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Laboral
Busca líderes naturales

Secretos de un Organizador Exitoso número 15. Viene del número 14. Enlace al primer artículo de la serie aquí.
Cada lugar de trabajo tiene líderes informales que no han sido elegidos ni designados. Simplemente lo son y tienen influencia entre sus compañeros de trabajo. Si tienes un mensaje que comunicar, ponte en contacto con los líderes de los grupos informales. Así tienes garantizado llegar a todo el mundo. Cuando alguien tiene un problema, ¿a quién pide ayuda, protección o consejos? ¿A quién le pregunta cuando quiere informarse sobre algo que haya pasado en el trabajo? ¿En quién confía, a quién respeta y admira? Algunos nombres por lo general aparecen una y otra vez. En un hospital, un enfermero era conocido en su planta como “el alcalde”.
La organizadora Ellen Norton nos recomienda observar con cuidado cuando la gente esté en grupo. “Buscamos a trabajadores que puedan responder las preguntas de sus compañeros –dijo ella– observamos la dinámica en la sala: ¿Quién responde? ¿quién muestra deferencia por otra persona? ¿quién entiende el sindicalismo? ¿quién entiende lo que el jefe está haciendo? ¿están todos nombrando a un trabajador que no está presente? Quiero conocer a esa persona. ”También buscamos personas que pueden formarse una opinión certera sobre sus compañeros de trabajo. ¿Cómo de bien describió los intereses y preocupaciones de sus compañeros de trabajo antes de traerlos a la reunión?” Cuando la gerencia se pone a la ofensiva, ¿quién responde de una manera que educa a sus compañeros? ¿Quién es capaz de calmar sus temores después?
Un líder, básicamente, es alguien que tiene seguidores. Eso significa que hay otros que actuarán, es decir, firmarán una recogida de firmas, llevarán puesta una chapa, irán a una manifestación, se unirán a la huelga, cuando esta persona se lo pida. Por lo general, hay múltiples líderes en el mismo lugar de trabajo, que están vinculados a menudo a los diferentes grupos de trabajo y grupos sociales. Diferentes líderes tendrán influencia con los trabajadores jóvenes, las madres, los jugadores de baloncesto, las personas que trabajan en ciertos departamentos o en el turno de la noche. Alguien podría tener sólo uno o dos seguidores. ¿Qué pasa si tú no eres el líder? Probablemente no lo seas. Al menos, no para todos. Tal vez tu amiga Ana sigue tu ejemplo, pero presientes que Benjamín no confía en ti. Él siempre espera a ver qué va a hacer Carlos. Eso no significa que estés fallando. Al contrario, estás pensando como un organizador. Has encontrado a otro posible líder: Carlos.
CÓMO ENCONTRARON A SUS LÍDERES EN UNA PLANTA EMPACADORA DE CARNE
En la lección 1 usted leíste cómo los delegados en una planta empacadora de carne en Pasco, Washington, organizaron a sus compañeros de trabajo para combatir el acoso que sufrían. Pero para hacerlo, el grupo central de activistas primero tuvo que encontrar y reclutar a los líderes naturales. María Chávez estuvo en la reunión en la que se habló de los líderes potenciales. “Dibujamos un mapa de la planta e hicimos una lista de todas las líneas de producción”, dijo ella. “Recorrimos las líneas para elegir ‘voluntarios’. El trabajo de los voluntarios fue informar a la gente de su línea, distribuir octavillas, invitarlos a reuniones y responder a sus preguntas”. “Nuestro objetivo era tener tres ‘voluntarios’ en cada línea de trabajo”, dijo su compañera de trabajo, María Martínez. Una línea podría tener entre 20 y 40 trabajadores. “Buscamos personas que no permitieran que la gerencia las manipulara y a personas que tuvieran una buena forma de expresarse y decir lo que pensaban”, dijo Martinez. ”Eso no quiere decir que estábamos buscando al más escandaloso o al más necio. Algunos de los mejores líderes eran muy tranquilos. Buscamos a la gente que la gerencia y los trabajadores respetaban”. Martínez también buscó personas que no eran castigadas a menudo por la gerencia. “Cuando ves que una persona así habla, te das cuenta de que debe estar sucediendo un verdadero problema. También, era más difícil para la gerencia tomar represalias contra quienes eran reconocidos como buenos trabajadores, con buenos expedientes”. Una vez que tuvieron una lista de líderes potenciales, Martínez, Chávez y los otros activistas se repartieron la lista y empezaron a tener conversaciones para organizarse, como las descritas en la lección 2. Se sentaron con cada una de las personas en la cafetería y les preguntaron cómo se sentían acerca del trabajo, dándoles la oportunidad de expresar sus frustraciones. “Yo explicaba lo que estábamos haciendo – dijo Martínez – que estábamos construyendo una red para que la gente se uniera para intentar hacer cambios”. Ella invitaba a la persona a una reunión de otros voluntarios. “Fue entonces cuando empezamos a perder el miedo”, dijo Chávez. En las reuniones, “vimos que no estábamos solos y elaboramos un plan para trabajar unidos y lograr algo”.