Economía
Invertir en educación genera casi el triple de empleos que hacerlo en armamento
“El gasto militar es gasto social porque, además de generar y contribuir a la seguridad y la defensa, genera también puestos de trabajo para la industria española”, explicaba una recién llegada Ministra de Defensa, Margarita Robles, en diciembre de 2018, mucho antes de la invasión de Rusia a Ucrania. “Invertir en defensa es invertir en paz y creación de empleo”, repetía la ministra en una entrevista en La Ser cinco años más tarde, está vez con la excusa de la amenaza de Putin sobre la mesa. “Estimamos que estas acciones contribuirán a generar más de 36.000 empleos directos y 60.000 indirectos”, afirmaba Pedro Sánchez en el Congreso en mayo de 2025 tras anunciar el paquete de partidas presupuestarias que se gastarían para alcanzar el 2% del gasto en defensa, tal y como exige la OTAN.
La supuesta creación de puestos de trabajo, atravesada además por las renqueantes situaciones laborales de los astilleros de Navantia, siempre ha sido uno de los principales argumentos de los dos grandes partidos a la hora de defender que se siga incrementando el gasto que acaba en los bolsillos de la industria armamentística.
Pero los datos matan el relato: la inversión en defensa genera muchos menos empleos que la realizada en sectores como el medioambiental, la educación o la salud. A esta conclusión apuntan varios documentos e investigaciones académicas que se recogen en el artículo la falacia en el empleo de la industria militar que se ha publicado en el último dossier de Economistas sin Fronteras (EsF) bajo el título La economía de la guerra, coordinado por el investigador del Centre Delás Jordi Calvo.

Uno de esos documentos pone el foco en la generación de empleo en esos cuatro sectores para el mercado laboral español. Investigadores de universidades de Newcastle, Milán y Florencia han publicado el informe Armando Europa. Gastos militares y su impacto económico en Alemania, Italia y España, en el que se analiza el impacto económico y la generación de empleo en esos tres Estados europeos, lo que en jerga económica se suele denominar el efecto multiplicador. Otro paper publicado en 2017 por Heidi Peltier, investigadora del Political Economy Research Institute de la University of Massachusetts, obtiene de igual forma el efecto multiplicador para Estados Unidos.
Invirtiendo la misma cantidad de dinero, en los cuatro países analizados se generaría 1,9 puestos de trabajo en medioambiente, 2,8 empleos en educación o 2,3 en el sector de la sanidad
Tal y como podemos observar en la tabla extraída del artículo de Jordi Calvo elaborado a partir de los dos estudios, la generación de empleo mediante el gasto de 1.000 millones de euros —o dólares en el caso de Estados Unidos— en los cuatro países es siempre menor que si se hubiera invertido la misma cantidad en sectores sociales y tan necesarios como el medioambiental. En términos medios, invirtiendo la misma cantidad de dinero, en los cuatro países analizados se generaría 1,9 puestos de trabajo en medioambiente, 2,8 empleos en educación o 2,3 en el sector de la sanidad.

Para Calvo, la conclusión es contundente, señalando que en todos los casos se genera desde un 51 % a un 306 % más de empleo. En las cuatro economías estudiadas, “es la educación el sector en el que conviene dedicar recursos públicos si el objetivo es generar puestos de trabajo, donde se genera cerca del triple de empleos”, dice el investigador del Centre Delás. Esto se debe, según Calvo, a que “son actividades de servicios en la economía nacional, con una relevancia menor de las importaciones, una menor necesidad de adquisición de insumos intermedios y una mayor intensidad de empleo”.
El caso español
Tal y como se puede observar en el análisis realizado para el caso español. De cada 1.000 millones de dinero público gastado en armamento, se generan en España 6.580 empleos. En cambio, invirtiendo la misma cantidad de dinero en políticas medioambientales se podrían generar 11.890 puestos de trabajo, 1,81 empleos por cada uno que se genera en la industria armamentística.
Si invertir 1.000 millones en armas generaría 6.580 empleos en España, invertirlo en educación crearía 16.440 empleos
En sanidad, el coeficiente es mayor. Invirtiendo los mismos 1.000 millones de euros en el sector sanitario se podrían generar 15.300 puestos de trabajo, 2,33 empleos por cada uno que se generaría en la fabricación de armas. La educación, tal y como ocurría en las medias, es la que se lleva la palma. Si invertir 1.000 millones en armas generaría 6.580 empleos en España, invertirlo en educación crearía 16.440 empleos. Es decir, el efecto multiplicador en educación es de 2,5 por cada empleo generado en la industria armamentística.
Si las intenciones del Gobierno y de Margarita Robles es generar empleo, la industria militar no es el mejor lugar. Si el empleo no es la necesidad, los datos de esta investigación para el caso español dejan sin validez las proclamas “sociales” de la ministra de Defensa. Otra cosa, claro, son los factores geoestratégicos o compromisos adquiridos por formar parte de alianzas internacionales o por las exigencias de Donald Trump que, en caso de cumplirse, probablemente generarían menos empleo todavía ya que la Casa Blanca exige que parte de esa nueva inversión en armas acabe en las cuentas de resultados de las empresas norteamericanas.
Industria armamentística
Así es cómo tu dinero puede acabar financiando el genocidio de Israel en Gaza
Banca
¿Qué bancos han financiado los ‘bonos de guerra’ con los que Israel ha sufragado el genocidio en Gaza?
Relacionadas
Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.
Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!