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Desigualdad
Su existencia no es económicamente viable, ¡el siguiente!
“¿Qué hago, me muero ya?”. El interrogante aflora en medio de un tweet. Un texto breve en el que un joven explica que no puede más. Que justo cuando parecía que se abría la última puerta en forma de una prestación, se la han negado. No ha cotizado lo suficiente. En un país con un 40% de paro juvenil, con unas cifras de desempleo que superan los cuatro millones. No se sabe cómo —por qué tara suya no atajada a tiempo— el chico no ha juntado los meses necesarios de inmersión en un mercado de trabajo para tantos cerrado a cal y canto para optar a una mísera ayuda de subsistencia. Su existencia no es económicamente viable. Que pase el siguiente.
“No tengo ingresos de ningún tipo y el tiempo corre en mi contra, lo único que tengo es miedo”, afirma el chico. El mismo miedo que ha acosado históricamente al hombre, el miedo que impulsa a la gente a jugarse la vida para atravesar el mar, el miedo que comparte quien más abajo contesta: “Me pasa igual, pero además tengo más de 40, dos hijos, un gato. Cero ahorros, pago alquiler, cabeza de familia”. La mujer que escribe estas líneas es una “afortunada”, este mes empezará a cobrar 320 euros. 320 euros no son un parapeto para protegerse de acabar en la calle, alimentar a dos hijos, resguardarse del terror de no saber qué pasará. Ambos buscan trabajo, una forma algo más sólida de incertidumbre: solo el 7% de los contratos firmados en 2020 lo fueron a tiempo completo e indefinidos.
Del cerca de millón de solicitudes presentadas, se habían resuelto en diciembre la mitad, el 75% fueron denegadas. Un tsunami de ansiedad y angustia que arrasa cada día millones de existencias económicamente no viables. ¿Qué hacen? ¿se mueren ya?
600.000 familias en condiciones de extrema pobreza han quedado fuera del acceso al Ingreso Mínimo Vital, la medida aprobada en mayo de 2020 para que nadie quedase atrás. Personas que ahora tienen una certeza: se han quedado atrás. El dato forma parte de un informe presentado por el colectivo RMI Tu Derecho el pasado 1 de marzo. Ocho páginas que detallan a dónde no ha llegado esta medida, qué colectivos se han quedado afuera: del cerca de millón de solicitudes presentadas, se habían resuelto en diciembre la mitad, el 75% fueron denegadas. Toneladas de miedo, un tsunami de ansiedad y angustia que arrasa cada día millones de existencias económicamente no viables. ¿Qué hacen? ¿se mueren ya?
Algunos se lo preguntan en tweets intentando hacerse un hueco entre la última polémica del día, los ultraderechistas de moda, la azarosa vida de los contenedores de basura, el borrado de no sé quién, el sujeto político recontralegítimo de no sé cuántos, boomers, chandals, celebrities con opiniones idiotas, pánicos morales que corean indignados contra la última burrada que no sé quién dijo. En el mundo llano donde las tripas de las neveras resuenan, y las madres esperan con temor una orden de desahucio, gente como la que integra RMI Tu Derecho hacen cuentas de las víctimas de la distancia entre las grandes proclamas y la realidad de los hechos. Lo saben porque es a ellas a quien se dirige la gente cuando las administraciones, ocultas tras formularios a rellenar y teléfonos que nunca contestan, no tienen más que ofrecer que la fría burocracia, la burocracia electrónica tan eficiente en denegar salidas, tan lenta en rendir cuentas.
A veces me pregunto si la resistencia de una parte del Gobierno frente a la Ley Trans, poniendo en cuestión elementos que el mismo PSOE había aprobado en otras leyes autonómicas, no tiene tanto que ver con evitar el “borrado” de mujeres sino con perpetuar el borrado de otros temas del debate público. Y no se trata de confrontar aquí unos derechos a otros, ni jerarquizar urgencias. No se trata de emular ese recurrente remedo de debate entre priorizar lo material o el reconocimiento. Entre quienes quedan atrás muchas son las mujeres, también las mujeres trans, muchas las personas migrantes, muchas las racializadas. Y muchos, también, quienes no son nada de esto. Ojalá la experiencia común del miedo hiciera más ruido que los debates de twitter.
El papá Estado, que dice la derecha, siempre tiene a sus hijos predilectos. Aquellos que nunca pasarán miedo. Pues la viabilidad de sus beneficios cotiza mucho más fuerte en el mercado que la viabilidad de tu existencia
Porque mientras Carmen Calvo llama nuestra atención con sus aspavientos, le perdemos la pista a su compañero de partido y de ejecutivo, Jose Luis Escrivá, que, como recuerda el informe de RMI Tu Derecho, estuvo al frente del Airef, el organismo creado para velar por el cumplimiento del artículo 135 de la Constitución. Desde esa entidad, Escrivá estudió distintos modelos de renta mínima: la prioridad no era la subsistencia de sus eventuales beneficiarios si no que la presión fiscal no fuese excesiva. Y esto impone límites que, reflexionan desde el colectivo, se traducen en requisitos difíciles de cumplir y cuantías escasas. Gente abandonada al miedo.
El estudio de las rentas mínimas es del 2018, cuando aún ni se olía pandemia, la crisis económica, el revés en el mercado de trabajo, los ERTE financiados con dinero público. Un escudo social que permitió salvar puestos de trabajo (de momento) quitándole a las empresas el miedo. Para muchas empresas pequeñas, medianas, un miedo justificado y real a sucumbir con el cierre de sus negocios. Para otras empresas más grandes, el miedo a perder beneficios, ver recortada esa parte del pastel que se llevan que las crisis no menguan. Porque de un tiempo a esta parte quien pone el capital no asume ningún riesgo, y el papá Estado, que dice la derecha, siempre tiene a sus hijos predilectos. Aquellos que nunca pasarán miedo. Pues la viabilidad de sus beneficios cotiza mucho más fuerte en el mercado que la viabilidad de tu existencia. ¡El siguiente!
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Que decir de esta injusticia... Millones de trabajadores con salarios y sin derecho laborales, gracias a contrarreformas laborales que han flexibilizado nuestras condiciones laborales en beneficio de las corporaciones. Al mismo tiempo, más de un millón de personas sin trabajo siendo apartadas de su último recurso, un IMV totalmente insuficiente en recursos y objetivos.
No me jodas, para las subvenciones millonarias a la corporaciones, las exenciones fiscales de la iglesia o las rebajas de impuestos al poder económico, siempre hay dinero, pero jamás para establecer unos servicios básicos dignos que requieren muchos menos recursos. Todo en favor del libre mercado
toda esa pasta que no sale para el IMV se la va dar el p$o€ a los que tienen más de 5 pisos en propiedad, sobretodo a los fondos buitracos, sociatas dais asco pena
Se la entregaran a corporaciones en adjudicaciones públicas, rebajas fiscales o subvenciones millonarias.
Luego diran que no hay desarrollo local, cuando apoyan el libre mercado que destruye a los productores y trabajadores locales
Ningun gobierno ha eliminado la miseria porque tiene una funcion didactica importante en la sumision del pueblo,solo cuando llenamos el plato nos preocupa la dignidad....
Me asombra la infatigable capacidad de la autora, Sarah Babiker, para comprimir la frustración, martilleando el teclado una y otra vez con el mismo perfil de artículo. idéntico tono y calcado argumentario en el discurso.
Casi como si esperara que la VIOLENCIA (alevosa y diurna) que aplica sistemáticamente el R78, secuestrado por la cohorte privilegiados, extractivistas, rentistas, corruptos y empresaurios, cesara al caer del guindo,
A muchos/as nos ayuda esa manera de poner la palabra adecuada a un sentimiento que nos acompaña en nuestras vidas, nos hace sentir que no luchamos a solas y qué es lo importante dentro de tanto ruido
No era una crítica, al menos no lo pretendía, y aunque no comparta su utilidad puedo ser capaz de reconocer la sensibilidad, el valor 'terapéutico' y la empatía que intenta transmitir mensaje.
Nota: Ante todo respeto. Personalmente, sería incapaz porque no veo trascendencia, pero eso no quiere decir que no sea necesario, ni admirable.
Hay tantas cosas que decir sobre el IMV........
Un ejemplo: la mayoría de las solicitudes aprobadas son las que antes ya se cobraban como ayudas por hijo a cargo. (por lo tanto no son esos los datos reales de la gente "beneficiada" con el IMV).
Otro ejemplo: A día de hoy las solicitudes que se están aprobando actualmente se contabilizan descontando a la ayuda de IMV de 462€/mes los ingresos que tuvo esa persona en 2019. Por ejemplo si en el año 2019 cobro en todo el año 5000€ este mes de marzo de 2021 cobrará 45,33€ de Ingreso Mínimo Vital.
¿Alguien puede sobrevivir con 45€ al mes? pues es la media de lo que se está cobrando de IMV.
El nombre de IMV le viene muy grande a esta ayuda.
¡¡¡ESCRIVÁ DIMISIÓN YA!!! y cárcel por asesino.
La pobreza, la peor forma de violencia (Mahatma Gandhi).
Como siempre, impecable artículo de Sarah Babiker. El siguiente enlace es una noticia de 16 de abril de 2020, es decir de hace casi un año, en la que el Ministró Escrivá afirmaba sobre el ingreso mínimo vital que "la prestación será de carácter permanente y llegará a un millón de hogares". https://cadenaser.com/programa/2020/04/16/hoy_por_hoy/1587019049_708098.html
Para los políticos si que hay pasta: https://youtu.be/Ix73aHM7t5E
¿Y los 140.000.000.000 de €, Ciento cuarenta mil millones de Euros que se van a repartir entre las grandes empresas y bancos como en la crisis anterior?, (Santander, BBVA, Repsol, Enagas, Telefonica, Endesa, Iberdrola, etc). (Para estafarnos con el GreenWashing perdón, "Green New Deal")
Así es, el gobierno ha protegido el trabajo? Si, pero ha costa de endeudarse y de que las grandes corporaciones y oligarcas salgan de rositas. Si nacionalizaramos la energía, expropiariamos las viviendas vacías de bancos y especuladores, crearamos una justicia fiscal de verdad y unos derechos laborales sólidos, tan solo con esas medidas socialdemócratas, se podría lograr un estado social y redistribución que diera dignidad a la clase trabajadora.
Pero aquí pesa más el beneficio económico de un puñado de capitalistas, que la vida de millones de trabajadores