Crónica
Anarquistas en el corazón del capital europeo

Representantes del anarcosindicalismo de Italia, Estados Unidos, Polonia, Grecia, Países Bajos, Suiza o España acudieron al Congreso del Sindicato de Trabajadores Libres (FAU por sus siglas en alemán).
2 jun 2023 05:49

Anarquistas de toda Europa con ganas de bronca vienen a España a reventar manifestaciones. Eso es poco más o menos lo que podemos leer en la prensa conservadora cada vez que hay cualquier tipo de protesta en nuestro país. Casualmente esos anarquistas nunca acaban apareciendo y no es más que otra muesca en la labor de propaganda para criminalizar y desalentar cualquier movimiento crítico con el gobierno de turno.

Así que, ya que esos anarquistas no aparecen, decidí ir a buscarlos a Hannover con motivo del Congreso anual que realiza el Sindicato de Trabajadores Libres ( FAU por sus siglas en alemán), el sindicato hermano de la CNT en Alemania, el fin de semana en el que media España acudía a votar para elegir entre lo bueno, lo malo o lo menos malo.

Aquí no me encuentro con miles de anarquistas peligrosos y violentos, más bien se trata de 85 personas en representación de los más de 2.000 afiliados que tiene el sindicato en el país y también con la presencia de representantes de otros sindicatos de Italia, Estados Unidos, Polonia, Grecia, Países Bajos, Suiza o España.

El anarquismo alemán no vive sus mejores días. Hace un siglo, en plena República de Weimar, los sindicatos anarcosindicalistas reunían a más de 200.000 personas bajo los ideales de solidaridad y apoyo mutuo, aunque ahora mismo no son buenos momentos para casi nadie en el motor económico e industrial de Europa. Hace unas semanas conocíamos que su economía se contrajo entre enero y marzo por segundo trimestre consecutivo. Alemania está padeciendo con especial fuerza la crisis de inflación que está afectando a su industria, dependiente en gran medida del gas ruso.

“Mucha gente tiene miedo de no poder permitirse más gastos en sus vidas. Esto crea tensión social ya que casi cualquier propuesta de política para cambiar la situación se consideran una carga financiera.” dice el doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Halle, Jasper Finkeldey.

Esta crisis económica del país más importante de la Eurozona es el carburante perfecto para el crecimiento de la extrema derecha con el partido Alternativa por Alemania al frente: “Están ganando terreno. Especialmente en los Länder orientales, el partido podría ser primera fuerza en las próximas elecciones locales. Los puntos que están planteando son: soberanía nacional y migración, entre otros. Hay una normalización del partido que ahora está siendo tratado como cualquier otro partido por algunos medios de comunicación” lamenta Finkeldey.

En un par de edificios rodeado de árboles a las afueras de Hannover tiene lugar esta cita anual para aprobar cuentas y sobre todo marcar las líneas de trabajo del próximo año

En ese contexto de crisis económica y social hay un nuevo movimiento que empuja con fuerza: “Letzte Generation” (“Última Generación”). Desobediencia civil como forma de protesta ante el cambio climático cortando carreteras, pintando lugares emblemáticos al igual que hacen colectivos como Futuro Vegetal en nuestro país. Estas son algunas de las formas que las generaciones más jóvenes han encontrado para hacerle frente a este mundo que se derrumba.

Y son precisamente esa misma gente joven, en su mayoría menores de 35 años las que me encuentro en el Congreso de la FAU. ¿Por qué militar en un sindicato anarquista en el corazón del capitalismo europeo? Los valores que unen a quiénes aquí se encuentran están más basados en objetivos concretos contra el modelo neoliberal, que por motivos ideológicos profundos en favor de una supuesta revolución.

En un par de edificios rodeado de árboles a las afueras de Hannover tiene lugar esta cita anual para aprobar cuentas y sobre todo marcar las líneas de trabajo del próximo año en este sindicato cuya afiliación no deja de crecer principalmente en ciudades como Berlín, Bremen o Dresde.

Las jornadas avanzan en torno a más de diez grupos de trabajo entre los que destacan debates sobre cómo organizar el sindicato en torno a un lugar de acción o a una profesión concreta, campañas de solidaridad internacional o cómo coordinar el crecimiento de nuevas secciones en otras ciudades del país. Aunque yo prefiero asistir a la reunión del grupo Fem-FAU, el colectivo feminista dentro del sindicato.

En esa pequeña asamblea hay un lamento generalizado por cómo aún son ellos siguen siendo los que copan las secretarías y portavocías y cómo, aunque la militancia femenina crece, ellas no terminan de percibir las asambleas y los diferentes espacios del sindicato como lugares seguros de violencias machistas. No, el anarquismo tampoco se libra de las estructuras patriarcales por mucho pañuelo rojinegro que lleves al cuello.

La idea de este tipo de congresos es la de conseguir alcanzar acuerdos y protocolos de actuación para hacer que el sindicato sea una herramienta útil para su militancia, pero es en las pausas, en los momentos entre esas reuniones y grupos de trabajo, donde se consigue conocer mejor cuál es la fotografía general del anarquismo en Europa. Y la realidad nos dice que quizás las y los trabajadores no se agrupan bajo la clásica bandera partida en diagonal en rojo y negro, pero los valores de solidaridad y apoyo mutuo siguen más vigentes que nunca, incluso en sectores nuevos.

Por allí conozco a miembros del Sindicato de Repartidores en bicicleta y moto de Atenas, capaces de movilizar a cientos de estos “riders” por las calles de la capital griega exigiendo subidas salariales o que las plataformas de reparto sean las que faciliten el vehículo al trabajador. O también los sindicatos independientes en Ámsterdam de trabajadores en las cocinas de bares y restaurantes. Lugares donde una gran parte de quiénes limpian platos y los cocinan son migrantes en situación irregular y a los que los sindicatos mayoritarios tienen olvidados.

Todas las personas que asisten a este Congreso en Hannover con las que hablo me transmiten la misma sensación optimista: no hay derrotas electorales que nos afecten.

Vuelvo a Madrid con el shock del resultado de las elecciones municipales y autonómicas, el miedo a la ultraderecha y el anuncio de una nueva jornada electoral para el 23 de julio y la sensación que queda es que la clase trabajadora europea está acostumbrada a perder derechos, a trabajar mil y una horas, a sufrir recortes en servicios públicos... pero aún así, cada vez hay más espacios de solidaridad que recorren el continente, con gente joven que cada vez dice basta antes.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Crónica
Crónica El ganador se lo lleva todo
Tenso cara a cara entre Sánchez y Feijóo. El líder del PP no agita las calles ni llama a votantes tránsfugas del PSOE. Poca gente en las protestas convocadas alrededor del Congreso. Fuerte despliegue policial en Madrid.
Crónica
Crónica desde Gaza “Bebemos agua contaminada o salada para sobrevivir”
Mientras el número de víctimas aumenta sin cesar en Gaza, los supervivientes afrontan el día a día con cada vez mayor dificultad.
Crónica
Crónica Sánchez y Díaz presentan su mapa hacia la estrella de la investidura
El presidente y la ministra de Trabajo en funciones, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, acuerdan un documento de cara a gobernar los próximos cuatro años.
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.
Galicia
Galicia Activistas de Greenpeace instalan ‘una celulosa’ en la sede de la Xunta en protesta contra Altri
Los ecologistas han realizado una acción en la sede del Gobierno gallego de Alfonso Rueda para animar a gallegos y gallegas a asistir a la manifestación de este domingo en la Praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Comunidad de Madrid
Educación pública El Gobierno de Ayuso recula y aplaza hasta junio los despidos masivos en Educación
Integradoras sociales, enfermeras, educadoras, auxiliares y otros perfiles de personal laboral se enfrentaban a la incertidumbre de ser cesados en plenas vacaciones de Navidad.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Vecindario y trabajadoras se plantan contra la privatización de los servicios en el Doce de Octubre
Denuncian la suspensión de intervenciones quirúrgicas desde que la empresa Croma Gio. Batta gestiona la esterilización del material. Una concentración el próximo sábado 14 de diciembre a las 12 horas se opondrá a esta deriva privatizadora.

Últimas

Opinión
Opinión Lo raro es estar viva
¿De qué sirve agobiarse por ciertas pequeñeces si somos un punto mínimo, una huella desdibujada, un puntito sobre un folio en blanco con un boli bic que casi no pinta?
Ibex 35
Ibex 35 Las retribuciones de los grandes empresarios multiplican por 118 lo que ganan sus trabajadores
Los directores y ejecutivos de Inditex, Banco Santander, Iberdrola, Indra, CIE Automotive y otras empresas del Ibex 35 multiplican por cientos de veces los sueldos medios de sus empleados.
Personas sin hogar
Personas sin hogar El Ayuntamiento de Granada, APDHA y ‘La Calle Mata’ acuerdan un Plan de urgencia para las personas sin hogar
Después del encierro de decenas de activistas en el consistorio y la muerte de dos personas sin hogar en la calle en menos de 24 horas, el Ayuntamiento y las organizaciones civiles acuerdan un Plan de Urgencia para el frío de aplicación inmediata
Memoria histórica
Memoria histórica La parte oculta de las exhumaciones: la recuperación paso a paso del Fossar d’Alzira
Una exhumación va más allá de desenterrar huesos. Se necesita un equipo de expertos y meses de trabajo para identificar las víctimas del franquismo.

Recomendadas

Fronteras
Túnez Túnez endurece la represión contra las ONG de ayuda a las personas migrantes
Mientras el presidente Kaïs Saied se prodiga en discursos racistas, el estado persigue a las entidades solidarias con quienes llegan al país, bajo el silencio cómplice de la Unión Europea.
Galicia
Economía ¿Quién lidera el negocio del eucalipto en Galicia al que Altri quiere sumarse?
El estallido social que ha producido el intento de la multinacional Altri y la Xunta de instalar una nueva celulosa en Galicia abre la necesidad de poner el foco en el sector forestal, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del Estado.
Siria
Rojava El rompecabezas sirio que estalló en Alepo
El nuevo escenario sirio se ha gestado bajo la intervención implacable de Turquía, patrocinadora del Ejercito Nacional Sirio y otros grupos yihadistas que libran la guerra de Erdogan contra el pueblo kurdo.
Cine
Ramón Lluis Bande “Asturies tiene sin construir el relato de su tiempo revolucionario”
El cineasta Ramón Lluis Bande entiende la memoria histórica como un “camino de exploración formal infinito” y de reflexión sobre el propio lenguaje cinematográfico “en relación con la realidad, la historia, el arte y la política”.