Energía nuclear
No es la histeria lo que está matando la energía nuclear

El lobby nuclear ha argumentado durante décadas que el movimiento antinuclear, y la opinión mayoritaria de las poblaciones humanas, sufre de “histeria” y que no guardan relación con la realidad. Pero sus respuestas furibundas a quienes responden a su credo y su ignorancia absoluta del sufrimiento que ha generado la nuclear, invita a reconsider quién sufre de histeria y quién tiene la evidencia de su parte.

Central nuclear de Fukushima
Central nuclear de Fukushima. Foto:TEPCO
www.beyondnuclearinternational.org
3 may 2021 02:51

Artículo publicado originalmente en Beyond Nuclear International.

Pero la destrucción que genera nos debería emocionar

Hace un tiempo, cuando una mujer tenía menopausia, síndrome premenstrual, una líbido algo alta o falta completa de la misma, se la juzgaba como “histérica”. Su condición o problema, médico o psicológico, se resumía en “reacción emocional”. Incluso se creía que aquellos síntomas se debían a un “útero errante”. ¿En serio? Sí.

Durante años, si eras una mujer antinuclear, se te consideraba así. Con suerte no lo del útero, pero mejor olvidémoslo. ¿A cuántas nos dijeron que éramos demasiado “emocionales”? La implicación, que no entendíamos de “ciencia”.

Pero conforme la supervivencia a largo tiempo de la nuclear se volvía más improbable, las fuerzas pronucleares redoblaron sus esfuerzos y empezaron a meter a todo el mundo en el cajón de la “histeria”. Ahí pertenecías si te atrevías a señalar el peligro de la nuclear. Histéricas. Diseminábamos miedo e ignorancia. Como se dice ahora, “fake news”. Por todas partes nos lo siguen haciendo.

“Veamos si hay países en el mundo que no se dejaron llevar por la histeria antinuclear, y el impacto que eso tuvo sobre las emisiones”, escribió un tal Anhony Watts en su blog tras la catástrofe de Fukushima.

Bajo el titular 'No hay motivos para la histeria antinuclear', Vei Ringel escribía en la Executive Intelligence Review: “Si no nos protegemos contra la ideología histérica antimodernidad, antinuclear... nuestras nietas acabarán tejiendo camisetas para el mercado chino”. Hablando de histeria.

“Una catástrofe nuclear en la central nuclear de Fukushima Daichi, en Japón, ha generado un rebrote de histeria nuclear”, decía John Downs en Business Insider. Los ilustres científicos (nótese la ironía) Penn y Teller llamaron a su crítica de Helen Caldicott, de Beyond Nuclear, y seguramente una persona “muy emocional”, “Penn & Teller vs Dr. Helen Caldicott, velas y alarmismo antinuclear”.

Fareed Zacharia escribiría en el Washington Post: “El temor a la nuclear, que [el senador Bernie] Sanders comparte, se basan en reacciones emocionales a los escasos accidentes ocurridos en las últimas décadas”. Parece sacado de un post pronuclear en Facebook.

Pero no es el miedo lo que está condenando a la nuclear, sino los muy auténticos riesgos y su precio extraordinario.

Es el hecho de que puede envenenar a las personas, animales, aire, tierra y agua durante millones de años.

Es el hecho de que, pese a su pontificación desde una torre de marfil, gente como Zacharia nunca han coincidido con las madres de Fukushima o Chernóbil. Sus hijos serán estadísticas inmateriales para sublimes columnistas y bloggers, pero no lo son para sus madres.

Y no es miedo lo que conduce a políticos como Bernie Sanders a oponerse a la energía nuclear. Es todo el dinero que hace falta para que reflotarla de sí misma. Un dinero, y un tiempo, que podríamos estar dedicando a la acción rápida por el clima.

Así que sí, Sr. Zacharia, tengo una “reacción emocional” cuando veo a niños que deberían ser sanos y felices que tienen que evacuar, que no pueden jugar en la calle, que sufren de acoso escolar o, peor, cáncer de tiroides, y todo por culpa de Fukushima.

Tengo una “reacción emocional” cuando veo las caras de tristeza de los niños con discapacidades físicas y/o mentales en los orfanatos de Bielorrusia. Niños que sufren por el accidente de Chernóbil del 86, mucho antes de que nacieran.

Tengo una “reacción emocional” cuando veo las caras de tristeza de los niños con discapacidades físicas y/o mentales en los orfanatos de Bielorrusia. Niños que sufren por el accidente de Chernóbil del 86, mucho antes de que nacieran siquiera.

Tengo una “reacción emocional” cuando veo fotos y vídeos de vacas muertas o moribundas, abandonadas en Fukushima, el eco de sus mugidos extendiéndose por establos repletos de los cadáveres de sus compañeras.

Y sí, también tengo una “reacción emocional” incluso cuando no suceden accidentes.

Me preocupa mucho el alarmante aumento de leucemia entre los niños que viven cerca de centrales nucleares.

Me emociono escuchando las historias de los mineros de uranio navajos y sus familias, que se enfrentan a enfermedades relacionadas con la exposición a la radiación, además de escasez y discriminación.

Me perturba, emocionalmente, las consecuencias de las centrales nucleares sobre especies marinas en peligro de extinción, que son atrapadas y mueren dentro de ellas.

Y me enfado cuando veo, una y otra vez, que los únicos planes para gestionar los residuos radioactivos consisten en dejarlos junto a comunidades no blancas, no urbanas.

El lobby nuclear contesta a todo esto diciendo, como Zacharia, que la nuclear es “300 veces más segura que el carbón”, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Oxford. Lo que es, por supuesto, irrelevante. Cuando empleamos nuestros argumentos “emocionales” contra la nuclear, por el peligro que supone sobre todas las formas de vida, no estamos necesariamente diciendo que el carbón sería mejor. Es una acusación absurda. No regresaremos al carbón.

Lo que decimos es que las renovables son más seguras, no que sean 100% seguras. Aún no se ha descubierto una forma de generación de energía que no afecte al medioambiente.

No tenemos que afrontar la decisión de Sophie. Pero sí tenemos que decidir si preferimos nuclear o renovables. Y allá donde la nuclear está desapareciendo, como en Alemania, Suiza, Nebraska y California, es precisamente lo que está sucediendo.

La Asociación Psiquiátrica Americana abandonó el concepto 'histeria' en 1952. El lobby nuclear se debería aplicar el cuento y decir algo ante los muy reales peligros médicos de su negocio, que afecta desproporcionada a las comunidades con menos recursos para frenarles. La definición de valientes, vamos.

Si no tienes una “reacción emocional” cuando te acercas a las tragedias de la energía nuclear, entonces eres tú quien tiene que ir al médico.

Traducción de Raúl Sánchez Saura.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Energía
Energía El apagón se originó en Núñez de Balboa, una planta fotovoltaica que Iberdrola litiga para no desmantelar
La empresa lucha en el Supremo para revertir la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, que obliga a desmantelar y devolver a su propietario el 60% de la finca donde se asienta la central fotovoltaica.
Energía
Energía Red Eléctrica echa balones fuera: culpa a las empresas del apagón y de entorpecer la investigación
“No toda la información recibida de las compañías eléctricas ha tenido la calidad deseable, ni ha sido tan completa como era necesario”, ha declarado la presidenta de Red Eléctrica, cuyo informe culpa a las empresas: “No hubo control dinámico”.
Energía
Energía El informe del Gobierno culpa del apagón a Red Eléctrica y a las empresas
Red Eléctrica falló a la hora de programar adecuadamente la demanda; plantas generadoras clave incumplieron la normativa al no absorber tensión o desconectarse del sistema demasiado pronto. El Gobierno descarta el ciberataque.
#91140
28/5/2021 0:41

"Es el hecho de que puede envenenar a las personas, animales, aire, tierra y agua durante millones de años."
Un tanto exagerado, teniendo en cuenta que la radiactividad decae a niveles naturales antes. Honestamente, sí, creo que no entiende la ciencia que hay detrás. Por cierto, hay montones de sustancias químicas que no desaparecen ni siquiera en ese tiempo.

"cáncer de tiroides, y todo por culpa de Fukushima"
Una frase sin base que la sustente. Aquí tiene un artículo de una revista de divulgación científica
https://www.sciencemag.org/news/2016/03/mystery-cancers-are-cropping-children-aftermath-fukushima
“The prevalence of thyroid cancer detected by advanced ultrasound techniques in other areas of Japan does not differ meaningfully from that in Fukushima Prefecture,”

"Me preocupa mucho el alarmante aumento de leucemia entre los niños que viven cerca de centrales nucleares"
La mayor parte de los estudios no encuentran la relación que la autora indica y, cuando la encuentran, se topan con un pequeño problema que la autora no menciona: la radiación no parece ser la causa dado que las dosis recibidas por la población más cercana suelen ser del orden de 0,001-0,01 mSv/año, o sea, unas 200-2000 veces menos que la radiación natural estándar.

0
1
#88797
5/5/2021 9:57

Sigamos el ejemplo de Alemania, que tras comenzar su desconexión nuclear se ha convertido en el país que más carbón quema de la UE. Las renovables necesitan una fuente de energía de respaldo constante y fiable y, a día de hoy, la única que no emite gases de efecto invernadero es la nuclear.

0
2
#88709
4/5/2021 9:01

La extracción del combustible nuclear y los materiales para su fabricación, la compleja construcción, mantenimiento y reparación de las centrales, la necesidad de una fuente de agua cercana para enfriar los reactores, la necesidad de construir y aislar una enorme superficie para el aislamiento de los residuos. Todo genera CO2 no se puede contar solo con la parte de la generación, por otro lado los costes, necesita subvenciones e ingentes recursos para su construcción, normalmente públicos para luego su explotación privada. Cuando hay un accidente (más o menos grave), la política de las empresas es primero siempre denegarlo y ante la denuncia de grupos ecologistas siempre tiene que intervenir la autoridad para luego después reconocerlo públicamente.
Hay alternativas, hay que poner mucha más renovables, solar, eólica, mareomotriz y ya hay tecnología de baterías viable para almacenar todo el sobrante para dar servicio a la red (como ambri) con la potencia que demande.
Es una cuestión comercial, unos pocos quieren ser los suministradores únicos de la energía y quieren que el resto les tengamos que pagar peaje.
En Fukushima los Japoneses estuvieron muy cerca de la hecatombe de perder Tokio con una zona habitada por más de 30 millones de personas de imposible evacuación para todos. ¿Cuantos accidentes nucleares catastróficos tienen que ocurrir para darnos cuenta de que no podemos seguir usando esta tipo de energía?, ya tenemos unos pocos miles de kilómetros cuadrados condenados para la vida humana por la toxicidad de la radiación, es cuestión de tiempo que si seguimos por ese camino ocurra un accidente todavía mayor solo por la codicia de unos pocos.

1
0
fbm
3/5/2021 19:27

La autora parece olvidar que la energía nuclear tiene una enorme ventaja: no emite gases de efectos de invernadero. Por tanto, tampoco contribuye al cambio climático. Por otro lado, permite la generación de energía continua y controlada, al contrario que las energías renovables (si no hay viento, no se puede producir energía eólica; si no hay sol, tampoco hay forma de generar energía solar). Así, se echa en falta una explicación de cómo, a juicio de la autora, se podría apoyar la producción de energía para abastecer las necesidades de consumo actuales y futuras sin recurrir a combustibles fósiles ni a la energía nuclear.
Relacionado con esto último, si recurrimos a argumento emocionales, parecería razonable también añadir estimaciones de las muertes que han causado los accidentes nucleares. Las estimaciones más pesimistas indican que a causa del desastre de Chernóbil el total de personas que han fallecido o fallecerán es de unas 60.000 personas, mientras que en Fukushima sólo se ha reportado una muerte por radiación, aunque como consecuencia de accidentes durante la evacuación o por secuelas emocionales la cifra se podría elevar hasta unas 1.000 muertes [1]. Las estimaciones de muertes prematuras asociadas a la obtención de energía a través de combustibles fósiles, van del orden de cientos de miles a millones de personas cada año.
Por último, el artículo contiene algunas afirmaciones cuanto menos controvertidas, como el aumento de caso de leucemia en niños que viven alrededor de centrales nucleares. Sería interesante que se citase la fuente de donde la autora ha obtenido esa información, porque hay estudios científicos importantes que señalan precisamente que esa información es errónea [2].

[1] https://ourworldindata.org/what-was-the-death-toll-from-chernobyl-and-fukushima
[2] https://www.nature.com/news/2011/110506/full/news.2011.275.html

3
4
Economía social y solidaria
Litigios estratégicos La economía social llega a los tribunales: el auge de los juicios con impacto social y medioambiental
La litigación estratégica va tomando fuerza en España como herramienta de defensa de derechos humanos y de modelos económicos más sostenibles y justos social y medioambientalmente
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición Sánchez se abre a medidas impensadas mientras sus socios entran en modo supervivencia
En su peor momento y esperando más golpes, el líder del PSOE filtra que podría aceptar cambios en los aforamientos y aumentar el castigo a corruptores. Sumar corre el riesgo de desangrarse por sus confluencias y el soberanismo vasco pide cautela.
Córdoba
Genocidio Un acto en el centro de Córdoba recordará a los más de 15.000 niñas y niños asesinados por Israel
Se prevé que el acto dure desde las 8 de la mañana hasta la madrugada del domingo por la longitud de la lista. “El recuerdo de estas niñas y niños no puede ser borrado como un número más”, afirman desde el colectivo convocante.
Tribuna
Tribuna El Puertito de Adeje: turismo de masas, especulación urbanística y ecocidio en Canarias
Situado al sur de Tenerife, el Puertito de Adeje es un lugar de gran valor patrimonial o natural que será destruido si la movilización social no impide la construcción del macroproyecto turístico Cuna del Alma.
Río Arriba
Río Arriba Brenda Chávez: “El consumo es un desmovilizador social, es el opio del pueblo”
Segunda entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de consumismo, Trump, gastos de recursos, economía social, clases medias y mucho más.
Patrimonio cultural
Historia Cuidadoras invisibles también en el patrimonio
Numerosas mujeres, sin obtener reconocimiento, se han encargado de preservar lo que más tarde se consideraría patrimonio cultural. Sin ellas, es posible que hoy no pudiéramos admirar la majestuosidad de ciertos espacios.
Poesía
Literatura Versos desde el andamio: la posibilidad de una poesía de clase obrera, a debate
¿Existe una ‘poesía obrera’ o unas ‘poéticas trabajadoras’ contemporáneas? ¿Cómo se expresan? Tras los pasos del fallecido poeta francés Thierry Metz, el “poeta del andamio”, consultamos a autoras, expertos y editoras.
Opinión
Opinión Diez alternativas a la seguridad militarizada
Con motivo de la cumbre de la OTAN del 24 y 25 de junio, organizaciones sociales, ecologistas, sindicales y políticas de distintos territorios del Estado español convocan viernes y sábado en Madrid la Conferencia por la Paz y contra el Rearme.

Últimas

Santiago de Compostela
Santiago de Compostela El Supremo obliga a los Franco a devolver las dos estatuas del Pórtico de la Gloria
El alto tribunal condena a los demandados a la restitución de dos esculturas románicas trasladadas por la familia del dictador al Pazo de Meirás.
Comunidad de Madrid
Contaminación El vecindario de Guadalix se organiza para frenar una planta de biogás en suelo público
Se quejan de que el Ayuntamiento no les ha informado de este proyecto mediante el que se podrían llegar a tratar hasta 25.000 toneladas de residuos al año.
El Salto Radio
EL SALTO RADIO Da La Nota: la música como herramienta de emancipación
El programa musicosocial, nacido en Lavapiés, cumple diez años brindando formación y acompañamiento psicológico a niñas, niños y jóvenes.
Gordofobia
Gordofobia Ozempic y el negocio del malestar
El miedo y la estigmatización de los cuerpos generan beneficios. La gordofobia está tan interiorizada que, de alguna manera, todas las personas tememos engordar.
Gordofobia
Gordofobia Sanidad da un toque a la farmacéutica que vende Ozempic por una campaña que relaciona obesidad con muerte
Según este ministerio, aunque Novo Nordisk no menciona de manera explícita ningún tratamiento farmacológico, el conjunto del contenido podría constituir una forma de publicidad indirecta de medicamentos sujetos a prescripción médica.
Más noticias
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Tres vecinas de Madrid viajan hasta la ONU para explicar el “peligroso” estado de la sanidad
Han intervenido en una sesión del Consejo de Derechos Humanos y han instamos a la Relatora Especial a examinar la situación “e intervenir de conformidad a las demandas populares”.
València
València Colas del hambre, pobreza infantil y ERTE: las consecuencias de la dana se cronifican
Casi siete meses después de la tragedia, los puntos de reparto independientes siguen atendiendo —a pesar de las trabas— a más de 3.500 familias.

Recomendadas

El Salvador
Bianka Rodríguez “El Estado salvadoreño fue borrando todo lo que tenía que ver con género y con diversidad”
Presidenta de Comcavis en El Salvador, y directora de Ilga Lac, esta activista trans logró cambiar su nombre y mención registral al sexo en un país que no cuenta con una ley de identidad.
Oriente Próximo
Oriente Próximo Israel dinamita la política internacional con su ampliación de la guerra a Irán
Los ataques de Israel y la presión a Estados Unidos para que se involucre en la guerra descalabran los complejos equilibrios en la región. Netanyahu aprovecha la ofensiva para que el mundo deje de hablar de Gaza.
Galicia
Galicia Ourense se organiza para combatir patrullas de extrema derecha en los barrios más empobrecidos de la ciudad
Vecinas y vecinos y los movimientos sociales responden al discurso del miedo promovido por Frente Obrero y señalan su estrategia de criminalizar la pobreza y sembrar odio en contextos de exclusión y abandono institucional.