Coronavirus
La gota que colma el vaso

Las clases más pudientes se encuentran totalmente empoderadas mientras que las condiciones de la clase obrera cada vez son más precarias, su fuerza como colectivo se atomiza y las expectativas de un cambio sistémico se difuminan. Es el momento de pasar a la acción.

20 may 2020 17:10

En la última semana hemos sido espectadores de las primeras concentraciones organizadas como consecuencia del COVID-19 en nuestro país. Estas han sido dirigidas por las clases más pudientes, poco acostumbradas a las manifestaciones, en lo que ha sido popularmente denominado la «Rebelión de los Cayetanos». A la vez que diversos estudios demuestran cómo la letalidad del coronavirus ha sido mucho mayor entre las clases más humildes, en una demostración de cinismo sin precedentes, la clase privilegiada ha salido a la calle en protesta contra el Gobierno de PSOE-Unidas Podemos. Lo que ha dado lugar a imágenes caricaturescas como la queja de un vecino del barrio de Salamanca de Madrid desde su descapotable conducido por su chófer, la apropiación de lemas y simbología antifascistas por parte de grupos conservadores, actitudes que recuerdan al golpismo propio de la oposición venezolana, y propuestas de referentes culturales de la derecha como Sánchez Dragó de un «gobierno de salvación nacional presidido por Juan Roig y Amancio Ortega».

Esta expansión de la Rebelión de los Cayetanos en distintos puntos del país choca con el rol que juega la clase obrera como sujeto revolucionario. La realidad es que desde 2011 presenciamos el descenso de la movilización por parte de la clase trabajadora frente a la precarización de sus condiciones de vida, lo que parece tener su clímax en la situación actual de crisis del coronavirus. Esto lo vemos claramente reflejado en el hecho de que hayan sido las clases más acomodadas las protagonistas de los levantamientos en un momento de crisis del capitalismo, cuando lo natural hubiera sido una oleada de protestas por parte de la clase oprimida. Tenemos que ser conscientes de que, tras los persistentes ataques neoliberales, la conciencia de clase y la combatividad que nos caracteriza han sido progresivamente desgastadas, encontrándonos, como se dice en la jerga del boxeo, groguis por el momento. El primer paso de la contraofensiva es la realización de un diagnóstico de la situación, la clase obrera se encuentra en un momento crítico y si no actúa de manera inmediata puede sufrir un golpe casi mortal de la mano de la crisis del COVID-19.

La realidad es que desde 2011 presenciamos el descenso de la movilización por parte de la clase trabajadora frente a la precarización de sus condiciones de vida, lo que parece tener su clímax en la situación actual de crisis del coronavirus.

Mientras que en anteriores crisis cíclicas del capitalismo lo normal era el surgimiento de discursos y alternativas anticapitalistas orientadas al derrocamiento del sistema, ahora no parece existir alternativa. Así, en crisis previas, con el ejemplo de la Unión Soviética sobre el tablero político, las aspiraciones de la clase trabajadora iban orientadas hacia sociedades socialistas más igualitarias. Los partidos socialistas de clase implicados en la reforma del capitalismo en épocas de calma, durante los momentos de crisis se comprometían a su derrocamiento de modo revolucionario. Con la caída de la Unión Soviética y la imposición del modelo neoliberal estos partidos de clase encuentran difícil obtener un hueco en la democracia liberal y si los hubiera sus líneas de actuación en ningún caso parecen ofrecer medidas disidentes con el sistema de mercado.

Bajo el paradigma de la posmodernidad en el que nos encontramos no parece haber una oposición sistémica ni alternativas al neoliberalismo. Todo se enmarca en nombre de discursos dentro de una misma doctrina y, como mucho, los esfuerzos de la izquierda parlamentaria van en dirección hacia una adjetivación del capitalismo: eco capitalismo o capitalismo sostenible, capitalismo ético, capitalismo consciente, capitalismo lineal, etc. Todo esto bajo la supervisión de las élites mundiales personificadas en las grandes fortunas, las cuales son blanqueadas sistemáticamente en los medios de comunicación, como es el caso de Amancio Ortega en nuestro país. Tampoco está de más recordar que la movilización en las calles se encuentra en mínimos históricos, no convocándose una huelga general en España desde 2012, sin ser esto debido a la falta de razones para ello.

Es tal la obnubilación en la que vive la clase obrera que el clásico conflicto entre asalariados y patrones inherente a las relaciones de producción parece no existir. En vez de recriminar a sus patrones la aplicación de un ERTE, es un comportamiento típico de los asalariados dirigir las críticas hacia el Gobierno, acusándole de no haberles pagado la prestación por desempleo a tiempo. Además, el sistema se ha reforzado frente a un intento de revuelta popular desde el anterior amago de ello con el 15M. Mediante un intervencionismo autoritario al servicio de los recortes se instauró la Ley mordaza y ahora directamente ya no existe derecho de manifestación —salvo para los cayetanos— por la casual circunstancia de pandemia en la que nos encontramos.

Mientras que la desigualdad se profundiza, las clases más acomodadas se sienten ofendidas cada vez que el Estado trata de intervenir en la economía mediante algún tipo de fórmula que no se adecue al dogma liberal. La hipótesis de la economía de mercado se fundamenta desde sus orígenes en la separación de la esfera de la economía y la política, por lo que todo tipo de medida política que impida el libre desarrollo del aparato productivo atenta contra los principios del liberalismo económico.

La hipótesis de la economía de mercado se fundamenta desde sus orígenes en la separación de la esfera de la economía y la política, por lo que todo tipo de medida política que impida el libre desarrollo del aparato productivo atenta contra los principios del liberalismo económico.

De la mano del desgaste de la clase obrera aparece un empoderamiento de las clases altas. Debido a la tenue amenaza que supone para los capitalistas la revuelta de los oprimidos, estos no dudan en denunciar cualquier mínimo recorte de su plusvalía, aunque sean causados por motivos de salud. La realidad es que, pese a que los medios caractericen a la clase obrera de radical y beligerante, esta, acostumbrada a una explotación estructural, no tiene la piel tan fina a las restricciones del gobierno de turno como sus opresores. Lo cual fue descrito de manera certera por Polanyi en La Gran Transformación: «Aunque las restricciones [en este caso con motivo del coronavirus] se apliquen a todos, los privilegiados tienen la tendencia a recibirlas peor, como si únicamente fuesen dirigidas contra ellos».

Consecuencia de lo anterior, burgueses y fascistas se ven con la legitimidad de salir a la calle para reclamar más libertades para ellos y menos para sus empleados ante la pasividad policial. Es bien sabido que, para el capitalismo, libertad significa libertad de mercado y como ya dijo Karl Marx: «La libertad ha existido siempre, pero unas veces como privilegio de algunos, otras veces como derecho de todos». El debate ideológico sobre el concepto de libertad se ha decantado del lado de la derecha, a pesar de que quienes más sufren su privación sean las masas. Este fenómeno de demanda de libertad como sinónimo de privilegio no es exclusivo de España, ocurre a nivel global, y se ve claramente reflejado por los cayetanos en nuestro Estado y los grupos ultraconservadores echados a la calle, que contribuyeron a la elección de Donald Trump, en Estados Unidos.

Es bien sabido que, para el capitalismo, libertad significa libertad de mercado y como ya dijo Karl Marx: «La libertad ha existido siempre, pero unas veces como privilegio de algunos, otras veces como derecho de todos».

En conclusión, que se estén movilizando los grupos más reaccionarios de la sociedad no es debido a que teman un recorte de sus privilegios, sino que, regidos por una metodología individualista, son conscientes de la oportunidad que se les presenta. La clase capitalista ve en la crisis del coronavirus la situación idónea para ampliar sus privilegios a costa de la miseria de la clase trabajadora. La identidad de clase parece haber sido sustituida por la de consumidores globales en el marco de un capitalismo rosa, en el cual nos sentimos afortunados de participar hasta donde se nos permite. Por lo que si no tomamos cartas en el asunto nos encaminamos hacia la erosión de toda forma de comunidad y organización colectiva, lo que se traducirá en nuevas formas de opresión. Formas de opresión más terribles que las del siglo pasado debido a que, al encontrarnos bajo una alienación total, seremos incapaces de percibirlas.

Archivado en: Coronavirus
Sobre este blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Madrid
Corrupción El novio de Ayuso, a un paso del banquillo por fraude fiscal y falsificación de documentos
La jueza que instruye la causa propone el procesamiento de Alberto González Amador, de uno de sus testaferros y de los tres presuntos colaboradores en el caso del fraude a Hacienda.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Suspendidas las declaraciones de los cabecillas de los protocolos de la ‘vergüenza’
Reclaman que no han sido llamados en tiempo y forma. Los familiares de los 7219 residentes fallecidos denuncian denegación de servicios por motivos discriminatorios a tres altos cargos de Isabel Díaz Ayuso.
Chernóbil
Cuba y Chernóbil Cuba, Chernóbil y COVID-19
Los médicos cubanos ya acudieron al rescate de los niños de Chernóbil.
#61312
22/5/2020 11:28

Estáis delante de la versión española del "Procés" catalán.
La creación de un movimiento identitario por y para las clases medias. Hablan el mismo idioma: "libertad", "democracia" y "nación" mientras que defienden a muerte el neoliberalismo. Buscan la transversalidad, esa de la que tanto se llenaba la boca la CUP, y la consiguen gracias al nacionalismo, a las banderitas. Y así irán apareciendo las primeras concentraciones en ¿Carabanchel?, ¿Alcorcón?. Dirán que el Gobierno les reprime, encarcela y alguno se exiliará de vacaciones por Europa. Harán amiguetes sospechosos en Bélgica o en Italia, todos ellos muy democráticos. Dirán que la Justicia es una fake cuando les empiecen a llover las multas. Promoverán cierres patronales con la colaboración de nuevos sindicatos patrióticos y de los Comités de Defensa de ¿España?. Y a algún tarado se le ocurrirá jugar con el Quimicefa. ¿De verdad que no os suena todo esto?
Y lo que la "izquierda" entendía, defendía o valoraba en Catalunya se convierte en aberración democrática cuando ocurre en España. Y ésta es la gran derrota.

0
1
#61274
21/5/2020 20:13

La clase obrera trabaja. Explotada y precarizada, si tiene trabajo. Además de la jornada pagada realiza las tareas que las clases pudientes delegan ( a bajo precio) y ,si acaso le queda tiempo, se relaja. A la inquietud de pagar las facturas se suma la competencia por la falta de empleo, lo que genera miedo, insolidaridad y docilidad: un planazo para el capital y terreno abonado para el fascismo. Y a ver cómo salimos del bucle si nos siguen apretando...

3
1
#61188
20/5/2020 20:06

Increíble ver una manifa de personas en descapotables tocando la cacerola robada a sus sirvientes... La clase obrera trabajando y los pudientes desesperados por qué no les llega el gramo semanal, que gandules son estos de las SICAV

4
0
Sobre este blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver todas las entradas
PSOE
Crisis de Gobierno “El Gobierno está en la UCI”: los aliados de Sánchez afilan el discurso en clave electoral
A la espera de nuevas pruebas que puedan afectar directamente al presidente del Gobierno o algún indicio de financiación ilegal del PSOE, Podemos radicaliza su crítica al bipartidismo y Sumar habla de “un cambio de 180 grados”.
Alicante
Alacant Martín Villa y el expolicía Daniel Aroca irán a juicio por un asesinato político durante la transición
El exministro y empresario será investigado por crímenes contra la humanidad cometidos durante la dictadura franquista. Se trata del primer caso de estas características dirigido desde un juzgado español.
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Consumo
David Sánchez “Shein está diseñado para crear adicción a través de patrones muy oscuros”
David Sánchez Carpio es director de la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU), una de las organizaciones que han denunciado al gigante chino de venta de ropa por internet ante la Comisión Europea. “No hay que culpabilizar a los consumidores".
Opinión
Opinión Amor, alienación y nostalgia en la obra de Wong Kar Wai
El cine de Wong Kar Wai logró captar la avalancha de nostalgia que florecía en el capitalismo tardío frente a la desorientación y la enajenación de los propios sujetos sociales.

Últimas

Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas y misiles cruzados entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Portugal
Antifascismo Concentraciones en varias ciudades de Portugal en repulsa a la agresión a un actor por un grupo neonazi
Cientos de personas se concentran en distintas ciudades portuguesas en repulsa a la agresión al actor Adérito Lopes por parte de un grupo de neonazis el pasado 10 de junio.
Navarra
Navarra Denuncian la criminalización de menores y falta de recursos en Marcilla
Trabajadoras del COA de Marcilla denuncian criminalización de menores, falta de recursos y condiciones indignas, mientras el Gobierno de Navarra traslada a 23 menores y refuerza la seguridad tras el brote racista.

Recomendadas

Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Galicia
Galicia Activistas bloquean una planta de Altri en Portugal y avisan de que frenarán su expansión en Galicia
El grupo atrancó con cadenas y soldadura las entradas de la planta de Celbi en Leirosa, en la mayor acción directa hasta el momento contra la expansión de la multinacional papelera en territorio gallego: “O povo é quem para Altri”.
Rap
Los Chikos del Maíz “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en el que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.