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Coronavirus
El desamor español en los tiempos del coronavirus
En estos meses de confinamiento por la pandemia del COVID-19 si algo ha quedado patente es lo bien que se sigue propagando el odio entre españoles. Posiblemente no tengamos rival en cainismo entre hermanos.
Confieso que tengo tantas ideas sobre lo que quiero contar en esta columna que no sé por cuál empezar, cuáles descartar, subrogar…
En estos meses de confinamiento por la pandemia del COVID-19 si algo ha quedado patente en nuestra querida España desde el minuto uno es lo bien que se sigue propagando el odio entre españoles, posiblemente no tengamos rival en cainismo entre hermanos, hay demasiados que aprovechan cualquier crisis para buscar un chivo expiatorio, aunque en este caso el culpable es un puñetero virus, da igual, para ellos es un tema menor. Y la verdad es que lo tienen fácil, el culpable para casi todos los cainitas siempre es el antagonista político, más si está en el gobierno (en cualquier escala), y más si está en el gobierno estatal, aunque en ello se estén jugando la salud propia y, peor aún, la ajena. Vaya por delante que por supuesto considero que el gobernó central ha cometido errores, pero hay maneras y maneras de ejercer la oposición (más en un tema que ha desbordado a gobernantes de todo el mundo y distinto signo político). Afortunadamente siempre hay excepciones, y en este caso quiero valorar el respaldo leal que ha dado Más Madrid al gobierno del Ayuntamiento de Madrid para abordar esta crisis sanitaria sin precedentes, que tanto nos está castigando.
En este tipo de cainismo se llevan la palma los “cayetanos” y secuaces con sus ruidosas manifestaciones de gran peligro para la salud pública, alentadas desde una extrema derecha que presume de constitucionalismo, amor a la patria y a los españoles. Parece que ese constitucionalismo no es óbice para manifestarse de forma ilegal hasta ahora (sin los permisos correspondientes), y su amor a los españoles no les impide reunirse sin guardar las distancias preceptivas para combatir la pandemia (lo que puede ser castigado según la Ley General de Salud pública con una multa de hasta 600.000 €). Parece que dar rienda a su cabreo está por encima de enfermar/matar a mucha más gente (vayan los sanitarios por delante como víctimas más laceradas por la enfermedad y sus condiciones de trabajo), y de menospreciar el esfuerzo que la gran mayoría de la población está haciendo respetando el estado de alarma, para no propagar el virus y no colapsar los servicios de salud. No solo estoy hablando del confinamiento duro que estamos soportando (cada cual según su fase), sino también de las consecuencias económicas que ha conllevado: multiplicación exponencial del paro, ruina de pequeños empresarios, familias sin dinero para comida, luz, gas…, consecuencias educativas para el alumnado desde infantil hasta universidad…, consecuencias psicológicas, sociales, culturales, judiciales, etc. Todos sabemos de qué hablo y de su envergadura. Todos lo sabemos, menos ellos, se les ha olvidado. ¡Qué corta es la memoria cuando la cabeza es víctima de sus fantasmas y paranoias! ¡Triunfa el imperio de la sinrazón, de la falta de sentido común, así que no pidamos en estas condiciones sentido de estado, ni sentido de comunidad, o patriótico! Lo que reina en estos grupos es el lado oscuro.
¿Y qué componentes tiene ese lado oscuro?:
- Nacionalismo mítico y excluyente: se consideran los exclusivos representantes de la patria española, y por tanto todos los que no comulguen con su sentido tradicionalista, transcendental y mítico de la bandera y del pueblo español son considerados “antiespañoles”.
- Victimismo patriótico: se creen más víctimas que nadie. Normalmente se consideran perseguidos y marginados por su españolismo, y frecuentemente lo explotan mintiendo, descontextualizando, hasta la saciedad para aparecer como tales. Veremos abajo un vídeo reciente de muestra. Hay otros anteriores en Newtral.es y Maldita.es.
- Prejuicios perversos sobre los adversarios políticos: creen que los que se alejan de su forma de concebir España tienen intenciones perversas contra ella y los españoles, y si están a la izquierda del espectro político dan por hecho que todos quieren instaurar un estado comunista y bolivariano (nada más irreal y kafkiano). Es decir, reducen sus adversarios a uno y lo demonizan, para convertirlo en su chivo expiatorio (así comenzaron los Nazis con los judíos antes del Holocausto).
- Identidad narcisista: Sienten frustración, humillación y miedo ante el curso de la historia, ante su pérdida de privilegios, o de estabilidad, ante la confluencia con sectores sociales que consideran peligrosos por sus ideas, o por la superación de su subalternidad (migrantes…), más cuanto mayor es la crisis que se esté viviendo. Cultivan cierto sentido elitista y narcisista, se sienten especiales, el pueblo elegido. Por ello se acogen a un populismo que les dota de identidad grupal, les ofrece unos mitos, ritos y símbolos, les marca unos culpables de la crisis y les señala un camino de heroicidad que pasa por concebir la vida política como una lucha, incluso aunque con ello se llegue a la muerte propia (héroe), o ajena (conflicto civil). En este tipo de populismo está presente el culto a los héroes y a la muerte (más velado). Y es que la ideología populista siempre es una teodicea, es decir, da un sentido a la vida y a la muerte, como las religiones.
- Irracionalismo. No impera en su discurso la razón, sino los prejuicios y el utilitarismo de los mismos. Por ejemplo, hace tiempo que comenzaron a propagar que no se aplaudiera a los sanitarios (seguidos de policía, guardia civil, bomberos, cajeros…y personal que trabaja arriesgando su salud y la de los suyos en plena pandemia) porque el gobierno lo estaba haciendo fatal, porque se había convertido en una fiesta… Si hubieran hecho uso de la razón los que lo siguieron se hubieran dado cuenta de que esos minutos sirven de ánimo a esos colectivos tan expuestos y sacrificado, máxime los sanitarios, que además son minutos de agradecimiento grupal, de comunicación gestual y verbal con los cercanos… cosas tan necesarias para la salud mental en momentos largos de confinamiento. Si se hubieran puesto a pensar que nadie había pedido ni creído que esos aplausos eran al gobierno de la nación, y que detrás lo que dominaba era la rabia de vernos unidos en el agradecimiento, quizá no les hubieran seguido en el consejo. La unión se les hace insoportable a estos patriotas, y por ello sembraron la confusión: se dijo que si aplaudíamos se estaba aplaudiendo a Sánchez… ¿Dónde hay una razón para justificar tal desvarío?
- Fobia a la diversidad: Como grupo de gente que sostiene una única forma de vivir la patria y el estado, y en ello implican una única forma de vivir la familia, la seguridad, la sexualidad, las creencias, la educación, la política, la ciudadanía…, no toleran la diversidad, para ellos es una traición a su identidad monolítica y sacrosanta. Orgullo y prejuicio juntos. Por esa fobia a la diversidad, tampoco tienen espíritu parlamentario, boicotean sistemáticamente acuerdos, pactos, consensos…
Ya ha habido altercados violentos en alguna de estas manifestaciones patrióticas, el más reciente tiene que ver con una pelea en Moratalaz, vean ustedes el video y su texto y díganme si responde el texto a lo que ocurrió: ¿Quién/es comenzó/aron la pelea arrojando un objeto primero y luego lanzándose a pelear cuando uno de los chicos contra los que iba el objeto se quejó de ello? ¿Es verdad que el agresor llevaba una bandera y por eso le agreden? La manipulación informativa del texto es flagrante. Y véase también este otro vídeo y díganme cuantas de los puntos mencionados no se ven en ello. Y, por último, lean esta noticia sobre el manual que circula en las caceroladas para intimidar a la policía y salvarse de cargos.
El domingo tenemos nuevas manifestaciones, algunas permitidas, veremos qué nos deparan a nuestra querida España. Confío en el sentido común de la mayoría de los españoles, y apelo a que nos formemos como personas, estemos más atentos a nuestro desarrollo personal (y espiritual), para ser menos susceptibles de caer en populismos y odios de ningún signo (no olvidemos que tienen efecto boomerang). Esta columna iba a estar dedicada en su mitad a hablar de ello, pero no quiero alargarla más. Otro día hablaremos de cómo identificar el lado oscuro de nuestra incertidumbre y nuestra inseguridad para no ser cómplices activos o pasivos de la ira, la rabia, la envidia…, en una palabra, el desamor, que puede dominar a muchos de los humanos.
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A sí que protestar contra un irracional gobierno que lo ha hecho y lo esta haciendo como el culo es ser un “Cayetano” “peligroso”
Pensar diferente y mostrarlo es estar en “el lado Oscuro”
Hay que ser obedientes y tragar con lo intragable. No protestes y aplaude.
Gente como tu es la que despierta ese cainismo del que hablas, poniéndole esos adjetivos made in Podemos a toda la que no trague con tu ideología.
Se te ve muy morada. Eres muy sectaria guapa
Sencillamente el texto dibuja una realidad existente y no ficticia de los grupos políticos adversos a la gestión del actual gobierno, incluso diría, de cualquier otro menos el suyo
Sencillamente gracias por la claridad de la exposición de lo ocurrido