Cine
‘La trinchera infinita’

[Crítica] El repunte de los fascismos obliga a revisar nuestro pasado más reciente con películas como ésta de Jon Garaño, Aitor Arregi y Jose Mari Goenaga.

La trinchera infinita (2019)
Antonio de la Torre, en el rodaje de ‘La trinchera infinita’. © eOne
@Cabornero_
11 nov 2019 13:00

Otra película de la Guerra Civil. La enésima, sí. Y las que hagan falta. Porque el repunte de los fascismos en toda Europa, con su eco en lugares clave del mapamundi, obliga a revisar y revisitar nuestro pasado más reciente. En el caso de España, aumenta en su Parlamento el espacio que ocupan los franquistas indisimulados. Antes también había, y en varios partidos, pero carecían del estatus que disfrutan en pleno 2019 con sillones propios y con atriles reservados en cada debate televisivo.

Para que la dictadura de Francisco Franco no se blanquee entre tanta cortina electoral, son necesarias La trinchera infinita y otras cintas predecesoras. Si encima se añade una historia empatizable, un trío talentoso de directores y un elenco certero de intérpretes, el resultado es un filme que va a por todas en la temporada de premios. En particular, nadie descubrirá América viendo la inminente consagración de Belén Cuesta más allá de la comedia.

Kiki, el amor se hace (2016) y La llamada (2017) brindaron a la actriz sevillana sus dos primeras nominaciones al Goya, que se unieron a la popularidad y al reconocimiento de su rol en la serie Paquita Salas. Desde que fichó a finales del año 2013 por En el aire, programa dirigido y presentado por Andreu Buenafuente, el rostro de Belén Cuesta se ha integrado en el ideario colectivo de la carcajada. Sin embargo, sus recientes trabajos en la gran pantalla indican que hay otros caminos en su horizonte y parecen fiables.

Jon Garaño, Aitor Arregi y Jose Mari Goenaga le confían a ella su personaje de Rosa, que lleva pocos meses casada con Higinio cuando estalla la Guerra Civil. La vida de él, un concejal de izquierdas interpretado por Antonio de la Torre, pasa de inmediato a estar amenazada por el bando nacional. El miedo a posibles represalias, así como el amor que sienten mutuamente, les condenará a un encierro físico y emocional que superará los 30 años.

Es el tercer largometraje dirigido al alimón por Garaño, Arregi y Goenaga. Con los anteriores, Loreak (2014) y Handia (2017), conquistaron a la Academia en euskera y ahora buscan el triplete en castellano. Eso sí, un castellano con acento profundo de Andalucía. Y hasta lo más profundo del matrimonio llega la trama de La trinchera infinita, donde la supervivencia ideada a corto plazo hipoteca el porvenir de una relación en pareja llena de incertidumbres.

Una senda por el desasosiego

Su única pega, ínfima, son los 147 minutos que dura. Luiso Berdejo y el propio Goenaga rebasan con su guion el canon de los 120 minutos, lo que puede ser contraproducente cuando en ese tiempo añadido no hay otro estímulo llamativo. A pesar de que suene manido, contrasta mucho el ritmo vertiginoso del principio, entre tiros y campeadas, con la parsimonia que después atenaza a Higinio y Rosa hasta el Decreto-ley que entró en vigor el 1 de abril de 1969.

Ese dictamen, por el que prescribieron todos los delitos anteriores al 1 de abril de 1939, es la orilla hacia la que nadan juntos en la peli los dos protagonistas y su familia. El trío de directores guipuzcoanos plasma la senda de un topo a través del desasosiego, plasma vidas truncadas al calor de cualquier escondrijo o argucia. Pero Rosa ve mutar el mundo de afuera, mientras que su marido se aferra al imaginario del día que la Guerra Civil atravesó su pequeño pueblo.

La distancia entre ellos se hace enorme, conforme se percatan de que la solución provisional ya ha alcanzado las tres décadas. El amor, en forma de reminiscencia, es lo único que sujeta un matrimonio corrientucho y con el que Belén Cuesta dota a su Rosa del aplomo que no se le presuponía. La valentía y el temor intercambian personajes, en otra actuación primorosa de Antonio de la Torre. El duelo de ambos, aunque estén de duelo, es de órdago a la grande.

Sobre este blog
Todo es política. Cine y series.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cine
Ramón Lluis Bande “Asturies tiene sin construir el relato de su tiempo revolucionario”
El cineasta Ramón Lluis Bande entiende la memoria histórica como un “camino de exploración formal infinito” y de reflexión sobre el propio lenguaje cinematográfico “en relación con la realidad, la historia, el arte y la política”.
Notas a pie de página
Notas a pie de página La fantasía de las esposas perfectas
Hace mucho tiempo que la figura de la abnegada esposa tiene cuota de pantalla. Una obra literaria de ciencia ficción, escrita en los años 70, ha sido adaptada hasta tres veces al cine, en cada ocasión según la atmósfera de la época.
En el margen
Thimbo Samb “Ganar el Goya con ‘Los cayucos de Kayar’ implicaría que el mundo del cine español valora historias diversas”
Cansado de los papeles que le ofrecen como actor negro, Thimbo Samb busca sus propias historias para mostrar de lo que es capaz, la última, un documental sobre su propia vida, que ha sido preseleccionado para los Premios Goya.
Sobre este blog
Todo es política. Cine y series.
Ver todas las entradas
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.

Últimas

Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.
Crisis energética
Análisis Los aerogeneradores no son molinos, son gigantes
El megaproyecto eólico del Clúster Maestrazgo, punta de lanza del capitalismo verde, destruirá un área natural de alrededor de 1325 campos de fútbol.
Ecofeminismo
COP29 La brecha de género en las Cumbres del Clima
VV.AA.
Las cumbres del clima no están aisladas del resto de espacios políticos y también están atravesados por las dinámicas patriarcales, pero ¿en qué lo notamos? ¿cómo abordan las negociaciones climáticas las políticas de género?
Más noticias
Galicia
Galicia Activistas de Greenpeace instalan ‘una celulosa’ en la sede de la Xunta en protesta contra Altri
Los ecologistas han realizado una acción en la sede del Gobierno gallego de Alfonso Rueda para animar a gallegos y gallegas a asistir a la manifestación de este domingo en la Praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
Comunidad de Madrid
Educación pública El Gobierno de Ayuso recula y aplaza hasta junio los despidos masivos en Educación
Integradoras sociales, enfermeras, educadoras, auxiliares y otros perfiles de personal laboral se enfrentaban a la incertidumbre de ser cesados en plenas vacaciones de Navidad.

Recomendadas

Fronteras
Túnez Túnez endurece la represión contra las ONG de ayuda a las personas migrantes
Mientras el presidente Kaïs Saied se prodiga en discursos racistas, el estado persigue a las entidades solidarias con quienes llegan al país, bajo el silencio cómplice de la Unión Europea.
Galicia
Economía ¿Quién lidera el negocio del eucalipto en Galicia al que Altri quiere sumarse?
El estallido social que ha producido el intento de la multinacional Altri y la Xunta de instalar una nueva celulosa en Galicia abre la necesidad de poner el foco en el sector forestal, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del Estado.
Siria
Rojava El rompecabezas sirio que estalló en Alepo
El nuevo escenario sirio se ha gestado bajo la intervención implacable de Turquía, patrocinadora del Ejercito Nacional Sirio y otros grupos yihadistas que libran la guerra de Erdogan contra el pueblo kurdo.