Opinión
La Barcelona del 47 toma los cines

¿A qué se debe ese éxito? La película remueve y agita la memoria colectiva de varias generaciones y nos interpela sobre el momento actual del país.
el47
14 oct 2024 06:00

El pasado fin de semana la película española El 47 superó los 300.000 espectadores situándose entre las películas más taquilleras en lo que va de año. El film de Marcel Barrena basada en la historia real de Manolo Vital se sitúa como la primera en el ranking de las películas en Catalunya. El público ha abarrotado las salas en Barcelona y provincia desde su estreno, sobre todo, gracias a espectador sénior y ha desbancado a películas de mucho más presupuesto como la nueva entrega del Bitelchus de Tim Burton.

¿A qué se debe ese éxito? La película remueve y agita la memoria colectiva de varias generaciones y nos interpela sobre el momento actual del país. Toda mi familia y el entorno de amistades más cercano ha visto la película El boca a oreja ha funcionado como nunca. No conozco a nadie que no me haya dicho que El 47 le ha conmovido profundamente.

Fui a verla el fin de semana de su estreno sin demasiadas expectativas y ya me sorprendió encontrar la sala extrañamente llena. Me gustan casi todos los trabajos de Eduard Fernández y Clara Segura y conocía la historia del secuestro del 47 a través del testimonio de Javier Pérez Andújar. Aguanté las casi dos horas que dura la película con un nudo en la garganta que acabó de estallar en un caudal de emociones encontradas con la última escena. Salí de la sala con un mezcla de rabia y de orgullo. Sin duda la película me interpelaba, hablaba de mi, de nosotros.

En cierta manera, es la historia de mi familia, campesinos andaluces, del bando de los vencidos de la guerra, que vivieron la derrota, la postguerra del hambre, el trabajo duro, el silencio y la humillación y que tuvo una segunda oportunidad en los márgenes inhóspitos de la ciudad ajena condenados para siempre a ser los otros catalanes como nos bautizara Candel. Porque a pesar del relato hábilmente construido por el pujolismo durante décadas, nada fue fácil para ellos en la Barcelona de los sesenta. Lejos de esa Barcelona de acogida que se nos ha vendido, aquella generación, al igual que Manolo Vital y sus vecinos, tuvo que doblar las jornadas laborales con el trabajo en el barrio construyendo sus propias viviendas en muchos casos y peleando palmo a palmo cada conquista, el agua potable, la electricidad, el asfaltado, el ambulatorio, la escuela, el instituto, el metro cuadrado de zona verde arrancado a la especulación. No, nadie les regaló nunca nada.

Es también la historia de mi barrio y de mi ciudad, L’Hospitalet. En el personaje de Manolo Vital, Clara Segura y sus vecinos no me fue difícil reconocer a tanta gente de la que he aprendido tanto, héroes anónimos en sus barrios y en las fábricas en las que trabajaban como Mateo Revilla, Pura Fernández, Antonio García, Ana Díaz o Tomás Martínez y tantísimas otras personas que de manera anónima trabajaban cada día en sus centros de trabajo y en sus barrios para conquistar mejores condiciones de vida. Veo en el personaje de la Carme Vila, maravillosamente interpretado por Clara Segura a mi estimada Pilar Massana, catalana, de Solsona, trabajadora social y cristiana de base que llegó a Can Serra para implicarse a fondo en la alfabetización de aquella población migrada desde el resto de España y a Jaume Botey, sacerdote sin parroquia destinado en el barrio y profesor de religión del instituto, que se mezclaron con gentes de otras procedencias para soñar juntos un futuro mejor. No puedo dejar de ver en la película la pequeña y digna de La Barcelona del 47 toma los cines historia de la Casa de la Reconciliación en el barrio de Can Serra, simbólico nombre con el que se bautizó la parroquia más popular de Catalunya, construida por los vecinos donde igual se oficiaba la misa un domingo por la mañana que se reunía la agrupación clandestina del PSUC o acogía a los primeros objetores de conciencia de España. La lucha de Torre Baró es la lucha de Bellvitge, de Can Serra o de los bloques de La Florida pero también la de la Seat, Philips o la Indo. Es la lucha de Nou Barris y de la Pegaso o la Maquinsita. Esa es nuestra historia y esos somos nosotros, nuestros padres, sus hijos y sus nietos.

La película funciona, de principio a fin. Una historia maravillosamente defendida por las soberbias interpretaciones de su elenco de actores, con un Eduard Fernández y una Clara Segura estelares. No creo que deje indiferente a nadie. A los que nos gusta el cine, sabemos reconocer ese silencio de emociones contenidas que se respira en la sala cuando aparecen los créditos. Está muy bien contada y tiene por momentos un aire de western moderno y algún guiño al cine italiano de postguerra. Retrata bien el espíritu de aquellos años que coincide con lo que nos han contado nuestros mayores. Sin embargo, si pretende, como parece, hacer un homenaje a aquella generación que construyó la Barcelona en la que hoy vivimos, se queda a medias y tiene un punto tramposo. Es en ese sentido, un producto de nuestra modernidad tardía que elude los aspectos supuestamente incómodos. La historia de Manolo Vital es la historia de muchas personas anónimas que en nuestro país contribuyeron a construir la sociedad que hoy somos. Hay épica en ello, y en cada barrio obrero de nuestra geografía podríamos encontrar microhistorias parecidas detrás de mucha de las conquistas vecinales y laborales que hoy hemos llegado a normalizar. Pero haciendo honor a la historia y a la justicia, aquellas personas, aquellos hombres y aquellas mujeres no estaban solos, no eran acciones individuales más o menos heroicas, detrás de ellos existían organizaciones políticas, sindicales y sociales. Por ello, no se entiende la omisión plenamente consciente del PSUC, el partido de Manolo ni de CC OO, su sindicato.

En su descargo, es posible que Marcel Barrena, su director, y sus productores, pudieran argumentar que son detalles innecesarios para la historia que quieren contar, que no están haciendo un documental con todo el rigor histórico, si no una película basada en hechos reales y que aludir a organizaciones políticas o sindicales pudiera alejar al gran público de las salas. Me parecería un argumento insuficiente, porque el espíritu de lucha de aquellos años no se entiende sin aludir al partido, al PSUC en Catalunya, o al PCE en el resto del Estado ni a las Comisiones Obreras. Omitir cualquier referencia a ellos en la película me parece un ejercicio postmoderno que en aras de un apoliticismo inclusivo reescribe de manera torticera la historia. Eso es algo a lo que las comunistas nos hemos acostumbrado desde la transición a nuestros días, por cierto.

A pesar de ello, esa omisión no consigue quitarle ni un ápice de verdad a la historia porque los valores que sustentaron a aquel partido legendario que fue el PSUC están presentes a lo largo de toda la película

A pesar de ello, esa omisión no consigue quitarle ni un ápice de verdad a la historia porque los valores que sustentaron a aquel partido legendario que fue el PSUC están presentes a lo largo de toda la película, como su voluntad de construir una sociedad de un solo pueblo, que se refleja en el esfuerzo de Manolo por hablar catalán, un partido que supo aunar en su lucha la construción social y nacional de un país.

Por ese motivo, y recogiendo el espíritu pesuquero y su enorme generosidad, otro de los valores de aquel animal mítico que fue el partido de aquellos años, han sido muy pocas la voces que han destacado este hecho, ni la licencia del forzado homenaje a Pasqual Maragall, entendiendo, como hubiera hecho el partido de Gregorio López Raimundo, que lo importante es el mensaje inequívoco que lanza la película con gran éxito por cierto. Porque si el PSUC aspiró siempre a ser un partido de masas con una propuesta para toda Catalunya, Marcel Barrena y su equipo han conseguido que El 47 sea una película para el gran público contando una historia que versa sobre lucha clases en tiempos de producciones de historias pobres en proteína con efectos especiales y presupuestos mastodónticos. Una película cuyo mensaje consigue contradecir su propio final cuando la voz en off nos dice de manera tendenciosa que aquella lucha consiguió que Barcelona cambiara para siempre. Ahí Barrena se equivoca, porque la lucha de clases no ha concluido en la Barcelona de nuestros días donde la especulación salvaje impide el acceso de la mayoría a una vivienda digna. Cuando vuelven a aparecer barracas en nuestro paisaje postolímpico, la Barcelona del 47 vuelve a movilizarse, esperemos que no sea solamente para llenar los cines.

Archivado en: Barcelona Opinión
Sobre este blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Deportes
Deporte contra el racismo “Hay que estar”: el día histórico de Top Manta que no quieres perderte
El sindicato mantero organiza en Barcelona la Primera Carrera Antirracista para combatir los discursos de odio.
Sobre este blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver todas las entradas
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas y misiles cruzados entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Madrid
Movimiento republicano Miles de personas claman en Madrid contra la monarquía y por la República
En el 11 aniversario de la proclamación de Felipe VI, una marcha unitaria reclama que este reinado sea el último de España.
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.

Últimas

Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.
Más noticias
Argentina
Extrema derecha La motosierra de Milei se ceba con los hospitales públicos y las personas con discapacidad
Los recortes del Gobierno afectan al Hospital Garrahan, un centro de alta complejidad, referente pediátrico nacional y latinoamericano, y también a los recursos de las personas con discapacidad, a los que el ejecutivo califica de “idiotas”.

Recomendadas

Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.
Derecho a la vivienda
Jaime Palomera “La vivienda necesita una revolución”
Investigador y uno de los fundadores del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera presenta ‘El secuestro de la vivienda’, un libro sobre el juego amañado en el que los propietarios son cada vez más ricos y los inquilinos cada vez más pobres.
Redes sociales
Industria editorial Escritores fantasma: así trabajan los auténticos autores de los libros de éxito que publican los ‘influencers’
Detrás de cada libro firmado por un ‘influencer’ hay otra persona que ha trabajado a destajo para entregar a tiempo un texto en el que su nombre no aparece por ninguna parte y que, además, ha tenido que renunciar a sus derechos como autor.
Brasil
Extrema derecha Arte en tiempos de fascismo: cuando enseñar a Goya y Rubens le cuesta el puesto a un profesor
Una clase de Historia en la escuela municipal en una localidad del Estado de São Paulo desemboca en acusaciones contra el profesor y una campaña de difamaciones que encabeza el concejal de educación de la zona, de la extrema derecha bolsonarista.