede a saltos en el razonamiento no justificados para concluir explicaciones alternativas con tantos o más puntos ciegos como los que venían a desacreditar. Por añadidura, y frente su autocomprensión como prueba de una mayor apertura mental, la querencia por las conspiraciones en realidad pone de relieve lo contrario: la necesidad de cierre. Ante la ignorancia o la incomprensión de alguna parte de una descripción, se rechaza como falsa toda ella y se procede a facilitar una alternativa que, ahora sí, tiene completo sentido.

El conspiracionista es un discurso que se revuelve contra la imposibilidad de un acceso inmediato a la verdad. Sospecha de todas las mediaciones en tanto que lentes interesada e ilegítimamente deformantes. La duda se pone al servicio de la deseada creencia en una verdad absoluta, secreta, sin filtros, que ha de ser liberada de los velos que la ocultan y que, una vez manifestada, será inmune a todo desengaño o duda. El conspiracionismo, insistimos, se inclina al movimiento de la búsqueda (de la verdad), pero, frente a este aparente gesto de apertura escéptica, en la práctica, proclama un conocimiento negativo, la mentira. La duda y la sospecha asumen una función de “cierre dinámico”, móvil: siempre queda algo por desvelar, el rostro del enemigo último nunca se muestra del todo, pero la percepción subjetiva es la de una clausura inminente.

En el (des)orden neoliberal, las conspiraciones, como la verdad, se convierten en objetos de consumo perfectos

Esta respuesta es tranquilizadora desde el punto de vista cognitivo y, en muchos casos, tiene ventajas aún mayores. Ofrece la ilusión de poder limitar el mal, pues se descubre que éste tiene un origen concreto que ha dejado de ser secreto. Al menos, para los iniciados, ese selecto grupo de individuos que no se dejan manipular y que, sin otra prueba que su misma denuncia, de facto se proclaman excepción al lema nos engañan. Como vemos, aquí entran en juego toda una serie de recompensas (psicológicas, morales, sociales) que obtienen de esa suerte de participación privilegiada en el descubrimiento de una verdad oculta para el resto (que están siendo engañados) y la salvación respecto del mal.

En conclusión, como una aspiración siempre en desplazamiento, nunca se alcanza el horizonte del conspiracionismo, el punto en el que todos los engaños se disipan y la verdad secreta finalmente emerge. Hay una lógica consumista en todo este proceso. La postergación alimenta más el deseo que, de este modo, se prolonga mediante la adquisición de un nuevo objeto conspirativo. En el (des)orden neoliberal, las conspiraciones, como la verdad, se convierten en objetos de consumo perfectos, pues permiten excitar y saturar los psiquismos singulares con una promesa de satisfacción parcial que induce su reposición acelerada. A nivel subjetivo, sirve para compensar por un momento los malestares producidos por el neoliberalismo, al tiempo que para ofrecer explicaciones y establecer sistemas de atribución de responsabilidades que, en último término, eximen a la estructura de poder real y la dejan intacta. Así, cuanto mayor sea el grado de perplejidad y ansiedad social, mayor la necesidad de compensaciones que ofrezcan algún sentido a la experiencia cotidiana del caos y la arbitrariedad. Por eso una reacción es la despolitización y el abandono de toda expectativa de transformación ante un conjunto de enemigos demasiado poderosos. Pero de ahí su afinidad también con las propuestas políticas más autoritarias, por más que estas contribuyan al afianzamiento objetivo de los males: la intensificación de la injusticia neoliberal es afín a la producción y consumo masivos de conspiraciones.

Filosofía
Posmodernos, negacionistas y antiautoritarios
Frente al miedo a la pérdida de la verdad, buscamos mantener la crítica a la verdad que nos permita una democratización de los saberes
Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.
Extremadura
Extremeñismo Extremeñería presenta un portal web dedicado a Antonio Elviro Berdeguer
El sitio web recoge textos inéditos, artículos de prensa y materiales clave para entender el pensamiento extremeñista de principios del siglo XX.
Filosofía
Laura Llevadot “En este retorno al fascismo hay una nostalgia de la ley”
Su escritura no elude el desgarro, la herida, la vida. Apuesta, en tiempos de una promesa constante de felicidad y autorrealización, por la negatividad. Su posición filosófica es la de quién piensa que “la lengua que hemos heredado nos impide pensar.
Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas las entradas
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.
Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.
Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.

Últimas

Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones pueden violentar a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.
Argentina
Extrema derecha La motosierra de Milei se ceba con los hospitales públicos y las personas con discapacidad
Los recortes del Gobierno afectan al Hospital Garrahan, un centro de alta complejidad, referente pediátrico nacional y latinoamericano, y también a los recursos de las personas con discapacidad, a los que el ejecutivo califica de “idiotas”.
Más noticias
Estados Unidos
Estados Unidos “No Kings”: más de 2.000 manifestaciones en EEUU para protestar contra la deriva autoritaria de Trump
Con el nombre de movimiento No Kings (sin reyes), millones de personas están convocadas a manifestarse en todo el país este sábado y enfrentar el desfile militar organizado por Trump el día de su 79 cumpleaños.
Galicia
TSXG Peritos en el juicio contra la Xunta: la contaminación del embalse de As Conchas es “extremadamente peligrosa”
Siete vecinos, la Asociación de vecinos de As Conchas y la organización de consumidores CECU han demandado a varias administraciones gallegas por presunta mala gestión de una contaminación derivada del exceso de macrogranjas en la comarca de A Limia.

Recomendadas

Derecho a la vivienda
Jaime Palomera “La vivienda necesita una revolución”
Investigador y uno de los fundadores del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera presenta ‘El secuestro de la vivienda’, un libro sobre el juego amañado en el que los propietarios son cada vez más ricos y los inquilinos cada vez más pobres.
Redes sociales
Industria editorial Escritores fantasma: así trabajan los auténticos autores de los libros de éxito que publican los ‘influencers’
Detrás de cada libro firmado por un ‘influencer’ hay otra persona que ha trabajado a destajo para entregar a tiempo un texto en el que su nombre no aparece por ninguna parte y que, además, ha tenido que renunciar a sus derechos como autor.
Brasil
Extrema derecha Arte en tiempos de fascismo: cuando enseñar a Goya y Rubens le cuesta el puesto a un profesor
Una clase de Historia en la escuela municipal en una localidad del Estado de São Paulo desemboca en acusaciones contra el profesor y una campaña de difamaciones que encabeza el concejal de educación de la zona, de la extrema derecha bolsonarista.
Literatura
María Agúndez “El trabajo de limpiadora es muy digno, pero nadie quiere hacerlo”
La escritora retrata en ‘Casas limpias’ las contradicciones de quienes considerándose personas igualitarias y progresistas delegan los cuidados y la limpieza para evitar el conflicto y sostener su comodidad.