Ecologismo
La transición energética está fracasando y la culpa es del sector privado

Si queremos lograr el objetivo de 1,5 grados, debemos reconocer que el modelo del mercado que ha dominado hasta ahora la política de transición energética no funciona

Investigador y activista

Investigadora del Transnational Institute (TNI)

10 oct 2023 07:00

Desde hace decenios, los gobiernos y la industria de la energía nos han hecho creer que el mercado y la inversión privada llevarán a cabo la transición energética. Pero esta promesa está lejos de materializarse. El sistema energético mundial aún depende en gran medida de los combustibles fósiles, y la inversión privada en fuentes de energía renovables no se ha acelerado al ritmo necesario.

Los líderes mundiales que se reunirán esta semana en la Cumbre Internacional sobre Clima y Energía en Madrid, organizada por la Agencia Internacional de Energía (AIE), tienen que afrontar la realidad: la descarbonización fracasará a menos que se nacionalice el sistema energético.

La opinión dominante, promovida por la AIE y otros actores, es que la inversión privada y el libre mercado están allanando el camino hacia un futuro energético limpio. Se nos ha dicho que el papel de los gobiernos es proteger a los inversores y facilitar el flujo de capital. En un entorno de mercado propicio, la transición tomará impulso inevitablemente y los combustibles fósiles pasarán a ser un fenómeno del pasado –o eso es lo que nos quieren hacer creer–.

Es difícil entender cómo alguien puede describir el estado de la transición energética como prometedor cuando el consumo de carbón, petróleo y gas sigue aumentando

Pero esta narrativa no podría estar más alejada de la realidad –se basa en una serie de mitos peligrosos–. Un informe recientemente publicado por el Transnational Institute y los Sindicatos por la Democracia Energética (TUED), que intenta desmitificar este discurso, señala: la transición energética liderada por el mercado ha fracasado. Es difícil entender cómo alguien puede describir el estado de la transición energética como prometedor cuando el consumo de carbón, petróleo y gas sigue aumentando. Los combustibles fósiles aún representan el 82 por ciento del consumo energía en el mundo. El consumo mundial de carbón en 2022 alcanzó el nivel más alto registrado hasta la fecha y, para 2023, se prevé que el consumo mundial de petróleo aumente a un promedio de 2,2 millones de barriles por día.

Sin embargo, no podemos desconocer que la inversión en energías renovables está creciendo. El más reciente informe de la AIE sobre el progreso de la energía limpia hace referencia a “avances notables en el último año”. De hecho, en 2022 la inversión en energías limpias aumentó casi un 15 por ciento, en comparación con 2021. Pero, si analizamos con detenimiento los datos de la AIE, tan solo 3 de los 50 componentes necesarios para la transición energética están encaminados a lograr la estrategia de cero neto para 2050.

La mayor parte de la inversión en energía limpia es contrarrestada por la creciente demanda de energía

Además, los más optimistas que se han enfocado en el auge de las energías renovables tienden a ignorar que la mayor parte de la inversión en energía limpia es contrarrestada por la creciente demanda de energía. Si bien la capacidad de generación de energía renovable a nivel mundial aumentó a una cifra récord de 340 GW en 2022, en los últimos años el sistema de electricidad se ha ampliado a un ritmo de alrededor de 300 GW por año, socavando gran parte del progreso hacia la energía limpia. Actualmente estamos experimentando una expansión energética, en lugar de una transición energética.

En verdadero progreso en relación con la transición energética está teniendo lugar a nivel de los gobiernos, y no del sector privado, que están liderando este proceso. Los fondos públicos (incluidos los hogares) representaron el 60 por ciento del total de la financiación climática a nivel mundial en el período 2019-2020. Contrario a lo que plantea la ideología centrada en el mercado, las instituciones públicas suelen financiar sectores de la transición que conllevan un mayor riesgo que los actores privados. Así, el sector público está liderando el desarrollo de tecnologías más alejadas de la comercialización, como por ejemplo desarrollos para energía mareomotriz o el almacenamiento de energía térmica.

Hasta ahora no ha existido realmente un libre mercado de energía renovable, y es muy poco probable que llegue a existir. Por el contrario, las energías renovables son un sector que ha sido financiado mediante subsidios públicos. Cuando Alemania y China, dos gobiernos que lideran la transición energética, retiraron los subsidios a los proveedores de energías renovables, las consecuencias fueron nefastas. En Alemania, por ejemplo, las inversiones para energías renovables disminuyeron un 46 por ciento en 2015. Y entre 2017 y 2018, las inversiones en energías limpias en China se redujeron un 38 por ciento (y las inversiones en energía solar disminuyeron un 53 por ciento).

La transformación tecnológica y económica que necesitamos, no será posible sin planificación y coordinación públicas

Si queremos lograr el objetivo de 1,5 grados, debemos reconocer que el modelo del mercado que ha dominado hasta ahora la política de transición energética no funciona. Necesitamos políticas alternativas. La transformación tecnológica y económica que necesitamos, y a la que ha instado reiteradamente el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, no será posible sin planificación y coordinación públicas. Los gobiernos deben tomar la iniciativa y allanar el camino, aprovechando el conocimiento y las necesidades de los trabajadores del sector energético y de los usuarios de energía para desarrollar estrategias realmente impulsadas por la gente. Para citar las palabras del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres: “las tecnologías de energía renovable, como el almacenamiento en baterías, deben ser consideradas bienes públicos esenciales, disponibles gratuitamente a nivel mundial”.

Esto significa la propiedad pública del sector energético con rendición de cuentas y participación democráticas. Significa inversión pública directa en la transición energética, con un nivel de ambición y urgencia proporcional a la escala de la crisis a la que nos enfrentamos. Significa, también, reconocer el papel que desempeña la energía como una necesidad básica social a través de un enfoque de bienes públicos mundiales, que prioriza la equidad, la justicia y el acceso a la energía sobre el lucro privado. Sin esta mentalidad, un futuro sin carbono será tan solo un sueño inalcanzable.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Crisis energética
Análisis Los aerogeneradores no son molinos, son gigantes
El megaproyecto eólico del Clúster Maestrazgo, punta de lanza del capitalismo verde, destruirá un área natural de alrededor de 1325 campos de fútbol.
Energía nuclear
Análisis ¿Qué hay detrás de las presiones para evitar el cierre de Almaraz?
Bulos, titulares equívocos y movimientos de las terminales políticas y mediáticas del lobby eléctrico preludian unos meses de fuertes presiones para suspender el cierre de la central nuclear de Almaraz, cuyo inicio está previsto en 2027.
Opinión
Medio ambiente No solo de renovables va la transición ecosocial
Una visión crítica con el despliegue masivo, empresarial y especulativo de las renovables industriales que hoy es hegemónico en la península ibérica.
felipe
10/10/2023 12:08

Al margen de otras consideraciones, en cuanto a los molinos de viento y las placas solares, todo su proceso productivo (extracción de materia prima, transformación, transporte, etc.) supone una emisión de gases = mayor calentamiento global, superior al que se provocaría por la quema de fósiles para la obtención de la misma cantidad de energía.

0
0
Acaido
13/10/2023 1:31

No merma la extracción de combustibles fósiles, pero incluso los países productores invierten masivamente en energía eólica y solar. ¿Acaso se pegan un tiro en el propio pie, o es que el negacionismo es cada vez más osado?.

0
0
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Amazonía
Caso Chevron Pablo Fajardo: “Sacrificaron la Amazonía y la vida de la gente por racismo y por la ganancia económica”
El activista y abogado Pablo Fajardo fue elegido hace casi 20 años por la Unión de Afectados por Texaco para el juicio más importante contra la petrolera Chevron. Dos décadas después sigue luchando por la justicia ambiental y social en Ecuador.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
La vida y ya
La vida y ya Ya no sé quién vive en el primero
El barrio se ha transformado tanto que pueden pasar semanas sin ver por la calle una sola cara conocida porque los vecinos han sido sustituidos por turistas.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Análisis
Análisis Rojava en peligro
Las intenciones de Turquía en Siria ponen en peligro no solo la Administración Democrática Autónoma del Norte y Este de Siria (AADNES) sino también la convivencia del resto de minorías presentes en el país.
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.

Últimas

Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.
Música
Música Un coro para homenajear las luchas obreras: “La canción protesta del pasado es historia viva”
El coro de canción protesta de Madrid nació para rescatar del pasado las tonadas de la lucha obrera y ponerlas al servicio de distintos activismos en el presente.

Recomendadas

Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.